CON
CARIÑO POR CUBA Y LOS 5
Este blog tiene por finalidad dar a conocer la recopilación de algunos materiales como boletines, revistas, diarios, documentos, etc., que contribuirán en parte a mantener viva la memoria histórica del pueblo chileno, como asimismo la de algunos paises que conjuntamente a sus organizaciones han contribuido a la lucha por la liberación de la humanidad y la lucha por la conquista del socialismo y comunismo a nivel mundial. (BLOG DEDICADO A LOS 100 AÑOS DEL PARTIDO COMUNISTA DE CHILE.1912-2012)
lunes, 30 de julio de 2012
GOLPISTAS PARAGUAYOS Y HEREDEROS DE PINOCHET CONFABULADOS
GOLPISTAS PARAGUAYOS Y
HEREDEROS DE PINOCHET CONFABULADOS
COMBOL denuncia a la opinión pública las maniobras que la derecha
oligárquica de Paraguay y Chile están poniendo en marcha para lavar la cara a
los oligarcas que aplicaron un golpe
blando al presidente Fernando
Lugo electo democráticamente y que fue rechazado transversalmente por la comunidad internacional aplicando entre otras medidas la marginación
del MERCOSUR y UNASUR al gobierno de facto intertanto no se
realicen elecciones democráticas y
transparentes que repongan y legitimen
la soberanía popular amagada.
La UDI gestiona en la Cámara de Diputados
un proyecto de acuerdo, Nº 680, presentado en sesión 48º del 3 de julio patrocinado por 8 de
sus diputados,- generados por el sistema binominal.- solicitando “… a S.E. el Presidente de la
Republica que manifieste su rechazo a la incorporación de Venezuela al Mercado
Común del Sur “ , fundando la insólita demanda en “ el escaso compromiso con la
democracia, las restricciones a la libertad de prensa, el exorbitante poder de
sus autoridades, , el escaso contrapeso político de su oposición, etc.. Se
lamentan en otro acápite de las contradicciones entre los dignatarios por haber
suspendido a Paraguay de su
participación en el MERCOSUR luego del
juicio express practicado en el parlamento.
Lo paradojal de esta iniciativa es
que quienes propician esta maniobra
hablen de derechos humanos y democracia cuando
su partido la UDI fue soporte
esencial de la dictadura fascista de Pinochet y hoy mantienen su legado
institucional ,político y económico vigente , a más de que han propiciado
políticas en contra de la integración
marginándose en 1976 de la Comunidad Andina de Naciones ,CAN y restringiendo la participación de Chile a
un protocolo de adhesión al
MERCOSUR mediante un acuerdo de
complementación económica en 1996. Como anillo al dedo se puede aplicar el refrán: aunque en plural “Los
perros del hortelano, no comen ni dejan comer”.
Paralelamente el senador Jovino
Novoa en Paraguay en representación de
la Unión de Partidos Latinoamericanos UPLA, aparato de la derecha
internacional, expresa su solidaridad con los golpistas y denuncia una campaña
de “ desprestigio”, fraguando el viaje
de un grupo de parlamentarios paraguayos
a Chile todos los cuales avalaron el vergonzoso golpe en contra del
presidente Lugo, vienen :Miguel
Carrizosa, Oscar Silvero, Miguel Saguier , Efraín Alegre, Rogelio Benítez y
Mario Cano Yegros, representantes de las diversas fracciones de la derecha y
oligarquía paraguaya ,en el caso de Miguel Carrizosa figura muy cercana a la
Embajada de EE.UU. y Efraín Alegre potencial candidato presidencial., el objetivo es contactarse con
la derecha chilena y “ revertir la propaganda política del eje bolivariano”
sobre el juicio político que origino el cambio del presidente y lo que se ha “
vendido como un golpe “. (sic)
Llamamos a las diversas
organizaciones sociales, a los partidos
políticos, a todos los demócratas a ratificar su rechazo al golpe de nuevo cuño aplicado en Paraguay
que junto con reponer a la oligarquía en el gobierno abre camino a las
políticas del imperialismo para amagar los procesos liberadores del continente
y abortar el proceso de integración de
nuestros pueblos Convocamos a estar
alertas para manifestar el repudio a
estas maniobras.
P/ COMITÉ BOLIVARIANO DE
SOLIDARIDAD CON VENEZUELA
Ivan Muñoz R.
Santiago, 30 de julio 2012.
Esbozo del surgimiento del capitalismo y de la clase obrera en Chile
Esbozo del
surgimiento del capitalismo y de la clase obrera en Chile
El presente trabajo,
realizado por un grupo interdisciplinario de militantes comunistas, se ha
concebido como un esbozo de las categorías fundamentales de la Economía
Política de Marx y una introducción, a partir de dichas categorías, a un
análisis del proceso de clases que origina el surgimiento del capitalismo y de
la clase asalariada en Chile.
Con el propósito de contribuir al estudio de las herramientas marxistas y
de su significación como premisas de la interpretación de la génesis y
desarrollo del régimen capitalista en nuestro país, se exponen, en atención a
ese desarrollo, las categorías que Marx elaboró en sus principales obras
económicas, entre ellas Grundrisse, Teorías sobre la Plusvalía y El Capital. La
labor de Hernán Ramírez Necochea, de Fernando Ortiz y otros historiadores,
encuentra en estas páginas una revalorización en su común denominador, el
marxismo, en constante desarrollo y creación, como también la apertura a
diálogos con la incesante vertiente de investigadores nacionales y extranjeros
a quienes la historia del Partido Comunista de Chile les ofrece una valiosa
perspectiva para superar el monopolio de la «historia oficial».
Para el Partido Comunista de Chile, que ha jugado un rol protagónico en las
luchas populares por las transformaciones políticas y sociales durante los
últimos cien años, una profundización del análisis de esa experiencia práctica
y teórica se convierte en un asunto indispensable para enfrentar los desafíos
planteados por la actualidad.
El debate de nuestros días se ha caracterizado por la necesidad de asimilar
las nuevas manifestaciones de la lucha de clases, cuando no por la polémica
acerca de la interpretación de estos fenómenos que la izquierda sostuvo durante
el siglo XX; de la relación actual de los movimientos sociales con la política
así como de la crisis de las instituciones producto de las contradicciones del
capitalismo en su fase neoliberal; o acerca de la definición del sujeto de las
transformaciones políticas y sociales para este nuevo tiempo.
La proliferación de reflexiones ante los fenómenos mencionados plantea
frecuentes referencias al marxismo y deriva en diversas visiones acerca del
método de interpretación del régimen capitalista.
La presente investigación apunta a evidenciar que la interpretación a
partir de la concepción marxista de la historia implica la comprensión de sus
categorías, cuya articulación representa el punto de partida del estudio
histórico en el que se realiza la dialéctica materialista en cuanto tal. Las
categorías son expresiones de relaciones reales comunes a todas las sociedades
y la labor del método estriba en cómo esas relaciones reales se desarrollan
concretamente en un lugar y tiempo determinados. No obstante, la disociación
entre concepción y método de la que el marxismo ha sido objeto en las últimas
décadas, ha dado pie a sostener que la concepción comunista del ser humano es
independiente de la Economía Política, a oponer al «joven Marx» contra «el
viejo Marx», o a aislar ciertos elementos en una esfera disciplinaria en la
pretensión de que el sustrato teórico del valor, por ejemplo, es autónomo de
otros elementos, como las clases, la propiedad o el Estado.
Desde estas ópticas se ha asumido la categoría de capital como un problema
anexo a la formación histórica de la clase capitalista, presumiendo tácita o
explícitamente que la historia de los banqueros, por citar un caso, puede
explicarse sin que el investigador se haya preguntado por qué existen los
bancos. En este mismo sentido se ha reducido la categoría de trabajo asalariado
a una mera abstracción teórica y, por tanto, prescindible para quien indague
los distintos momentos de la clase obrera.
Más allá de establecer un juicio sobre tales visiones, la finalidad que ha
orientado este trabajo es la de incentivar el estudio y el debate a partir de
los presupuestos que expresamente el propio Marx elaboró en torno a la
conformación de las clases sociales y a las contradicciones del régimen capitalista,
cuyas peculiaridades en Chile esta investigación se propone indicar en sus
caracteres elementales, aspirando a contribuir a la tarea que nuestro Partido
desarrolla en respuesta al desafío que demandan cien años de existencia.
Comisión Nacional de Cultura
Partido Comunista de Chile.
Adquiéralo en Librería Mi Opción. Avenida Vicuña Mackena 31, Santiago. RM.
Leer: Introducción del Esbozo
Fuente: www.pcchile.cl
La importancia de la teoría política
La importancia de la teoría
política
En una época en que la
mayoría de las colectividades partidarias privilegian las luces de los
acontecimientos mediáticos y en que los políticos ponen todas sus fichas en la
popularidad televisiva, la revista Principios, que acaba de editar un número
que coincide con el centenario del PC, ratifica la fuerza y la madurez
ideológica del partido de Recabarren.
Fernando Barraza
La supervivencia en el tiempo y la lucidez de los artículos de la revista
Principios, cuyo último número circula en estos días, es una buena respuesta
para la pregunta que se hace Guillermo Teillier en el editorial de la
publicación: “¿Cómo es posible que después de tantas vicisitudes, de
persecuciones, de distintas formas de exclusión, de intentos de exterminio,
después del derrumbe del socialismo soviético y de la proclamación del
pretendido fin de las ideologías, este partido logre, no sólo sobrevivir, sino
reinstalarse en Chile como un actor político relevante?”
No son muchas las colectividades nacionales, algunas bastante provistas de
recursos materiales, que cuentan con una publicación seria y consistente, como
es el caso de Principios, todo un clásico en el estudio y la reflexión sobre la
historia política chilena.
Tanto para quienes quieran reforzar su marco teórico marxista, como para
los detractores de esas teorías, Principios constituye un referente obligado, y
es un aporte considerable al debate de ideas y a la polémica sobre problemas de
fondo del acontecer político y social del país.
Por eso, Principios reinvindica la presencia del PC chileno en la palestra
política y es un buen argumento para quienes no se explican que la fuerza de
esa colectividad se mantenga, a cien años de su fundación por Luis Emilio
Recabarren.
El propio presidente del partido, el diputado Guillermo Teillier, despeja
esa incógnita: “La respuesta está en el carácter del partido, que nació como
una necesidad de los trabajadores de representarse a sí mismos para defenderse
y luchar por sus derechos. No es un mero partido instrumental para enfrentar
los procesos electorales: es un partido de clase que propugna la transformación
social en bien de la mayoría, que se nutre de la cultura popular para
convertirla en acción política y lucha social”.
Teillier tiene razón. Se podrá discrepar de las estrategias puntuales del
Partido Comunista o incluso estar en desacuerdo con sus principios básicos,
pero nadie puede dudar de la honestidad y la convicción profunda de sus
militantes, sinceramente empeñados en un inclaudicable accionar al servicio de
la justicia, la libertad y los derechos del pueblo.
Analizando el número de Principios
Como es habitual, la edición de junio de la revista del PC, en sus 68
páginas, incluye documentos, análisis y comentarios sobre los fenómenos
políticos y sociales que remecen a la sociedad chilena. En el Editorial, el
presidente del partido formula una interesante y profunda mirada sobre la
evolución de la colectividad y su aporte a la historia contemporánea de nuestro
país, desde la perspectiva del primer centenario.
Entre los documentos, se reproduce el Informe de la Primera Conferencia
nacional del Partido Comunista, que se celebrara los días 20, 21 y 22 de abril
de este año, en que se pasa revista a los acontecimientos nacionales y al
contexto internacional del último tiempo, se intenta un diagnóstico y se
formula una propuesta para construir camino hacia un gobierno de nuevo tipo.
El fenómeno de la educación, clave en el devenir político y social chileno,
a partir del macizo movimiento social que en los últimos años lo ha puesto
sobre el tapete, es el plato de fondo en este número de la revista. El
profesor, analista y dirigente gremial Guillermo Scherping aporta un lúcido
texto: “Educación: Evaluación estandarizada, Caballo de Troya de la
Privatización”.
Por otra parte, el sociólogo Daniel Núñez, secretario general de la
Universidad Arcis, enfoca de preferencia el potencial democratizador de la
lucha por la educación y su ruptura con el orden neoliberal que predomina en el
país, en su artículo “Proyecciones políticas del Movimiento Social por la
Educación”.
El sumario del actual número de Principìos se completa rescatando un texto
de Gladys Marín, la recordada y querida presidenta del Partido Comunista, que
mantiene su pertinencia y su vigencia. Se trata de una intervención suya en la
conferencia que se realizó en Porto Alegre, Brasil, entre el 25 y el 28 de
enero del 2003.
El tema sigue siendo apasionante y da lugar a encendidas polémicas, lo que
demuestra la lucidez premonitoria de Gladys: “Diferencias y tensiones entre
movimientos sociales, partidos políticos e instituciones políticas: ¿Cómo
lidiar con ello para alcanzar una democracia participativa?”
Esta rápida mirada a los contenidos de la publicación en su número de
junio, demuestra que la revista Principios satisface plenamente muchos
paladares ideológicos y sólo cabe desearle que persevere en su larga y
fructífera trayectoria.
Fuente: www.pcchile.cl
domingo, 29 de julio de 2012
viernes, 27 de julio de 2012
Familiares recibieron restos de militantes del PC asesinados hace 36 años
Familiares
recibieron restos de militantes del PC asesinados hace 36 años
Santiago 27 Julio 2012.- Familiares de tres dirigentes del PC asesinados
por la dictadura recibieron hoy sus restos e informaron sobre el velatorio que
se desarrolla en Michoacán de Los Guindos y mañana sábado sus funerales en el
Memorial del Detenido Desaparecidos del Cementerio General.
Hasta la casa-museo de Delia del Carril llegaron, entre otras
personalidades, Guillermo Teillier, Karol Cariola, Jaime Gajardo, Bárbara
Figueroa, Cristian Cuevas, Daniel Jadue, Ana Gonzalez, María Eugenia Puelma,
Lorena Pizarro para saludar a los respectivos deudos de Fernando Ortiz, Horacio
Cepeda y Lincoyán Berríos.
Bárbara, hija de Horacio
Cepeda, dio lectura de un comunicado que firman las tres familias:
“Concluye una larga espera que como familia hemos vivido desde diciembre de
1976, fecha en que Fernando Ortiz, Horacio Cepeda, Lincoyán Berríos y otros
ocho compañeros militantes del Partido Comunista; Armando Portilla, Fernando
Navarro, Luis Lazo, Reinalda Pereira, Waldo Pizarro, Héctor Veliz, Lisandro
Cruz y Edgar Pinto; dos compañeros del MIR, Santiago Araya y Carlos Duran,
fueron detenidos y hechos desaparecer por agentes de la DINA. Hoy sabemos que
fueron llevados al cuartel de calle Simón Bolívar donde fueron asesinados.
“Tras años de investigación los restos de nuestros familiares han sido
identificados y hoy nos aprontamos a darles sepultura, queremos compartir este momento tan significativo con
quienes los conocieron en sus distintas etapas de la vida, quienes les abrieron
las puertas de la clandestinidad, los compañeros de partido y todos los amigos
y amigas que nos han acompañado a lo largo de estos casi treinta y seis años en
la búsqueda de la verdad y la exigencia de justicia.
“La detención de nuestros familiares miembros de la dirección del PC,
pareciera ser la culminación de la política de exterminio en contra del
partido, que comenzó a fines de 1975 y termino a inicios de 1976, conducida por
la DINA. Noventa militantes fueron detenidos y hechos desaparecer, la mayoría
de ellos integrantes de las comisiones nacionales y de las dirección del
partido.
“A partir de las detenciones comenzamos un largo peregrinar que ya habían
recorrido otros familiares: postas, hospitales, comisarías, cementerios, morgues y sin ningún resultado. Los recursos
de amparo que presentamos fueron infructuosos.
“Conseguimos que la Corte Suprema, en febrero de 1977, nombrara a Álvaro
Huancaíno como ministro en visita, sin embargo, él cerro el sumario, ya que la
información emanada de los organismos
sociales establecía que nuestros familiares se habían ido a Argentina por el
paso Los Libertadores.
“Los primeros avances en la investigación los vemos solo cuando asume el
ministro Carlos Cerda, quien logra establecer la falsedad de los
documentos sobre el lado argentino. El
ministro Cerda se ve comprometido con no dejar impune los hechos cometidos con
nuestros familiares, fue reemplazado por el juez Manuel Celedonio, quien aplicó
la amnistía y sobreseyó definitivamente la causa. Sobreseimiento que fue
confirmado por la Corte Suprema en 1979.
“Tras once años de lucha y búsqueda de nueva información, en el contexto de
la Mesa de Diálogo del año 2000, lograríamos obtener de las fuerzas armadas,
nuevos antecedentes sobre el paradero de seis de nuestros familiares: Lincoyán
Berríos, Horacio Cepeda, Fernando Navarro, Fernando Ortiz, Héctor Veliz y Luis
Lazo Santander. Todos ellos habían sido arrojados a un foso de la mina Los
Bronces en la cuesta Barriga.
“Durante dos meses se buscaron sus restos en esta mina, se encontraron
cerca de 200 pequeñas osamentas, ya que se había producido en el años 1979 la
exhumación de restos por parte de la CNI. Las osamentas encontradas no lograron
ser identificadas hasta el mes de julio del 2012 y es en ese proceso que
logramos reconocer a nuestros familiares.
“En julio del 2002 logramos interponer una nueva querella criminal, la que
fue tramitada por diversos jueces, pero solo en el año 2007 -cuando nuestra
causa es asumida por el ministro Víctor
Montillo- quien investiga el caso calle Conferencia y que descubriera el
paso de nuestros familiares y varios detenidos en diciembre del 1976 por el
cuartel Simón Bolívar.
“El cuartel Simón Bolivar fue un lugar de exterminio, porque ninguno de los
detenidos que pasaron por este recinto salió con vida. Los métodos aquí
utilizados develan el horror con el que actuaron los agentes de la dictadura de
Pinochet. El mismo Víctor Montillo falleció a fines de marzo del 2011 y en la
actualidad la causa permanece en estado de sumario y es tarea ahora del
ministro Miguel Vásquez hacer justicia condenando a los asesinos y torturadores
con penas que sean acordes a los horrendos crímenes cometidos por ellos.
“Hoy, aunque tenemos sentimientos de profundo dolor, podemos decir que
hemos sido mas tenaces que los agentes represores y no cesaremos hasta obtener
la condena de estos asesinos. Seguiremos luchando por la vida, porque esto
hemos sido, luchadoras y luchadores por la vida, todas nosotras y nosotros,
nuestras hijas e hijos, nuestros nietos y nietas, pese al dolor y la ausencia hemos
optado por la vida, hoy estamos aquí para dar sepultura a los pequeños
fragmentos de las osamentas encontradas que corresponden a nuestros familiares
Fernando Ortiz, Horacio Cepeda, Lincoyán Berríos.
“Han transcurrido 36 años de su detención y desaparición, 36 años de lucha
constante en la búsqueda de la verdad y exigencia de la justicia, 36 años por
mantener la memoria histórica de nuestro país, para que los horrores y
violaciones a los DDHH cometidos durante la dictadura militar no sean jamás olvidados
y no vuelvan a repetirse. Todos quienes nos han acompañado durante estos años,
también han optado por la vida y la solidaridad, hemos sentido su cariño y amor
durante este largo tiempo y les damos las gracias por ello”.
María Estela Ortiz
La hija del historiador Fernando Ortiz –viuda de José Manuel Parada,
también asesinado por la dictadura- declaró:
“Es un proceso bastante extraño el que uno vive cuando se reconocen
pequeños fragmentos. Al fin mi padre, Horacio, Lincoyán y Ángel Guerrero -que
fue llevado a su casa esta mañana-
acuden al lugar donde deberían haber estado siempre. Creo que la
dignidad de estos hombres y los otros detenidos desaparecidos y ejecutados
políticos, es algo de lo que nos tenemos que enorgullecer todos quienes hemos
abrazado la libertad, la justicia y la democracia, creo que a quienes estamos
enterrando hoy día son una muestra del horror de una maldad infinita, de cómo
pudieron ensañarse usando todos los mecanismos del Estado, usando la plata de
todos los chilenos contra chilenos, que lo único que querían era terminar con
la dictadura y avanzar en la construcción de un país diferente.
El problema hoy día lo tienen ellos, pero no sólo los agentes de seguridad
que fueron responsables de estas detenciones, torturas y asesinatos, sino
también los civiles que se esconden y que no son capaces de dar la cara y
asumir la responsabilidad. Los responsables intelectuales del terrorismo de
Estado, del golpe militar, quienes hoy día son capaces de ir al Caupolicán a
rendir un homenaje a Pinochet. Hace tres días, avergüenza a nuestro país,
diciendo que no se arrepiente y que volvería a hacer lo mismo, el general
Matthei.
Yo creo que eso nos muestra el largo camino que nos queda por recorrer para
demostrar primero, como dijeron en Naciones Unidas, que es mentira que ellos no
existían, ellos existieron; que era
mentira que ellos estuvieron detenidos, los detuvieron; que es mentira que a
ellos los tenían en algún recinto de seguridad y los tenían en un recinto de
seguridad tan escondido que recién hace menos de 10 años pudimos saber dónde
estuvieron, que quienes son dueños de la mentira, son los mismo que asesinaron
y mintieron y que, desgraciadamente, hoy muchos de ellos están en diferentes
cargos, ya sean en el ejecutivo, en el legislativo y todavía quedan en la Corte
Suprema y Apelaciones, gente que no fue capaz de cumplir su rol como debiera
haberlo cumplido.
Por lo tanto, agradecer a todos aquellos que nos han acompañado, a la
Vicaria de la Solidaridad, a las compañeras de la Agrupación, a todos los
organismos de DDHH que estuvieron con nosotros, a todos los que se
atrevieron a salir a la calle y a
gritar, a todos aquellos que vamos a seguir caminando, porque es la única
manera que este hecho no ocurra nunca mas ni aquí, ni en ningún otro lugar del
mundo y que los civiles y responsables directos asuman su responsabilidad y
digan donde están, donde dejaron los cuerpos de aquellos detenidos
desaparecidos, que hasta el día de hoy aun no encontramos. Esa es una tarea
pendiente de todos nosotros”, concluyó Estela Ortiz.
Fuente: www.pcchile.cl
A LINCOYÁN BERRIOS
A LINCOYÁN BERRIOS
Viernes 27 de
julio de 2012
Desde
Guatemala, lejos en la geografía, pero con mi pensamiento siempre presente con
mi pueblo, con mis compañeros y hoy con el recuerdo y presencia inolvidable del
compañero Lincoyán Berríos, gran
líder del movimiento sindical chileno y una víctima más de la siniestra
dictadura de Pinochet.
Con Lincoyán
trabajamos juntos, durante 10 años en la Municipalidad de Santiago,
compartiendo también nuestra militancia en el Partido y las actividades
sindicales en la Asociación Santiago y en el Provincial de Empleados
Municipales.
Todos, los
que tuvimos la oportunidad de conocer de cerca a Lincoyán, aprendimos de él grandes lecciones y
orientación en lo político, organizativo, además de sus cualidades humanas,
compañerismo, amistad y su vibrante, clara y convincente oratoria; al mismo
tiempo sus exigencias en nuestro trabajo que debía ser eficiente, oportuno,
responsable y de calidad.
A Lincoyán
Y no pude tomar tu lugar
la noche negra de la patria,
con su terror, oscureció mi mirar
cambió mi brújula, mi sino
pero no mi modo de pensar;
nos dijimos “hasta pronto”
y eché andar.
Y hoy, no estás más
la bandera que tantas veces
alzamos juntos
naufragó en la tormenta
de la traición y la muerte.
Pero tengo tu vos
sonora y convincente,
tus ojos amorosos
tu sonrisa tierna
tu fuerza y tu vigor
que me entregaste
en la lucha
por un mundo mejor.
Cuando salí
de Chile, nos dijimos “hasta pronto y buena suerte” hoy digo:
PROHIBIDO OLVIDAR!!!!!!
JUICIO Y CASTIGO A LOS CULPABLES!!!!!
LINCOYÁN PRESENTE Y HASTA SIEMPRE!!!!!!!
Tu compañera
y amiga
Luz de Alborada Vargas Osorio
jueves, 26 de julio de 2012
miércoles, 25 de julio de 2012
RECORDANDO A FERNANDO ORTIZ LETELIER
Fernando Ortiz Letelier
El Círculo Virtual de Estudios Histórico-Políticos se adhiere a los
homenajes a Fernando Ortiz, Horacio Cepeda y Lincoyán Berríos, tres heroicos
compañeros que cayeron en la lucha contra la dictadura de Pinochet.
Lo hace entregando un trabajo que el historiador Iván Ljubetic Vargas escribió sobre su compañero y amigo Fernando Ortiz, sobre quien escribió también un libro que, desgaciadamente, permanece inédito.
Carlota Espina
Editora
Los que han
escrito la Historia del PC:
RECORDANDO
A FERNANDO ORTIZ LETELIER
Iván Ljubetic Vargas
El 24 de junio de 1922, Talca era azotada por un
fuerte temporal. Lluvia y viento. El río Maule, que corre al sur de la ciudad
comenzaba a subir peligrosamente. La gente pasaba corriendo por las calles
avisando la amenaza de inundación en algunos sectores más pobres.
Carlos Ortiz, al escuchar esas voces y, en vez de
quedarse al lado de su esposa Estela, que ya iba a dar a luz, salió para ir a
ayudar a los damnificados.
Los elementos de la naturaleza estaban desatados,
cuando nació el hijo de Carlos y Estela. Le darán el nombre de Juan por
indicar ese onomástico el calendario
católico. Era el hijo mayor.
Juan Fernando Ortiz Letelier llegó a la vida
cuando el agua invadía los barrios pobres de Talca y cuando el mundo aún estaba
estremecido por la Revolución Rusa ocurrida sólo hacía cinco años atrás.
SUS
PRIMERAS ACCIONES POLÍTICAS
Tenía 13 años de edad cuando su familia se
trasladó a Puerto Montt, pues al padre se le presentó la oportunidad de
instalarse en esa austral ciudad con una tienda de géneros. Con ello las cosas
mejoraron para la familia formada por los padres, Fernando y dos hermanas: Marta y Eliana.
El muchacho no había cumplido los 16 años y ya salía por los barrios modestos de la
ciudad y le hablaba de la necesidad de votar por Pedro Aguirre Cerda.
En diciembre de 1939, luego de finalizar con
excelentes calificaciones su Sexto Año de Humanidades, viajó a Santiago a
rendir su prueba de bachillerato. Reprobó y volvió a Puerto Montt.
INGRESA A
LAS JJ CC
En marzo de 1940 rindió de nuevo el bachillerato y
lo aprobó. Se matriculó en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile,
en el Departamento de Historia de la
Facultad de Filosofía y Educación.
A mediados de
1942, cuando cursaba el tercer año, debió viajar urgentemente a Puerto
Montt. Su padre había fallecido y debió hacerse cargo de la tienda. Debió jugar
el papel de jefe de hogar a la edad de 20 años.
La madre, poco a poco, se fue haciendo cargo de la
tienda. Entonces Fernando buscó un trabajo extra. Logró que la directora del
Liceo de Niñas le diera algunas clases de Historia.
En 1943 se incorporó a las Juventudes Comunistas. Fue
en una reunión realizada en medio de un bosque en los alrededores de Puerto
Montt.
DE NUEVO EN
SANTIAGO
Fernando era un estudiante de escasos recursos, que necesitaba buscar la manera de
costear su estada en Santiago. Afortunadamente logró un puesto como inspector
en el Internado Nacional Barros Arana, donde tenía alimentación y alojamiento.
Precisamente fue en esas condiciones que vi por
primera vez a Fernando Ortiz en 1947. Yo cursaba sexto humanidades en el Internado Nacional Barros Arana; él
ejercía las funciones de Inspector o “serrucho” como los llamábamos.. Por
entonces él era dirigente estudiantil y de las Juventudes Comunistas. Había retornado a Santiago en agosto de 1945,
después de haber permanecido tres años en Puerto Montt.
Santiago Cavieres, con quien fuimos compañeros de
curso en el Barros Arana, me contó que
en 1946, cuando cursaba el Quinto
Humanidades, estando haciendo fila para entrar al comedor, se le acercó un
compañero de Sexto año y le dijo que en la Casa América del Partido Comunista,
iba a dar una conferencia Fernando Ortiz sobre la formación ideológica de
cuadros. “Asistí, me dijo. Fue una charla excelente, animada y llena de enseñanzas.
Terminó con las palabras de un comunista francés, de un combatiente de los
maquis (guerrilleros), Gabriel Perí, pronunciadas ante el pelotón de
fusilamiento nazi: ‘Todos los caminos conducen al comunismo. El comunismo es el
mañana que canta”.
Miguel Lawner relata: “Cuando ingresé a la
Universidad en 1946, Fernando era dirigente de la Dirección de Estudiantes
Comunistas”.
EN LA
UNIVERSIDAD
En 1948 yo llegué al Instituto Pedagógico a
estudiar, igual que Fernando, Historia y Geografía. Allí lo vi muchas veces, activando las luchas
estudiantiles. Eran los tiempos del Gobierno de González Videla. La represión
cayó muchas veces sobre trabajadores y estudiantes. Recuerdo que la primera vez
que salí a protestar en las calles de Santiago, fue para pedir la libertad de
Fernando Ortiz, preso en virtud de la Ley Maldita.
En la Universidad los jóvenes comunistas,
encabezados por Fernando, habían ganado la admiración y el apoyo de muchos
estudiantes por su audacia y valor.
Lograron transformar a la Universidad en un foco
de resistencia, en una verdadera isla democrática en medio de un país
violentamente reprimido.
EN LA LUCHA
CALLEJERA
En una charla dictada el 9 de octubre de 1964,
Fernando relató su experiencia en la “Huelga de la Chaucha”, en agosto de 1949:
“Tan pronto se dictó el decreto que autorizaba el alza los micros en el año 49, inmediatamente los
comunistas salimos a la calle. Tengo muy vivo en mi memoria las primeras
salidas callejeras; éramos no más de 50 jóvenes comunistas... no habíamos
recorrido una cuadra cuando el desfile de 50 personas se transformó en una gran
manifestación.”
LA
IZQUIERDA GANA LA FECH
Gracias al trabajo unitario de los jóvenes
comunistas en la Universidad de Chile, el movimiento estudiantil ganó en fuerza
e influencia, Fue así como la lista de izquierda ganó las elecciones en la
FECH, que tuvieron lugar en agosto de 1950. Fueron elegidos José Tohá, de la
Juventud Socialista, Presidente; Luis Dodds, de la Juventud Radical,
Vicepresidente; y Fernando Ortiz, Secretario General.
A LA CABEZA
DE LAS JJ CC
En medio de las luchas y acciones de los jóvenes
chilenos, en ese turbulento año 1950, Fernando asumió el cargo de Secretario
General de las Juventudes Comunistas de Chile.
Conversando con el compañero Manuel Cantero el
lunes 4 de junio de 2001, me dijo: “Durante el tiempo que Fernando fue
Secretario General de las Juventudes Comunistas –entre 1950 y 1952- yo ocupé el
cargo de Secretario de Organización. Lo conocí muy de cerca y puedo afirmar que
tenía grandes valores morales. No era vanidoso. Era un excelente compañero
desde todo punto de vista. Siempre muy preocupado de sus compañeros, en
especial de quienes éramos funcionarios, que debíamos ser financiados por las
JJ CC.
Era muy responsable, muy humano. Sumamente
generoso. De gran sencillez. Yo lo visitaba en su casa, donde vivía
modestamente, pero tenía una formidable biblioteca. Era muy estudioso. Un
hombre cabal”.
EL
“REINOSISMO”
Se conoce como ‘reinosismo’ ciertas desviaciones
de izquierda, que desencadenaron una de las crisis que ha sufrido en su
historia el PC de Chile.
Conversando con el compañero Volodia Teitelboim el
13 de enero de 1994, me explicaba que, en su opinión, esta crisis estaba muy
vinculada con la ilegalidad del Partido y la dictación de la Ley de Defensa. Pero
también –añadió- con la contracción que impuso en la organización del Partido la
clandestinidad y el sentido de acoso... Esto determinó dentro del Partido un
cierto desasosiego, preguntas. Y también yo la vinculo al carácter
acentuadamente centralizado del Partido, que se agravó en ese tiempo. El
Secretario General era Galo González; el Secretario de Organización, Luis
Reinoso. El Secretariado en ese tiempo era de un número muy pequeño,
generalmente tres personas; luego se extendió a cinco. Y se suponía que el
Secretario de Organización era el segundo hombre del Partido, que además
dirigía y tenía en sus manos todo el aparato del Partido”.
Habían dos tácticas opuestas para enfrentar la
dictadura de González Videla. Reinoso, a diferencia del resto de la Dirección,
sostenía la necesidad de una lucha frontal contra el régimen y no concordaba
con el repliegue organizado. Incapaz de
librar una lucha ideológica a favor de sus posiciones, adoptó el
equivocado camino del trabajo de zapa. Transformó la Comisión Nacional de
Organización en una verdadera fracción. Constituyó a espaldas del resto de la
Dirección, grupos armados que realizaban acciones audaces.
LAS
ACCIONES AUDACES
Miguel Lawner me contó en una conversación
efectuada el 27 de junio de 2001: “A raíz de los sucesos de agosto de 1949,
Reinoso captó que ese podía ser un camino para cambiar la situación. Le dio la
misión a Fernando para ir buscando cuadros preparados en este tipo de lucha,
todos conminados a no abrir la boca absolutamente a nadie. Entonces empezó el
entrenamiento militar, que se hacía en una parcela por ahí en Isla de Maipo,
con un viejo refugiado español de la guerra civil, que tenía en su poder una
ametralladora, que debió ser del año de la cocoa, de la primera guerra mundial.
Algunos ejercicios, gimnasia. Tonterías. Un par de prácticas con armas cortas. Todos
cagados de susto; todos, claro, orgullosos de esta tarea heroica. Y para
practicar, se asaltaron algunas panaderías de San Miguel, sin la intención de
inferir daño a nadie. Sólo para probarnos. Eso fue catastrófico. Entrábamos a
un boliche chico, con clientes todos conocidos, que defendían al dueño y te
echaban a patadas realmente. Una aventura descabellada. Después de varias
tentativas, nadie se prestó para una estupidez semejante...”
CON SENTIDO
AUTOCRÍTICO
Añadió
Miguel Lawner: “Fernando terminó
por captar la situación,. Y se las arregló para comunicar sus dudas a otros
miembros de la Dirección, lo cual permitió poner al descubierto la actividad
fraccional y aventurera de Luis
Reinoso”.
Esto lo confirma el compañero Samuel Riquelme,
cuando en una conversación que sostuvo conmigo el 1 de septiembre de 1992, me
afirmó: “Cuando Fernando se da cuenta que ha estado siendo utilizado contra el
Partido se siente muy afectado. Conversa conmigo y me dice: ‘Aquí se nos ha
querido meter en una cosa antipartido y
esto no se puede aceptar’. Con honestidad reconoce su equivocación y sin
vacilar adopta la posición correcta. Con ello contribuye al fracaso de los
planes de Reinoso. La Jota se mantiene fiel al Partido. No se divide. Sólo un
puñado continúa con las posiciones reinosistas. Así se supera la crisis en las
Juventudes Comunistas”.
FERNANDO
SANCIONADO
Fueron expulsados por labor fraccional Reinoso y
demás miembros de la Comisión Nacional de Organización. Fernando fue duramente
criticado y sacado de sus cargos de responsabilidad, quedando sólo como
militante.
Incluso se le impidió ser miembro de la Dirección
de la célula de la que era miembro. Fueron
para él duros años de prueba.
En los años 1954 – 1955, Fernando Ortiz era ayudante de la Cátedra de Historia Social y Económica de
Chile, creada por el profesor e historiador
Hernán Ramírez Necochea. Recién entonces, pudo dedicarse seriamente a culminar
sus estudios.
En 1956 se tituló como profesor de Historia,
Geografía y Educación Cívica en la Facultad de Filosofía y Educación de la
Universidad de Chile. Su tesis para graduarse lleva el título de “El Movimiento
Obrero en Chile. 1891-1919”, y fue
publicada en Madrid en 1985.
COMIENZA A
REPUNTAR EN EL PARTIDO
En la edición Nº 54, correspondiente a febrero de
1959, de “Principios”, revista teórica del Partido Comunista, apareció un
artículo de Fernando titulado “Algunos episodios de la Historia Social de
Chile”. Fue una buena señal.
En 1965 ya había
superado los años amargos vividos a partir de 1952. Era un destacado
profesor universitario y en el Partido –que fue la razón de su existencia-
había dejado de ser sólo un militante de
célula y ocupaba importante
responsabilidad. Formaba parte de la
Comisión Nacional Universitaria. También integraba el Consejo de Redacción de
la revista “Principios”,
En el XVIII
Congreso Nacional del Partido (llamado incorrectamente XIII), realizado entre
el 10 y 17 de octubre de 1965, en el cual yo participé formando parte de la
delegación de Cautín y fui miembro de su
Presidencia, Fernando fue elegido uno de los 55 miembros titulares del Comité
Central.
EN LA REFORMA UNIVERSITARIA
Fernando Ortiz Letelier fue uno de los precursores
de la Reforma Universitaria. Ya en 1960
apareció un artículo suyo bajo el título de “Notas para una discusión
sobre el problema universitario”, donde plantea tesis que servirán de base al
movimiento reformista.
En 1967 el
movimiento estudiantil dio el impulso inicial a la reforma universitaria. Primero
en Valparaíso, luego en la Universidad Católica de Santiago. Sus alumnos se
tomaron la Casa Central y colocaron en su frontis aquel famoso letrero: “El
Mercurio miente”.
Luego entraron a la pelea los estudiantes de la
Facultad de Filosofía y Educación de la Universidad de Chile, donde encontraron
rápido eco en numerosos académicos, entre ellos Hernán Ramírez y Fernando
Ortiz.
En la revista “Apuntes”, Fernando Ortiz escribió:
“Si la crisis llegó a las Universidades es porque sus metas y estructuras eran
la expresión de la vieja sociedad; una
universidad profesionalizante, imbuida de un falso academismo,
anarquizada, que servía para formar una
intelectualidad apta para servir a la sociedad burguesa”.
La Reforma logró dar importantes pasos en la
democratización de la Universidad. Ellas se vieron fortalecidas por el apoyo
que prestó a la educación el Gobierno de
Salvador Allende. Yo la alcancé a vivir en la Universidad de Chile de Temuco,
donde fui elegido miembro del Consejo
Normativo de esa sede.
SECRETARIO DEL PARTIDO
Con el golpe fascista del 11 de septiembre de
1973, Fernando Ortiz, como tantos profesores chilenos, fuimos exonerados
de nuestras funciones docentes.
Fernando pasó a la clandestinidad para luchar por
un Chile democrático. En mayo de 1976, habiendo sido detenidos los miembros de
la dirección clandestina del Partido
Comunista, encabezada por el compañero Víctor Díaz, en Calle Conferencia, le
correspondió encabezar una nueva
Dirección del Partido. Lo hizo en un
momento muy difícil para la resistencia antifascista. Cumplió con valentía su
papel, hasta que cayó en las garras de los agentes de Pinochet el miércoles 15
de diciembre de 1976.
La terrible noticia de la suerte corrida por mi amigo y compañero la conocí
estando exiliado en Alemania Federal.
HOMENAJE A
UN GRAN COMUNISTA
El prólogo del libro de Fernando “EL movimiento
Obrero en Chile. 1891 – 1919”, editado en 1985, fue escrito por la distinguida
educadora doña Olga Poblete. En él escribió: “La presente edición aparece como
un homenaje a un militante ejemplar que,
desde muy joven vinculó su vida a los intereses y aspiraciones de su pueblo y
que desde el mismo día del golpe
militar, jamás abandonó la lucha contra la opresión de la Junta, hasta el
instante mismo que ingresara a la larga lista de chilenos detenidos
desaparecidos”.
lunes, 23 de julio de 2012
LUIS CORVALAN, COMBATIENTE EJEMPLAR
Miguel Lawner y Luis Corvalán
LUIS
CORVALAN, COMBATIENTE EJEMPLAR
Por Miguel Lawner
LUIS CORVALAN, combatiente ejemplar. Después del fallecimiento en 1949 de
Ricardo Fonseca, Secretario General del Partido Comunista de Chile, el Comité
Central acordó publicar un libro en su memoria, responsabilidad asumida por
Luis Corvalán, quién tituló la obra : “Ricardo
Fonseca combatiente ejemplar”. Don Lucho nos dejó el 21 de Julio de 2010,
por curiosa coincidencia el mismo día en que murió Ricardo Fonseca 61 años
atrás. Hoy recordamos la pérdida de otro combatiente ejemplar. Corvalán entró a
las filas del Partido en 1931, con quince años de edad y ya involucrado en las
luchas sociales que acabaron con la dictadura de Carlos Ibáñez. Es el mismo año
de su ingreso a la Escuela Normal de Chillán, después de una infancia muy dura,
transcurrida en un hogar humilde, con una madre dedicada a la costura día y
noche, a fin de llevar el pan a sus cinco hijos. Desde entonces, Corvalán no
cesó de combatir hasta el último momento de sus días. Fueron 78 años entregados
a la causa de una vida mejor para los pobres de esta tierra. Sufrió el rigor
del sistema de dominación capitalista implacable en la defensa de sus
privilegios: Arturo Alessandri Palma lo exoneró del magisterio. Gabriel
González Videla ordenó su detención y tortura antes de relegarlo a Pitrufquen.
Carlos Ibáñez del Campo, lo envió al campo de concentración reabierto en
Piragua, y Pinochet lo confinó a la Isla Dawson y a otros campos de reclusión.
Expulsado de Chile en 1976, permaneció en el exilio durante siete años,
retornando el año 1983, viéndose forzado a vivir en la clandestinidad hasta la
recuperación de la democracia siete años más tarde. Su paso por la vida no fue
ciertamente un remanso de aguas quietas, pero las persecuciones no le generaron
rencores o amarguras. Por el contrario, fue reconocido como un hombre sencillo,
humilde, amable y tenaz en defensa de los intereses populares, granjeándose el
respeto de sus camaradas y también de muchos de sus adversarios políticos. Al
fallecimiento de Galo González, en 1958, don Lucho fue elegido Secretario
General del Partido Comunista, que recién había recuperado su legalidad.
Recibió una organización diezmada a raíz de la feroz persecución sufrida
durante el mandato de González Videla. En los quince años que mediaron desde
entonces, el Partido Comunista creció hasta convertirse en la mayor fuerza
política de Chile, contando a la fecha del golpe militar con unos 200.000
militantes además de otros 90.000 afiliados a las Juventudes Comunistas.
Bajo la conducción de Corvalán, el PC se esforzó por unificar a la
Izquierda chilena en torno a un programa claramente anti oligárquico y anti
imperialista. Con la organización del FRAP (Frente de Acción Popular), en 1956,
se consolidó el entendimiento con el Partido Socialista y otros partidos de
izquierda, estrechando la unidad política de la clase obrera. Grandes
movilizaciones de masas tuvieron lugar en la década del 60. La creación de la
CUT permitió elevar considerablemente la organización y la conciencia de los
trabajadores. Miles de familias sin casa -migrantes del campo a la ciudad establecidos
en las riberas del río o del zanjón de la Aguada, se hicieron dueñas de un
lugar apto donde vivir, gracias a la fuerza alcanzada por el Movimiento de
pobladores. Movilizaciones estudiantiles sacudieron las anacrónicas aulas
universitarias a lo largo de todo el país imponiendo profundos cambios en la
enseñanza. A partir del X Congreso del PC efectuado en 1956, el Partido señaló
públicamente la perspectiva de conquistar el poder por una vía pacífica,
aspiración considerada por muchos en un comienzo como inalcanzable. Pero este
objetivo correspondía a un correcto análisis de la situación económica y social
de Chile, y el Partido Comunista fue profundizando en una línea política
innovadora, impregnando al movimiento popular con esta legítima expectativa.
“El Informe al XII Congreso celebrado en Marzo de 1962 tuvo como título: “Hacia
la conquista de un gobierno popular”, en tanto que en 1965 se realizó el XIII
Congreso bajo el lema: “La clase obrera, centro de la unidad y motor de los
cambios revolucionarios”, y en Noviembre de 1969, el XVI Congreso levantó con
toda fuerza la consigna: “Unidad Popular para conquistar el poder”. (1) La
victoria de Salvador Allende en 1970, fue la culminación de un proceso
revolucionario singular, confirmando la factibilidad de las tesis elaboradas a
lo largo de tantos años, contando a don Lucho como uno de sus impulsores
fundamentales. Los mil días del gobierno de la Unidad Popular fueron otro desafío
mayor, pleno de realizaciones llevando a cabo los cambios estructurales
necesarios para poner los recursos nacionales a disposición de la mayoría de
los chilenos. El Partido Comunista, con don Lucho a la cabeza, se distinguió
por su apoyo al gobierno del presidente Allende.
Portada de: FERNANDO ORELLANA
La fotografía corresponde al antiguo local de
LAS JUVENTUDES COMUNISTAS DE CHILE
Calle Marcoleta 96, EN SANTIAGO
Don Lucho fue detenido días después del golpe militar. Se le mantuvo
aislado e incomunicado durante 50 días en la Escuela Militar hasta su envío a
la Isla Dawson en Noviembre de 1973. Allí se incorporó al grupo de quienes
habíamos sido confinados en la Isla con anterioridad. Recuerdo claramente que
cuando llegó a la COMPINGIM, donde nos encontrábamos recluidos, yo estaba fuera
del campo integrando el grupo encargado de plantar postes, faena que a esas
alturas desarrollábamos a varios kilómetros de distancia. Al regresar por la
tarde, nos sorprendió la noticia de su llegada junto con la de Anselmo Sule,
Julio Stuardo, Pedro Felipe Ramírez y Camilo Salvo. Corrí a saludarlo y me lo
encontré instalado en el Valdivia, ( 2 ) rodeado de compañeros con quienes
intercambiaba informaciones respecto a nuestras familias o de los eventuales
juicios anunciados contra los así llamados jerarcas del gobierno. Nuestra
incomunicación daba paso a las peores conjeturas, pero lo (1. Santiago Moscú Santiago. Apuntes del exilio. Luis Corvalán .
Ediciones Coirón. España. 1983. 2 COMPINGIM (Compañía de Ingenieros del Cuerpo
de Infantería de la Marina), era la base militar instalada en la Isla. A raíz
del golpe militar, se habilitó como lugar para alojar a los presos políticos
detenidos en Punta Arenas, y también a los altos dirigentes de la UP
trasladados desde Santiago, para quienes se dispuso de una barraca dividida en
dos compartimentos. Nosotros bautizamos uno con cabida para 8 compañeros con el
nombre de Sheraton; el otro, un espacio de 32 m2 destinado para 32 compañeros
lo bautizamos como Tupahe. A raíz de una visita de la Cruz Roja Internacional,
días antes del arribo de don Lucho, la comandancia del campo amplió las
instalaciones con otra barraca a fin de disminuir nuestro hacinamiento. Así
nació el Valdivia, replicando el nombre del renombrado hotel parejero de
Santiago.) cierto es que don Lucho estaba tan ignorante como nosotros
respecto a nuestras familias o nuestro futuro. Con todo lo vi tranquilo y al
consultarle como había ido a parar al Valdivia, me señaló que los compañeros
radicales, mayoritariamente agrupados en esa barraca, lo acogieron con gran
afecto, insistiendo en instalarse junto a ellos. En Dawson, don Lucho fue
objeto de particular hostilidad, según la guardia de turno, sin que jamás
perdiera su dignidad. La verdad es que podemos estar orgullosos del
comportamiento de todos nuestros dirigentes políticos, ya que actitud análoga
de altivez mantuvieron Clodomiro Almeida, Edgardo Enríquez, Hugo Miranda, José
Tohá o Daniel Vergara. Cuando Lucho llegó a Dawson, la Junta Militar
publicitaba con gran bombo el proceso caratulado “Contra Luis Corvalán y
otros”, en el cual se le solicitaba la pena de muerte. Un periodista de la
revista brasileña VISAO fue autorizado a entrevistarlo respecto a ese proceso,
encuentro realizado en el patio de nuestra barraca en presencia del comandante
del campo. Lucho le expresó al periodista el honor que sentía él y el resto de
nosotros por haber participado en el gobierno de Allende, razón por la cual no
tenía nada que temer. Concluyó la entrevista con una frase que dio la vuelta al
mundo: “Amo la vida pero no le temo a la muerte si he de morir por una causa
justa.” Por cierto que el mentado proceso jamás tuvo lugar.
Selección de algunos trabajos de Luis Corvalán.
Libro publicado en Bulgaria en 1978
Para sobrevivir en la Isla, era indispensable hacer acopio de leña,
combustible con el cual alimentábamos la estufa que nos libraba de morir
congelados en la barraca. Diariamente salía una brigada de nosotros a recoger
leña desde el bosque Murillo, situado en la proximidad de nuestro campo. Era
necesario partir grandes troncos que yacían desparramados en el bosque,
abatidos por los incendios forestales que extinguieron la riqueza forestal de
la isla. Concluida la faena, los cargábamos al hombro hasta el patio de la
barraca y allí los partíamos en trozos para ser introducidos en la estufa.
Corvalán era puesto fijo en esta faena, ya que por su origen campesino era
ducho para reconocer troncos que aseguraban una mejor combustión, y además por
su destreza en el empleo del hacha. Mientras algunos de nosotros la
descabezábamos rápidamente por el uso desmedido de la fuerza, don Lucho se
lucía, practicando los cortes con gran precisión sin requerir un esfuerzo
excesivo. Una noche me encontraba cumpliendo turno de imaginaria (3) mientras
ya dormían todos mis compañeros, cuando divisé la luz de un cabo de vela
alumbrando en una de las literas. Me acerqué a indagar lo que ocurría y
encontré a don Lucho que permanecía despierto acostado en su cama, leyendo una
carta. Ese día nos habían entregado correspondencia, y Corvalán recibió una
misiva enviada por su hijo Luis Alberto que permanecía detenido en el campo de
concentración de Chacabuco. La carta había recorrido el país de extremo a
extremo llegando finalmente a su destinatario. Don Lucho la releía una y otra
vez mientras una lluvia copiosa azotaba sin piedad las calaminas de nuestra
techumbre. Intentaba escudriñar algún mensaje oculto que pudiera haber salvado
las censuras a las cuales se sometía nuestra (3 Imaginaria: En el lenguaje de la Armada, la persona que hace turno
de noche. En nuestro caso, encargado de alimentar permanentemente la estufa con
leña, a fin de evitar que se apague. Hacíamos un turno de 10 de la noche hasta
las dos y otro hasta las seis de la mañana.) correspondencia. Me la dio a
leer por si yo cachaba algo. No descubrimos sino el amor y el respeto de un
hijo por un padre ejemplar. Corvalán se mortificaba experimentando algún
sentimiento de culpabilidad, a raíz de la suerte corrida por su hijo, mezclado
con el orgullo de saberlo un jotoso abnegado y consecuente.
Conversamos largo rato respecto al golpe militar, y recuerdo que –con la
ingenuidad política que me suele caracterizar- le manifesté lo siguiente: “don
Lucho, no se preocupe. Esto no puede durar más de un par de años”, a lo cual él
replicó con increíble don de vaticinio: “Te equivocas Miguelito. Esto no dura
menos de quince años”. Nunca olvidé el ojo de don Lucho para juzgar – a pocos
meses del 11 de Septiembre del 73- la profundidad del golpe recibido. El 8 de
Mayo de 1974, a las tres de la mañana, irrumpió violentamente en nuestra
barraca el capitán, Zamora, comandante del campo de concentración en ese
momento. Nos ordenó empacar todas nuestras pertenencias y prepararnos para
viajar. Formamos en el patio aún de noche, muertos de frío, iluminados por los
faros de un par de camiones después de acopiar bultos y maletas en un rincón.
Zamora solicitó dos voluntarios para cargar todas nuestras pertenencias en uno
de los camiones. Nos presentamos Jaime Concha y yo, pero con su voz destemplada
como siempre, Zamora gritó: “A ver,…que se sume el flojo de Corvalán”.
Comenzaba a clarear cuando terminamos de cargar el vehículo y los tres
estibadores recibimos la orden de encaramarnos sobre los bultos, además de dos
conscriptos unidos a nosotros en calidad de vigilantes. Así iniciamos el viaje
rumbo al aeródromo de la Isla, situado a varios kilómetros de distancia.
Viajamos tendidos sobre bolsos y maletas, a los cuales nos aferrábamos con
desesperación, zarandeados sin piedad por las sacudidas del camión. Llegamos al
Río Negro, que normalmente traía un hilillo de agua, pero a raíz de lluvias
copiosas originadas durante la noche, el caudal había crecido en tal forma que
el conductor se vio obligado a buscar forma de vadearlo. Encontró finalmente un
lugar por donde cruzar cuidadosamente y llegamos a salvo al aeródromo donde
bajamos la carga. Allí permanecimos custodiados por los guardias en espera del
arribo de nuestros compañeros, que demoraron largo rato hasta aparecer
exhibiendo un aspecto lamentable ya que el perverso Zamora los hizo marchar
desde el campo, obligándolos a vadear el río Negro con serio riesgo para sus
vidas. Debieron despojarse de zapatos y calcetines, y armar una cadena humana
para evitar ser arrastrados por la corriente del río, cruzando el torrente con
el agua hasta la cintura. Fue la última de las vejaciones inferida por el
psicópata de Zamora. En todo caso, respecto a don Lucho, le salió el tiro por
la culata, ya que al tratar de agraviarlo ordenándole unirse a los cargadores
del camión, lo salvó del remojón y de las llagas en las plantas de los pies,
sufridas por el resto de nuestros compañeros en una travesía bastante riesgosa.
A su llegada a Santiago, el grupo de los presos dawsonianos fue enviado por un
par de meses a diferentes recintos de las fuerzas armadas hasta ser nuevamente
reunidos en Julio de 1974 en Ritoque, (4) Allí cambió nuestro régimen como
prisioneros de guerra. Dejamos de estar incomunicados y de efectuar trabajos
forzados, pudimos recibir una visita semanal de los familiares y mejoraron la
alimentación y las acomodaciones. Desarrollamos diversas iniciativas de
análisis y estudio sobre lo ocurrido y el futuro del movimiento popular,
rendimos un homenaje a Neruda con ocasión del primer aniversario de su
fallecimiento, algunos se dedicaron a perfeccionar su conocimiento sobre
idiomas extranjeros, y participamos en varios eventos culturales impulsados por
otros compañeros detenidos en el mismo campo. Don Lucho se esmeró en mejorar su
conocimiento de la lengua francesa. Estábamos recluidos en Ritoque cuando Radio
Moscú anunció en Abril de 1974, que la Unión Soviética había otorgado el Premio
Lenin de la Paz a Luis Corvalán, distinción celebrada con gran alegría por
todos los prisioneros.
ESTUDIO EN RITOQUE ABRIL/75 Miguel Lawner
PUBLICADO EN: ARAUCARIA DE CHILE N°2 - 1978
PAGINAS 68 - 69. LA HISTORIA VIVIDA
EXTRACTO DEL LIBRO "DAWSON" DE SERGIO VUSKOVIC
Años más tarde, al arribo de don Lucho a Moscú, se materializó la entrega
de ese premio, que incluía junto con la medalla, la suma de veinticinco mil
dólares. Corvalán resolvió remitir el dinero “a la Vicaría de la Solidaridad, a
través del Consejo Mundial de Iglesias, con el expreso deseo de que pudieran
servir de modesta ayuda para la atención de los familiares de los presos
políticos.” (5) De vez en cuando, alguno de los confinados en Ritoque era
trasladado temporalmente al campo de detención de Tres Alamos, ya sea para
prestar declaración en los juicios entablados por la Junta Militar, o por otros
motivos. En Mayo de 1975 se decretó mi expulsión del país y fui enviado a Tres
Alamos para coordinar los trámites previos a mi viaje. Allí me encontré con don
Lucho, que permanecía encerrado sólo en una pequeña sala de tres por tres
metros habilitada como celda con cerrojo de seguridad, cuyo mobiliario
consistía solamente en un par de literas dobles. A Corvalán le habían traído un
pequeño aparato televisor, con una radio disimulada en el equipo, apta para
escuchar onda corta y larga. Todas las noches, en medio del mayor sigilo,
manteníamos encendido el televisor sin sonido, a fin de escuchar Radio Moscú.
Lucho se había especializado en trabajar la onda, como le decíamos nosotros, es
decir, sintonizar cuidadosamente la frecuencia de Radio Moscú en un volumen
bajo, a fin de evitar ser sorprendidos por los guardias. De vez en cuando se
debilitaba o se nos perdía la onda, y Lucho volvía a recuperarla girando el
dial pacientemente, mientras permanecíamos con una oreja pegada al aparato. Así
pudimos enterarnos de la preocupación mundial por la suerte de Corvalán, ya que
se ignoraban las causas de su traslado a Tres Alamos, y circulaban alarmantes
rumores respecto al estado de su salud. Efectivamente don Lucho permanecía
privado de la atención médica necesaria, padeciendo un serio malestar estomacal
que no recuerdo y afectado por una infección dental muy molesta, (4 El gobierno de Allende construyó 14
Balnearios Populares a lo largo de Chile, destinado a servir como lugar de
vacaciones para los trabajadores. Después del golpe militar dos de ellos se
habilitaron como centros de detención: Ritoque y Puchuncaví. El resto se
entregó a las diferentes ramas de las fuerzas armadas o simplemente se vendió a
privados. 5 Luis Corvalán: “De lo vivido y lo peleado”. Memorias. Lom Ediciones
1997.) Seguíamos ambos recluidos en ese recinto, cuando se confirmó la
fecha de mi expulsión. Consciente del estado de su salud y preocupado por
dejarlo sólo, resolví hacerle un retrato lo más detallado posible a fin de
registrar su situación en la eventualidad de un desenlace imprevisible. Fue el
último de los dibujos realizado durante mi paso por los campos de
concentración, que ejecuté con cierta dosis de nerviosismo, por el temor de
dejar a Lucho expuesto a algún agravio sin testigo presencial. También porque
ignoraba como podría sacar mi retrato eludiendo los allanamientos. Anita
resolvió finalmente este asunto con un ingenio y aplomo admirables Allí está el
dibujo, cuyo original pertenece hoy al Museo de la Memoria y los Derechos
Humanos. Lucho está sentado en la litera, con un jockey y su tradicional
chamanto de vicuña cubriéndole los hombros. Está leyendo el Conde de
Montecristo, obra del novelista Alejandro Dumas en su versión original, lectura
autoimpuesta para mejorar su dominio de la lengua francesa. En el dibujo
detallo todos los objetos depositados sobre el cajón que nos servía de velador:
el famoso reloj cadena que don Lucho lucía invariablemente en uno de los
bolsillos de su chaleco, el choquero utilizado para beber café o tecito, un
paquete de cigarrillos Richmond, la lámpara de velador traída por mi cuñado,
una tapa de frasco utilizada como cenicero y otros artículos. Estampé la fecha:
ocho de Junio de 1975. Cuando Lucho lo vio terminado, examinó el dibujo
atentamente y con un ojo bastante certero resumió su opinión afirmando: “Te
resultó bastante bien, pero el pie izquierdo te quedó mas o menos nomás” Tenía
toda la razón. Al llegar al exilio me había propuesto rectificarlo, pero
después decidí conservarlo tal cual en beneficio de la memoria histórica y
mantuve el defecto advertido por el ilustre modelo. Así fue como el dibujo dio
la vuelta al mundo. Se imprimió en afiches, tarjetas portales y escarapelas que
circularon por tantos lugares, exigiendo la libertad de nuestro inolvidable
camarada y amigo.
Afiche de la Solidaridad de Dinamarca exigiendo la libertad para Luis Corvalán y todos los presos politicos. En él se ve claramente el dibujo de Miguel Lawner descrito con anterioridad.
Afiche N°66 que forma parte del libro "CHILE EN EL CORAZÓN", que fué editado por el Comité de Solidaridad de la República Democrática Alemana, en 1980. Es una recopilación de 223 afiches publicados por la Solidaridad Internacional con el pueblo chileno.
Tras su liberación en 1976, don Lucho fue requerido desde los cuatro
rincones del planeta para dar su testimonio sobre la situación chilena. El
aplastamiento sangriento de la innovadora experiencia llevada a cabo por el
gobierno de la Unidad Popular, el trágico fin del Presidente Allende y la
magnitud de los crímenes y atropellos a los derechos humanos cometidos por la
Junta Militar conmovían a la humanidad, generado un movimiento de solidaridad
internacional de inmensa magnitud. Corvalán fue recibido por las autoridades
políticas y sociales de casi todos los países europeos, visitó Cuba y otras
naciones latinoamericanas, así como algunos países de Asia y Africa. Su figura
se convirtió en bandera del movimiento de solidaridad internacional. En 1978
viajé a Moscú invitado por la Dirección del PC en el exterior, a fin de
coordinar algunas tareas del exilio. Me recibió en el aeropuerto una joven
soviética encargada de servir como traductora a nuestros compañeros, quién me
trajo en automóvil hasta el hotel del Partido comunista soviético, donde
hospedaría durante mi estadía en la capital moscovita. Me encontraba
registrando el ingreso al hotel, cuando la traductora me señaló con cierto aire
de solemnidad. “¿Ve esa puerta?.... Por allí entran los compañeros Secretarios
Generales” ¿Cómo?… contesté yo. ¿Por allí entra Corvalán” “Naturalmente”,
replicó ella. Afirmación que repliqué irónicamente desconcertando a la hermosa
pirivoshnik ( 6 ): “De manera que mi Secretario General ingresa por allí y yo
entro por la puerta de servicio” Recordé entonces mis visitas a la sede del
Comité Central del PC chileno situada en el segundo piso de una vieja casona de
calle Teatinos 416, esquina de Compañía (7). Al subir por una elegante escalera
de madera construida en piezas de caoba con balaustres tallados finamente, se
desemboca en un amplio hall central, al cual dan numerosos recintos. En el
costado sur, estaba la oficina de don Lucho, y la recuerdo con la puertas
abierta permanentemente, enfrascado en la lectura de los periódicos o
redactando algún documento Jamás debí solicitar audiencia para hablar con
nuestro Secretario General. No recuerdo en el Partido Comunista chileno rasgo
alguno de culto a la personalidad, como conocimos en la Unión Soviética. No
recuerdo conductas autoritarias de ninguno de nuestros dirigentes de la vieja
guardia. Todos se caracterizaron por su sencillez, además de su integridad
moral, aún en los tiempos de su mayor esplendor. En septiembre de 1980, los
miembros del Secretariado del Coordinador del Partido Comunista en Dinamarca,
fuimos invitados a asistir a un acto programado en un teatro de Estocolmo,
durante el cual don Lucho haría pública una declaración trascendental. Así fue
como tuvimos la primicia de escuchar el llamado del PC a tomar el camino de la
rebelión popular en Chile y hacer uso de las más diversas formas de lucha para
recuperar la democracia. Pinochet acababa de imponer su espúrea Constitución
Política mediante un plebiscito fraudulento, realizado sin Registros
Electorales, y cundía la desesperanza entre los chilenos ante la expectativa de
tener por delante otros 10 años bajo el imperio del dictador. (6 Pirivoshnik: Traductor en lengua rusa. 7
Teatinos 416: La mansión se mantiene tal cual hasta el día de hoy, pero con un
alto grado de deterioro.) La intervención de Lucho fue muy fundamentada,
como siempre ocurría con sus informes y levantó una ovación conmovedora con una
mezcla de aplausos y llantos. El llamado nos elevó el ánimo hasta las nubes. Un
año más tarde, en Septiembre de 1981, representantes de todos los partidos de
la Unidad Popular adhirieron públicamente a este manifiesto, declarando que “el
implacable empeño de la dictadura por afianzarse mediante el terror, legitima
plenamente el derecho del pueblo a la rebelión” (8)
Corvalán y Brezhnev
Corvalán retornó clandestinamente a Chile en 1983, año en el cual se
iniciaron las protestas contra el régimen que cada vez adquirieron mayor fuerza.
Comenzaron a multiplicarse los cacerolazos primero en Santiago y después en
todo el país. Las poblaciones levantaron barricadas y fogatas. El propio
dictador confirmó la existencia de un cordón de fuego rodeando la capital al
sobrevolar la ciudad en un helicóptero durante la protesta de Octubre de 1985.
Se produjeron sucesivos apagones de luz, aplaudidos por la inmensa mayoría de
la población, dejando a obscuras gran parte del territorio nacional. Las
movilizaciones estudiantiles lograron la expulsión de Federichi, rector de la
Universidad de Chile, e impusieron la elección libre de sus organizaciones. Los
diez años de la muerte de Neruda se recordaron con un acto en el Teatro
Caupolicán, congregando a los más altos valores de la cultura nacional.
La rebelión popular estaba en marcha y había arrinconado al dictador. El
imperialismo yanqui fue el primero en advertir los riesgos de un cambio
político verdadero en Chile. Cambió a su embajador y propició al igual que la
Iglesia Católica, alguna fórmula que permitiera una transición a un régimen
democrático a lo gato pardo, aislando al Partido Comunistas y a otras
organizaciones políticas de izquierda, cuyas luchas habían puesto en jaque a la
dictadura. El frustrado atentado contra Pinochet y el descubrimiento del
arsenal de armas ingresado clandestinamente por el Frente Patriótico Manuel
Rodríguez, precipitaron la división de las fuerzas democráticas. Así nació la
Concertación que administró el país durante los veinte años, que sucedieron al
término del mandato del dictador. El XV Congreso del Partido Comunista
realizado en Mayo de 1989 y la Conferencia Nacional efectuada en Junio de 1990,
sancionaron un cambio radical en la dirección del Partido. Don Lucho continuó
siendo miembro del Comité Central, con responsabilidades menores en las tareas
del Partido. Se dedicó a escribir sus memorias, y así dieron a luz libros como
De lo vivido y lo peleado”, “Los Comunistas y la Democracia”, y “El gobierno de
Salvador Allende”. Fue bajo la conducción de don Lucho, que el Partido
Comunista logró impulsar un movimiento social y político capaz de alcanzar el
poder en Chile y de llevar a cabo las revolucionarias transformaciones
efectuadas por el gobierno de Salvador Allende. La humanidad entera dirigió sus
ojos hacia este apartado rincón del planeta, donde tenían lugar profundos
cambios económicos y sociales por una vía tan singular. Este ejemplo perdura en
la memoria histórica de los pueblos, siendo Luis Corvalán uno de sus
protagonistas fundamentales. (8 Luis
Corvalán: “Los Comunistas y la Democracia. Lom Ediciones. 2008.) Nos dejó
hace dos años. Personalmente perdí a un amigo y camarada, además de un maestro
excepcional.
Miguel Lawner.
Santiago, 21 de Junio 2012.
Foto: Oscar Dante Conejeros E.
En primer plano don Luis Barria, don Lucho Corvalán y la compañera Lily Castillo, en el Ex Congreso Nacional en la celebración de los 98 años de Salvador Allende.
Foto: Oscar Dante Conejeros E.
Don Lucho Corvalán festejando en la Tercera Fiesta del Regional Cristina Carreño el 30 de Enero 2010
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