miércoles, 28 de junio de 2023

Calentamiento global y privatización del agua

 





Por Franklin Frederick  27/06/2023 

El presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, declaró recientemente el estado de emergencia en la capital, Montevideo, debido a la escasez de agua. 

Entre las medidas anunciadas para hacer frente a la sequía más larga registrada en el país en 74 años figuran la construcción de un embalse y la exención de impuestos para el agua embotellada. 

Aparentemente destinada a ampliar el acceso al agua embotellada para las capas menos favorecidas de la población, la exención fiscal propuesta como medida para hacer frente a la crisis del agua en Uruguay es la «solución» neoliberal estándar para hacer frente a una de las consecuencias más frecuentes del calentamiento global, el aumento de sequías e inundaciones. Transfiere al sector privado -la industria del agua embotellada- la «responsabilidad» de suministrar agua potable a la parte de la población que puede permitirse pagar por este servicio. Los más pobres, por supuesto, no tendrán forma de pagar esta generosa medida adoptada por el Presidente Lacalle Pou. 

Esta medida del gobierno uruguayo es un paso más del neoliberalismo en el proceso de convertir el calentamiento global y sus anunciadas catástrofes en una fuente más de beneficios para las grandes empresas privadas.

 

Las catástrofes anunciadas y la industria embotelladora de agua 

En junio de este año, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) anunció que el fenómeno de El Niño, normalmente asociado al aumento de las temperaturas, está de vuelta y puede provocar temperaturas récord, según una declaración de la climatóloga de la NOAA Michelle L’Heureux. Por otra parte, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) también advirtió este año de que el periodo 2023-2027 podría ser el más caluroso jamás registrado. Basta recordar lo que ocurrió el año pasado para hacerse una idea de lo que se avecina. 

La intensa ola de calor que azotó Europa en 2022 vino acompañada probablemente de la mayor sequía jamás registrada en los últimos 500 años en ese continente, según afirmaron entonces varios científicos. Grandes ríos como el Danubio, el Rin, el Po y el Volga vieron tan mermada su cantidad de agua que en algunos casos la navegación se hizo imposible. Los incendios se propagaron por Portugal, España, Francia e Italia.

En un esfuerzo desesperado por ahorrar agua, se cerraron las piscinas públicas en Francia y Portugal, entre otros países, y se prohibió el uso de mangueras para regar jardines privados en Inglaterra y otros países europeos. 

Pero en medio de los confusos e intensos esfuerzos por disminuir el consumo de agua, la industria embotelladora de agua permaneció intacta, aumentando incluso su producción para satisfacer la creciente demanda debida al intenso calor. Un ejemplo escandaloso de esta contradicción es el de Vittel, en Francia, donde se permitió a la empresa Nestlé seguir bombeando agua de acuíferos subterráneos para embotellar, incluso cuando toda la región sufría sequía y las autoridades ya habían limitado el consumo de agua de diversos sectores y de los habitantes en general, según denunció el grupo Collectif Eau 88. 

Para la industria del agua embotellada, la ola de calor ha servido para aumentar sus ventas. Sin embargo, la producción y el transporte de agua embotellada contribuyen significativamente tanto al calentamiento global como a la escasez de agua: la fabricación de botellas de plástico, sobre todo de PET, requiere el uso de grandes cantidades de material derivado del petróleo, así como mucha agua. Se calcula que se utilizan unos tres litros de agua para producir cada litro de agua embotellada. El transporte de estas botellas desde las plantas de producción hasta los supermercados se realiza principalmente en camiones, lo que consume más combustible fósil. 

Peor aún: el agua embotellada transportada a largas distancias -como, por ejemplo, el agua embotellada por Nestlé en Vittel y exportada a Alemania o Suiza- se saca del ciclo local del agua, contribuyendo a la escasez de agua en la región. 

La mayor parte del agua utilizada para el embotellado procede de acuíferos subterráneos que tardan muchos años en recargarse de forma natural. Si la cantidad de agua utilizada en estos acuíferos es superior a la recarga natural, los acuíferos corren un grave riesgo de agotamiento, como es el caso del acuífero que abastece a la ciudad de Vittel, según han confirmado las autoridades francesas competentes. Algunos acuíferos están formados por agua fósil, es decir, agua que se ha acumulado en el subsuelo, a veces hace miles de años. En estos casos no hay recarga y estos acuíferos pueden explotarse hasta que se secan por completo.

 

El poderoso lobby de la industria del agua embotellada 

El hecho de que, en medio de una crisis tan grave como la sequía de 2022 en Europa, las empresas embotelladoras hayan podido seguir explotando las aguas subterráneas cuando muchos otros sectores de la sociedad tuvieron que reducir su consumo de agua, se debe en parte al enorme poder económico de estas empresas. Nestlé, Danone, Coca-Cola y Pepsi son las principales embotelladoras de agua en todo el mundo. Las empresas locales más pequeñas, en la mayoría de los casos, sólo pueden sobrevivir en el mercado mediante acuerdos de distribución con alguna de estas grandes compañías. 

Por iniciativa de Nestlé y con el apoyo del Gobierno de Suiza, los grandes embotelladores de agua crearon en 2011 el «Water Resources Group» -WRG- (www.2030wrg.org) , que actualmente cuenta también con la participación de gobiernos de varios países. El objetivo del WRG es privatizar el agua siempre que sea posible en el planeta y defender la producción y el consumo de agua embotellada. Es importante recordar que los beneficios anuales de empresas como Nestlé o Coca-Cola superan los presupuestos de muchos países del mundo. Al poder económico se suma el poder político de países que, a través de su política exterior, apoyan la privatización del agua en los países del Sur, a menudo bajo la apariencia de «ayuda al desarrollo» como es el caso de Suiza, que por cierto no oculta esta elección: desde 2018 el director adjunto de la Agencia Suiza de Desarrollo y Cooperación (COSUDE) es el ex director de Asuntos Globales de Nestlé, Christian Frutiger. Así, pocos países pueden resistir la presión para privatizar su agua otorgando concesiones de aguas subterráneas a empresas privadas por largos periodos de tiempo, 20 años o más. 

La lucha del colectivo Eau 88 contra la explotación y el embotellamiento de las aguas subterráneas de la región de Vittel por parte de Nestlé vuelve a ser un caso emblemático. Los ciudadanos de este movimiento comprometidos en la defensa de sus aguas y del medio ambiente, a pesar de todas las pruebas y evidencias de los daños ya causados al acuífero, así como de la contaminación por residuos plásticos del medio ambiente, se enfrentan a dificultades casi insuperables, debido principalmente a la connivencia de los poderes públicos con la empresa. Casos similares de conflicto entre movimientos ciudadanos y la empresa Nestlé existen en EE.UU. y Canadá. Francia, EE.UU. y Canadá son naciones desarrolladas con democracias bien establecidas e instituciones sólidas. Aún así, los grupos ciudadanos de estos países tienen enormes dificultades en su lucha por preservar sus aguas y su medio ambiente. ¿Qué se puede decir entonces cuando estos conflictos entre empresas y grupos de ciudadanos se producen en países menos desarrollados, con instituciones democráticas mucho más débiles y mucho menos acceso a los medios legales de defensa o a la prensa? 

En muchos países del Sur, el WRG desempeña un papel importante en la privatización de las empresas públicas de agua, devaluando la capacidad de estas empresas para suministrar agua potable de calidad a sus ciudadanos y, sobre todo, acostumbrando a las clases medias locales a consumir agua embotellada. Las clases más desfavorecidas, que no pueden permitirse comprar agua embotellada, se quedan prácticamente sin acceso a agua de calidad. 

Y en los países del Sur la contaminación causada por las botellas de plástico es otro grave problema. Incluso en Francia, Alemania o Suiza es imposible reciclar todas las botellas de plástico, muchas de las cuales acaban en el medio ambiente, en los ríos o en el mar. En la mayoría de los países del sur, el reciclaje de estas botellas de plástico es mínimo. Pero la contaminación causada por la industria del agua embotellada es lo que los economistas llaman una «externalidad», lo que significa que los costes medioambientales se repercuten en el conjunto de la sociedad, las empresas sólo se llevan los beneficios.

 

Las empresas públicas de agua y el cambio climático 

Las empresas públicas de suministro de agua desempeñan un papel clave en la mitigación de los efectos del calentamiento global para garantizar el acceso a agua limpia y de buena calidad, incluso frente a desafíos como sequías o inundaciones. En prácticamente toda Europa Occidental se puede beber agua del grifo. La contaminación del agua procedente de un sistema público de abastecimiento es posible, pero en general estos casos son raros y los controles sanitarios son mucho más estrictos y frecuentes que los que lleva a cabo la industria embotelladora de agua. Que mucha gente confíe más en la calidad del agua embotellada que en la suministrada por las empresas públicas es una muestra del éxito de la campaña de propaganda que durante años ha llevado a cabo la industria embotelladora para devaluar la calidad de los sistemas públicos. NINGUNA empresa embotelladora tiene la misma competencia técnica y los mismos conocimientos sanitarios que una gran empresa pública de agua. Y siempre hay medios democráticos para exigir -y proporcionar- aún más calidad por parte de las empresas públicas que deben servir a los ciudadanos. Tanto la industria embotelladora de agua como las empresas privadas de distribución de agua y saneamiento tienen como principal objetivo el beneficio. No fue casualidad que en Inglaterra, un país donde gran parte de la distribución y saneamiento del agua es privada, herencia de la época de Margaret Thatcher, ante la ola de calor y sequía de 2022, se empezara a hablar de nacionalizar estas empresas privadas, reconociendo su incapacidad para gestionar la crisis. 

Francia, al igual que Alemania, Suiza y otros países de Europa Occidental, cuenta con excelentes empresas públicas de agua, y el agua embotellada en estos países es, de hecho, un lujo. Pero un lujo social y ambientalmente cada vez más caro. La realidad del calentamiento global exige cambios profundos. La posibilidad de sequías cada vez más frecuentes obliga a considerar las aguas subterráneas como una reserva para las generaciones futuras, si no para nuestro propio futuro. Estas reservas no pueden agotarse para el beneficio y la codicia de unas pocas empresas privadas. Es hora de que la sociedad civil de los países de Europa Occidental exija a sus gobiernos la prohibición definitiva de la producción y comercialización de agua embotellada como primer gesto concreto -y al alcance de la mano- para reducir la contribución del consumo en estos países al calentamiento global. Al fin y al cabo, si estos países, que pueden ofrecer y ofrecen ya agua de excelente calidad a sus ciudadanos, donde el agua embotellada es un lujo, no pueden dar este pequeño paso, ¿cómo pueden entonces tomarse en serio los compromisos de los gobiernos de estos países con los problemas del calentamiento global? 

Francia tiene una importante responsabilidad simbólica en este caso, ya que fue en este país, más concretamente en Vittel, donde comenzó el embotellado de agua en recipientes de plástico. Antes, las botellas eran de vidrio, lo que limitaba la expansión de la industria embotelladora de agua. Fue el embotellado en plástico lo que permitió a la industria embotelladora de agua expandirse por todo el mundo. En Vittel comenzó la contaminación por botellas de plástico que se extendería por todo el planeta. La lucha del Colectivo Eau 88 en Vittel adquiere así una importancia planetaria. Sería un gesto importante que Francia pusiera fin a la producción de agua embotellada y que de Vittel saliera un nuevo impulso, esta vez contra la contaminación y a favor del agua como bien público y derecho humano. 

Suiza también tiene una responsabilidad importante, ya que es la sede de la multinacional Nestlé, la mayor empresa embotelladora de agua del mundo. 

Al anunciar la exención de impuestos sobre el agua embotellada en plena crisis del agua en Uruguay, el presidente Lacalle Pou se revela como el gran amigo de empresas como Coca-Cola, Danone y Nestlé. Pero que no quepa duda, ¡esta medida suya será saludada por los gobiernos de varios países como un ejemplo de «responsabilidad» y de «solución sostenible»! Sin duda, ¡el WRG animará a otros países a seguir el ejemplo de Uruguay! 

Es hora de que Brasil y América Latina demuestren que otro camino es posible, el camino que ya señalan sus empresas públicas de agua. También es hora de exigir a Europa que, ante la realidad planetaria del calentamiento global, apoye por todos los medios posibles a las empresas públicas de agua de los países del Sur. La industria embotelladora de agua ya ha causado suficientes daños tanto en el Norte como en el Sur del planeta. El neoliberalismo y sus privatizaciones no aportan ninguna solución a los graves problemas que plantea el calentamiento global, sólo se aprovechan de él para aumentar sus beneficios y su poder sobre las decisiones de la sociedad. Las empresas públicas y la gestión pública y transparente del agua son el camino.




martes, 27 de junio de 2023

HACE 115 AÑOS NACIÓ UN REVOLUCIONARIO LLAMADO SALVADOR ALLENDE GOSSENS

 


 

                                                    Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                                    Centro de Extensión e Investigación

                                                    Luis Emilio Recabarren, CEILER

 

 


Salvador Allende Gossens nació en Valparaíso el 26 de junio de 1908. Por entonces, Chile tenía una población de tres millones de habitantes. La clase obrera cumplía 80 años de combativa existencia y sumaba 250 mil trabajadores. De su seno había surgido Luis Emilio Recabarren, quien desde hacía 15 años participaba en la lucha social.

Al nacer Allende, habían transcurrido seis meses de la masacre de la Escuela Santa María de Iquique.

 

UNA PROMESA ANTE LA TUMBA DE SU PADRE

El joven Salvador tenía 18 años cuando ingresó, en 1926, a la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile. Un año más tarde se inició la dictadura del general Ibáñez.

Los sectores más consecuentes se opusieron a la tiranía. Entre ellos, los estudiantes universitarios. En primera fila estuvo Allende.  El 26 de julio de 1931 un amplio movimiento democrático hizo caer al dictador.

Chile vivió impactantes acontecimientos. A comienzos de septiembre de 1931 se sublevó la marinería de la flota de guerra.

En junio de 1932 un golpe cívico-militar dio nacimiento a la República Socialista, que duró doce días,  siendo  derrocada el 16 de junio de 1932.  Ese mismo día, Allende fue detenido y encarcelado. Estando en prisión, falleció su padre. Le autorizaron para asistir una hora a los funerales. Ante la tumba de su progenitor hizo solemne promesa: “Desde este momento consagraré mi vida a la lucha social”. Era el 8 de noviembre de 1932. Cumplió con ese compromiso hasta el fin de su existencia.

 

MINISTRO DE PEDRO AGUIRRE CERDA

Allende fue uno de los fundadores del Partido Socialista de Chile, surgido el 19 de abril de 1933.

El 6 de mayo de 1936 se constituyó el Frente Popular, primera coalición de izquierda de nuestra historia.

En los comicios presidenciales del 25 de octubre de 1938 triunfó el abanderado del Frente Popular, el maestro radical Pedro Aguirre Cerda. El 28 de septiembre de 1939, cuando tenía 31 años, Allende asumió como Ministro de Salubridad. Ese mismo año, contrajo matrimonio con Hortensia Bussi.

 

FORJANDO LA UNIDAD SOCIALISTA-COMUNISTA

En 1951 surgió el Frente del Pueblo, formado por el ilegal Partido Comunista y el pequeño Partido Socialista de Chile.

El Frente del Pueblo proclamó a Salvador Allende candidato a la Presidencia de la República.

 



EN EL PUERTO ROJO

Recuerdo con emoción la primera vez que vi y escuché a Salvador Allende.

Fue una tarde de verano de febrero de 1952. Nos juntábamos en el puente Arévalo, en San Antonio. Allí donde termina la avenida Centenario y comienza el camino a Santiago. Se veían lienzos, banderas rojas y chilenas.   Estudiantes universitarios que veraneaban en la zona, se unieron a nosotros,  jotosos de San Antonio,  y formamos un alegre destacamento juvenil, que lanzaba consignas y cantaba canciones revolucionarias.

De pronto alguien gritó:

- ¡Ahí viene el candidato!

- ¡Y también el camarada Lafertte!, agregó otro.












Elias Lafertte



Comenzamos a marchar por Centenario. Llegamos a la Plaza de San Antonio, muy cerca del puerto. Escuchábamos sirenas de remolcadores y de algún barco. La brisa traía el salobre sabor a mar.

Se inició el acto. Lo abrió el presidente del Comando Allendista de San Antonio. Fue anunciado Elías Lafertte. Aplausos y La Internacional, cantada por la mayoría de los asistentes que levantamos nuestro puño derecho.

Gobernaba el traidor. Los comunistas estábamos fuera de ley y éramos perseguidos. Por ello, la plaza se pobló de gritos: -¡Y que fue... y que fue... ¡Aquí estamos otra vez!

 

EDUCADOR DE MASAS

Con enorme entusiasmo y el Himno Nacional recibimos a Salvador Allende. Fue la primera vez que lo vi y escuché. Era un educador del pueblo. Su discurso fue claro y emotivo.

Se refirió a los problemas de Chile y a sus soluciones.

Esa noche, bajo un cielo estrellado y teniendo como música de fondo el ronronear del océano,  Allende planteó las medidas para terminar con el atraso del país y la miseria de la gente: romper las ataduras con el imperialismo,  hacer de Chile el cobre chileno,  realizar una profunda reforma agraria...

Nos llamó a luchar sin claudicar y jamás sentirnos derrotados.

El futuro es nuestro, enfatizó el candidato del Frente del Pueblo.

Aquella noche de febrero de 1952 quedé convencido que triunfaríamos el 4 de septiembre de ese año.

 

ALLENDE CONTINUÓ LUCHANDO

No fue así.  Se impuso el exdictador Carlos Ibáñez del Campo, apoyado por una amplia coalición, en que había desde marxistas hasta fascistas.

Allende perdió. Sacó algo más de 50 mil votos (el 5,43% de los sufragios válidamente emitidos). Pero no fue derrotado.  Siguió luchando.





En febrero de 1956 nació el Frente de Acción Popular, FRAP. Lo formaron los partidos comunistas, Socialista de Chile, Socialista Popular, el Partido del Trabajo y otras colectividades.

El FRAP proclamó la segunda candidatura de Salvador Allende a la Presidencia de la República.  Fue vencido el 4 de septiembre de 1958.  Quedó segundo, detrás del derechista Jorge Alessandri Rodríguez. Pero, el avance de las fuerzas populares fue enorme. Los 51 mil votos de 1952 se habían convertido en 356 mil (el 28,51% de los votos válidamente emitidos).

El imperialismo tomó nota de ello. A partir de ese momento, adoptó una enconada posición anti allendista.  Esto quedó comprobado en la campaña presidencial que debía culminar el 4 de septiembre de 1964.

 








John Kennedy



LA SANTA ALIANZA CONTRA ALLENDE

Ya en 1962 el Presidente John Kennedy señaló “que era de interés de la seguridad nacional norteamericana que resultase elegido en 1964 el candidato Eduardo Frei Montalva”.

Esta insolente intervención en nuestros asuntos internos fue respaldada por decenas de millones de dólares, según afirmó Edward Korry,   exembajador estadounidense en Santiago.

Por su parte,  la jerarquía de la Iglesia Católica chilena emitió, con fecha 18 de septiembre de 1962, un documento donde se sostenía que “de una victoria del comunismo en Chile,  la Iglesia y todos sus hijos no pueden esperar otra cosa sino persecuciones, lágrimas y sangre”.





Triunfó Frei en 1964, con el apoyo del imperialismo y de la derecha criolla.  Pero las fuerzas democráticas continuaban creciendo. Ahora Allende, candidato del FRAP,  obtuvo 997.902 votos (el 38,64% de los sufragios válidamente emitidos).

 

CON LAS BANDERAS DE LA UP

El 9 de octubre de 1969 se constituyó la Unidad Popular. La formaron dos partidos marxistas: el Partido Comunista y el Partido Socialista; tres colectividades socialdemócratas: el Partido Radical, el Partido Socialdemócrata y la Acción Popular Independiente, API; más un movimiento de origen cristiano,  el MAPU.

El 17 de diciembre de 1969 se aprobó el Programa Básico del Gobierno Popular. Pero no fue fácil designar el candidato único. Renunciaron en aras de la unidad Pablo Neruda, del Partido Comunista; Jacques Chonchol, del MAPU; Alberto Baltra, del Partido Radical. Pero se mantenían Salvador Allende, del Partido Socialista, y Rafael Tarud, del Partido Socialdemócrata y de la Acción Popular Independiente. Pasaban los días y no se definía el abanderado de la Unidad Popular. Los otros: Jorge Alessandri, de la derecha,  y Radomiro Tomic, demócrata cristiano, estaban hacía meses en campaña.

 













SALIÓ HUMO BLANCO

El Partido Comunista convocó a una concentración en la Plaza Bulnes para el 22 de enero de 1970. Y comunicó a sus aliados que, si a esa fecha no había candidato único,  proclamaba definitivamente a Pablo Neruda. 

Poco antes de las 19, hora fijada para el inicio del acto, se logró el difícil parto. Luis Corvalán, secretario general del Partido Comunista, pudo decir en esa tarde de verano: “Salió humo blanco... Tenemos candidato único... Es Salvador Allende”.

Estalló la alegría en la plaza. Miles de gargantas enronquecieron gritando: “Allende... Allende... Allende”...  “El pueblo unido… jamás será vencido”.  Y el eco recorrió la patria entera.

Se inició la campaña presidencial más breve de la Izquierda.

Breve, pero a la ofensiva, con movilizaciones de masas, con la constitución de miles de comités de base, con acciones audaces que derrotaron la campaña del terror, con heroicas brigadas, entre ellas las Ramona Parra, que pintaron hasta el cielo.

 

EL COMPAÑERO PRESIDENTE

Y la cuarta fue la vencida. El 4 de septiembre de 1970 triunfó Allende. Obtuvo el 36,22% de los votos válidamente emitidos.

 Cuando amanecía el día 5, dijo en emotiva improvisación pronunciada desde los balcones de la Federación d Estudiantes:

”Esto que hoy germina es una larga jornada. Yo sólo tomo en mis manos la antorcha que encendieron los que antes que nosotros lucharon junto al pueblo y por el pueblo...

“A la lealtad de ustedes, responderé con la lealtad de un gobernante del pueblo; con la lealtad del Compañero Presidente...

“Le debo este triunfo al pueblo de Chile, que entrará conmigo a La Moneda”. Y así fue. Después de 60 días al rojo, en que el Imperio y todos los enemigos del pueblo recurrieron hasta al crimen para impedir la llegada de Allende a La Moneda,  el  3 de noviembre de 1970 se inició el Gobierno Popular, el período más brillante de la historia de Chile.

 

EL GOBIERNO POPULAR

Salvador Allende encabezó el Gobierno Popular,  que ha sido la hasta ahora más grande conquista del movimiento obrero chileno Fue el período de mayores avances económicos, sociales y políticos para el país y el pueblo.

Gracias a los cambios revolucionarios impulsados, Chile conquistó su independencia económica, con la nacionalización de las empresas trasnacionales que explotaban nuestras riquezas básicas, en primer lugar, el cobre. Terminó con el freno que significaba el latifundio, al erradicarlo con una profunda reforma agraria. Acabó con el dominio que la oligarquía financiera ejercía sobre nuestra economía, al estatizar la banca y otras cien empresas que estaban en su poder.

De enorme importancia lo constituyó la creación del área social de la economía, propiedad de todos los chilenos, que llegó a controlar el 33% de la producción nacional.

Se llevó adelante una política exterior digna y soberana. Por ejemplo, restableció relaciones con Cuba a diez días de llegado Allende a La Moneda.

Todos estos cambios se tradujeron en un mejoramiento de la vida de los trabajadores.

La cesantía disminuyó de un 6,3% a un 3%. Los salarios, pensiones y montepíos aumentaron su poder adquisitivo en un 66%. El salario mínimo tenía un poder de compra equivalente a 27,3 kilos de pan al día (actualmente, alcanza para unos 6 kilos de pan diarios).

Se entregó previsión social a 725 mil chilenos. Se crearon consultorios de salud en el campo y en los barrios. Hubo avances en la educación pública y los profesores recibieron beneficios por primera vez sin necesidad de protestas ni paros. Se establecieron becas para hijos de obreros, campesinos y mapuches.

Se dio medio litro de leche gratis diario a todos los niños hasta 15 años. Se publicaron libros de la literatura nacional y mundial a precios muy bajos. Hubo vacaciones populares.

Los trabajadores tuvieron participación efectiva en la marcha del país. Ha sido el único gobierno con ministros obreros.



 




ALLENDE CONSECUENTE HASTA LA MUERTE

2 de diciembre de 1971.  En el acto de despedida de Fidel Castro en el Estadio Nacional, un día después que el fascismo mostrara sus garras en Santiago, el compañero

Presidente dijo:

“Yo no tengo pasta de apóstol ni tengo pasta de Mesías, no tengo condiciones de mártir, soy un luchador social que cumple una tarea, la tarea que el pueblo me ha dado...

 Que lo sepan, que lo oigan, que se les grabe profundamente: defenderé esta revolución chilena, y defenderé el Gobierno Popular porque es el mandato que el pueblo me ha entregado.

 

NO TENGO OTRA ALTERNATIVA

No tengo otra alternativa. Sólo acribillándome a balazos podrán impedir la voluntad que es hacer cumplir el Programa del pueblo”.





11 de septiembre de 1973.  Atacado por las tropas fascistas, Salvador Allende proclamó a través de Radio Magallanes:

 

“Ante estos hechos sólo me cabe decirles a los trabajadores:

‘¡Yo no voy a renunciar! Colocado en este tránsito histórico pagaré con mi vida la lealtad del pueblo”.

Lo dijo y lo hizo. Fue leal hasta el último minuto de su existencia. Lealtad se escribe con “L” de Allende.

Levantemos en alto su ejemplo, sus ideales y su obra. Completemos la gran tarea que nos entregó cuando dijo:

 

“¡Sigan ustedes,  sabiendo, que más temprano que tarde, de nuevo abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre digno para construir una sociedad mejor!”

 

SIEMPRE ESTARÉ JUNTO A USTEDES





“Seguramente Radio Magallanes será acallada y el metal tranquilo de mi voz ya no llegará a ustedes. No importa. La seguirán oyendo. Siempre estaré junto a ustedes”.

 

Y ESTÁ SIEMPRE PRESENTE

En las masivas y combativas acciones de la rebelión popular, iniciada el 18 de octubre de 2019, Salvador Allende estuvo presente junto al himno “El Pueblo Unido”.

 

Su ejemplo de revolucionario impulsó y seguirá impulsando los combates por abrir de nuevo las grandes alamedas.







MANUEL GUERRERO CEBALLOS EN SU 75 NATALICIO

 




 

 


                                                    Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                                    Centro de Extensión e Investigación

                                                    Luis Emilio Recabarren,  CEILER

 

 

Cuando se nombra a nuestro compañero Manuel Guerrero Ceballos se le asocia  de inmediato, y con toda razón,  con el feroz crimen cometido por los agentes de Pinochet en marzo de  1985, cuando él, junto con otros dos profesionales comunistas, fue degollado. 

Pero la vida de este querido luchador tiene otros capítulos dignos de conocerse. 

Nació el 25 de junio de 1948.  Muy joven se incorporó a las Juventudes Comunistas. Estudió en la Escuela Normal José Abelardo Núñez., de donde egresó en 1967. Trabajó como maestro en las comunas de San Miguel y Conchalí.

 

CONTRIBUYENDO A LA VICTORIA POPULAR

Participó en la campaña electoral del 70. Así lo recuerda Manuel Guerrero Ceballos:

“La lucha presidencial entraba en tierra derecha. Los partidos populares, conformados en Unidad Popular, ya tenían candidato único: Salvador Allende. La unidad alcanzada, el programa y el candidato común ya eran una importante conquista. A todas partes llegó la palabra de la Unidad Popular y la juventud fue un vehículo magnífico, que con mística y arrojo, incorporó a importantes sectores jóvenes al combate. Del aporte juvenil nacieron himnos y la nueva canción chilena, las brigadas murales, cuya representante más alta fue la Brigada Ramona Parra, los jueves proletarios para el trabajo en las industrias, los domingos insurgentes para la labor propagandística y de educación política casa por casa en los barrios. Los caminos de Chile fueron cubiertos por los rayados de las Brigadas Venceremos. Los jóvenes luchaban por sus reivindicaciones en todas partes. Las salidas al campo para el trabajo con los campesinos e incluso a las playas con veraneantes, contaban con la presencia entusiasta de lolos y lolas de cortos años. 

¡Cuántos jóvenes hicieron su escuela política en estas acciones! 

Las Juventudes Comunistas crecían en número y madurez. Eran una organización  conocida y admirada y querida por los jóvenes trabajadores, estudiantes, artistas y pobladores. Los colores amarantos de su camisa florecían y cada jota-jota, tronaba en las calles con sabor a futuro. A su presencia contribuyeron el aporte de tantos jóvenes, militantes y dirigentes, que llenaron todo un período político muy importante de la historia de Chile. Entre estos sobresale la figura, creatividad política y firmeza revolucionaria de Gladys Marín bajo cuya égida la Jota alcanzó dimensión de fuerza juvenil nacional.  Tampoco en esa ocasión era fácil ser comunista. 

El odio de clase de los reaccionarios se sentía a toda hora y se jugaban por frustrar los anhelos del pueblo. En la campaña varios compañeros fueron asesinados, golpeados y detenidos. Las bandas de los pijes agredían a mansalva a nuestros compañeros y la enérgica repuesta dada en cada oportunidad impidió que prosperara su intento  de intimidarnos”.(Manuel Guerrero Ceballos: “Desde el Túnel”, p. 22)

 

DURANTE EL GOBIERNO DE SALVADOR ALLENDE

Relata Manuel Guerrero: “El triunfo de Salvador Allende en 1970 fue la coronación del sueño y la lucha de largos años de la clase obrera y del pueblo chileno. 

Al conocerse el resultado la juventud se volcó a las calles manifestando su  voluntad de combate y disposición ante las nuevas tareas que surgían. Las Brigadas Ramona Parra así como escribieron el nombre de Allende en el mismo instante en que fue proclamado candidato único de la Unidad Popular, ahora rayaron la alegría del triunfo y los desafíos venideros”. 

Durante el Gobierno Popular, Manuel Guerrero Ceballos tuvo a su cargo la Organización Nacional de Trabajos Voluntarios Recuerda sobre estos. “Grandes tareas eran respaldadas por millares de muchachas y jóvenes. El trabajo voluntario fue una de las características de su participación. Estuvimos en la pampa del tamarugal rompiendo con chuzo la pétrea costra desértica para hacer vivir una diminuta planta que diera alimentación a ovejas y lograra que esa gigantesca porción de tierra, compuesta de  arena y sal, sirviera al país. En la inmensidad de la pampa, bajo 40 grados de calor, con una insignificante hierba  verde en las manos, buscábamos la primavera para Chile. 

Las columnas de jóvenes, con sus mochilas al hombro, que cruzaban la extendida geografía chilena, participaban de la pujanza de un pueblo que era dueño de su destino. 

La juventud construyó  represas, canales, casas, escuelas y caminos. Plantó árboles y extrajo cobre desde las profundidades de la mina. Sacó muelas y curó enfermedades. Cantó. Hizo teatro, pintó y escribió poemas. Formó brigadas de vanguardia de la producción. Creó miles de comités de Apoyo al Rendimiento Estudiantil. Manejó tractores, camiones y cargó en sus hombros miles de toneladas. Aseguró el abastecimiento. Peleó contra los reaccionarios que saboteaban. Se educó y entregó su palabra de adhesión.”  (Manuel Guerrero  Ceballos: Obra citada, p. 24)

 

EN LA LUCHA CONTRA LA DICTADURA

Después del golpe fascista, participó   en el trabajo clandestino. 

Escribe  Manuel Guerrero Ceballos: “La vida en la lucha clandestina es dura, áspera, sacrificada. Como nunca se debe actuar con resolución  y autonomía. Teniendo la orientación principal clara caminamos por caminos desconocidos. Cada aprendizaje cuesta, incluso vidas humanas... Las noticias de las detenciones y asesinatos nos golpeaban y herían, recordábamos a los compañeros con cariño y emoción. Muchas lágrimas derramadas en silencio, pero la exigencia de continuar combatiendo hacía más patético cada golpe.” 

Relata: “Caminaba por Bellavista en dirección a Pío Nono. Serían las cuatro o cinco de la tarde. Bajo el brazo al medio de un diario doblado, llevaba una reciente declaración del Partido. Doblé por Pío Nono hacia Alameda y me encontré frente a una patrulla militar  que pedía identificación, revisaba papeles y bolsillos de los transeúntes.  La garganta se me apretó, el corazón dio un brinco y las manos transpiraron. Si retrocedo o cruzo igual me pararán y llamo más su atención, pensé. Con resolución avancé.

- Alto!

El grito me hizo estremecer.

Me detuve.

- Su identificación

Cambié el diario de mano, apretándolo con fuerza. Saqué el carnet y se lo extendí. Lo miró atentamente.

- Dónde trabaja.

-  En una escuela.

Me observó, dio vuelta el carnet y vio la dirección. Me la preguntó. Dudé varios segundos, me costaba recordarla, finalmente lo hice y se la dije.

- Separe los brazos.

Con el diario en la mano derecha levanté los brazos. Torpemente sus manos iban chequeando el cuerpo.

Me angustiaba sólo pensar que me quitara el diario y lo abriera, cuando expresó:

- Está bien, siga no más...”     (Manuel Guerrero Ceballos: “Desde el Túnel” pp. 29 y 30)

 

LA DETENCIÓN

Manuel Guerrero Ceballos relata como cayó en manos del siniestro Comando Conjunto en 1976:

“Eran cerca de las 10 de la mañana  del 14 de junio. Iba al trabajo  y mi compañera iría a buscar al hijo, que había estado sábado y domingo con los abuelos. Caminábamos  con despreocupación hacia el paradero del microbús....

“Llevaba en la mano izquierda el bolsón escolar de mi hijo que orgulloso daba los primeros pasos en la lectura. Verónica, mi compañera, decía algo referente a la guagua que vendría o a la débil salud de nuestro hijo...

“Escuchamos a nuestras espaldas un vehículo que avanzaba a gran velocidad. Sin saber me estremecí y presentí el peligro. El vehículo se detuvo al costado nuestro. Bajaron dos individuos jóvenes a la carrera. Grité a mi compañera: ¡cuidado!

“Ya recibía golpes de pies y manos, era agredido. Por reflejo opuse resistencia. Mi compañera irrumpió en gritos y fugazmente vi que blandía su cartera en el aire...

Todo era un torbellino. De pronto escuché un estrépito y sentí un fuerte impacto en el pecho. Parecía que un caballo me hubiese dado una coz de lleno. Caí doblado y sentí que en vilo era arrojado dentro del auto. Mi cabeza se estrelló  en la puerta lateral derecha violentamente. Un dolor desconocido horadaba mi estómago y tronco. Quemaba, consumía. Los oídos zumbaban y la cabeza  se  aprestaba a estallar.

Las manos me las esposaron a la espalda... La primera certeza de la situación la tuve al sonar, atrasadamente en mis oídos, el aullido angustiado de Verónica- ‘son de la DINA’- ‘se llevan a mi marido, son de la DINA’,- ‘son los asesinos de la DINA’.

-¡ Cagué! – pensé.”    (Manuel Guerrero Ceballos: obra citada, p. 13)

 

Respondiendo  a una pregunta del periodista y escritor José Miguel Varas, dijo:

“Yo, en ese momento, cuando iba en el vehículo, empecé a sentir sangre que me cubría  mi piel, y comencé a tener dificultades para respirar, por lo que presumí que la herida –y posteriormente se confirmó- había sido en el pecho. La bala me ingresó por el costado inferior de la tetilla derecha, para quedar alojada, sin salida, bajo la axila izquierda, es decir, me atravesó todo el pecho...”  (Entrevista realizado por José Miguel Varas, en Europa en marzo de 1977) 

“Las últimas ideas fueron de muda despedida de la vida y de cómo encarar el    interrogatorio. No debía perjudicar a nadie con mis respuestas. El precio de la  vida no lo iba a pagar con la confesión o la traición. Pensé en mi hijo. Si vivía quería mirarlo de frente.

El viaje llegó a su fin. Mentiría si no dijese que un miedo glacial me acompañaba. No cantaba ante la muerte, templaba; pero estaba dispuesto a resistir.”  (Manuel Guerrero Ceballos:  “Desde el Túnel”, p.  14)

 

LOS  CHACALES  ACTÚAN

Guerrero Ceballos escribe sobre las torturas a que fue sometido:

“Aguardé el golpe que podía venir de cualquier lugar.

- Sáquenle la ropa.

Abrieron las esposas, me sobé las muñecas. Me empezaron a sacar la ropa. Seguí con la vista vendada.

Fui empujado hasta el borde de una tarima, camastro liso o mesa.

-‘Súbete’.

Con trabajo lo hice. Quedé tendido de espalda. Desnudo, con los ojos vendados, acostado sobre una cubierta fría y dura –como de latón o baldosas- terriblemente dolido. Mi angustia se desbordó. A pesar de mi oposición, las lágrimas rodaban por las mejillas. El cuerpo brincaba, me estremecía...

“Un golpe de puño, seco, recibí en la herida.

-‘Cuenta ahora, concha de tu madre’

Grité de dolor. Mordiendo las palabras contesté preguntado.

-‘¿Qué quieren les cuente?’

-‘Todo pu’s huevón’

-‘No tengo nada que contar’

Esperé otro golpe. Llegó y fue más violento. Del pelo a los pies me sobrecogió el dolor. La herida manaba más sangre.

La desnudez me hacía sentirme  desamparado, más estando con los ojos vendados y amarrado al mesón. A indefensión absoluta se unía la duda lacerante de ignorar que venía a continuación, de dónde venía y a donde iría el castigo siguiente.” (Obra citada, p. 18)

 

FUE UN DETENIDO DESAPARECIDO DURANTE UN MES

Lo continúan torturando. La gravedad de su estado obliga a los esbirros de la dictadura a conducirlo a un establecimiento, que según  él calcula  fue el Hospital de Carabineros de Santiago. Lo ingresaron con nombre falso. Lo atendieron para evitar que la hemorragia interna terminara con su vida antes de lograr que entregara las informaciones que requerían. Lo siguieron torturando en ese hospital.

Fue conducido a Cuatro Álamos. Allí seguía con los ojos vendados, continuaban con los ‘interrogatorios’, acompañados de golpes y uso de corriente eléctrica.

Después se le trasladó a  Tres Álamos, donde ya no tuvo incomunicado. Allí supo lo ocurrido con su compañera Verónica. No estaba detenida. Ello, como producto de  la conmoción pública que tanto la detención como el baleo generó en el sector y la cantidad de testigos que presenciaron esos hechos.

Eso impidió la detención de Verónica y le salvó la vida  a él. A pesar que el Ministerio del Interior negó su detención, ante un recurso de amparo presentado por su compañera, la dictadura no pudo seguir negando que estaba preso. Ya no era un desparecido.

 

VOLVIENDO A LA VIDA

Relata el paso de Cuatro Álamos a Tres Álamos, el  paso de ser desaparecido a la vida.

Lo sacaron de la celda de incomunicación dos agentes de la DINA. Uno de ellos le dijo:

-‘Te vai de aquí, tení cueva, te salvaste del balazo primero y de ésta ahora’ ...

No me dijo nada más. Me entregaron mi carnet de identidad, me revisaron completamente y me obligaron a  seguirlos.

Salimos caminando por el pasillo, cruzamos la siniestra puerta de fierro y caminamos por oscuros senderos de tierra. Me hicieron ingresar a una oficina y cuanta no sería mi sorpresa de ver en ella a carabineros con su característico uniforme. Hasta me alegré de verlos...

El funcionario de la DINA dijo:

-‘Nosotros ya hicimos el pase, es huevá de ustedes como se las arreglan, y sin más se dio media vuelta y se fue. Quedé entre los carabineros.”

Estos lo condujeron  y lo hicieron golpear en una casucha que estaba en patio. Entró. Había una cantidad de personas. Les dijo:

-“Soy un preso, vengo recién llegando de Cuatro Álamos”. Fue recibido con alegría y enorme solidaridad.

- “Ese día los compañeros me cuidaron y atendieron como a un niño...” 

Pasó el tiempo. “Llegó el esperado día de visita. Los amigos me prestaron un poncho blanco y un gorro pasa montaña. Esperé como colegial que me llamaran por la lista. Los presos iban saliendo de uno a uno, donde estaban sus familiares sentados en unas bancas...

Por fin me llamaron. Salí caminando lentamente, mirando todo con verdadera emoción e interés, buscando entre todos esos rostros anhelantes mis seres queridos. No los vi. Me empecé a desesperar. Miraba y miraba. Y entre la muchedumbre asomó el rostro lloroso de mi compañera con su guata, cual banderola en el aire, acompañada de mi padre, mi madre y mi suegro.

No me reconocieron hasta estar muy cerca. Nos fundimos en un todo de abrazos, lágrimas, suspiros y sobre todo, vida”.   (Obra citada, pp. 87 y 88)

Así termina su narración Manuel Guerrero Ceballos, cuando va saliendo “desde el túnel”.

Fue liberado el 19 de  noviembre de 1976.  Fue el único detenido por el Comando Conjunto que salvó  vivo de sus garras.

 

EN EL EXILIO

A fines de noviembre de 1976 viajó a Suecia. Permaneció seis años en  ese país. En el destierro  participó activamente en las labores de solidaridad con la lucha del pueblo chileno. Además, escribió su desgarrador testimonio  “Desde el Túnel”.

En sus “Palabras iniciales”  explica: ”La idea de hacer esta narración nació de la angustia. Me explico. Encontrándome como preso político desaparecido, secuestrado por la DINA (posteriormente se vino a conocer la existencia del siniestro Comando Conjunto) y tenido en un lugar ignorado, bajo nombre falso, en las interminables horas de vigilia, desesperanza, dolor, impotencia, confusión, ira,  y cuanta sensación se pueda sentir en tal estado, me surgió la idea que si sobrevivía tenía que contar todo lo que me había pasado... Lo he escrito en el exterior de Chile...

Me decidí a hacerlo por dos razones centrales. El tiempo pasa y la memoria es frágil. Es necesario que las nuevas generaciones conozcan  lo que ha hecho y, lamentablemente, aún hace el fascismo en nuestra Patria. Y una segunda razón es que hay muchos hechos ignorados, más allá de lo que todos creemos, por nuestra propia población chilena. Es más de lo imaginado lo que no se conoce de la represión y la barbarie de los fascistas, como del heroísmo de muchas gentes simples y modestas de nuestro pueblo, en especial de la lucha juvenil y el papel  relevante que han jugado en ella, las Juventudes Comunistas, conformadas por rostros y vidas concretas, muchas de las cuales no están físicamente con nosotros...  Que ninguno de ellos se nos olvide, recordemos sus vidas y  aportes. Ellos estarán presentes en los caminos por los que transitamos hoy, estarán presentes en la hora de la victoria.”  (Manuel Guerrero Ceballos: “Desde el Túnel”, p. 5)

 

RETORNO A LA PATRIA

Regresó a Chile en noviembre de 1982. De inmediato se incorporó a la lucha clandestina  y a las labores de su gremio, el Magisterio.

Un año  antes, el 27 de noviembre de 1981, un grupo de 31 educadores de las Regiones Metropolitana, Quinta, Séptima y Octava, habían constituido la Asociación Gremial de Educadores de Chile, AGECH. Entre sus fundadores estaban  Julio González, Alfonso Bravo, Eduardo Hurtado, Alejandro Traverso, Samuel Lillo, Carlos Mena, Estanislao Montoya, Eduardo Osorio, Raúl Manríquez y Jorge Pavez. (Ver: Iván Ljubetic Vargas:  “Historia del Magisterio chileno”, p. 236)

Al llegar al país, Manuel Guerrero Ceballos  encontró al profesorado en lucha contra la dictadura, que no sólo reprimía a los maestros, sino que imponía la municipalización de la educación.

Pronto se distinguió por su claridad política, por su valentía y responsabilidad. Fue elegido Presidente del Consejo Metropolitano de la AGECH.  Estuvo a la cabeza de muchas luchas.

Una profesora que lo conoció personalmente en ese tiempo, lo recuerda como una persona muy jovial,  querida y respetada por sus colegas; elocuente y convincente en sus intervenciones; preocupado siempre por el lado humano de la gente, de gran consecuencia  entre su pensar,  lo que decía y lo que hacía.

Un dirigente del Magisterio, que trabajó junto a él, señala que, entre sus enormes cualidades,  estaba su profundo  respeto por los compañeros de otros partidos. En la AGECH –explica- participábamos colegas de diferentes fuerzas políticas e independientes  y Manuel actuó siempre con ejemplar modestia, jamás subestimó a los aliados, siempre los consultaba y tomaba en cuenta sus opiniones. Comprendía  muy bien que el cargo de Presidente del Consejo Metropolitano lo había obtenido con el apoyo de colegas de las más diferentes posiciones políticas e ideológicas. Esa actitud le granjeó el cariño y respeto de  profesores de todos los sectores.

 

DETENCIÓN Y MUERTE DE TRES COMBATIENTES  EJEMPLARES

El 28 de marzo de 1985, Santiago Nattino, publicista de militancia comunista, fue secuestrado  en plena vía pública en el sector alto de la capital.

En la noche, agentes de la dictadura llevaron a cabo un operativo en la sede de la AGECH, ubicada en la calle Londres 75. Detuvieron a varios profesores, que fueron liberados  24 horas después. .

El 29 de marzo, a tempranas horas de la mañana, fue secuestrado, en momentos en que llevaba su hija al Colegio Latinoamericano de Integración, José Manuel Parada Maluenda, quien se desempeñaba como Jefe del Departamento de Análisis de la Vicaría de la Solidaridad. En esa misma oportunidad fue secuestrado Manuel Leónidas Guerrero Ceballos, profesor e inspector del mismo colegio y dirigente de la AGECH.

Familiares y compañeros de los detenidos se movilizaron. Interpusieron un recurso de amparo, donde incluso  indicaban el lugar en que podrían estar detenidos: el cuartel de  la Dirección de Comunicaciones de Carabineros, DICOMCAR, ubicada en calle Dieciocho (donde se comprobó posteriormente  habían estado). La justicia nada hizo.

El 30 de marzo de 1985 fueron encontrados los cuerpos  degollados de los tres militantes comunistas en el camino que une Quilicura con el Aeropuerto de Pudahuel.

Pinochet y sus secuaces intentaron negar su participación en  ese monstruoso crimen.

El Informe Rettig señaló: “De los antecedentes narrados y los reunidos en la investigación judicial, la Comisión ha llegado a la convicción de que Manuel Guerrero, José Parada y Santiago Nattino fueron ejecutados por agentes estatales debido a su militancia y las actividades que realizaban, en violación de sus derechos humanos”.

Manuel Guerrero Ceballos  es uno de esos heroicos combatientes del pueblo que, como él mismo escribió, “están presentes en los caminos por los que  transitamos hoy y estarán presentes en la hora de la victoria”. 

Honor y gloria a los héroes y las heroínas que han luchado y han sido leales  hasta el último segundo de su existencia.