domingo, 28 de enero de 2018

Déjá vu


Comentario radial y escrito



Déjá vu






Prologo

El martes 23 de enero, una sonrisa de Nancy, mi  mujer, me dejo motivado; hace tiempo que anda exigiendo que pinte los zócalos de la casa... Mañana decía yo, tres años en la misma; me negaba, estoy jubilado le decia.

Pero esa sonrisa, ese "hola", me convirtió otra vez en albañil, en pintor de brocha gorda... hace años que no subo por andamios, me dan vértigo solo con mirarlos, mi habilidad y agilidad se quedó en no sé que ladrillo incrustado en algún muro...

Su sonrisa me motivo...

 Agarre un poco de yeso, pincel, cuchara, lija y pintura... a encachar los zócalos... "agarre papa" y me acorde del desagüe del baño, saque pá fuera la tina y lavadora... saque todos los caños y tubos, los limpie, arregle un azulejo;... el baño quedó de lujo...

Estaba de rodillas, quise pararme, no pude...sentí que me metían un clavo desde la cabeza, pasando por guata y poto hasta llegar a las uñas de mis pies... ni los ojos podía mover...

Con vergüenza doliente llame a mi mujer, me encontró estilo musulmán.

Parecía avestruz escondiendo la cabeza entre hombros y brazos, Nancy me toco el hombro, grite, mis manos, motivado y choro, se agarraron al borde de la tina.

Ahí quede, una hora agarrado y tiritando...

Me dio dos "citodones"... espere... pude mover una pierna, luego la otra.

No es primera vez que tengo ese ataque cobarde... Unos 15 años atrás, estaba haciendo ejercicios al son de Jane Fonda... flexiones, abdominales, estirarme, tronco incline... me agache y el mismo dolor criminal me ataco y me dejo convertido en piedra, cualquier movimiento provocaba un dolor inmenso;... fue necesario llamar ambulancia.

Llego un médico, no recuerdo su nombre, me miro, le conte que estaba "entrenando", me miro de nuevo, saco una jeringa y me inyecto, volvió a mirarme, me ayudo a sentarme y me dijo en español..."Alejandro, hay otras maneras de bajar la ponchera"... era un médico chileno.

Comentario.

Relato este cuentito porque no encuentro otra manera de expresar la soledad, la impotencia, el dolor inmenso que trae la desilusión, lo que cuesta secarse los mocos y seguir el camino que te alumbra tu creencia...: Detenerse, preguntarse solo y en patota que hiciste mal, que hiciste bien... que hay que hacer... son cientos de interrogantes muerden tu verdad de vivir lejos.

Nos correspone juntarnos y estudiar, analizar nuestros documentos, nuestro sentir lejano.

Los caminos son diversos,  dialectico, una roca inmensa podía ser más tarde un grano de arena en un desierto cualquiera, en una playa cualquiera, puede ser parte de la pared de una casa del obrero, o de una biblioteca...Los caminos no son derechitos...

Por eso la critica y autocritica es esencial para saber por donde entra el agua y como sacarla...

Tengo varios escapularios que alimentan mis anhelos, mis sueños, mi hogar, me canta lo de Victor Diaz...: “ pretender destruir al partido de los comunistas es como intentar vaciar el mar con un balde ”.

Tengo que gritar mis pecados... pensar que somos un trozo del átomo rebelde, de la clase trabajadora... aquella del martillo, del azadón, del libro, del telescopio, de las matemáticas, del que recoge la basura, del cantante, poeta, soñador, del hambriento, del justo, del solidario.

Importante es conocer, entender, empaparse  de lo que hay en el  programa partidario... Si no es así, no se va a entender el porqué de Nueva Mayoría y el porqué luchamos tanto... Hay que entender la táctica y la estratégica en estos tiempos tan convulsionados de magia negra y pelirroja.

Somos una creencia joven, con experiencias y sabedores de la vida politica, sin embargo, nuestra táctica de hoy, no ha podido integrarse, penetrar en toda una masa social, de clase trabajadora muy diversa, inestable,  gracias a los medios de comunicación, a las pilastreria muy fácil de manipular a un pueblo enojado.

No puedo hablar mucho ,estoy fuera de los olores que se escapan en los conflictos de clases... me queda solo el sabor en la memoria.

Soy parte de una creencia que existe  en nuestro macetero, en nuestro mundo...tan re lejos de nuestro paisito y tan re cerca al mismo tiempo.

Contaré cosas que no se tienen que contar, pero la sabe medio mundo.

Nos hemos achicados tristemente, una parte se quedó en su casa con el relator "a mano", otros solamente con la mano en el control... varios retornaron, otros han fallecido... Hablo contingente, hemos metido la pata hasta la rodilla, lo dije en un comentario anterior, que volvíamos a meterla y en el mismo hoyo... teniendo posibilidades de desarrollar medios útiles a la lucha de clases de nuestro paisito.

Pienso que, tanto al interior como en el exterior del país la deformación mediatica esta en poder del Imperio, pero hay rendijas en que, nosotros, podemos tener la posibilidad de darle rostro, fisonomía a la lucha de nuestro sur... Sé, que hay niños, hijos, nietos de chilenos que no tienen idea quien es Víctor Jara, Pablo Neruda, Marta Ugarte, Eloy Alfaro, Sandino, Marulanda, Camilo Cienfuego.

Muchos cuadros revolucionarios profundizaron sus conocimientos fuera de su propio país... Fidel Castro, Ernesto Guevara por ejemplo.

Un camarada amigo dice que yo soy cuesco... con toda seguridad es verdad; entiendo y siento lo que significa conciencia de clase... siento lo que es ser militante; no en la habla, sino en el quehacer... para mi es entregarle a mi creencia lo mejor de mí... lo que yo he conseguido ser en una sociedad con sello imperial... si canto, mi cantar es para el partido... pero...ese sentir también lo tiene un mitómano, un judas.

Ese "mejor de mí" no significa que yo cante "la morena" por todos lados, significa que "la morena" tiene que ser cantada cuando el colectivo, el colectivo en todas sus instancias, estudie donde es más necesario ser escuchada...

Y esa "morena" esta en todos los oficios... en la información, en la educación, en el conocimiento, en la humildad, en la solidaridad y sobre todo el incentivo, la motivación va de la mano con el sentido común, con la organización...

Si esto no ocurre, los pasos serán uno para adelante, ninguno para atrás... no se tiene nada que defender, solamente se existe, como la pobreza, la ignorancia, la prostitución, el crimen.

Una pobreza miserable y otra intelectual que permite darle "geografía y habla" a instancias de espectadores, que en tiempo de elecciones se multiplican y se van con el riquerio... Utilizan la lucha de clases, disfrazan la lucha de clases para beneficiar los intereses del Imperio... Lo que sucede en Grecia, en España, en Ecuador, en nuestro paisito.

La democracia, por donde se mire, con los ojos del imperio o con los ojos de amaranto, es una dama gentil, muy sabía... se puede medir con el pan y la leche, quien la tiene todos los días y quien no, de adonde viene, quien la trabaja, quien la produce... pasa lo mismo con el vino.

Epilogo...:

Mi trinchera esta en los maceteros y en el lápiz... el trabajo no lo hago muy bien, mal tampoco, pero hay algo que no cuadra, algún factor de la táctica me  impide pasar la mitad de la cancha...

Nueva Mayoría es, fue y será un acierto politico... no supimos trabajarla, ganamos una derrota politica. 

El pleno del 77 nos debería pegar en los cachos... Debemos entender y practicar la comunicación, la solidaridad, el respeto, la tolerancia, el sentido común... Y lo digo por donde vivo...

Quien soy yo, para la critica del que hacer, en el campo de batalla de allá abajo...

Podemos, desde aquí, lejanos, analizar y aprender, podemos discutir, dialogar, si el "que hacer" nuestro, cubrió o no cubrió, las necesidades de la creencia natal.


Alejandro Fischer Alquinta.

Estocolmo 2018 01 28





CAPÍTULO XIII: ¿LENIN O MARTOV?




REFLEXIONES DE UN MILITANTE COMUNISTA DE BASE EN TORNO A LA DERROTA DE DICIEMBRE DE 2017 (XIII)



Iván Ljubetic Vargas, historiador

                                        


   

CAPÍTULO XIII:  ¿LENIN O MARTOV?

Respondiendo a un artículo sobre Lenin, el compañero Leo  Fonseca me envió una de sus acostumbradas y siempre certeras observaciones: Escribió, refiriéndose a Lenin: “Dentro de todo el gigantesco aporte de su labor revolucionaria,  destaca hoy en día como tarea comunista la defensa del Artículo 1. Saludos. Leo”.  Y tiene toda, absolutamente toda, la razón.

Cuando en el Partido Comunista aparecen intentos directos o disimulados por pasarse a llevar los métodos leninistas, como por ejemplo se plantean en el Informe y Resoluciones del IX Pleno del Comité Central,  es bueno volver a estudiar a quien puso las bases para el funcionamiento y organización del partido revolucionario moderno. En el tomo tres de las Obras Escogidas de Lenin en tres tomos, encontramos su obra “Un paso adelante, dos pasos atrás (una crisis en nuestro Partido)”, escrita en febrero-mayo de 1904.

“UN PASO ADELANTE…”

En este libro, uno de los tesoros del marxismo-leninismo, se refiere Lenin a los hechos ocurridos en el II Congreso del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia (POSDR) realizado del 17 (30) de julio al 10 (23) de agosto de 1903 y reunido primero en Bruselas y después en Londres. Este Congreso aprobó un Programa revolucionario y los Estatutos elaborados por Lenin, con la sola excepción del   punto o artículo  primero, en que los oportunistas en cuestiones de organización lograron que se aprobara el proyecto formulado por Martov.

Yuli Mártov, Julius Mártov o L. Mártov (Ма́ртов, su nombre real era Yuli Ósipovich Zederbaum)  había nacido el 24 de noviembre de 1873  en Constantinopla, en el seno de una familia judía de clase media. Fue un revolucionario socialdemócrata ruso, que  llegó a ser el líder de la fracción menchevique en el Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia.  Falleció el 4 de abril de 1934.


EL ARTÍCULO PRIMERO DE MARTOV

El punto uno de Martov señalaba: “Se considerará perteneciente al Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia a todo el que, aceptando su Programa, trabaje activamente para llevar a la práctica sus tareas bajo el control y dirección de los órganos(¡sic!) del partido”. (Lenin: Obras Escogidas en tres tomos. Tomo I, página 306)

Comenta Lenin: “La idea del artículo primero de Martov sólo aparece al plantearse la cuestión de si pueden los órganos del partido llevar a la práctica su dirección respecto a aquellos miembros del mismo que no forman parte de ninguna de las organizaciones del partido”. (Lenin: Obras Escogidas en tres tomos. Tomo I, página 306)


EL ARTÍCULO PRIMERO DE LENIN

La proposición del artículo primero de Lenin (que fue aprobado después en el III Congreso del POSDR realizado en 1905) señala: “Se considerará miembro del Partido todo el que acepte su Programa y apoye al Partido tanto con recursos materiales, como con su participación personal en una de las organizaciones del mismo” (Lenin: Obras Escogidas en tres tomos. Tomo I, página 316.

Refiriéndose siempre al artículo primero de los Estatutos, Lenin escribió en la obra ya citada: “Cuanto más fuertes sean nuestras organizaciones del Partido, integradas por socialdemócratas efectivos, cuanto menos vacilación  e inconstancia haya dentro del Partido, tanto más amplia y polifacética, tanto más rica y fructuosa será influencia del Partido en los elementos de las masas obreras que lo rodean y que él dirige. Porque, en verdad, no se puede confundir al Partido como destacamento de vanguardia de la clase obrera con toda la clase” (Lenin: Obras Escogidas en tres tomos. Tomo I, páginas 318- 319.  Los subrayados son de Lenin).

UN  PLANTEAMIENTO MARTOVIANO

En el Partido Comunista de Chile han  habido (y existen) diversos intentos por “flexibilizar” a Lenin y los Estatutos. Por ejemplo, en una entrevista publicada en “El Siglo” en su edición de la semana del 8 al 13 de abril de 1995, Oscar Azócar señaló: “En el Pleno vimos que era fundamental desarrollar métodos de trabajo más flexibles para incorporar a otros compañeros. Lo fundamental para medir al militante, es que trabaje con las orientaciones del Partido, que contribuya en forma concreta para ponerlas en práctica. Lo más importante es la actividad que cada militante desarrolla, y la  célula tiene que ser capaz de llegar hasta estos compañeros”. (El subrayado es nuestro)

¿No es verdad, que estos planteamientos están más cerca de Martov que de Lenin?

A DEFENDER EL CONCEPTO LENINISTA DE MILITANTE

Debemos defender el concepto leninista de militante. Sus tres condiciones fundamentales: Estar de acuerdo con el Programa, participar efectivamente en una célula y pagar mensualmente su cotización. Nada de flexibilizarlas. Quien no milita en una célula no es militante y, por tanto, no puede ser dirigente,  ministro, parlamentario, alcalde ni concejal comunista. Tampoco tener otro   cargo alguno de representación del Partido. Esto también vale para estar de acuerdo con el Programa y cancelar su cotización.

Y aquí corresponde lo que planteaba Lenin sobre el control revolucionario, control desde capitán a paje.






CAPÍTULO XII: EN LA DEFENSA DEL LENINISMO



REFLEXIONES DE UN MILITANTE COMUNISTA  DE BASE EN TORNO A LA DERROTA DE DICIEMBRE DE 2017 (XII)




Iván Ljubetic Vargas, historiador




                                          No hacerse el harakiri,

                                        pero tampoco hacerse el leso



CAPÍTULO XII:  EN LA DEFENSA DEL LENINISMO



En una de las primeras informaciones  en torno al esperado IX Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Chile, realizado los días viernes 12 y sábado 13 de enero de 2018, el compañero Presidente del Partido, diputado Guillermo Teillier señaló: “realizaremos una conferencia nacional a mediados de año con 300, 400 dirigentes, donde vamos a tomar medidas muy concretas como cuáles serán las propuestas programáticas que vamos a priorizar, cómo vamos a organizar el partido,  miraremos las medidas del gobierno de Piñera y cómo avanzamos en la unidad de las fuerzas políticas y sociales”.

En verdad nos llamó la atención y nos preocupó un tanto la frase “cómo vamos a organizar el partido” entre  las “medidas muy concretas” que se tomarán en esa Conferencia Nacional, porque nos pareció una medida positiva pero, a la vez, muy ambigua. ¿Qué significa eso de “cómo vamos a organizar el partido”?

Por ello esperábamos con sumo interés el Informe y las Resoluciones del IX Pleno para aclararnos el significado de esa frase.

Con enorme satisfacción leímos tanto el Informe como las Resoluciones del IX Pleno. Son dos serios y valiosos documentos, que deben servir de base para una profunda discusión en todos los órganos del Partido. Pero, al leerlos no encontramos la respuesta a nuestra inquietud sobre la frase del compañero Teillier. Aún más observamos una total ausencia sobre el estado y funcionamiento orgánico del Partido. ¿Es que no preocupa a los miembros del Comité Central la situación orgánica del Partido? ¿Cómo anda su militancia en una célula?

En el Informe sólo encontramos en torno a nuestra preocupación lo siguiente: “El Partido puede y debe jugar un importante papel en el periodo y proceso que se abre, a condición de readecuar sus cuadros y estructuras, en función de los conflictos y contradicciones sociales más relevantes de esta etapa. Ir más allá de esquemas internistas, entender los problemas orgánicos, como esencialmente políticos. Su resolución es la conformación de estructuras acordes con los aspectos centrales de nuestra línea política, estos es, en función de nuestras definiciones del carácter del período y de su más posible superación”.



En las Resoluciones se dice al respecto: “El pleno del Comité Central ha resuelto convocar a una Conferencia Nacional del Partido Comunista de Chile para el primer semestre del 2018, con objeto de reafirmar nuestra oposición activa al gobierno de Sebastián Piñera, de defensa de las reformas hechas,  de crear condiciones para la recuperación del gobierno y profundización de la democracia en nuestro país, actualizando nuestro programa  y nuestras propuestas al país.
También nos proponemos readecuar el partido como herramienta de las transformaciones sociales, tanto en el funcionamiento de las estructuras de dirección como en la educación y formación de cuadros del partido”.


Nuevas frases que no explican su real significado: “Readecuar sus cuadros y estructuras”, “readecuar el partido como herramienta de las transformaciones sociales”, “Ir más allá de esquemas internistas, entender los problemas orgánicos, como esencialmente políticos”.

En el seno de un partido, como en todo objeto o fenómeno, existe –como lo constata el materialismo dialéctico-  la lucha de contrarios, la lucha de tendencias.

Lenin, colocó como epígrafe de su obra “¿Qué hacer?”, la frase de una carta de Lassalle a Carlos Marx, de fecha 24 de junio de 1852, que decía: “…La lucha interna da al partido fuerzas y vitalidad;  la prueba más grande de la debilidad de un partido es la amorfía y la ausencia de fronteras bien delimitadas; el partido se fortalece depurándose…” (Lenin: “¿Qué hacer?” en Obras Escogidas en tres tomos Tomo I, página 115).

Como hemos denunciado en varias oportunidades, en los últimos años, han surgido en el seno del Comité Central del Partido Comunista de Chile tendencias socialdemócratas, antileninistas; intentos por “flexibilizar”  a Lenin.

Por ejemplo, en una entrevista publicada en “El Siglo” en su edición de la semana del 8 al 13 de abril de 1995, Oscar Azócar, entonces Encargado de Nacional de Organización, señaló: “En el Pleno vimos que era fundamental desarrollar métodos de trabajo más flexibles para incorporar a otros compañeros. Lo fundamental para medir al militante, es que trabaje con las orientaciones del Partido, que contribuya en forma concreta para ponerlas en práctica. Lo más importante es la actividad que cada militante desarrolla, y la  célula tiene que ser capaz de llegar hasta estos compañeros”. Y  -¡atención!- agregaba más adelante: “Buscar otras formas, además de la célula, para incorporarse a la actividad”.

Era clara en ese momento, a lo menos en la mayoría del Comité Central, una posición idéntica a la de Martov, que tanto combatió Lenin. Es conocida la polémica entre Lenin y Martov en los marcos del II Congreso del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia de 1903.

La práctica mostró que hubo “flexibilización” de los métodos leninistas de organización y funcionamiento partidario, pero que no ha habido crecimiento de nuestras filas de nuestro Partido. Su estado orgánico  es cada vez peor.

Cuando se preparaba el XXV Congreso Nacional del Partido volvieron a campear por su fuero las tendencias antileninistas.

Por ejemplo, en la Hoja Informativa Nº 630, correspondiente a Octubre de 2015, de la Comisión Nacional de Organización, se plantean conceptos sobre la organización del Partido que no son leninistas.

Por ejemplo: al referirse al trabajo orgánico del Partido se dice que “hay que cambiar todo lo que se necesite, para dar paso a formas orgánicas que, efectivamente, den prioridad a estos ámbitos de la lucha política e ideológica”. No indica los límites que tiene “todo lo que se necesite”.

Pero no sólo en la Comisión de Organización se daban  intentos por  “flexibilizar” a Lenin. Esta tendencia también existía en el Comité Central. Prueba de ello, la tenemos en la Convocatoria al XXV Congreso, convocatoria aprobada, desde luego, por el Comité Central.

En dicho documento de señala textualmente en el apartado “El necesario crecimiento del Partido”:

“Esta tarea, debemos ubicarla en el contexto político y en la perspectiva de los desafíos que nos hemos planteado. Se trata de un crecimiento cuantitativo, ojalá en el menor tiempo posible, en el espesor del seno de las masas, tal como realmente son, reduciendo al máximo las “exigencias” para su adhesión, militancia y compromiso partidario.

“No tenemos otra opción. Las formas orgánicas para incorporar a este contingente deben ser las  adecuadas a sus niveles de conciencia. No hay otra “exigencia” ante quienes dan el paso de incorporarse a esta bella tarea, pero que también es compleja y difícil” (Página 15)

“El Partido debe reordenar sus formas de trabajo político para dar prioridad a estos aspectos de la realización de su política.

“Esto necesariamente se debe reflejar en el trabajo orgánico del Partido, en todos sus niveles. Hay que cambiar todo lo que se necesite, para dar paso a nuevas formas orgánicas que, efectivamente, den prioridad a estos ámbitos de la lucha política e ideológica”. (Página 16)  Todos los subrayados son nuestros.

Es necesario  que de una vez por todas el CC defina con claridad su posición ante la organización y funcionamiento del Partido. ¿Está por aplicar las normas leninistas,  o considera que hay que “superarlas” con “nuevas formas orgánicas”? ¿Somos un Partido leninista o nos acercamos a Martov?

Es necesario plantear esto sin eufemismos, para que cada militante en todas las células lo estudie y saque las conclusiones. Por nuestra parte, levantamos en alto las banderas del leninismo.

Lenin en su obra “La socialdemocracia  y las elecciones a la Duma”,  escribió:

“Todos los asuntos del Partido deben ser manejados –directamente por medio de representantes-  por todos los miembros del Partido en un plano de igualdad de derechos, sin excepción”. (Lenin: Obras Completas, tomo 14, p.  253,  citado por  Otto Kussiner y otros en “Comunismo Científico. Diccionario”, Editorial Progreso. Moscú, 1981,  p. 122)


Una vez más, como lo hizo Luis Emilio Recabarren en 1924, se debe recurrir a la militancia comunista.



viernes, 26 de enero de 2018

Principios - Octubre de 2016 N°12 - Partido Comunista de Chile





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Principios - Octubre de 2016 N°12

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Principios - Mayo de 2016 N°11 - Partido Comunista de Chile





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Principios - Mayo de 2015 N°9 - Partido Comunista de Chile




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Principios - Mayo de 2014 N°7 - Partido Comunista de Chile





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Principios - Abril de 2013 N°5 - Partido Comunista de Chile





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Principios - Noviembre de 2012 N°4 - Partido Comunista de Chile




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Principios - Noviembre de 2012

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Principios - Junio de 2012 - Partido Comunista de Chile





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Principios - Junio de 2012

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Principios - Enero de 2012 - Partido Comunista de Chile






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Principios - Enero de 2012
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Principios - Noviembre de 2010 - Partido Comunista de Chile




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Principios - Noviembre de 2010 
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jueves, 25 de enero de 2018

CAPÍTULO XI: Y AHORA, ¿QUÉ HACER?




REFLEXIONES DE UN MILITANTE COMUNISTA DE BASE EN TORNO A LA DERROTA DE DICIEMBRE DE 2017 (XI)



                                             
Iván Ljubetic Vargas, historiador



                                              
                                           No hacerse el harakiri,

                                            pero tampoco hacerse el leso.



CAPÍTULO XI: Y AHORA, ¿QUÉ HACER?

Apechugar. Los comunistas siempre lo hemos hecho, en las buenas y en las malas. Lo primero, en base a una sana y valiente crítica y autocrítica, tratar de explicarnos las verdaderas causas de la derrota. Sin hacernos el harakiri, pero tampoco hacernos los lesos con ese falso y acostumbrado exitismo. Luego enmendar los errores.

Cada cual respondiendo por su personal responsabilidad y como miembro de un órgano partidario. Desde capitán a paje. Teniendo en cuenta que el capitán tiene más responsabilidad que el paje.

La derrota sufrida por la centro-izquierda en las elecciones del 17 de diciembre de 2017 no invalida la línea estratégica del Partido Comunista de Chile, trazada en su XX Congreso Nacional y ratificada en los congresos posteriores, la que tiene como objetivo estratégico el conquistar un Chile realmente democrático. Por el contrario. Alcanza enorme significado en las condiciones de un gobierno de derecha como el que se instalará a partir de 11 de marzo de 2018. Esta estrategia se debe expresar en la defensa  de los cambios llevados a cabo por el gobierno de la Presidenta Bachelet y lograr otros avances positivos. Ello, logrado a través de la unidad y lucha de los más amplios sectores democráticos.

Por tanto, tampoco está  invalidada la justa política de alianzas aprobada por el Pleno del Comité Central del PC, realizado el 28 de diciembre de 2004.

En mi opinión, lo decisivo es reafirmar nuestros principios marxistas, leninistas, recabarrenistas.  Pensar y actuar de acuerdo con  ellos.

Siguiendo el ejemplo de Luis Emilio Recabarren (a veces olvidado o dejado en segundo plano por algunos dirigentes comunistas) poner en el centro de nuestro pensamiento y acción el movimiento obrero, que es la fuerza  motriz de nuestro desarrollo histórico. Ningún tipo de alianzas ni compromisos nos pueden apartar de ello.

 Educarnos para educar a las masas. Ir forjando la conciencia de clase en los trabajadores, su conciencia real, en permanente y dura lucha ideológica. Como lo hizo Recabarren, utilizando todos los medios a nuestro alcance: la prensa (es imprescindible contar con un diario de papel, sencillo, educador), grupos de teatro, conjuntos artísticos (el Coro Rojo es una excelente iniciativa que es necesario multiplicar), actos, paneles, la bancada de diputados comunistas. Ahora, la radio, redes sociales y, en lo posible, la TV.

Como Recabarren, prestar especial atención al movimiento sindical, a su organización, unidad y luchas reivindicativas. Transformar a los sindicatos en escuelas de educación de los trabajadores.

Hacer crecer en cantidad y calidad el Partido Comunista. Reclutar nuevos combatientes. La muestra de cómo se trabajó en la campaña electoral, está dada  por la cantidad de  nuevos militantes que  se ganaron en ella.

Volver a la plena vigencia de las normas leninistas de organización y funcionamiento. Derrotar las tendencias socialdemócratas que surgieron en documentos como la Convocatoria al XXV Congreso. La denuncia realizada por nosotros, obligó a echar marcha atrás a los  redactores de ese documento (suponemos miembros del Comité Cenhtral), con explicaciones que nada explicaron.

No son nuevos los intentos por “flexibilizar” a Lenin. Por ejemplo, en una entrevista publicada en “El Siglo” en su edición de la semana del 8 al 13 de abril de 1995, Oscar Azócar, entonces Encargado de Nacional de Organización, señaló: “En el Pleno vimos que era fundamental desarrollar métodos de trabajo más flexibles para incorporar a otros compañeros. Lo fundamental para medir al militante, es que trabaje con las orientaciones del Partido, que contribuya en forma concreta para ponerlas en práctica. Lo más importante es la actividad que cada militante desarrolla, y la  célula tiene que ser capaz de llegar hasta estos compañeros”. Y  -¡atención!- agregaba más adelante: “Buscar otras formas, además de la célula, para incorporarse a la actividad”.

Si somos un partido leninista, debemos practicar el centralismo democrático, la dirección colectiva, la célula como principal órgano partidario, la crítica y la autocrítica, la obligatoriedad de todo dirigente de militar en una célula. Sólo con un partido organizado y funcionando al estilo  leninista, podemos realizar una verdadera política de masas. En ello, las células tienen que jugar su rol esencial.

Debemos perfeccionar la democracia interna.

En su edición del 15 de julio de 2016, el semanario “El Siglo” publicó en la página 5 una breve, pero muy importante información. Su título: “PC elegirá Comité Central por voto universal”.  En parte del  texto explica: “Desde ahora, el Comité Central del Partido Comunista de Chile (PC) será elegido por voto universal de los militantes de la colectividad, es decir, todos sufragarán para decidir quienes integran esta instancia partidaria”. Agrega más adelante: “Esta innovación la acordó, precisamente, el Pleno del Comité Central (CC), efectuado el pasado 9 de julio, para dar cumplimiento con la norma establecida por la nueva ley de partidos políticos”.

Este acuerdo significa fortalecer la democracia interna del Partido de Recabarren, pues sepulta el antidemocrático método de la prelación. Ese sistema tenía por resultado que, en los Congresos Nacionales, eran elegidos o reelegidos como  miembros del nuevo Comité Central  todos los candidatos propuestos en  la prelación por la Dirección Central que llegaba al evento partidario.

Lenin jamás planteó ni practicó la prelación. Es conocido que, en el VI Congreso del Partido de los bolcheviques, efectuado en San Petersburgo del 26 de julio  al 3 de agosto de 1917, fueron elegidos dirigentes leninistas, trotskistas y de otras corrientes, que actuaban dentro de esa colectividad.

Recabarren aplicó la democracia interna. Por ejemplo, cuando en el  Tercer Congreso Nacional del Partido Comunista, efectuado en Valparaíso el 25 y 26 de diciembre de 1920, se  resolvió la incorporación del Partido a la Internacional Comunista, Recabarren propuso -y fue aprobado- que ello fuera discutido por todos los militantes en las secciones  (así se llamaban entonces las bases del Partido) durante 1921. Sólo después de ello, en el Cuarto Congreso Nacional, efectuado en Rancagua el 1 y 2 de enero de 1922, se ratificó tan importante medida.

Otro ejemplo. En el Sexto Congreso Nacional, celebrado en Viña del Mar, el 18 y 19 de septiembre de 1924, una fracción antipartido logró elegir cuatro de los siete dirigentes de la Dirección Nacional. Ello creó la primera crisis en la historia del Partido Comunista. Para superarla, Recabarren propuso la elección directa, por todos los militantes, de una nueva dirección nacional. Esta tuvo lugar el 13 de diciembre de 1924. Los siete dirigentes elegidos fueron probados revolucionarios.

La democracia interna garantiza, además, la plena libertad de opinión en las instancias partidarias. No debe preocupar que dentro de un organismo existan opiniones discrepantes. En una ley de la dialéctica que en toda cosa o fenómeno existen contradicciones. Y no podemos pretender  que esa ley no tenga vigencia dentro del Partido.  Lenin cita de una carta del socialista Lasalle a Marx, la siguiente frase: “La lucha interna da  al Partido fuerzas y vitalidad”. Y la utiliza como parte del epígrafe de su obra “¿Qué hacer?”. La lucha ideológica también se da al interior del Partido.

La democracia interna  garantiza el derecho de los militantes al ejercicio libre y responsable de la crítica autocrítica dentro del Partido.

La defensa de las normas leninistas de organización y funcionamiento es tarea de todos los revolucionarios.

Por otra parte, no debemos olvidar las lecciones que nos ha dejado nuestra rica historia de más de un siglo de combates. Por ejemplo, la autocrítica realizada en el Pleno de agosto de 1977 sobre el “vacío histórico” en cuanto al tema militar.

Ha sorprendido, algo que no nos debiera sorprender: la provocadora acción de elementos fascistas en el acto de la CUT. Con el triunfo de Piñera los ultraderechistas se sienten estimulados a mostrar sus garras. Los sectores populares, y en primer lugar los comunistas, no podemos  descuidar la autodefensa. Es otra tarea de plena vigencia.

Si los comunistas hemos optado en este período por la vía no armada y, como una de las formas tácticas, la electoral, debemos prepararnos para tener éxito en las elecciones. Si bien logramos elegir 8 diputados y perdimos un candidato a senador el domingo 19 de noviembre de 2017, estos resultados están distantes para pretender ser un partido con real influencia en lo electoral. Este trabajo debe ser continuo. No solo en los marcos de los comicios. En ello incide en primer lugar el trabajo de educación y propaganda, una real política de cuadros y, sobre todo, el accionar con las masas.

Tanto de lo positivo como de lo negativo de nuestro actuar en este período de las elecciones del 2017, el principal responsable es el Comité Central. También necesario analizar la actuación de los Comités Regional, Comunales y de Sector, como la participación que le cupo a cada célula y a todos los militantes. Ello, insistimos, en base a la crítica  constructiva y a la autocrítica sincera.



                           No hacerse el harakiri,


                           pero tampoco hacerse el leso.



CAPÍTULO X: LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN, UN PODEROSO ACTOR POLÍTICO




REFLEXIONES DE UN MILITANTE COMUNISTA DE BASE EN TORNO A LA DERROTA DE DICIEMBRE DE 2017 (X)



                                              
Iván Ljubetic Vargas, historiador



                           
                                               No hacerse el harakiri,

                                               pero tampoco hacerse el leso.



CAPÍTULO X: LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN, UN PODEROSO ACTOR POLÍTICO



Todos los seres humanos tienen conciencia. Ésta puede ser conciencia verdadera, cuando corresponde a  sus reales intereses de clase, o conciencia falsa, cuando no representa esos intereses.

La mayoría de la población, aunque no tenga conciencia de ello, vive vendiendo su fuerza de  trabajo a una minoría de grandes patrones. En Chile, el 1% más rico concentra el 33% de los ingresos.

Si toda esa multitud de trabajadores (incluidos los de la llamada “clase media”) tuviera una conciencia verdadera, tendría en sus manos el poder político.

Pero no es así. La mayoría de ella posee una conciencia falsa, creada por el incesante bombardeo de los medios de comunicación en manos de la derecha. Ésta controla todos los canales de televisión. Incluso TVN,  “el canal de todos los chilenos”, que en la última campaña electoral fue decididamente piñerista. Otro tanto sucede con las radioemisoras. La prensa escrita  está en manos de dos poderosos consorcios: COPESA y El Mercurio.

Para la centro-izquierda le  es imposible competir de igual a igual con la enorme maquinaria de los medios de comunicación de la derecha. Por eso debe buscar, por todos los medios,  llegar a la gente: tener diarios, radios, visitar barrios y poblaciones, no sólo en períodos de elecciones, para explicar en forma sencilla pero convincente, que las  radios que escucha, el canal de la TV que ve, el  diario que lee,   tienen un dueño. Que para ser propietario de uno de esos medios hay que ser gente con muchos recursos. Que ningún trabajador los posee. Y que, naturalmente, esa radio, canal de TV  o diario tiene que transmitir, tanto en la forma como en su contenido, lo que le conviene a su dueño. Nadie quiere dispararse en un pie.

Por ello, esos medios no entregan simplemente noticias. Lo que hacen es hacer propaganda, propaganda con la intención de hacer  pensar de una manera que favorezca políticamente  a los dueños de esas radios, canales de televisión y diarios.

Debemos llegar a la gente con constancia, con inmensa paciencia y con suma sencillez, para ir  quitando poder a este actor político que inunda las mentes con mentiras. Y esta es una tarea para toda persona democrática.

No olvidar que la derrota electoral de diciembre de 2017 fue, antes que nada, una derrota en el campo de las ideas, una derrota ideológica. Ya es hora de pasar a la ofensiva en la batalla ganar las conciencias de las masas.


A propósito de lucha ideológica, un compañero respondiendo a mi reflexión (III), me escribe diciendo “Y que hay de malo que un trabajador tenga tarjeta de crédito”.

Le respondo: Mirado desde el punto de vista de los grandes comerciantes y de los medios de comunicación que los favorecen, nada tiene de malo. Es “natural” que se use para propiciar el consumismo. Pero para la gente sencilla, significa endeudarse, pagar intereses gravosos y vivir viendo como esas deudas crecen continuamente.

La última Encuesta Financiera de Hogares del Banco Central (BC) dejó en evidencia el nivel de  endeudamiento de la población chilena. El sondeo, difundido en noviembre de 2016,  reveló que el 73% de las familias mantiene obligaciones financieras, tres puntos porcentuales más que en la primera medición de 2007. Pero la penetración y tipo de deuda han desarrollado características distintas en cada capa social, poniendo en riesgo a algunos hogares.

Así lo muestra un análisis de la Facultad de Negocios de la Universidad del Desarrollo (UDD), que utilizó como base los datos del Banco Central. A través de un indicador de carga financiera  -que considera el dinero destinado al pago de intereses y amortización de la deuda sobre los ingresos mensuales del hogar-, el estudio detectó a los hogares que atraviesan por dificultades financieras. Generalmente, explica el documento, la literatura económica define como “hogar vulnerable” aquel que destina entre 20 y 40% de su ingreso mensual a pagar una deuda no hipotecaria. La UDD tomó como base un umbral de 30%.

Bajo esos parámetros, la casa de estudios identificó a 702.765 familias urbanas que destinan 30% o más de sus ingresos mensuales al pago de deudas de consumo e intereses. Este grupo, a su vez, equivale al 30% del total de hogares que reconoce mantener deudas no hipotecarias; es decir, a través de tarjetas de créditos bancarias, préstamos de consumo bancarios, tarjetas de créditos de casas comerciales, préstamos de consumo de casas comerciales, créditos automotrices y créditos educacionales.

Y el estar amarrado a esas deudas influye significativamente en el modo  de pensar de mucha gente. No es libre para hacerlo.


La afirmación del compañero citado, muestra hasta  qué grado ha llegado la influencia de los medios de comunicación, un  poderoso actor  político. Y nos llama a dar mayor importancia a la lucha ideológica.



CAPÍTULO IX: UN PILLO Y EXITOSO CAMALEÓN



REFLEXIONES DE UN MILITANTE  COMUNISTA DE BASE EN TORNO A LA DERROTA DE DICIEMBRE DE 2017 (IX)

                                                     
                                   Iván Ljubetic Vargas, historiador



                                    No hacerse el harakiri,

                                    pero tampoco hacerse el leso.



CAPÍTULO IX: UN PILLO Y EXITOSO CAMALEÓN



En la campaña presidencial 2017, especialmente en la segunda vuelta, el candidato de la derecha mostró y derrochó la habilidad, la pillería, que le ha permitido llegar a ser uno de los más exitosos y poderosos multimillonarios del Mapocho.

Supo agarrar al vuelo todo error o equivocación de Guillier y de su Comando. Exagerando esas fallas y dándole amplia cobertura a través de los medios de comunicación que controlan los grandes patrones.

Utilizó descaradamente el anticomunismo. Se sirvió de la propaganda negra del imperialismo. Por ejemplo, sobre Venezuela. Caracterizó al gobierno de ese país de “comunista”, pese a que es  un régimen socialdemócrata que, en los marcos del capitalismo, ha llevado a cabo grandes cambios a favor del pueblo, el que le ha dado masivo y mayoritario apoyo en más de 20 elecciones, tres de ellas efectuadas en los últimos meses de 2017.

Aseguró que de ganar Guillier el balotaje, el Gobierno estaría en manos de los comunistas y otros extremistas. Naturalmente, no se refirió al excelente papel jugado por los comunistas en el Gobierno de la Nueva Mayoría.

Un episodio de farándula: “El 19 de noviembre del 2017, Piñera caminaba no a Damasco como Pablo, sino hacia La Moneda. De pronto cayó sobre él desde el cielo un rayo de luz, que lo dejó ciego (Ese rayo enceguecedor fue el 36,64% y no el 44% o 45% esperado de votación en  la primera vuelta) Entonces escuchó la voz de Manuel José Ossandón, con quien hacía poco se había trenzado en arduas peleas. Ossandón lo mejoró de su ceguera y le mostró el camino de la salvación, su mítica “derecha social”. Y Piñera vio que era bueno. Entonces se transformó, de acérrimo enemigo de las reformas de Bachelet, entre ellas las de educación, en decidido partidario de la gratuidad en la educación superior. Y lanzó su ofertón de primavera: gratuidad para el 90% de los estudiantes de los Centros de Formación Técnica. Pero, como recordó la diputada comunista Karl Cariola (El Siglo, 29 de diciembre de 2017) “esas instituciones hoy día tiene fines de lucro y se les quiere entregar recursos del  Estado”. Pillín no da puntada sin hilo. Y vinieron más ofertones: puestos de trabajo, en salud. Hasta se apropió del proyecto de la Nueva Mayoría de la AFP estatal.

Pero no fue un giro a la izquierda. Eso nunca. No tuvo problemas con aceptar el apoyo del fascista José Antonio Kast, de reunirse con la “familia militar” a la quien hizo promesas como reabrir Punta Peuco si la Presidenta Bachelet lo cerraba y lograr el envío a casa de los verdugos presos que estuvieran “enfermos” o muy “viejitos”.

Los resultados de la primera vuelta no sólo conmovieron a Piñera, sino a toda la derecha. Los partidos de Chile Vamos cayeron en pánico. Y del pánico saltaron a la acción. Dejaron de lado sus diferencias. Se lanzaron a trabajar con una convicción que tuvieron todos los sectores de la Fuerza de la Mayoría. Según Karol Cariola (El Siglo, 29 de diciembre de 2017), las colectividades que apoyábamos a Guillier “no pudimos ni siquiera retener todos los lugares la votación de la primera vuelta, ni sumar a toda la centro-izquierda  en nuestra votación”.

El día del balotaje la derecha realizó una movilización impresionante en defensa del voto. Hasta dos apoderados por mesa. Mucha gente apoyando en los lugares de votación. Pocas veces, en la historia de Chile, la derecha había sacado tantos votos en una elección presidencial.

La diferencia de nueve puntos con que el candidato de derecha aventajó a Guillier  en la segunda vuelta, no estaba en los cálculos de nadie.  Todos pensaban en un triunfo muy estrecho. Tanto es así, que el comando de Chile Vamos tenía un plan maestro en caso que los resultados  fueran por fallo fotográfico. Este plan contemplaba  un grupo 345 abogados que se reunirían con los encargados comunales de la campaña y trabajarían con las Actas de Escrutinio de todos los locales de votación.

En el aspecto técnico electoral, la derecha dio una lección de eficiencia a la Fuerza de la Mayoría en la segunda vuelta de las elecciones del 17 de  diciembre de 2017.