martes, 28 de diciembre de 2021

CONSTRUYENDO UN CAMINO EN PUERTO SAAVEDRA

 




PÍLDORAS CONTRA EL ANTICOMUNISMO





                                                         Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                                         Centro de Extensión e Investigación

                                                         Luis Emilio Recabarren,  CEILER







 

Un viernes de julio de 1960, aprovechando que teníamos vacaciones de invierno, viajé a Puerto Saavedra, pueblo de Cautín, que en mayo había sufrido los embates de un terrible maremoto, que lo destruyó totalmente, y a partir de ese momento,  soportó la insensibilidad  de las autoridades.

El invierno era inclemente. Torrenciales lluvias caían desde hacía días. La micro en que viajaba apenas podía avanzar por esos caminos de tierra,  transformados en barrizales, inundados en grandes extensiones.

Llegamos a Puerto Saavedra. Era de noche, hacía frío y llovía. En el paradero me esperaba Esterlino Pérez, secretario de la base de las Juventudes Comunistas, junto a otros compañeros. Estaban empapados.  Recibieron muy fraternalmente y con mucha alegría al  dirigente del  Comité Regional.

Nos dirigimos a  casa de Esterlino, en donde después comer algo y sobre todo tomar una taza de té muy calientito, realizamos una conversación con parte de los militantes de la única base existente en ese lugar. Elaboramos un plan de trabajo para los días en que permanecería en ese lugar.

Algunos pobladores  -cuyas viviendas podían arreglarse- entre ellos la del camarada Pérez-  seguían residiendo en  donde estuvo el pueblo antes del maremoto.

Pero otros, la gran  mayoría,  donde sus casas las  había llevado el mar, estaban en  la llamada “Población de Emergencia”.  Hacia ella nos dirigimos  con Esterlino el sábado en la  mañana.  No había camino. Nos enterrábamos en un  barro pegajoso. Sólo  gracias a unos palos que nos servían para afirmarnos, podíamos mantenernos en pie.  Las ráfagas de viento nos golpeaban el rostro y nos impedían avanzar más rápido. Íbamos estilando. Demoramos mucho en recorrer esa distancia, que no era muy grande. A pesar de todas las precauciones, nos caímos dos o tres veces, quedando hartos embarrados.

Llegamos  a la población de emergencia.  Eran mediaguas, sin las más mínimas comodidades.

El objetivo de nuestra visita era conocer en el terreno las condiciones que vivían las víctimas del maremoto y de la política del Gobierno derechista. Y, al mismo tiempo, conversar con los jóvenes comunistas  que residían en esa población y citarlos para una reunión de la base que tendríamos esa tarde.

Asistieron todos. En nombre del Comité Regional entregué un informe sobre algunos aspectos  de la situación internacional, sobre la realidad nacional y planteé las principales tareas que teníamos los jóvenes comunistas. Hubo preguntas, comentarios, cambios de opiniones. Luego de un informe entregado por Esterlino sobre los problemas que golpeaban a Puerto Saavedra, nos dedicamos a analizarlos y a determinar cuál era la necesidad más urgente de los habitantes de la localidad a la que nosotros podíamos contribuir a solucionar, mostrando en la práctica que los comunistas estábamos por la solución de los problemas y no nos quedábamos sólo en las críticas, muy justas por lo demás, a las autoridades incapaces.

Un compañero dio en el clavo: un camino.  Construir un camino, hacer transitable el tramo entre el antiguo Puerto Saavedra y la población de emergencia.

Hubo aprobación inmediata y comenzaron a brotar las proposiciones concretas. Era necesario conseguir el apoyo de los vecinos, para acarrear piedras y ripio, contar con palas, carretas y que le pusieran el hombro junto con nosotros. Hablar con el Alcalde para ver si la Municipalidad aportaba con algo...

Nos distribuimos las tareas y salimos a cumplirlas bajo la lluvia y el viento que no daban tregua. Yo acompañé a dos camaradas para conversar con algunos vecinos. Algunos recibieron la iniciativa con entusiasmo. Otros, con dudas iniciales, pero al final, se cuadraron. Todos aceptaron iniciar los trabajos al día siguiente, en la mañana del domingo.

Conseguimos palas, varias carretas, incluso un camión y muchos voluntarios. Con el Alcalde, un democratacristiano, nos fue mal. Tramitó. Dijo que primero debía convocar al Municipio y ver en que podían ayudar...  Esterlino, que era duro de mechas, le respondió que, menos mal que para el día del maremoto no hubo necesidad de reunir a la Ilustrísima Municipalidad primero,  para salir arrancando a los cerros...

Era hermoso y emocionante contemplar trabajando a  cientos de personas  bajo la lluvia esa mañana de domingo. Unos, pala en mano; otros, manejando las carretas y  el camión.  Un grupo estaba en el lugar desde donde se traían las piedras y el ripio, cargando los vehículos.

Nos sorprendió ver llegar un tractor con un acoplado, con palas, enviado por la Municipalidad. Un vecino nos explicó el “milagro”: cuando se corrió la noticia de la respuesta del Alcalde, un grupo de sus camaradas fue a encararlo. Les dijeron que era una vergüenza que cuando los jóvenes comunistas tomaban una iniciativa que debió ser de él, se negara siquiera a colaborar. Que esto no lo olvidarían para las próximas elecciones municipales... (Y no lo olvidaron Esterlino Pérez fue elegido en esos comicios como regidor por la Comuna de Saavedra).

En el lugar de las faenas colocamos una bandera chilena y una de las Juventudes Comunistas.

Yo también le puse el hombro con la pala. Pronto me dolían manos y brazos, pero no podía flaquear. Miraba con orgullo a mis camaradas,  en la primera línea, organizando y dándole duro a la pala.

A mi lado se afanaba un hombre ya viejo. En un descanso, en que varias mujeres, encabezadas por muchachas comunistas, nos traían algo para beber y comer, se me acercó y me dijo:

- Sabe usted, señor, a mí  no me gustan los comunistas, pero pucha la idea güena que tuvieron. Y están trabajando en serio. Ayer, cuando conversaron conmigo, les dije que lo pensaría. Tenía mis dudas. Hoy vine a  echar una mirá primero. Luego fui a buscar la pala y aquí me tiene...

Continuamos la faena. Estábamos empapados, tanto por la lluvia, que caía menuda y mojadora, como por  la traspiración.

En la pausa de medio día, mientras almorzaba en casa de Esterlino me informaron que Puerto Saavedra estaba aislado. Todos los caminos cortados. No pueden pasar los vehículos y esto durará a lo menos diez días.

Tomé las cosas por el lado positivo. La obligada prolongación de mi permanencia en Puerto Saavedra, la aprovecharía en continuar colaborando en la construcción del camino y contribuir al fortalecimiento de la Jota. En este aspecto les entregué un cursillo sobre el Partido que realizábamos en las mañanas antes de tomar las palas.

En cinco días terminamos el camino. Las últimas jornadas, afortunadamente,  sin compañía de la lluvia.

El viernes en la tarde, efectuamos un sencillo acto. Hubo números  artísticos y discursos. Esterlino Pérez hizo entrega oficial del camino a la comunidad de Puerto Saavedra. Varios vecinos tomaron la palabra para agradecer a los comunistas.

Hablé al final.  Dije que la idea del camino había sido buena, pero que ella se hizo realidad cuando fue tomada como suya por cientos de vecinos.

Enfaticé en que el camino construido era todo un símbolo, de que puede hacer un pueblo cuando se une.

Todos estábamos felices, los jóvenes y muchachas comunistas  en primer lugar. Habían hecho algo en Puerto Saavedra que perduraría, como un hermoso ejemplo.

Las lluvias habían cesado, sin embargo las aguas no bajaban. Puerto Saavedra estaba aislado y me aseguraban que durante varios días no correrían micros.

Dos compañeros que necesitaban urgente viajar a Carahue, me propusiéramos que hiciéramos a pie ese trayecto de unos 40 kilómetros. Tendríamos que caminar por arriba de los cerros. Aseguraron que no nos perderíamos,  que ellos habían hecho antes ese  recorrido.

Los jóvenes comunistas  de Puerto Saavedra me despidieron con  enorme fraternidad. Muy agradecidos por mi ayuda.

Les dije que era yo que debía agradecerles por la lección de responsabilidad y de pasión revolucionaria que  habían dado.

El trayecto entre Puerto Saavedra y Carahue fue difícil. Llegué muy cansado, pero feliz, a esta última ciudad. Allí tomé el micro que me condujo hasta Temuco, pues ese camino estaba transitable.

 

 

 


JORGE MONTES MORAGA

 


En su 95 natalicio:


   

                                       Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                       Centro de Extensión e Investigación

                                       Luis Emilio Recabarren,  CEILER

 

 

                         


 

 

Conocí al compañero Jorge Montes en mi exilio en Alemania Federal. Él era, por entonces, destacado dirigente del segmento exterior del Comité Central del Partido Comunista de Chile. En una ocasión le acompañé en una gira que realizó visitando las células partidarias en Alemania. También participamos en diversas reuniones en que participé en mi calidad de Encargado del Coordinador del PC chileno en Alemania. Retornados a la patria, nos volvimos a encontrar en Ñuñoa. donde el camarada Jorge Montes militó hasta muerte.

Jorge Montes Moraga nació en Santiago el 28 de diciembre de 1926. Pero sólo días de haber nacido su madre, Clotilde Moraga regresó con él a San Carlos. 

Se recibió  como maestro en 1947 en la Escuela Normal de Chillán. 

Ese año  -escribió Mario Benavente, compañero y amigo de Jorge Montes-  “un doloroso suceso marcó su vida. Al visitar la casa de Josefina, su futura esposa, se sintió impactado por el llanto y el miedo de los hijos menores de un matrimonio de profesores. Sus padres habían sido detenidos por la policía civil de González Videla, acusados de comunistas. Como lo recuerda en una de sus obras, llegó a la conclusión que ‘debía incorporarse a la lucha organizada por cambiar el mundo, conquistar la democracia, combatir el abuso, desde la trinchera de los perseguidos’.”

 

INGRESA AL PARTIDO COMUNISTA 

Y así lo hizo. En 1948 ingresó al Partido Comunista, cuando estaba vigente la Ley Maldita y gobernaba el traidor de González Videla.

Ejerció por unos meses en la Escuela Nº 33 de Maule. Luego se trasladó a la Escuela Hogar Nº 12 de Talca. Después, trabajó en el Politécnico de San Bernardo, desde 1948 hasta 1957.

Se casó con Josefina Miranda Tejías en 1949. Tuvo dos hijas: Diana y Rosa María.

 

DIRIGENTE DEL PROFESORADO 

Fue elegido por varios períodos presidente de la Unión de Profesores de San Bernardo, entre los años 1950 y 1956.

Cayó sobre él la represión en tiempos del segundo gobierno de Carlos Ibáñez del Campo, siendo relegado al campo de concentración de Pisagua  el 6 de enero de 1956. En abril de ese año fue electo regidor por la Comuna de San Bernardo

 

Campo de concentración de Pisagua

 

 

DIPUTADO 

Para eludir la Ley Maldita, promulgada por el traidor de González Videla en 1948, el Partido Comunista presentaba sus candidatos a cargos de representación pública como militantes de otro partido, real o creado con ese propósito. Cuando  en 1957 presentó la candidatura del compañero Jorge Montes,  para diputado por la Décima Agrupación Departamental de Concepción, Tomé Talcahuano, Yumbel y Coronel, lo hizo en la Lista del Partido Socialista Unido. 

El compañero Montes resultó elegido y ejerció como parlamentario entre los años 1957 y 1961. Una vez terminado su  período como diputado del Partido Socialista Unido y habiendo sido derogada la ley liberticida en agosto de 1958,  “solicitó su ingreso” al Partido Comunista, apareciendo inmediatamente como miembro de su Comité Central. 

Después, oficialmente como candidato  comunista, fue reelegido  diputado por el período 1961 – 1965. Entre 1962 y 1964 fue presidente del Comité Parlamentario Comunista.

 


 



SENADOR 

En los años 1964 y 1965  ocupó el cargo de director de ‘El Siglo’.

En marzo de 1969 fue elegido senador por la Séptima Agrupación Provincial de Ñuble, Concepción y Arauco, por el período 1969 – 1977.

En el Senado integró la Comisión Permanente de Hacienda, la de Policía Interior y la de Defensa Nacional. Fue miembro de la Comisión Mixta de Presupuesto. Continuó siendo miembro propietario del Comité Parlamentario Comunista.

Entre las mociones presentadas por el senador Montes que fueron leyes de la República, está la ley Nº 17.221, de 28 de octubre de 1969, correspondiente a la fijación de horario  de trabajo para las farmacias, y la ley Nº 17.312, de 29 de julio de 1970, sobre la contratación y empréstitos para la Municipalidad de Concepción.

 

DETENIDO POR AGENTES DE LA DICTADURA 

El golpe  fascista del 11 de septiembre de 1973 destruyó toda expresión de democracia en Chile.  A través de decreto-ley 27, de 21 de septiembre de 1973, se disolvió el Congreso Nacional y  se   declaró cesantes las funciones parlamentarias a partir de esa fecha.

El domingo 7  de julio de 1974, Jorge Montes fue detenido. Durante cuatro meses estuvo en calidad de detenido desaparecido en  la siniestra Academia de Guerra Aérea, AGA,  donde fue brutalmente torturado.

Gracias a las denuncias hechas por el Partido Comunista y otras organizaciones y a la inmensa campaña internacional de solidaridad, la dictadura debió reconocer que lo tenía en su poder. A comienzos de noviembre de 1974 fue trasladado al campo de concentración de Ritoque, en calidad de prisionero reconocido. Después recorrió varias cárceles y campos de concentración.

 

 

 

La siniestra Academia de Guerra Aérea: detenciones y torturas

 

 

LIBERADO GRACIAS A LA  SOLIDARIDAD INTERNACIONAL 

El 17 de junio de 1977, gracias a la solidaridad internacional de la República Democrática Alemana, fue liberado. Vivió en Moscú desde octubre de ese  año. Ocupó altas responsabilidades en el segmento exterior del Comité Central, siendo Encargado de la Comisión de Control y Cuadros.

Regresó a Chile en 1988. Fue miembro del Colegio de Profesores,  de la Sociedad de Escritores de Chile,  de la Junta de Vecinos Nº 13 y  militante de la célula Linda Volovski,  del Comunal Ñuñoa, de la cual era su Secretario Político.

 

IMPEDIDO DE PARTICIPAR EN EL XIX CONGRESO 

Recibió un premio en el concurso nacional “Poemas de Amor”, convocado por La Hoja Verde, en enero de 1994.

Al momento de realizarse el llamado “XV Congreso”, que en verdad fue el XIX, Jorge Montes estaba en Chile y era miembro del Comité Central. Sin embargo, por “razones de seguridad” no se le dejó participar en el Congreso clandestino, sino que fue  citado, junto a otros dirigentes del Partido,  a un lugar de Santiago, donde los atendería un miembro de la Dirección del interior para irles informando sobre el desarrollo del evento. En señal de protesta, no concurrió a ese punto.

  

VALIOSO TESTIMONIO DE MARIO BENAVENTE 

Mario Benavente relata:

“Talvez uno de los golpes más duros sufrido por Jorge Montes fue cuando poco antes de iniciarse el XV Congreso, un miembro de la Dirección que funcionaba en el país  le comunicó que, por decisión de ese organismo, no iba a continuar en el Comité Central. No le dieron explicación alguna por esa medida, que el compañero Montes consideró arbitraria. En repetidas ocasiones solicitó las razones y jamás se las dieron. Recuerdo que en la última reunión de nuestra célula – la Linda Volovski de Ñuñoa- en que él participó, realizada en febrero del 2000, se refirió en forma vehemente e indignado a este hecho. Poco después cayó gravemente enfermo”.

 


 







Mario Benavente Paulsen

 

 


“DESEO VIVIR…” 

El mismo Mario Benavente escribió: “Cuatro días antes de su fallecimiento no pudo participar en la reunión de la célula de la que era Secretario. Envió sus excusas con quien suscribe esta semblanza. Esa misma noche del miércoles 13 de abril  fue internado de urgencia. Sus últimas palabras conscientes dirigidas a los médicos fueron: ‘Deseo vivir porque hay mucho que hacer por nuestro pueblo’.” 

El noble corazón de comunista  de Jorge Montes Moraga dejó de latir el 17 de abril del 2000. Recuerdo que dos días después, en una triste y fría jornada otoñal acompañamos, al querido camarada a su última morada.

 

LA LUZ ENTRE LAS SOMBRAS” 

Estando en cárceles y campos de concentración, durante la dictadura, Jorge Montes  escribió sobre sus experiencias y las de muchos combatientes antifascistas. Los manuscritos fueron sacados por su compañera, quien los hizo llegar a manos seguras. En 1980 fueron publicados bajo el título de “La luz entre las sombras”. 

En 426 páginas del libro de Montes está todo eso que constituyó el Chile bajo la dictadura de Pinochet. Es un testimonio vivo, veraz,  directo, que muestra por dentro la realidad de cárceles y campos de concentración. Muestra la terrible experiencia de ser un “desaparecido”, la bestialidad de los fascistas, la lucha de los combatientes por la democracia, el valor de la maravillosa solidaridad internacional.

“La luz entre las sombras” es uno de los libros de Jorge Montes, quien  además escribió numerosos artículos en la revista “Principios” y en “El Siglo”.





COMUNISTAS POR LA EDUCACIÓN Y LA CULTURA

 


PÍLDORAS CONTRA EL ANTICOMUNISMO

 

 

 

                                       Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                       Centro de Extensión e Investigación

                                       Luis Emilio Recabarren, CEILER

 

 




 

LAS VELADAS DE CADA LUNES

 

El Partido Comunista de Nueva Imperial arrendó un viejo y gran galpón en la calle Gregorio Urrutia. Poco a poco comenzó a germinar en los jóvenes comunistas la idea de hacer algo  en ese destartalado local.

-Fundemos un centro cultural, propuso Luis Omar Lara, alumno del Liceo,  en una reunión del Comunal de la Juventudes Comunistas. La idea fue acogida con entusiasmo. Alguien sugirió el nombre “Centro Cultural Pablo Neruda”. Hubo acuerdo. Conversamos con los camaradas del Partido a quienes gustó también la idea.

-Magnífico, dijo uno de ellos, así podremos contribuir a educar jóvenes. También viejos, terció otro.

Esto ocurría a comienzos de 1957, época en que el PC aún estaba fuera de la ley y  era perseguido. Era el tiempo de la infamia, en que imperaba la ley maldita. (En mi caso personal, en dos ocasiones ejerciendo como profesor en el Liceo de Nueva Imperial, entre 1955 y 1958, me iniciaron procesos en base a la Ley de Defensa Permanente de la Democracia, que curiosa y felizmente jamás concluyeron).

 

Había que arreglar el local. Con una manguera y baldes lavamos el piso. Una vez seco, le echamos parafina.  Reparamos las puertas. Lo dejamos como nuevo con dos manos de pintura. Compramos madera y bajo la dirección de dos camaradas  del Partido que eran carpinteros, montamos un escenario, con bastidores y un telón de boca.

Se fabricaron unas veinte bancas muy largas con tablones que regaló el  generoso Locho Suárez. En todo eso trabajaron con entusiasmo y alegría militantes del Partido y de la Juventud.

Quedó listo el salón de actos. Juntamos plata y compramos una vieja batería  de orquesta dada de baja en un cabaret, que la tocaría el compañero Mendoza; el pepe Painemal tenía un acordeón; los hermanos Santibáñez, jóvenes que trabajaban vendiendo pescado, dos guitarras.  Con esos instrumentos formamos un conjunto musical.

Artistas brotaron por montones: cantantes, recitadores, actores que hacían brevísimas comedias, las más de las veces improvisando sobre el escenario. Con Iván Navarrete, profesor de castellano del liceo y militante socialista, preparábamos excelentes coros hablados con textos de Neruda.

Así fueron naciendo las veladas de los lunes. Asistían cientos de  espectadores, que repletaban el salón y llegaban hasta la calle. Cada lunes yo tenía la tarea de dar una pequeña charla sobre un tema de actualidad.

En esas veladas no sólo participaban comunistas, llegaban a ofrecer su colaboración, jóvenes de todas las tendencias y muchos independientes. Con ellas, el Partido y las Juventudes Comunistas ganaron gran prestigio y fueron muchos los que se incorporaron a la lucha a través de esas actividades culturales-artísticas.

Las veladas del Pablo Neruda se transformaron en un verdadero acontecimiento en un pueblito, donde no existía otra entretención que un poco de fútbol, un cine que  daba malas películas tres veces por semana y algunos espectáculos preparados por el liceo o la escuela industrial, ello  muy de tarde en tarde.

Allí se formaban artistas. Recuerdo como un grupo de jóvenes obreros constituyeron un grupo teatral que improvisaba sobre el escenario entretenidas comedias. Luis Omar Lara, hacía suspirar a las niñas, cantando con su voz de Leo Marini “Hojas Muertas” y otras canciones igualmente románticas. Además leyó en esas veladas algunas de sus primeras creaciones poéticas.

Esas veladas, constituyen  para todos los que, de una u otra forma participamos en ellas, el hermoso recuerdo de un trabajo audaz, atractivo, de masas, llevado adelante  por un grupo de jóvenes comunistas. (De ellos, me vienen a la memoria los nombres de queridas y queridos camaradas como  José Muñoz, Lautaro Cares, Wilfredo Burgos, Manuel Pincheira, Oscar Díaz, el rucio García (Collío), Eusebio Painemal, Luis Omar Lara, Eulogio Suárez, José Daniel Molina, Teresa Etchepare, Rosa Cares, Ernestina y Laura Fica, los hermanos Santibáñez).



 


RODNEY ARISMENDI

 

 

 

 

                                       Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                       Centro de Extensión e Investigación

                                       Luis Emilio Recabarren, CEILER

 

             



 

Rodney Arismendi  nació en Río Branco, Uruguay el 21 de marzo de 1913.

Desde muy joven desarrolló una militancia social y política en su departamento natal, Cerro Largo. Fue dirigente estudiantil y tuvo una intensa actividad contra la dictadura de Gabriel  Terra (1933), fue organizador entusiasta del frente contra la guerra y de solidaridad con la URSS y las fuerzas aliadas.

El 19 de abril de 1931  ingresó al Partido Comunista de Uruguay, transformándose en su principal dirigente. Entre 1955 y 1987 fue su Secretario General. Tuvo  una extensa y permanente participación en las lides democráticas y populares del país.

Incursionó en el periodismo como redactor responsable del Diario Popular, vocero de la unidad antifascista, y Director de Justicia, periódico del PC uruguayo. La campaña de denuncias antifascistas originó 47 procesos en su contra y debió exilarse. En ese periodo escribió Para un Prontuario del Dólar (Al margen del Plan Truman).

En 1946 fue electo diputado, siendo reelecto en siete legislaturas consecutivas. Fue decano de la Cámara de Representantes, con 27 años de actuación parlamentaria ininterrumpida (1946-1973). Su labor legislativa estuvo signada por el contacto con los trabajadores. Fue autor de numerosos proyectos de ley elaborados en consulta con los sectores directamente interesados.

Principal impulsor del proceso de transformación, del PCU en los años 50, es electo Primer Secretario en el XVI Congreso de dicho partido (setiembre de 1955), cargo que ocupó hasta el XXI Congreso del PCU (1988). Por resolución de dicho Congreso, Rodney  Arismendi fue designado Presidente del Comité Central del PCU.

Bajo el gobierno militar encabezó al Partido Comunista desde la clandestinidad, hasta que fue detenido y posteriormente expulsado del país. En el exilio llevó adelante una sistemática actividad solidaria con las fuerzas democráticas del Uruguay. Retornó a la patria el 3 de noviembre de 1984.

Rodney Arismendi fue uno de los fundadores del Frente Amplio en 1971,  Coalición por la que fue  electo Senador en los comicios de 1989.

No pudo  ocupar ese cargo por fallecer el 27 de diciembre de ese mismo año.

                              

 







domingo, 26 de diciembre de 2021

“Un Gobierno con los pies en la calle”

 



Comentario radial y escrito.

 

 

 

 

Ando contento de puro contento; me rio, me abrazo, me pellizco, me rasco, me canto… 

Respiro profundo, miro el terreno por donde se excavará y se levantaran los nuevos callejones… 

Miro para atrás para creerme; parece mentira haber recorrido tanto de tanto callejón… 

Se pierde en la lejanía cerros, arenas, pulperías, Chañarcillo, Chacabuco, fichas, cobre, alturas, lechugas y merluzas… 

El callejón no nos es extraño, lo conocemos al revés y al derecho, estamos incrustados en él, lo hemos sembrado generaciones tras generaciones; pero jamás, jamás los sembradores han disfrutado plenamente de los beneficios y privilegios que da lo trabajado. 

Chemimare; Podemos, tenemos la inmensa posibilidad trabajada, de construir nuestro propio caminar… 

Me encaramo los pantalones, suelto la respirà y agarro vuelo. 

¡Puta que ando contento! 

Si hay una ciudad que amo más que mi Serena es Valparaíso. 

Se parece a mí… Como decía mi abuelita…” este niño no tiene ni principio ni fin.” 

En mi segunda ida al sur, fui a buscarlo, lo reconocí al tiro, el a mí, ni en pintura… 

No importa me dije, total, muchas veces ha sido mío. 

Una tarde fui a las Torpederas, la gente feliz, chapoteaba y saltaba; las olas se unían y se enojaban, arrancaban espacio adentro, volvían amorosas, refrescantes. 

Me saque polera y pantalón, las chalalas y me preste a mostrar mi estilo escandinavo. 

El agua estaba fría, no le hice caso… Soy vikingo… 

El agua me llegaba un poquito más arriba de los tobillos, arrugue los glúteos… 

Alguien me agarro de los talones, me enredo las piernas, les hizo un nudo, me tiro de espaldas, me zangoloteo, me arrastro, me arrodilló, me dejo lleno de arena y a “poto pelao”. 

La vergüenza pá grande, se reían hasta los perros.      

Había olvidado lo fundamental. 

Cuidar, desarrollar y jamás olvidar los ayeres…Ninguno de ellos. 

Serán siempre las bases, los estribos, las advertencias, los pies de todos los tijerales. 

Lenin tiene razón al decir dos pasos pá atrás y uno pá adelante. 

Se tiene cualquier pega. 

Los dos pasos para atrás son para cuidar el desarrollo y continuación de la convención y sobre todo de sus azahares. 

Abrazar el triunfo conseguido, protegerlo, defenderlo, desarrollarlo es la tarea de hoy y mañana. 

El sentido común y la experiencia vivida por más de cien años de nuestra clase trabajadora, nos tiene que dar sabiduría y compromisos en la construcción de un nuevo e inédito país. 

Me siento orgulloso al recordar un dialogo. 

En un mitin le preguntan a Salvador Allende…” Y la Nueva Constitución, compañero presidente, cuando” 

El responde…” Aun no, necesitamos ser más fuerte” 

Y  ahora lo somos… 

Tenemos que ver como aprovechamos y aplicamos esa fuerza propia y la transformamos en la fuerza de gravedad necesaria que necesita la dignidad del vivir. 

Cuando se está contento como se está, parece todo relativamente fácil… Y no lo es. 

El pueblo, su juventud heroica ha conquistado un espacio de poder, que, por primera vez en su historia de país, se ve más re lindo y digno que los 1000 días de la Unidad Popular. 

Esta cuestión de nombrar los ayeres tiene su causal. 

En artículos leídos o en experiencias vividas se ha mencionado lo “generacional” como un problema táctico, estratégico, conceptual, incluso ideológico… 

Y eso me pone cachuo… 

“Pretenden quizás romper la “unidad de acción”. 

Se pone en duda el materialismo dialectico, el materialismo histórico… 

Y sobre todo una cuestión de pan, de vida y existencia como lo es el Centralismo Democrático. 

Si este principio no hubiese existido, aplicado no se estaría cumpliendo 109 años… 

109 años en que se vistió y se vive de todo, pero vestido siempre igual en los principios y valores, en los que se construye el humanismo universal. 

Una unidad de acción es determinada por el calendario e intensidad en la lucha de clases, en la orgánica y por el desarrollo integral del planeta. 

Por eso, independientemente de la Plaza Bulnes que ya no es la misma, que son otros los ladrillos, otros fueron los ojos que tampoco ven… Y de los celulares de hoy, que hacen hasta capuchinos, yo no puedo ver la diferencia en la mística revolucionaria de Ramona Parra con la de Marta Ugarte, Gladys Marín o Makarena Arias Vargas. 

Lo que se desea construir es algo hermoso y de una responsabilidad con ataduras soberanas, de sentido común. 

Y este nombrar de ataduras me hace pensar y rechinar algunos decires. 

“Chile está muy politizado, se hará difícil avanzar, en las cámaras legislativas se está, más menos parejo.” 

Yo, no quiero ser más militante de aquel o del otro… 

El ser parte de un colectivo me obliga a tragarme las cosas que creo, me obliga acatar las mayorías…”Y yo soy el Zorro díscolo que guea…30 años de oficio.” 

Que es lo que hace grande a un país y a su gente… 

56 años atrás, yo habría dicho el tener los recursos para comprar todos los días un litro de vino y un paquete de cabaña tableao. 

El erradicar la pobreza del país no se me habría ocurrido ni curao. 

La práctica de tu ciudadanía te puede dar la oportunidad de estudiar, de desarrollar tu intelecto, tu curiosidad, tu identidad… 

Lo circundante te puede hacer un astronauta o un albañil; oficio que es necesario para hacer la plataforma que disparara el cohete… 

O también hacerte un piojo que pueda volar. 

El estudio, el reflexionar, él vivir tu entorno, te puede mostrar la enorme diferencia social, de clase que vive tu país…esa instancia se ira anidando en ti una conciencia social, solidaria, de razón, de identidad… 

Que no es otra cosa que mirarse honestamente al espejo. 

Esa vivencia social, de responsabilidad cívica y de clase te ubicara a un lado de la cancha. 

Sector comprometido con el hacer y desarrollo de los derechos humanos. 

Las elecciones presidenciales en mi paisito pintaron esa radiografía. 

Mas de 8 millones fueron a las urnas… 4 millones 600 mil votaron por Gabriel Boric. 

Dicen que el triunfo se debió a : 

“Que su discurso se fue moderando y confundió a los indecisos. 

“Que mostro una invitación a la humildad, eso permitió que la mujer arriba de 30 votara por él.” 

súmale y sigue… 

La autodeterminación, la cultura, la reflexión, la lucha y conciencia de clase, la experiencia vivida bajo el fascismo, la valentía y conciencia social de nuestra juventud heroica ha jugado un carajo. 

Estamos frente a desafíos enormes. 

Los escondrijos y rincones del capital en el Estado y de geografías ajenas, son tan peligrosos como la ignorancia política del Gran Capital y sus lacayos faltando a toda prudencia amenazan la soberanía de los pueblos… 

Lo que pretenden y hacen cerca de “Leningrado”… A las puertas de Beijín comprometen la vida del planeta entero. 

No se puede hacer cambios estructurales si no se tiene la fuerza necesaria para superar y aislar a las fuerzas del contrario. 

Y ese contrario arrogante, mentiroso, se desgasto peleándose entre ellos mismos o el gran capital tuvo “mal ojo” en escoger a la guaripola. 

Si la democracia en construcción, el sentido común se ven amparados, protegidos por la unidad de las fuerzas progresistas, humanistas, de izquierda, se podrá hablar de la soberanía de país, de justicia social. 

El hambre de todo, de pan, de dignidad, de oficio, de salud, de bienestar será solo una horrible pesadilla. 

Tu paraíso está asegurado…Puta que bonito. 

Pero sería arrogancia mortal creer y decir que todo está calculado. 

Los que tuvieron el honor de poder sufragar son más de 15 millones de personas. 

Votaron más de 8 millones… 

Primera vez en nuestra historia política de pais, tanto habitante aplico su derecho y deber ciudadano… 

Sin embargo 6 millones 600 mil que caminan mis alamedas no votaron. 

Lo votos…que son en la práctica fuerza propia, se hacen en los barrios y calles, en cerros y aldeas en escuelas y fabricas… 

Son 6 millones 600 mil habitantes que tenemos que encontrar. 

Y como en política, identificar al enemigo es un arte, no podemos arrogantes, menospreciar a los más de 4 millones de toda una derecha y de otros… 

El proteger lo conquistado, el vivir de toda nuestra infancia y de los que vendrán depende del empeño que pongamos cada uno de nosotros.

 

Alejandro Fischer Alquinta. 

Estocolmo, caminando a un primer calendario de un tiempo nuevo.

 

2021 12 24.




COMUNISTAS EN LA DEFENSA DE LA DEMOCRACIA

 


PÍLDORAS CONTRA EL ANTICOMUNISMO

 

 

 

                                       Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                       Centro de Extensión e Investigación

                                       Luis Emilio Recabarren, CEILER

 

 

 


 


 

EL TACNAZO 

Se dio ese nombre al movimiento “gremial” protagonizado por el Regimiento Tacna de la guarnición de Santiago. Este se declaró en rebeldía el 21 de octubre de 1969, exigiendo reivindicaciones económicas y profesionales. Encabezó la acción subversiva el general Roberto Viaux Marambio, que la noche anterior había llegado desde el norte, donde se ubicaba el Regimiento al cual estaba destinado. Esto prueba que la acción del Tacna no fue algo espontáneo, sino resultado de la deliberación, confabulación y planificación previas. Intentos similares en otras guarniciones del país, fracasaron.


El PC CONTRA LA SEDICIÓN 

El día en que se inició el “Tacnazo”, el Partido Comunista emitió una Declaración Pública, firmada por la Comisión Política. En ella señalaba:

“Se ha iniciado una acción sediciosa que se orienta a la liquidación de las libertades y garantías democráticas conquistadas por la clase obrera y el pueblo. Este no es un conflicto entre civiles y militares ni entre el gobierno de Frei y la oposición, sino una amenaza contra la Patria y contra el derecho del pueblo a abrirse paso a la conquista del Gobierno Popular.

La sedición y el Golpe de Estado en marcha han sido posible por la conciliación del gobierno democratacristiano con los enemigos seculares de nuestro pueblo.

“Estos, con los que se ha conciliado, son ahora los que están detrás del alzamiento, los generales civiles del golpe de Estado.

“Debe ponerse término a la conciliación. Exigimos medidas enérgicas contra la reacción que traiciona a Chile. Llamamos a la movilización de la clase obrera, de los campesinos, de los pobladores, de los estudiantes y de todos los chilenos dispuestos a defender sus derechos.” (Citado por Luis Corvalán: “El Pueblo Paró el Golpe”, en “Camino de Victoria”. Sociedad Impresora Horizonte. Santiago,1971, páginas 287-288)  


UNA INTENTONA POLÍTICA 

Miles y miles de manifestantes salieron a expresar su repudio a los sediciosos. En Santiago una impresionante masa rodeó La Moneda y calles cercanas al regimiento Tacna. En provincias la movilización adquirió ribetes de amplitud y combatividad.

 

EN CAUTÍN 

En Temuco, tuvo lugar un hecho de enorme significado. La CUT y el partido gobernante realizaron, en conjunto, un gran acto en la Plaza de Armas. La concentración se desarrolló mientras efectivos del Regimiento Tucapel estaban apostados a una cuadra de distancia del lugar. Según sostuvieron los oficiales de esa dotación, “para impedir el paso de extremistas hacia el Cuartel Militar ubicado a cuatro cuadras de la Plaza”.

La amenazante actitud  de los soldados no impidió el exitoso y vibrante desarrollo del acto. Hubo gritos, carteles, banderas. Hicieron uso de la palabra dos oradores: el Presidente provincial de la Central Única y el Intendente de Cautín. (Testimonio del autor, entonces Presidente de CUT Cautín) 

La movilización popular y la falta de apoyo de otras unidades que, estando comprometidas con la acción, no se atrevieron a actuar, obligó a los subversivos a deponer las armas. Ello ocurrió el 22 de octubre. Se entregaron al comandante de la guarnición de Santiago, general Alfredo Mahn.

El Presidente Frei y el general Viaux Marambio firmaron el “Acta de Tacna”.

 

FELICITACIONES 

El PC en Declaración Pública del 22 de octubre de 1969 decía: “Felicita a sus militantes, a los trabajadores, estudiantes, hombres, mujeres, juventud de nuestro país que han escrito una página memorable en la defensa de los derechos del pueblo y de las libertades democráticas”. (Citado por Luis Corvalán: “El Pueblo Paró el Golpe”, en “Camino de Victoria”. Sociedad Impresora Horizonte. Santiago,1971,  página 290)

Un coletazo del “Tacnazo”: se dio de baja al comandante en jefe del Ejército, general Castillo y en su lugar se designó al general René Schneider, partidario de la no intervención del ejército en política.

 

TESTIMONIO DEL GENERAL PRATS 

Refiriéndose a la  acción sediciosa del 21 de octubre de 1969, el general Carlos Prats escribió en sus  “Memorias”:

“ El ‘acuartelamiento’ del ‘Tacna’ tenía una finalidad política clara, gestada en varios pasillos durante los meses precedentes. Oscuros personajes civiles y uniformados se prepararon para mover las piezas del tablero de ajedrez, usando a Viaux como peón de partida...” (Carlos Prats González: “Memorias. Testimonio de un soldado”. Pehuén. Santiago, 1985, página )127