sábado, 31 de marzo de 2018

EL GOLPE QUE DERROCÓ A JOAO GOULART








HACE 33 AÑOS FUERON DEGOLLADOS POR PENSAR








170 AÑOS DEL MANIFIESTO DEL PARTIDO COMUNISTA

Querida compañera, querido compañero:

El jueves 22 de marzo de 2018 tuvo lugar el Panel "170 años del Manifiesto del Partido Comunista", organizado por el Centro de Extensión e Investigación Luis Emilio Recabarren, CEILER.
Entregamos una de las tres exposiciones.

Un abrazo,


Iván Ljubetic Vargas


170 AÑOS DEL  MANIFIESTO DEL PARTIDO COMUNISTA


A partir de los años 20 del siglo XIX, Chile experimentó importantes cambios económico-sociales. 
Luego de haber roto la dependencia al rey español, nuestro país pudo vender cobre y plata a Inglaterra. Con los recursos recibidos, se ampliaron los minerales hasta entonces trabajados en forma artesanal, se mejoraron y se construyeron caminos, puentes, puertos; se empleó el ferrocarril. Surgieron formas capitalistas de producción.  Aparecieron dos clases nuevas: la burguesía, formada por los dueños de los medios de producción, y el proletariado, los desposeídos de esos medios, que para vivir debían vender su fuerza de trabajo.
Efectivamente, en  esas  faenas, que funcionaban según normas  capitalistas de producción,  laboró un  trabajador de nuevo tipo,  el proletario.  Así surgió la clase obrera chilena.
Sus primeros destacamentos nacieron en la región de Atacama.

CHAÑARCILLO

En 1832 inició su funcionamiento el mineral de plata de Chañarcillo, el más importante del país. Estaba ubicado precisamente en la región de Atacama,  cerca de la ciudad de Copiapó. Las condiciones de vida y trabajo de sus operarios eran terribles.
El escritor y periodista, José Joaquín Vallejo (que usó el seudónimo  de Jotabeche, tomado de las iniciales de un vecino de Copiapó llamado Juan Bautista Chegneau),  dejó un dramático testimonio, publicado por   El Mercurio de Valparaíso, en 1842, sobre las labores en el mineral de plata de Chañarcillo. Escribió:

“A la vista de un hombre semidesnudo que aparece en la bocamina, cargando a la espalda 8, 10 y 12 arrobas (una arroba equivale a 11,5 kilos), después de subir con tan enorme peso por aquella larga sucesión de galerías, de piques y frontones; al oír el alarido penoso que lanza cuando llega a respirar el aire libre, nos figuramos que el minero pertenece a una raza más maldita que la del hombre, nos parece un habitante que sale de otro mundo menos feliz que el nuestro, y que el suspiro tan profundo que arroja es una reconvención amarga dirigida al cielo por haberlo excluido de la especie humana”.

A lo narrado por Vallejo, se debe agregar las largas jornadas de trabajo, los bajos salarios, la total carencia de seguridad laboral, pésima alimentación, viviendas insalubres e incluso castigos físicos que, a veces, llegaban hasta  la muerte.
La primera reacción del trabajador ante la cruel explotación fue individual. En las minas de plata llevaba a cabo la “cangalla”, el robo del mineral, empleando las formas más audaces, incluso escondiendo trozos de metal en el ano.
Pero pronto surgieron las protestas colectivas. La primera huelga obrera tuvo lugar en 1834 en el mineral de plata de Chañarcillo, cerca de Copiapó, que había iniciado sus actividades sólo en 1832. Se produjo tres años después del primer levantamiento obrero del mundo, ocurrido en Lyon, Francia, en 1831.
El investigador Roberto Hernández en su libro “Juan Godoy o el Descubrimiento de Chañarcillo”, publicado en 1932, escribió:

“El alzamiento de peones de 1834 se repitió más tarde, causando con ello una enorme intranquilidad en Copiapó mismo, en donde la población llamada de La Placilla era como una amenaza constante”.
Hernán Ramírez Necochea en un artículo publicado por “El Siglo” con fecha 30 de abril de 1954 señaló:

“En 1846 un periódico de Copiapó informaba lo que sigue: ...Algunas asonadas, en varias épocas consternaron a los habitantes pacíficos del mineral (Chañarcillo) por las amenazas de destruirlo todo y por el saqueo de algunas tiendas y faenas... Los mineros (los empresarios) claman por una protección, por un arreglo y por medidas que aseguren sus propiedades, pongan en deber a los trabajadores, enfrenten a los díscolos y persigan la ociosidad”.

Lo de Chañarcillo fue una acción espontánea, una elemental reacción a la super explotación.
Catorce años después de la huelga de Chañarcillo, el 24 de febrero de 1848, apareció la primera edición del Manifiesto del Partido Comunista.

EL ORIGEN  DEL “MANIFIESTO”

Exiliados alemanes que vivían en París fundaron en 1834 la Liga de los Proscritos, una sociedad secreta democrático-republicana.
En 1836, sus elementos más avanzados dieron vida a la Liga de los Justos.
A mediados de 1847 esta asociación realizó en Londres su Primer Congreso, al que asistió Federico Engels.
En este evento efectuado en la más estricta clandestinidad, se produjo el cambio de su nombre por el de Liga de los Comunistas.
Entre fines de noviembre y comienzos de diciembre de 1847, se celebró, también en Londres y clandestinamente, el Segundo Congreso de la Liga de los Comunistas. Concurrieron Carlos Marx y Federico Engels, que expusieron y defendieron la teoría que habían creado. Estos nuevos principios fueron aprobados por unanimidad. El viejo lema de “Todos los hombres son hermanos”, fue reemplazado por el de “Proletarios de todos los países, uníos”.

El Segundo Congreso de la Liga encargó a Marx y Engels la redacción de un programa.

Tal fue el origen del Manifiesto del Partido Comunista.
El 24 de febrero de 1848 se publicó en Londres, en idioma alemán, la primera edición del Manifiesto del Partido Comunista, redactado por Marx y Engels.

ALGO SOBRE EL MANIFIESTO DEL PARTIDO COMUNISTA.

Es un texto breve. En su primera edición tenía sólo 23 páginas.
Esta obra –pequeño libro que vale por tomos  enteros, al decir de Lenin- consta de una Introducción y cuatro partes.

Se inicia con la famosa frase: “Un fantasma recorre Europa: el fantasma del comunismo”.
Agregando: “Ya es hora que los comunistas expongan a la faz del mundo entero sus conceptos, sus fines y sus tendencias, que opongan a la leyenda del fantasma del comunismo un manifiesto del propio partido”

La primera parte tiene por título “Burgueses y Proletarios”. Y allí se expone de entrada su tesis central: “La historia de todas  las sociedades hasta nuestros días, ha sido la historia de la lucha de clases”.

En esa parte Marx y Engels escribieron (atención, pues parece que no  fue escrito hace ya 170 años)  “Mediante la explotación del mercado mundial,  la burguesía dio un carácter cosmopolita a la producción y al consumo de todos los países... Ha quitado a la industria su base nacional. Las antiguas industrias nacionales han sido destruidas  y están destruyéndose continuamente... En lugar del antiguo aislamiento de las regiones y naciones que se bastaban a sí mismas, se establece un intercambio universal... Los bajos precios de sus mercancías constituyen la artillería pesada que derrumba todas las murallas de China...”

La segunda parte: “Proletarios y Comunistas”, aplican a la práctica los enunciados de la Primera Parte.

La Tercera Parte: “Literatura Socialista y Comunista”, se realiza la crítica a los diferentes corrientes socialistas y comunistas existentes en esa época (mediados del siglo XIX).

La Cuarta Parte: “Actitud de los comunistas respecto de los diferentes partidos de oposición”, finaliza proclamando:

”Los comunistas consideran indigno ocultar sus ideas y propósitos. Proclaman abiertamente que sus objetivos sólo pueden ser alcanzados derrocando por  la violencia  todo el orden social existente. Las clases dominantes pueden temblar ante una Revolución Comunista. Los Proletarios no tienen nada que perder en ella más que sus cadenas. Tienen, en cambio, un mundo que ganar. ¡Proletarios de todos los países, uníos!”

VOLVAMOS A CHILE
Desde su nacimiento hasta comienzos del siglo XX, el proletariado chileno alcanzaba la categoría  que Marx llamó   “una clase en sí”. O sea, existía objetivamente, pero carecía de conciencia de clase y de organizaciones propias en lo sindical  y en lo político.
Tenía, eso sí, capacidad de lucha por sus reivindicaciones económico-sociales, como lo demostró Chañarcillo y otras numerosas huelgas llevadas a cabo en el siglo XIX.
Al publicarse en  Londres el Manifiesto Comunista, Chile tenía una población de algo más de un millón de habitantes, de los cuales 30 mil eran obreros,  estando la mitad de ellos ocupados en la minería.

EL MARXISMO LLEGA A NUESTRO PAIS.
Después de la Guerra del Salitre (1879 – 1883) la clase obrera chilena experimentó un notable desarrollo. Ello, entre otras razones, por la incorporación al proletariado nacional de los pampinos que laboraban la industria del salitre, que hasta ese conflicto pertenecía al  Perú (Tarapacá) y a Bolivia (Antofagasta). Hacia 1883 eran unos 4.500.
Se inició  el período   del conocimiento del marxismo en Chile, que se prolongó hasta el primer decenio del siglo XX.
Surgieron núcleos de obreros que conocían el movimiento sindical europeo, sus luchas, las ideas que sustentaban. Por entonces era frecuente, que se mencionara a Marx y se citaran párrafos del Manifiesto Comunista.
Veamos algunos ejemplos.

El periódico “El Pueblo”, de Valparaíso, en su edición del 31 de agosto de 1892 publicó un Manifiesto de la Sociedad Marítima de Socorros Mutuos, donde se sostenía:
”No olvidéis las palabras del gran socialista Karl Marx: la gente de trabajo de todas partes del mundo debe ser hermana. Ellas deben hacer causa común con los demás. Ellas tienen un mundo que ganar y sólo las cadenas que perder”.

En febrero de 1896 se fundó en Santiago el Centro Social Obrero, que en noviembre de ese año comenzó a editar su órgano oficial “El Grito del Pueblo”, que difunde los principios del socialismo científico. Con fecha 6 de diciembre proclama: “Somos socialistas. ¡Ya no somos un pueblo ignorante!

El 29 de diciembre de 1896 apareció en “El Grito del Pueblo” el artículo “El Socialismo en Chile”. Lo firmaba alguien con el seudónimo  Karl Marx, que sostenía:
“Las ideas para esparcirse no respetan nada... Atraviesan soberbias cordilleras como los Andes, para sentar sus reales en el indolente Chile y convertir en hijos del pueblo, acostumbrados a besar la mano del verdugo que los azota, en hombres libres que luchan sin miedo por emanciparse del yugo burgués”.

Hacia 1896, uno de los dirigentes  de la Agrupación Fraternal Obrera, llamado Luis Olea se declaró marxista. En una carta publicada en “El Proletario”, de Santiago, el 20 de septiembre de 1897 afirmó:
”Diviso en esos temas al gladiador temerario que desafiando las fieras humanas esgrime con la seguridad del éxito las armas de la razón templadas en el yunque de las teorías de Marx... Tiemble ya la burguesía por su porvenir, que el día fatal de la vindicación llegará al fin, y entre los escombros de todo un régimen se alzará triunfante el sol del socialismo”.

“El Proletario” en su número del 17 de octubre de 1897  proclamaba:
”La lucha de clases, desconocida hasta ayer en Chile, se empeñará desde hoy, frente a frente proletarios y burgueses, artistas y profanos, reformadores y reaccionarios, víctimas y verdugos”.

En Punta Arenas se fundó en 1897 la Unión Obrera. En su periódico “El Obrero” proclamó con fecha 2 de enero de 1898:
“La lucha de clases  se desarrolla donde quiera que existan burgueses y proletarios”.

En febrero de 1898 se creó en Santiago el Partido Obrero Francisco Bilbao, que el 26 de ese mes afirmó en su periódico “El Trabajo”:
“El obrero no debe esperar nada de tantos falsos apóstoles. Su emancipación social, política y económica debe ser obra del obrero mismo y esto lo conseguirá mediante la unión que hace la fuerza, formando el partido de los explotados”.

En 1907 escribió  Luis Emilio Recabarren:
“La emancipación de los trabajadores debe ser obra de los trabajadores mismos, ha dicho Karl Marx hace 60 años en Alemania y esta frase inmortal es el faro que nos guía y vivirá unida con otra del mismo autor: ¡Proletarios de todos los países, uníos!”.

Comenzaba a madurar el factor subjetivo que posibilitaría la fundación del  Partido Comunista de Chile, el 4 de junio de 1912,  y la transformación de la clase obrera chilena en una clase para sí.
Y en este proceso el Manifiesto del Partido Comunista de Marx y Engels tuvo gran importancia.

(Exposición del historiador Iván Ljubetic Vargas, leída por Carlota Espina y el autor en el Panel del CEILER “170 años del Manifiesto del Partido Comunista)




En el 101 aniversario de su nacimiento:

 

             HERNAN RAMIREZ NECOCHEA



                                                                        
                                                                  Iván Ljubetic Vargas, historiador del
                                                                   Centro de Extensión e Investigación
                                                                   Luis Emilio Recabarren,  CEILER

                                                      


.
Hernán Ramírez Necochea   nació en Santiago el 29 de marzo de 1917. En 1934   ingresó al Partido Comunista de Chile, en el que militó hasta su muerte y, en ese mismo año,  comenzó a estudiar en el Instituto Pedagógico. En 1938  recibió el título de Licenciado en Filosofía con mención en Historia.
Realizó estudios en Estados Unidos, Inglaterra, España, Unión Soviética y Checoslovaquia.

EN EL INSTITUTO PEDAGÓGICO
Ejerció como profesor de historia en liceos de Santiago. En 1945 comenzó  a trabajar en  el Instituto Pedagógico, como ayudante de cátedra del profesor Juan Gómez Millas.
En 1952,  fue profesor fundador de la cátedra de Historia Económica y Social.

“LA GUERRA CIVIL DE 1891”
Su primer libro, titulado  “La Guerra Civil de 1891”,  tiene un extenso prólogo  del historiador Guillermo Feliú Cruz. En él, refiriéndose a Hernán Ramírez, relató: “Me tocó conocerlo y apreciarlo  en el Departamento de Historia en la época en que fue mi alumno. Era casi un niño. Dentro de una seriedad desconcertante, disciplinado, estudioso, fino y delicado en su trato, Hernán Ramírez poseía un temperamento ardiente, apasionado y reflexivo. Un profundo don de observación le distinguía de sus compañeros”.
“En Hernán Ramírez –continuaba don Guillermo Feliú Cruz- me ha parecido ver, por la claridad del pensamiento y la disciplina de su espíritu, un artista embebido en los estudios históricos. El don de la armonía me parece su más acentuada característica intelectual”.
Finalizaba  su prólogo  afirmando: “Lo que yo no había conocido y nunca consideré un factor decisivo en las causas de la Revolución de 1891, era la acción de esta aristocracia, mejor dicho ahora con precisión, de una plutocracia al servicio de intereses que no fueran los permanentes del país... Esta es una conclusión desafortunada a la que  he llegado después de la lectura de este libro.”
Ya en esa, su primera obra, Hernán Ramírez Necochea, demostró sus  notables cualidades: un historiador serio, documentado y muy riguroso que, utilizando el marxismo, desentrañó las claves para explicar muchos momentos de la historia de Chile.

“HISTORIA DEL MOVIMIENTO OBRERO”
En 1956,  fue publicado su libro “Historia del Movimiento Obrero en Chile. Antecedentes- Siglo XIX”.
En la introducción de esta notable obra, escribió Hernán Ramírez:
“Ni la clase  obrera ni el movimiento por ella generado han merecido la  debida atención de los hombres de estudio; existe así, inédito, un gran capítulo de la historia nacional...  Ha llegado el momento de llenar este vacío”
Uno de los méritos de este libro  fue demostrar con antecedentes irrefutables que la lucha obrera no apareció en Chile, como sostienen algunos historiadores, sólo en el siglo XX, sino en la centuria anterior. En 1834, se produjo en el mineral de plata de Chañarcillo la primera huelga obrera y durante los restantes años del siglo XIX hubo no menos de 110.

“BALMACEDA Y LA CONTRARREVOLUCIÓN DE 1891”
Hernán Ramírez tenía una notable modestia y gran sentido autocrítico. En 1958  apareció su tercer libro: “Balmaceda y la Contrarrevolución de 1891”.
En él explicó:   “En 1951 publiqué un libro titulado ‘La guerra Civil de 1891. Antecedentes económicos’.  Esa obra, a pesar de sus defectos –que reconozco-, encontró benévola y favorable acogida; tanto así, que a los pocos meses de publicada, la edición se agotó.
Desde entonces para acá –continúa el historiador-,  he tenido oportunidad suficiente para reflexionar sobre las observaciones muy atinadas hechas por lectores, colegas y críticos. Por otra parte, en estos siete años, realicé nuevas investigaciones  tanto en Chile como en Inglaterra... A la luz de los nuevos elementos de juicio que había logrado reunir, emprendí la tarea de rehacer el libro publicado en 1951, introduciendo algunas modificaciones importantes en su estructura”.

DIRIGENTE SINDICAL DEL MAGISTERIO
Hernán Ramírez  fue un responsable y activo miembro de la organización sindical del Magisterio, un luchador decidido por la educación del Estado. Participó en varios eventos de su gremio,  la Sociedad Nacional de Profesores, que agrupaba a los maestros de liceos. Por ejemplo, en la Tercera Convención Nacional, efectuada en abril de 1958., Hernán presentó un documentado trabajo sobre el profesorado secundario y el Estado Docente. Sus tesis sirvieron de base para algunas de las resoluciones aprobadas en esa Tercera Convención, realizada durante el  segundo Gobierno de Carlos Ibáñez del Campo.
Una de ellas,  planteaba “la reducción del monstruoso horario de 36 horas que actualmente desempeñan los profesores de Educación Secundaria y declarar que ninguna reforma podrá prosperar mientras el profesorado carezca de tiempo suficiente para el estudio, la reflexión y el perfeccionamiento de su profesión docente”.
Otra resolución, sobre el estado Docente,  exigía: “Que el total de subvenciones destinadas a colegios particulares se supriman y los dineros pasen  a integrar el Fondo Nacional de Educación.”   Era abril de 1958.
En esa Convención de los maestros secundarios del país, Hernán Ramírez fue elegido director de la Sociedad Nacional de Profesores, SONAP.

“ANTECEDENTES ECONÓMICOS DE LA INDEPENDENCIA DE CHILE”
En 1959 fue editado el cuarto libro de Hernán Ramírez. Su título “Antecedentes económicos de la Independencia de Chile”. En el Prefacio, el autor escribió: “El juicio que merezca este ensayo a los estudiosos y a los lectores interesados en la materia, será una referencia muy valiosa en la prosecución de mis estudios sobre la historia económica de Chile; me permitirá aquilatar en que medida la orientación de mis esfuerzos es correcta y científicamente válida”.
En esa obra planteó, refiriéndose a la principal causa de la Independencia:
”Hacia fines del siglo XVIII, las posibilidades de mayor expansión de nuestro país eran entrabadas por su calidad de colonia. Todos sus elementos, comprimidos por la potencia metropolitana y por estructura del Imperio habían llegado a un máximo de crecimiento posible dentro del molde colonial. Pero,  las férreas ligaduras que le ataban a España, impedían que tales elementos –dotados ya de propias energías- pudieran continuar su desarrollo. Se suscitó de esta manera un antagonismo o contradicción entre los intereses de Chile y los de la Metrópoli”.
En otra parte agregaba: “Los pocos patriotas que ‘pensaron’ la Independencia, representaron la conciencia naciente de un profundo proceso en desarrollo; ellos actuaron con tesón y audacia y, colocados en una encrucijada pudieron dar cima a sus propósitos”.

“HISTORIA DEL IMPERIALISMO EN CHILE”
En 1960 publicó Hernán Ramírez su quinto libro, “Historia del imperialismo en Chile”. Esta obra le sirvió de base para obtener el grado de Doctor en Ciencias Históricas en la Universidad Carolina de Praga.

“ORÍGENES Y FORMACIÓN DEL PARTIDO COMUNISTA DE CHILE”
En 1965 apareció su sexto libro. Título: “Orígenes y formación del Partido Comunista de Chile”. En el prefacio escribió: “El estudio de su pasado  (del Partido)  permite desentrañar con nitidez la dinámica de la lucha de clases en Chile; es decir, permite ver la totalidad de las fuerzas que operan en la sociedad, la naturaleza y orientación de esas fuerzas, las contradicciones  que hay entre ellas y la forma cómo se comportan”
“ESTADOS UNIDOS Y AMÉRICA LATINA”
También en 1965 se publicó su obra “Estados Unidos y América Latina. 1930-1965”.Colección Realidad americana. Colección vertientes de la libertad. Editora Austral, 1965. 298 páginas.
Finaliza esta obra, escribiendo: La revolución latinoamericana está en marcha; ha comenzado un movimiento semejante al de 1810. Los pueblos de América Latina, gradualmente y con vigor, se colocan a la altura de esa legión de próceres –conocidos y anónimos- a quienes todos veneran porque tuvieron el coraje de rebelarse y de luchar bravamente contra los metrópolis que sojuzgaban a sus patrias.
“Esta epopeya que tenemos por delante la van a escribir las masas hambrientas de indios, de campesinos sin tierra, de obreros explotados, la van a escribir las masas progresistas; los intelectuales honestos y brillantes que tanto abundan en nuestras sufridas tierras de América Latina; lucha de masas y de ideas; epopeya que llevarán adelante muchos pueblos maltratados y despreciados por el imperialismo, nuestros pueblos desconocidos hasta hoy que empiezan a quitarse el sueño. Nos consideraba rebaño impotente y sumiso y ya se empieza a asustar de ese rebaño: rebaño gigante de doscientos millones de latinoamericanos en los que advierte ya a sus sepultureros el capital monopolista norteamericano”(*)
(*) Segunda Declaración de la Habana. 1962.

EL DECANO DE LA REFORMA UNIVERSITARIA
En 1967,  Hernán Ramírez  fue elegido decano de la Facultad de Filosofía y Educación de la Universidad de Chile, jugando desde cargo un importante papel en las luchas por la reforma universitaria.
En entrevista publicada por la revista Araucaria Nº 3  de 1978,  a la pregunta  de si   la Reforma 1967- 1969  fue  fundamentalmente obra del  movimiento estudiantil,  respondió:
“En gran medida, sí. Los estudiantes de la Universidad Católica de Valparaíso primero, de  la Universidad Católica de Chile enseguida y luego los de la Facultad de Filosofía y Educación de la Universidad de Chile, fueron quienes asumieron la responsabilidad de promover el proceso reformista en sus respectivas corporaciones. Pero, muy rápidamente, encontraron eco entre los académicos...”
El entrevistador interrumpe: “¿Y usted qué papel desempeñó? Porque recuerdo muy bien que se le llamó el ‘Decano de la Reforma’.”
Contestó Hernán Ramírez, con su característica modestia:
“Me parece que en asuntos como los que ahora merecen nuestra atención, las actuaciones personales no cuentan mayormente. En realidad,  me correspondió desempeñar cierto papel en la reforma de la Universidad de Chile. Creo que en esto, el azar y las circunstancias tuvieron mucho que hacer. Pienso que fundamentalmente fui intérprete, portavoz y ejecutor de la voluntad de mi Facultad, prácticamente de toda ella. En algún sentido, fui punto de convergencia de aspiraciones colectivas y pude actuar en función de ellas. Por otro lado, pienso que mi militancia política –que de ningún modo menoscababa mi condición de universitario, sino más bien la enriquecía- y aún mi calidad de profesor de Historia, me permitieron ser sensible a los procesos que tenían lugar en el país y comprender el lugar que en ellos correspondía a la Universidad”.
EN EL EXILIO
El 11 de septiembre de 1973 se produjo el golpe militar que instauró la dictadura fascista. Hernán Ramírez, como muchos otros patriotas, debió salir al exilio. Tenía 56 años de edad.  Vivió el destierro en París, junto a su esposa la profesora Matilde Aguirre. Desde Francia siguió atentamente lo que ocurría en Chile.  Participó en las acciones solidarias con la lucha del pueblo contra la tiranía. Trabajó en la Universidad de Vicennes.
Falleció en el destierro, en París,  el 21 de octubre de 1979.

“LAS FUERZAS ARMADAS Y LA POLÍTICA EN CHILE”
En 1984 fue publicado por la Casa de Chile en México su libro “Las Fuerzas Armadas y la política en Chile”. En él se explica:
“El profesor Hernán Ramírez Necochea trabajaba aún en el presente texto, cuando la muerte interrumpió una vida y una obra plenas de significado”.

SEGUNDA EDICIÓN DE “ORÍGENES Y FORMACIÓN DEL PARTIDO COMUNISTA DE CHILE”
También en 1984, la editorial Progreso de Moscú publicó una segunda edición de “Origen y Formación del Partido Comunista de Chile”.
En el prólogo  firmado  en París en junio de 1979, sólo cuatro meses antes de su fallecimiento, Hernán Ramírez  relató:
“Este libro debió haberse publicado en Chile a fines de 1973. Sin embargo, los acontecimientos que han tenido lugar a partir del 11 de septiembre de ese año, impidieron que tal cosa sucediera. Sus originales fueron quemados  y sólo pudo salvarse una fracción del primer borrador manuscrito. Venciendo no pocas dificultades, pude rehacer el trabajo que el lector tiene ahora en sus manos”.
Más adelante señaló: “He reescrito este libro en un tiempo de tinieblas para mi Patria... Con él he querido, antes que nada, rendir mi modesto  y emocionado homenaje de admiración y respeto a todos mis compatriotas que fueron inmolados o martirizados, que sufrieron y sufren el terror, que no se han doblegado, que conservan su integridad de hombres y de ciudadanos dignos y que combatieron y combaten –hasta el sacrificio- por el restablecimiento de la paz, la justicia y la libertad de Chile y por la reanudación del curso de una historia nacional que nos enorgullece y que ha sido ominosamente  interrumpido.”





PANEL CEILER: MARTES 24 DE ABRIL DE 2018









SURGE EL FRENTE POPULAR EN CHILE










Pan de Huevo








Comentario radial y escrito.



Como anclaron  ustedes a este país de agua, no lo sé; yo llegue con guitarra, medio perejil y con "cara e bala"; andaba ansioso sin saber por que...




Llegue y viví en el hogar de una familia que amo,  me ayudaron,  lograron  que la guitarra  rota  sonara otra vez.

Anduve  cachuo de todo, alumbraba  mi caminar Radio Moscú y su programa "Escucha Chile"...

No era un aprendiz, era un veterano de la ausencia.

Mi creencia  en este país solidario mantenia la misma estrutura Organica aprendida en los desiertos y salitreras, en la vida de su clase obrera, en las luchas politicas de los trabajadores chilenos.

Un saludo de agradecimiento a aquellos compañeros que la levantaron en terrenos alquilados con la forma y gracia de nuestra cultura y memoria politica.

Las necesidades eran enormes , se hizo de todo para cumplir nuestra tarea  logistica... fue tanto el empeño que la empanada llego a ser parte de la Mesa   Escandinava.

El pebre, la cazuela e chancho con chuchoca, el canto, la poesía, el teatro, los medios de difusión nuestras, eran, son vivencias simbioticas  para los suecos en general, era una solidaridad entendida, que de paso, nos sacaba de la soledad, oscuridad y frio de un invierno largo...

Para nosotros, la aceituna de la empanada o del pastel de choclo era un "miguelito", un vaso de leche, el trámite de un abogado.

Yo venia respaldado por todo los cerros y arenas, por ventanales oscuros, rejas, payasas, soledad y dolor;  aulas y mitines, mi aire de bala y clase, de intelectual imberbe , indignado, no sirvieron para nada; las normas de Organización Leninista, impedían que se fabricaran gratuitamente más gaseosas.... No era fácil entrar al partido... te lo tenias que ganar y "si llegas sin que te llamen", no era una recomendación muy acertada.

Los caminos han sido recontra espinuos, seguirán siéndolo, la vigilancia revolucionaria es necesaria, esencial, cuando se tiene por una dinámica necesaria y dialéctica de abrir la puerta; si no eres cuidadoso, vigilante, te puedes ir a los infiernos con el alma vendida o destrozada.

La verdad en el hacer politica  es algo parecido a la "clase"...y la clase es un puma incrustado al interior de tu cuerpo, en tu intelecto...es una mariposa misteriosa que cosquillea, que ama las manos que hacen las cosas, las manos de tus hermanos, entiende la unidad...se necesita tiemp para entenderla, sentirla, estar enamorado de ella.

Ha sido muy difícil, complicado tener y mantener la casa de Víctor Jara en Estocolmo, Suecia.

"Todavía me llora la maldicion, la cobardia"

Tengo el privilegio, el orgullo de tener hijos, dos de ellos me los robe chiquititos.  Los cincos  forjaron sus propios hogares con sus hijos adentro.

Una de mis hija, la mayor, vive en Chile, es otra historia, otras vivencias, la amo, y me va a doler siempre el tiempo bruto que tuvimos y que tenemos; desgraciadamente, todavia ayudamos a construir...

Ha sido para ellos desafios que supieron enfrentar, con todos sus conflictos personales, en patota... pudieron  salir adelante....

"Y es un salir de todos los dias".

Los  cuatro que están a mi alcance, completaron sus estudios, superiores, Universitarios, técnicos, administrativos... Todos aprovecharon el sistema, y estudiaron, terminaron, lloraron pero tienen su carton, Llave sin candado,   para  integrarse a una sociedad demandante y ciega...

Acostumbramos a juntarnos una o más veces al mes.

Es una invasión de alegria tener a 22/23 personas en 56 mts cuadrados.

Es maravilloso, me contenta, me enorgullece...

 Yo no hablo mucho, yo cocino, sirvo y escucho...  Hablan de sus planes, de los niños, de la escuela, de sus proyectos... pelan, copuchean, se ríen de sí mismos y de medio mundo...

Los cuatros  son salvajemente explotados.

Alguien comenta  su trabajo...  el ambiente cambia, se pone indefinido, herido,  una atmosfera indefinida nos aplasta... Y eso que estoy jubilado.

 "Anoche llegue a las diez a la casa", dice una, "yo me hice pichi, no pude colgar la llamada, era un cliente importante" dice otra, "te casaste con tu trabajo", "sino trabajo no tiengo oportunidad de vacaciones... Es mi trabajo"discuten otras..

Esa practica de trabajo que escucho, crea un círculo oscuro, individual y enfermo...

Las necesidades reales y las inventadas, la presión social y laboral, te va modelando por dentro y por fuera en otra persona, la globalización  enfarda, acumula... Son 14/ 18 horas diarias de trabajo.

El trabajo de tres o más trabajadores lo hace, lleno de risa, uno solo...

El ambiente se ponía rebelde y buscaban culpables...

Ahí asomo yo con mi explotación del hombre por el hombre, con la lucha de clases, de la necesidad de sindicalizarse y ser parte activa de él, de la unidad de los trabajadores, de la solidaridad con el sindicato portuario, de lo que pasa en Peru, Venezuela, Ecuador, de la responsabilidad social, cívica, de clase...

El neoliberalismo es un crimen.

Me miran muy raro, huelen el vaso de agua que tenía al frente...Las más chica, la más explotada y la que mas cuestiona, me miro con pena sonriente y me dijo..."Yaaaa papá"

Cuando yo llegue a Suecia, trabaje en lo que no era necesario hablar... es decir, lavando platos y suelos, levantado muros, incrustando azulejos, cantando... paso el tiempo, estudie y aprendí algo del idioma y comencé a trabajar en un Jardin Infantil... Ahí ocurrió el primer milagro, no tengo idea como los niños, el personal, los padres, me entendían...

Parecía Tarzán Argentino.

Parecía Huemul en cumpleaños de Alce.

El ambiente laboral era macanudo... tres/cuatro niños por personal, tres/cinco personales por sección... cuatro secciones...... Un paraíso.

Esto que voy a contar, sucedió hace más de 40 años atrás. quedan aun los olores... y por esos olores, quiero confesar una verdad que me dejo mexicano con sombrero y todo, apoyado en adobes que dividían la tierra y el hombre.

Mi Compañera estamos juntos, casados casi mas de  40 años juntos, apunta sus ojos, me mira y dispara sin piedad...:

"Mira guatón, me dijo, déjate de molestar a las niñas, es otra generación, ya no llegas...

"Yo te conocí cuando necesitaban un vicario para un personal que estaba muy seguido con licencia medica a cada rato... no se sabía cuándo regresaba al trabajo;  llegaba y se iba... Por esos tiempos la licencia medica daba derecho a un 100 % de sueldo...

Claro, el perla enfermo, andaba en cuestiones de su partido...

Llegaste una vez de vuelta, un mes estuviste y te fuiste de nuevo, decidieron dejarme igual, "por i acaso",  el enfermo podría tener recaía...

En ese tiempo las cosas comenzaron a cambiar, el gobierno empezo a ahorrar y las instituciones también... Se podía tener 3/4 niños por personal, se subieron a 6/7 niños.

Quedo la crema, alegatos por aquí y por allá, tú tirabas fuegos y consignas, era una explotación, se pisoteaban los derechos del niño...

El sueco te salia clarito... Entusiasmaste a medio mundo, nos diste "un fusil y una bandera".

Al otro día, nadie iría a trabajar, todos enfermos... estamos hablando de 15/16  profesores parvularios...más de 50 padres que tuvieron que quedarse en casa sin poder ir a trabajar.

El inspector escolar llamaba por telefono como loco... Todos sabían por qué, pero nadie decía nada.

Y ahora que, gritaban las conferencias telefónicas... Sigamos enfermos decías tú, se trataba de unidad, de demostrar que no pueden pasarnos a llevar...

El sueco, su mentalidad es diferente:... Yo voy mañana a trabajar, dijo una, yo también dijo la otra... Pediremos una reunión y diremos el porqué del descontento...

Llego ese mañana y a ti, se te olvido el sueco.

Retaron a medio mundo, hablaron contigo y Así termino la huelga...

No hablaste en la reunión, ni con otros jardines tampoco, muy pocos se enteraron de la  revolución en tu jardin infantil..."

Lo que canto mi compañera fue cierto, se me chupo el habla, no tenía argumento para lo venidero.

Ahora, un personal tiene a 16/17 niños, hablan como 100 dialectos y un niño de 7 años te dice que va a cohabitar con tu mama...

Dios mío de los coloraos, se me había olvidado esa parte de mi vida...

Mis hijos se rieron;  "Viejo, aquí no se puede".

 "En casa del herrero, cuchillo y palo " golpeaba mi intelecto, mi ser.

Todos mis hijos, mis nietos, son miembros de la Organización Cultural  Víctor Jara" y lo saben, tienen 30/40 años y entienden mis caminos, pero no pueden seguir mis caminares, cada uno tiene sus propios caminos, Yo tengo mi "pan de huevo"

Alejandro Fischer Alquinta.

Estocolmo 2018/03/24