A 66 años de su derrocamiento:
Iván Ljubetic Vargas, historiador del
Centro de Extensión e Investigación
Luis Emilio Recabarren, CEILER
El 27 de junio de 1954 fue
derrocado el presidente de Guatemala Jacobo
Árbenz por un golpe de estado,
fruto de una operación encubierta de la CIA , la que orquestó y financió ese asalto contra un gobierno democráticamente elegido.
Jacobo Árbenz Guzmán había
nacido en Quezaltenango Guatemala, el 14 de septiembre 1913. A
la edad de 19 años ingresó a la Escuela Politécnica para realizar estudios
militares. Allí se convertiría en uno de los alumnos más distinguidos y
alcanzaría el grado de oficial. Viajó al extranjero con la finalidad de
adquirir nuevos conocimientos y así formarse una idea más amplia de los
problemas nacionales e internacionales. Impartió la cátedra de Historia Militar
de Centroamérica y tuvo a su cargo la de Historia Universal. Llegó a desempeñar
el cargo de ministro de la
Defensa Nacional.
La carrera política de Jacobo Árbenz
tomó relevancia a partir del 20 de octubre de 1944, por su participación
en los movimientos de la
Revolución de ese mismo año. Integró la Junta Revolucionaria
que derrocó al gobierno, junto al mayor Francisco Javier Arana y al civil Jorge
Toriello Garrido. Jacobo Árbenz fue propuesto como candidato electoral para la
presidencia de la República
por los partidos Integración Nacional de Quetzaltenango, Renovación Nacional y
Acción Revolucionaria.
ASUME LA PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA
En diciembre de 1950 ganó por un amplio margen las
elecciones presidenciales guatemaltecas, apoyado por obreros, campesinos, estudiantes,
maestros e intelectuales del país. El 15 de marzo de 1951 recibió el cargo de
presidente de la República
en el Congreso Nacional de manos del doctor Juan José Arévalo. Su gobierno se
mantuvo dentro de los lineamientos de la Revolución de 1944, cuyos principales objetivos
fueron la revisión a la Ley
de Reforma Agraria, la defensa de las instituciones democráticas y la defensa
de la soberanía de Guatemala.
DERROCADO POR EL IMPERIALISMO
El 27 de junio de 1954 fue derrocado el presidente de
Guatemala Jacobo Árbenz por un golpe de
estado fruto de una operación encubierta
de la CIA , la que
orquestó y financió ese asalto contra un
gobierno democráticamente elegido.
Aunque el presidente
Jacobo Árbenz nunca habló de pasar al socialismo ni adoptó alguna medida
socialista, sus enemigos lo tildaron de comunista y de seguir las órdenes de Moscú, lo cual constituía un mal ejemplo
para los demás países latinoamericanos.
¿Por qué derrocaron a
Árbenz? La causa fue que el Gobierno de Arbenz había
iniciado la única reforma agraria que ha tenido Guatemala en su historia. Para
ello nacionalizó 390 mil hectáreas de la United Fruit Company.
En esta empresa tenían intereses personales el secretario de Estado del
gobierno estadunidense, John Foster Dulles, y su hermano Allen, entonces
director de la CIA.
Estos maniobraron
para proteger sus intereses en Guatemala. A lo anterior se debe agregar
la preocupación de los imperialistas debido a la participación de miembros del pequeño partido comunista de
Guatemala —el Partido Guatemalteco del Trabajo-— en las decisiones más
importantes del gobierno de Arbenz.
Allen Dulles, seguramente pensando en sus intereses en la
United Fruit Company, advirtió que Guatemala era “una cabeza de playa
soviética en América”.
Eran los tiempos de la Guerra Fría. Gobernaba en Estados Unidos el
general Eisenhower y en ese país imperaba la era anticomunista del macartismo. La CIA montó la “Operación
Éxito”.
El 19 de febrero de 1954, la CIA comenzó la Operación WASHTUB ,
un plan para plantar armas soviéticas falsas en Nicaragua que demostrarían los
nexos de Guatemala a Moscú.
En mayo de 1954 la CIA introdujo armas checoslovacas a Guatemala a bordo del
barco sueco Alfhem. Los checoslovacos suministraron un arsenal de armas nazis
de la Segunda Guerra
Mundial, por un pago en efectivo hecho por la CIA.
Estas armas fueron una “prueba
irrefutable” de los nexos de Arbenz con los soviéticos.
El presidente estadounidense Eisenhower, citando la
posibilidad del comunismo, se lanzó contra Árbenz. Éste denunció el complot
internacional para quitarlo del poder. Decretó entonces la suspensión de las
garantías constitucionales.
EL CHE EN GUATEMALA
Ernesto Che Guevara estuvo poco más de nueve meses en
Guatemala. Su vida en el país centroamericano fue difícil y compleja. Llegó a
principios de 1954, cuando ya la situación política del país era crítica.
Durante ese tiempo intentó reiteradamente trabajar como médico del Estado pero
las diversas gestiones nunca se concretaron y sus problemas económicos eran muy
serios.
En aquellos días Guatemala era un hervidero de grupos de
exiliados y militantes progresistas e izquierdistas, fundamentalmente
latinoamericanos. Al poco de llegar conoció a
Hilda Gadea. Ella colaboraba con el gobierno de Árbenz y que más adelante se convertiría en su
primera esposa. También contactó a la
familia del exiliado nicaragüense
Edelberto Torres, y a un grupo de exiliados cubanos que habían participados en
la toma del Cuartel Moncada. Entre ellos que
estaba Ñico López, y con quien
Guevara estableció una sólida amistad.
Las ideas de Guevara habían evolucionado. Eran mucho más
comprometidas políticamente, con una clara simpatía por el comunismo. Pese a ello, se mantenía apartado
de cualquier organización política.
En Guatemala comenzó a escribir un libro titulado “La
función del médico en América Latina” en el que consideraba que la «medicina
social preventiva» y el médico constituían un eje central para una
transformación revolucionaria orientada a establecer una sociedad socialista.
A fines de mayo de 1954, Guevara salió de Guatemala hacia
El Salvador para renovar el visado. Al regresar a Guatemala la situación del
gobierno era ya desesperada y el ataque inminente.
A las 20 horas del 18 de junio de 1954, las fuerzas del
coronel golpista guatemalteco Castillo Armas, con apoyo de Estados Unidos, cruzaron la frontera. Eran cuatro grupos
de unos 480 soldados, que
entraron a través de cinco puntos a lo largo de la frontera hondureña y
salvadoreña. Además de estas tropas regulares, diez saboteadores entrenados en Estados Unidos
fueron delante explotando los puentes claves y cortando las líneas de
telégrafo. La
invasión fue respaldada por cuatro aviones norteamericanos que ganaron la
guerra psicológicamente.
El desarrollo entero de la invasión fue expresamente
diseñado para sembrar el pánico y dar la impresión de probabilidades
insuperables, para atraer la población y a los militares a su lado, antes que
derrotarlos. Durante la invasión, la propaganda radiofónica transmitía
falsos informes de enormes fuerzas que se unían a la población local en una
revolución popular.
En los primeros combates
fueron derrotados los invasores. Entonces
el presidente Arbenz mandó a su comandante militar que permitiese a los
rebeldes adentrarse en el país. Arbenz y su comandante principal no temían el
ejército rebelde pero estaban preocupados de que si eran aplastados darían un
pretexto para una intervención abierta militar estadounidense.
DERROCADO
JACOBO ARBENZ
El 25 de junio de 1954, EE UU envió un ultimátum
a Arbenz para que renunciara. El pueblo,
en lugar de atemorizarse, le pidió armas y el presidente ordenó entregarlas a
las organizaciones populares. Pero el jefe de las Fuerzas Armadas ya lo había
traicionado. Ardían en llamas poblaciones al oriente del país y eran atacados
barrios céntricos de la capital. En Puerto Barrios fueron fusilados 12
dirigentes sindicales. La embajada
de EE UU planteó un segundo ultimátum a
Arbenz.
Toda esta operación llegó a su
fin cuando la noche del 27 de junio de
1954, el presidente Arbenz fue obligado
a renunciar y a exiliarse.
EL CHE COMBATIÓ
Al producirse el golpe contra el Gobierno de Árbenz, el
Che se incorporó a la brigada juvenil comunista Augusto César Sandino para
enfrentar a las tropas de Castillo Armas.
Después de heroica resistencia
las fuerzas leales fueron derrotadas el 3 de julio de 1954. Ernesto se refugió en la Embajada Argentina ,
donde fue incluido entre los refugiados comunistas.
Así como en Pablo Neruda su experiencia en la Guerra Civil Española
fue decisiva para adoptar los ideales comunistas, lo mismo le ocurrió a Ernesto
Guevara en Guatemala.
El embajador estadounidense
tuvo a Guatemala en sus manos. Estableció una junta de gobierno a la que entregó una lista larga de
"comunistas" para matar. Como la junta se negó, la depuso e instituyó
otra. Pronto Carlos Castillo Armas fue declarado presidente de la república
consumándose el golpe de estado.
Fue ésta la primera
intervención directa de la CIA en América Latina. El
golpe de estado contra Árbenz y el pueblo trabajador guatemalteco, además de
permitir mantener intactos los intereses del imperialismo y de la oligarquía,
inauguró un prologado periodo de décadas de terror sangriento contra
trabajadores, campesinos pobres, estudiantes, etcétera, que dejó un saldo de
cuando menos 200 mil asesinatos y desaparecidos políticos. El imperialismo no solo impuso el nuevo gobierno militar, y
lo armó, sino que además le señaló una lista de personas que debían ser
eliminadas de inmediato.
Jacobo Árbenz murió en tierras mexicanas el 27 de enero de
1971 de un paro cardiaco producto de un “extraño accidente” en que su radio
cayó dentro de la tina en que se estaba bañando.
“Gloriosa victoria”, mural de Diego Rivera. Al centro, el
secretario de Estado de los EE UU, John Foster Dulles, le da la mano a Castillo
Armas.