jueves, 22 de diciembre de 2011

MIKIS THEODORAKIS LLAMA A LOS JÓVENES A LA RESISTENCIA



MIKIS THEODORAKIS LLAMA A LOS JÓVENES A LA RESISTENCIA

Ahora somos aparentemente libres, pero en realidad nos gobiernan los extranjeros. Entonces sus armas eran el miedo a la violencia y a los tanques.

Ahora los extranjeros nos amenazan con la humillación, el agotamiento y el fantasma del hambre.

Le dan un tijeretazo al pueblo, a la democracia, a la riqueza del país y al futuro de los jóvenes.

Los extranjeros quieren una Grecia sin griegos. Su objetivo es destruirnos y robarnos.

Dentro de poco el nuevo gobierno comenzará a malvenderlo todo. Por eso no debemos permitir que lleven a cabo sus planes.

Nuestra riqueza nacional que se ha estimado en 600.000 millones de euros, se han puesto de acuerdo para venderla por sólo 120.000 millones.

Además, le han metido mano a la riqueza submarina y mineral que asciende a 3.000 millones. Todos estos números demuestran que en realidad nuestro país es rico, pero los extranjeros, con el apoyo de sus socios griegos, nos impiden sistemáticamente el aprovechamiento y la explotación de lo que nos pertenece. Y todavía peor, con la excusa de la deuda pública, nos han hecho creer que somos pobres y débiles, mientras que hay otros países “grandes”, como los Estados Unidos y Alemania que tienen una deuda el doble e incluso el triple que la nuestra.

A fin de cuentas, nuestra deuda no afecta a nuestro pueblo ya que no se ha beneficiado porque se ha realizado a sus espaldas y los únicos que han ganado algo son los bancos extranjeros, las grandes empresas como por ejemplo Siemens y los intermediarios tanto extranjeros como locales. Por eso es necesario que nuestro pueblo sepa que no le debemos nada a nadie, que no tenemos que pagarle nada a nadie, que sólo hace falta expulsar a los políticos incompetentes que se han convertido en marionetas de los extranjeros y elegir un nuevo gobierno que sea libre y tenga la fuerza, la voluntad y la valentía de decir NÓ.

Por el contrario, son los extranjeros los que tienen deudas con nosotros. Por ejemplo, los alemanes por las catástrofes que provocaron, por los que perdieron la vida por su culpa, por las reservas de oro que nos robaron.

Según el profesor Angelos Angelópoulos, todo esto ascendería a 200.000 millones de euros.

Pero no son sólo los extranjeros los que nos han endeudado. Los millonarios griegos han depositado en los bancos suizos 80.000 millones de euros que no han pasado por Hacienda, y en las empresas Off Shores otros 600.000 millones a los que sólo un gobierno libre podría meter mano.

Como podéis ver, repito, Grecia es un país rico que tiene la desgracia de encontrarse desde hace muchas décadas en las garras de los extranjeros y sus agentes colaboradores locales.

La solución definitiva sólo puede darla el pueblo unido, organizado dentro de un organismo unificado, en un frente griego popular democrático de resistencia.

Así como la revuelta del Politécnico (*) supuso el comienzo del fin de la dictadura, así también la nueva resistencia debe señalar el fin de la xenocracia.

Hasta ahora, con nuestra lucha hemos conseguido librarnos del gobierno de Papandreu.

Merkel y Sarkosy, presas de pánico, han ordenado al primer ministro griego, seguir las recomendaciones y formar gobierno con Samarás. Como no se fían de ellos, les piden declaraciones firmadas de obediencia. ¡Tan bajo hemos caído!

Además, el problemático alejamiento de Papandreu ha descubierto no sólo la corrupción y la poca claridad del poder sino la imagen de un trágico escarnio que nos expone, todavía más, al ridículo internacional, mientras que por otro lado descubre gráficamente al pueblo griego la incompetencia y la inconsistencia de los que se empeñaron en gobernarnos mientras demuestran que no se dan cuenta de lo que pasa a nuestro alrededor.

Sin embargo, dentro de poco, todos, tanto aquí como en Europa, se darán cuenta de cual es la mayoría del pueblo griego y de quienes la representan.

Los extranjeros han dado órdenes para que se pongan de acuerdo los líderes políticos que confían en la TROLCA, diciendo mentiras, diciendo que están diseñando un gobierno de unidad nacional, mientras que, en realidad, no representan más que una cuarta parte del pueblo.

En este desesperado intento suyo, la respuesta llegará de la multiplicación de la fuerza de los griegos libres e independientes, apoyados en la heroica palabra “RESISTENCIA”.

Vosotros, los jóvenes y las jóvenes que recordáis la revuelta del Politécnico, tenéis que manteneros en la vanguardia de esta nueva resistencia.

¡Todos con la nueva resistencia democrática popular griega!

¡Todos por Grecia!

(*) Se refiere a la revuelta de la Universidad Politécnica efectuada desde el 14 hasta el 17 de noviembre de 1973.


miércoles, 21 de diciembre de 2011

A 104 AÑOS DE LA MASACRE DE LA ESCUELA SANTA MARÍA


Manifestación obrera por las calles de Iquique, el día 20 de diciembre de 1907.



El día 21 de diciembre de 1907 en Iquique, poco antes de iniciarse la masacre de la
Escuela de Santa María.



A 104 AÑOS DE LA MASACRE DE LA ESCUELA SANTA MARÍA

Iván Ljubetic Vargas

EL MOVIMIENTO REIVINDICATIVO DE 1907

UN PLIEGO DE PETICIONES

Ante las terribles condiciones de vida y de trabajo, los pampinos de Tarapacá confeccionaron un pliego de peticiones, que fue publicado por el periódico “La Voz del Obrero”, de Taltal, con fecha 21 de noviembre de 1907.

¿Qué pedían?

1. La elevación de sus salarios de acuerdo al alza del costo de la vida, salarios que un período de tres años habían perdido la mitad o más de su capacidad de compra.

2. Que las fichas con que se les cancelaban el jornal, fuera cambiada a la par, sin recortarle el valor, como lo hacía corrientemente los patrones.

3. Exigían poner fin a los abusos de los que eran víctimas en las pulperías. Para ello solicitaban la libertad de comercio, o sea que pudieran ingresar a la oficina vendedores particulares. Por otro lado, pedían que se colocara en la afuera de la pulpería una balanza y una vara, para comprobar que no les robaban, como era habitual, en los pesos y medidas.

4. Solicitaban que las chancadoras (donde se trituraba el caliche) y los cachuchos (donde se hervía éste a altas temperaturas) fueran rodeados con rejas de hierro para evitar –como acontecía con frecuencia- que un obrero resbalara y cayese dentro de ellos encontrando una horrible muerte.

5. Solicitaban que los patrones debían entregar en forma gratuita un local para que funcionara una escuela nocturna.

Estas eran las principales peticiones de los obreros salitreros de Tarapacá. Hubo conversaciones entre los obreros y los administradores de las oficinas salitreras. Primero fueron tramitados, luego se les comunicó que los dueños de ellas se negaban a aceptar ninguno de los puntos planteados por los pampinos.

COMIENZA LA HUELGA

El martes 10 de diciembre de 1907, después de esperar pacientemente una respuesta, se inició la huelga en la oficina salitrera San Lorenzo. En los dos días siguiente el movimiento se extendió por toda la pampa de Tarapacá.

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Chile cambió en cada esquina, en cada calle…




Chile cambió en cada esquina, en cada calle…

Camila Vallejo Dowling

Es difícil hacer el balance del presente año de nuestra federación, el solo hecho de sentarse y evaluar, repasar los contenidos, lo hecho y lo olvidado, son ejercicios que requieren de tiempo y tranquilidad, dos elementos que hasta el momento no hemos tenido y que dificultan los análisis a la hora de repasar el año transcurrido.

A esto hay que sumarle la profundidad y alcance que tuvo el movimiento social por la educación, ya que, al contrario de lo que se ha querido presentar, no abarcó tan solo lo meramente estudiantil ni tampoco se contuvo en las paredes de nuestra universidad, por el contrario, detonamos un movimiento que sacudió al país, contagió al continente y puso los ojos del mundo sobre nosotros y nuestros resultados, por lo que hacer un balance de la FECh que tan solo abarque a la FECh no es sensato ni tampoco corresponde a la realidad de nuestra gestión.

De todas maneras, para partir quisiera agradecer a todas y todos quienes han sido parte fundamental en la construcción de este proceso. A los funcionarios de la FECh por su compromiso y trabajo intachable durante el año, por su paciencia y lealtad a la organización, a pesar de lo difícil que es trabajar con estudiantes todo el día, cuando aún ellos no entienden a cabalidad las condiciones del mundo laboral.

A ellos les debemos nuestro más sincero respeto y el compromiso por hacer de su trabajo un valor a cuidar y resguardar. Sin lugar a dudas, a mi familia y a Julio, que gracias a su incondicional apoyo, amor y entrega pude desempeñar gran parte de mi trabajo en la FECh, incluso en los momentos más difíciles.

A los funcionarios de la Casa Central que nos acompañaron en la toma y ayudaron a cuidar la Casa de Bello. A los académicos que se pusieron la camiseta y que desde oscuros laboratorios, bibliotecas y oficinas sacaron una voz que hace mucho tiempo no se hacía escuchar en nuestra universidad.

A los que se involucraron activamente y no sólo de palabra, a los que madrugaron por tener que preparar el trabajo del paro del día siguiente, a los que se mojaron en las manifestaciones, a los que bailaron, actuaron y crearon por este movimiento.

A los secundarios por su capacidad de entrega y valentía, a los estudiantes de instituciones privadas que lograron renovar los aires de este movimiento, a los profesores por trabajar codo a codo con los estudiantes pese a los constantes ataques recibidos, a los pobladores que nos acompañaron en los cacerolazos, las barricadas y las asambleas territoriales, a los trabajadores de la educación y de otros ámbitos que hicieron tremendos esfuerzos por solidarizar y acompañarnos en las movilizaciones y muchas veces también en las discusiones.

En fin, a todas y todos quienes desde sus diferentes frentes de acción, aportaron pequeñas y grandes cosas a este movimiento.

Y no quisiera dejar de lado a los que no están presentes, para compartir este importantísimo proceso, pero que, sin lugar a dudas, han sido grandes referentes de la historia, sin los cuales no habríamos tenido capacidad política, teórica, moral e histórica de poder levantar y conducir este movimiento.

Hablo de Marx, de Lenin, de Recabarren, de Violeta, Víctor, Gladys, de Lucho Corvalán, de Gramsci, de Allende y tantos otros a los cuales les debemos esto y mucho más y que van siempre a nuestro lado en esta larga marcha.

En segundo lugar, quisiera compartir con ustedes algunas reflexiones que nacen de la experiencia, de las vivencias básicas que este 2011 dejó estampadas en nosotros, hoy tenemos la más profunda convicción de que la fuerza erigida a partir del movimiento debe constituirse como una verdadera posibilidad de transformación social en Chile, debe significar un cambio en la vida de nuestro pueblo y debe constituirse en un ejemplo de lucha para todos los pueblos del mundo en su camino por conquistar más democracia, más justicia social y protección de nuestros derechos fundamentales frente a los embates y colonizaciones del mercado.

Tengo la más plena seguridad de que para todas y todos ustedes, este año ha significado uno de los más importantes procesos de maduración y desarrollo tanto personal como político. Este es un año en el que todos hemos aprendido, por lo tanto todos hemos ganado.

A algunos les tocó aprender cayendo duramente, a otros les tocó aprender que lo hecho en el pasado tiene valor en el presente y se configura como determinante para el futuro, a otros les tocó aprender que no se podía mantener por siempre al pueblo engañado y desmovilizado.

En definitiva, este es un año en que sin duda Chile ganó y eso es motivo de orgullo para los estudiantes de nuestra casa de estudios, hoy día podemos decir con más fuerza y autoridad que la Chile es de todos los chilenos, hoy podemos mirar sin vergüenza al país y decirle: esta es tu Universidad y desde ella luchamos por un Chile nuevo, desde ella luchamos porque en sus aulas vuelvan a caber los hijos de todo tu pueblo, hijos de buena familia no bastan para nuestros sueños.

Debemos decir también, que durante este proceso tuvimos aciertos y errores, alegrías, frustraciones, encuentros y desencuentros, incertidumbres y certezas, en definitiva, un sin fin de experiencias que, sin duda alguna, estarán siendo en estos momentos revisados en el fuero interno de cada uno, para constituirse posteriormente en el conjunto de elementos que servirán para la proyección de un mejor escenario político en los años venideros.

Y digo esto, porque entendiendo que cada cual de manera individual o colectiva habrá hecho o estará haciendo este análisis, proceso al cual me gustaría poder aportar algunos elementos.

A esto quiero comenzar señalando, que iniciamos este período con mucha claridad respecto al rol que debíamos jugar los estudiantes y la comunidad universitaria en general, en el proceso de transformación y democratización no solo de nuestra universidad, sino que también en el conjunto del modelo educacional, cuestión que señalábamos como un paso estratégico en la dirección de hacer avanzar nuestra sociedad hacia un modo de vida más justo, democrático y libertario.

Comprendíamos con claridad las razones del por qué en Chile se inició un proceso de desmantelamiento de la educación pública y a la vez entendíamos la importancia fundamental que tenía la configuración de ello con el resultado de la obra total del modelo neoliberal que otrora nos heredaran a sangre y fuego.

Asumimos que no teníamos razones para soportar y seguir soportando las condiciones impuestas de un modelo por el cual nadie nos había preguntado y es entonces que decidimos salir a la calle una vez más, pero ya nuestro despliegue, nuestro discurso y nuestro convencimiento se encontraban fuertemente armados, ya no era solo cosa de niños, ya no era cuestión de tiempo.

Entendimos que antes de hacer educación había que pensar la educación, que antes de hablar de calidad debíamos discutir en torno a ella y no aceptar un concepto impuesto y aprendimos sobre todo a no caer en el vicio de elaborar y demandar reformas que no tuviesen coherencia política con la sociedad a la cual aspirábamos vivir y legar a nuestro pueblo.

Cuando hablábamos de cambios estructurales al modelo, hablábamos de construir un sistema educacional que pudiese contribuir a superar la odiosa condición de inequidad, segregación, exclusión y marginalidad con que aún dominan a nuestro pueblo. Que permitiese por vía de la democratización del conocimiento, en cuanto a su acceso, su apropiación y su generación, desarrollar una plaza contra hegemónica a los principios y reproducciones materiales del modelo mercantilista, catalizador de las más profundas desigualdades e injusticias de nuestra sociedad.

Este año pudimos también experimentar muy felizmente, uno de los momentos de mayor debate y participación en nuestros espacios universitarios, fenómeno materializado en los distintos claustros triestamentales y en encuentros que no sólo lograron demostrar que tenemos un gran potencial para la construcción de comunidad universitaria, sino que demostraron también que esa construcción es posible, que podemos elaborar propuestas y dar una señal al país de que lo público se evidencia en estos esfuerzos incomprables por el dinero.

Ahora nuestro principal desafío será potenciarlos y hacer que lo que emane de esos espacios de integración pueda constituirse en patrimonio de la sociedad y en verdaderas herramientas de transformación para nuestro pueblo. Todo esto exige una mayor participación de toda la sociedad chilena en el cuidado y cumplimiento de sus fines.

Quiero también destacar, la necesidad que tenemos como país de avanzar hacia un cambio de paradigma en la forma de hacer universidad, la Chile ya no es la misma de antes, en cierta medida y de cierta forma, hemos cambiado de lenguaje y seremos todos nosotros, estudiantes, funcionarios, académicos y autoridades, los responsables de conducir a nuestra Universidad hacia una ruptura del statu quo y el orden actual existente.

Debemos hacerla avanzar hacia la construcción de nuevos espacios de encuentro, donde se puedan analizar y poner en cuestión las más diversas formas de vida y posturas político-ideológicas; donde la diversidad debe pasar de la teoría a la práctica cotidiana y se logre la interacción intelectual y humana que nos permitirá ir abordando la complejidad de las problemáticas actuales y futuras de nuestra sociedad.

La verdad es que Chile toma cada vez mayor conciencia de que necesitamos dar pasos decididos en la construcción de un sistema de educación que termine con el progresivo cercenamiento de la identidad y diversidad cultural presentes en nuestro país, que abandone la repetición de consignas, la ejecución de órdenes y la identificación de los estudiantes y académicos con la búsqueda del logro individual, la aceptación de las reglas del mercado, el conformismo y la desmemoria, para cambiarlos por un espíritu de unidad en la pluralidad, por una nueva disposición a educar al conjunto del pueblo, cuyo fin sea su emancipación moral, intelectual y material.

Para esto, nos ha resultado indispensable la toma de conciencia de que la educación debe ser entendida como un derecho universal y una inversión social y no como un bien de consumo como algunos nos han pretendido hacer creer.

Sin embargo, compañeras y compañeros, es importante tener claridad de que no podemos caer en el mismo error de los movimientos reformistas de nuestra historia.

Si bien entendemos la vigencia de las demandas contra la segmentación del conocimiento y las concepciones tecnocráticas y autoritarias de la enseñanza y reeditamos las propuestas a favor de la autonomía universitaria, el pluralismo, la libertad de cátedra, la participación de los estudiantes y trabajadores en la dirección de los establecimientos, no podemos creer que ésta sea la única vía para fundar una nueva sociedad.

La tradición liberal iluminista que nos hace creer que el conocimiento es o será LA principal riqueza de Chile y, que la reforma universitaria, o de la educación en general basta para lograr la emancipación de nuestro país a través de la cultura, es algo que aunque coherente y noble, carece de sustento material.

La revolución social no es antes que nada ni tan solo una reforma intelectual y moral, sino que por sobre todo, es una transformación radical en las relaciones de poder político y de acumulación económicas vigentes en nuestra sociedad.

Nadie podría negar que un pueblo culto es menos vulnerable a la dominación y al sometimiento, sin embargo, esa democratización y acceso a la cultura no se obtienen de manera gratuita por parte de los dominados, por el contrario, se arranca con convicción y energía de la mesa del festín de los poderosos.

Cómo lograr esas conquistas debe ser una de las principales interrogantes en estos momentos y una de las mayores tareas pendientes que deja este movimiento. No es menor que después de 7 meses de movilización, durante las cuales logramos legitimar nuestras demandas y representar a más de un 80% de la población, no hayamos logrado avances en términos de nuestras propuestas y nuestras reivindicaciones más sentidas.

No cabe duda que a estas alturas del año, cuando ya es compartido que el movimiento logra dar el salto cualitativo desde la demanda gremial-corporativa a una demanda estructural y de carácter político, las mayorías que salen a las calles ya no son sólo mayorías endeudadas, sino que son mayorías guiadas por la más profunda necesidad de contraponer a la avaricia y la soberbia del sistema, la dignidad de los seres humanos y la recuperación de sus derechos.

Efectivamente no es sólo una consigna decir que Chile cambió, en cada esquina y en cada calle vemos cómo Chile va perdiendo el miedo, cómo la gente vuelve a creer en la posibilidad de los cambios y en la acción colectiva como forma necesaria para alcanzarlos.

Atrás queda el pueblo callado y domesticado, acostumbrado al conformismo y al individualismo, incapaz de levantar la voz ante la injusticia y los abusos, por el contrario, la gente sale con alegría a las calles a recuperar la esperanza perdida, sale a decir con fuerza: ¡ya basta de desigualdad, basta de lucrar con nuestros derechos fundamentales y basta de esta pírrica democracia de los consensos!

Sin duda que este movimiento ha logrado evidenciar con mayor fuerza las falencias del sistema, lo cual ha significado un cambio cultural en nuestro país y, aunque embrionario aún, nos permite abrirnos a la posibilidad de avanzar hacia un estado mayor de concientización y de lucha social.

Este año, también ha quedado demostrado que con un gobierno de derecha los avances sociales a favor del pueblo son un imposible, el sistema político presidencialista logra que el ejecutivo tenga la sartén por el mango y puedan hacer y deshacer según como le venga en gana.

Por otra parte, las consecuencias del binominalismo se hacen sentir con fuerza en el parlamento, configurando mayorías opuestas a la ciudadanía y dejando un margen de acción muy estrecho para fuerzas sociales y políticas contrarias al dictamen de los poderosos.

Alterar este orden, también es una tarea pendiente de nuestro movimiento, ya que las consecuencias de ello se harán sentir con fuerza en proyectos de ley que ya están siendo tramitados en el parlamento, tales como el proyecto de desmunicipalización, Superintendencia, Ley de Universidades Estatales, Democratización, fin al Lucro, entre otros, los cuales de no mediar una acción política y social poderosa y eficaz por nuestra parte, serán arreglados al gusto de unos pocos y para el desmedro de millones, tal como se han venido haciendo las cosas en nuestro país a lo largo de estos últimos treinta años.

Y he aquí un punto de maduración importante que hemos adquirido con este movimiento: nuestro principal problema no es de recursos, es de democracia.

La reproducción del poder político sobre sí mismo con independencia de la inclusión y participación de las grandes mayorías ciudadanas ha hecho a nuestra democracia perder valor y a nuestros ciudadanos perder interés por ella. Lo que ayer fue un profundo anhelo de generaciones enteras que entregaron su vida por obtenerla, hoy es solo un mal recuerdo por el que no vale la pena ni siquiera interesarse.

La clase política contra la cual algunos creen luchar, no es más que el reflejo del ordenamiento del poder existente en nuestra sociedad, para nosotros no existe “la clase política”, existen las clases sociales, donde se inscriben dominados y dominadores, explotadores y explotados.

No podemos seguir aceptando el uso de un concepto vago y poco definido, que viene por sobre todo a atenuar y confundir el centro de las preocupaciones que como pueblo debemos tener para superar el actual esquema de dominación existente en nuestro país.

Es a esos sectores a los que hay que desplazar de la toma de decisiones, a quienes gozan de la acumulación de capital, sumado a la acumulación de poder político, comunicacional y cultural. A los que hoy toman decisiones por nosotros y no nos permiten participar directamente en la construcción de nuestro propio futuro. Ellos son la geometría del poder que se constituye como la gran mordaza a los avances del pueblo chileno en materia de derechos y reivindicaciones y es contra sus privilegios por lo que luchamos.

Por lo mismo, es que no entendemos como aceptable la renuncia a la disputa de espacios de representación dentro de la institucionalidad política, no podemos negarnos a subvertir la correlación de fuerzas al interior de esta espuria institucionalidad burguesa, muy por el contrario, ello debe constituirse en uno de los pasos fundamentales que este movimiento logre dar, no el único, pero sin lugar a dudas debemos trasladar la mayoría de las calles al interior del parlamento y el aparato del Estado, y que vuelvan a ser los trabajadores, pobladores y estudiantes quienes manejen las riendas de su propio futuro, participando, sin otros intermediarios, en la elaboración de las leyes y normas que nos devuelvan nuestros derechos.

Hoy, producto de la histórica movilización desencadenada en nuestro país, hemos logrado provocar fisuras y resquebrajar la construcción hegemónica neoliberal dominante, instalada hace ya más de treinta años por la dictadura.

Sin embargo, esta aún no está derrotada, tiene fisuras y está agotada, pero nada indica que no pueda recomponerse sobre sus propias fuerzas, como históricamente lo ha hecho y vuelvan por tanto, nuevamente las fuerzas neoliberales y reaccionarias a ganar poder para restablecer su hegemonía e incluso blindarla.

Existe una crisis de legitimidad del neoliberalismo, eso está claro, ahora de nosotros y de las fuerzas democráticas depende avanzar con convicción y fuerza para derrotar a la maquinaria vil que ya no se puede seguir sosteniendo.

La fuerza y presión democratizadora que están generando los actuales movimientos y organizaciones sociales ya no son sólo en demanda de reformas sectoriales al modelo, sino que por sobre todo, son para hacer avanzar al país hacia la construcción de una sociedad más justa e igualitaria, ahí está el desafío estratégico de nuestro movimiento.

No quiero terminar, sin antes enunciar algunos de los desafíos que como país tenemos pendientes.

Chile debe avanzar hacia un modelo de sociedad que sustituya el principio de la competencia por el de la cooperación, que sustituya al individualismo por la solidaridad y la acción colectiva, a los bienes privados por los públicos, que permita la socialización de las fuerzas productivas y el reparto equitativo del trabajo común, el reconocimiento efectivo del derecho de cada persona a vivir plenamente su vida intelectual y moral.

Se requiere urgente renovar la vida pública para recomponer el tejido social, ensanchar los cimientos de la justicia, y construir una nueva geografía del poder, donde no se permitan más abusos ni explotaciones.

Las esperanzas del pueblo están en todos nosotros, y los estudiantes, los demócratas y la izquierda chilena no pueden desconocer el nuevo escenario en el cual estamos inmersos, menos todavía repetir viejas recetas que con la experiencia histórica ya se han visto fracasadas.

Debemos ser capaces de fijar un nuevo horizonte para nuestro desarrollo, un nuevo camino por el cual transite nuestro modelo de sociedad y nuestra democracia, necesitamos un nuevo marco en el cual todos por igual tengamos los mismos derechos y las mismas libertades.

Para finalizar, quiero decir que lo que viene es tanto o más importante que lo pasado, quizás el próximo año no haya movilizaciones tan masivas como las de este, pero ello no será excusa para que la lucha no se intensifique.

Quiero darle mis saludos a Gabriel, decirle que cuenta con todo mi apoyo en este año de gestión que le tocará vivir, que pese a los inventos mediáticos y diferencias de pasillo que pretenden instalarnos, ambos sabemos que es mucho más lo que nos une que lo que nos separa y que puede esperar de nosotros, los comunistas, todo el apoyo y la lealtad en esta enorme lucha que juntos enfrentamos, que tal como hace cien años, seguiremos estando firmes junto a los trabajadores y el pueblo, articulando la lucha social en sus más diversas formas, para así proyectar una alternativa de democracia real para todos los chilenos.

La primavera promete nuevos frutos, dependerá de todos nosotros, cuán dulces puedan ser.

Discurso cambio de mando FECH 2011-2012

domingo, 18 de diciembre de 2011

87º aniversario de la muerte de Luis Emilio Recabarren Serrano



Él comenzó a escribir la Historia del PC de Chile:


UN LIDER LLAMADO LUIS EMILIO RECABARREN SERRANO

Iván Ljubetic Vargas


”Recabarren, hijo de Chile,

padre de Chile, padre nuestro,

en tu construcción, en tu línea

fraguada en tierra y tormentos

nace la fuerza de los días

venideros y vencedores”.

(Pablo Neruda; “Canto General”)

Luis Emilio Recabarren Serrano nació en Valparaíso en el Cerro Playa Ancha, el 6 de julio de 1876. Estudió cuatro años en una escuela primaria de ese puerto. Su familia se trasladó a Santiago. En la capital, a la edad de 14 años, comenzó a trabajar como obrero en una imprenta. Pronto aprendió el oficio de tipógrafo.

A pesar de ser duramente explotado, con largas jornadas, bajos salarios, agotadoras labores, tuvo la fuerza y la responsabilidad de leer, de estudiar. Fue un autodidacta que, capacitándose por su cuenta, se transformó en uno de los grandes intelectuales que ha tenido nuestro país.

Pero, más importante que eso, ¡puso sus conocimientos al servicio de los trabajadores!

SE INCORPORA A LA LUCHA SOCIAL

En 1894 se incorporó al Partido Demócrata, iniciándose en la lucha social. Tenía por entonces, 18 años de edad.

La clase obrera chilena había surgido en los años 20 del siglo XIX . Nació combatiendo. La primera huelga obrera estalló en 1834 en el mineral de plata de Chañarcillo, cerca de Copiapó. En el siglo XIX hubo 110 huelgas.

Recabarren comprendió que los trabajadores sólo podrían jugar su rol histórico, si unían a la combatividad, una firme conciencia de clase. Por eso se dedicó a educarlos. Para ello utilizó todos los medios a su alcance.

IMPULSOR DE LA PRENSA OBRERA

Por ejemplo, utilizó la prensa, el medio de comunicación más importante en su época.

Creó 11 periódicos y escribió en 50.

Tenía 23 años de edad, cuando en 1899, fundó lo que se considera el primer periódico obrero creado por Recabarren. Fue el semanario “Democracia”, de Santiago.

En el año 1900 escribió: “La prensa obrera es como la luz que señala desde lejos el camino más corto por donde debemos andar”.

En 1903 vivió un importante hecho, que años más tarde, lo evocó así:

“Yo recuerdo siempre con emoción la vez que llegó un grupo de obreros de Tocopilla y me dijeron: ‘Compañero, traemos dos mil pesos para comprar una imprenta. La Mancomunal de Obreros de Tocopilla ha logrado reunir este dinero para comprar una imprenta. Venimos a que usted nos acompañe a comprarla’.

¿Y que van a hacer ustedes con ella?, les pregunté.

Me contestaron: ‘Un periódico’.

¿Y quién se los va a escribir?

‘No tenemos quien nos lo escriba, pero confiamos en que usted nos buscará un tipógrafo para que lo escriba’

Y concluyeron por decirme: ‘Esperamos que usted mismo se vaya a Tocopilla y nos atienda el periódico’.”

Fue así como Recabarren viajó al norte, en septiembre 1903. En Tocopilla no sólo fundó, dirigió, escribió, tipió y editó el periódico “El Trabajo”, sino que pronto se convirtió en dirigente de la Mancomunal de Obreros de Tocopilla.

LE ROBARON LA DIPUTACIÓN

En marzo de 1906, Recabarren fue elegido diputado por Antofagasta, siendo el primer diputado obrero electo en América. Pero la mayoría reaccionaria del Congreso le quitó ese cargo que había conquistado limpiamente.

Una de las tantas falsedades que se repiten sobre Luis Emilio Recabarren, es que en 1906, cuando fue electo diputado por Antofagasta, siendo miembro del Partido Demócrata, se negó a jurar, porque no creía en Dios. Se afirma que había dicho “yo prometo, pero no juro”. Y que, por eso, le robaron la diputación. Esto es falso. Y sobre este tema, el mismo padre del movimiento obrero chileno escribió un folleto titulado “Mi Juramento”.

Allí explica que “para la formación de esta obrita, me valgo de documentos oficiales y de publicaciones hechas en aquella época por la prensa”.

Agrega : “Volví a Chile, a fines de 1908, cumplí mi prisión (cuatro meses en la cárcel de Santiago y cuatro en la de Los Andes) y a fines de 1909 recorrí el país entre Valparaíso y Osorno. En este viaje constaté el hecho que alrededor de mi nombre y mis actos se había tejido una malla de mentiras que en pocos casos pude destruir.

“Era creencia general –y lo es aún- que en 1906, al incorporarme a la Cámara de Diputados yo me negué a prestar el juramento reglamentario y que este hecho había sido la causa de mi expulsión del Congreso.

“Esto es falso, pues, yo juré en cumplimiento y conforme a la ley. Ahora yo no quiero que esta falsedad se mantenga en lugar de la verdad; por dos razones: primero porque daña la doctrina de la democracia, porque hace creer a las masas ignorantes que la democracia es antirreligiosa; segundo porque tengo un inmenso amor a la verdad, mejor diré un culto y no quiero que se explote y se especule con la mentira”.

¡A él lo despojaron de su diputación porque era un obrero!.

TERESA LLEGA A SU VIDA

Conoció a su compañera Teresa Flores, una joven proletaria de 18 años, estando preso en la cárcel de Los Andes. Con fecha 20 de mayo de 1909 le escribió una carta, en donde le dice:

“Tu compañía me fortalecerá. Tengo la convicción de que tu persona me dará más bríos para luchar. Tú me inspirarás y harás que mis pensamientos sean cada vez más hermosos, y a medida que esto se produzca tú irás bebiendo en mis labios el amor que yo beba en tu alma... Unamos a nuestra dicha la dicha de todos. Así nuestra felicidad será tan inmensa como inmensa sea la felicidad de todos”. Luis Emilio tenía por entonces 33 años de edad

“EL DESPERTAR DE LOS TRABAJADORES”

De los once periódicos fundados por Recabarren el más importante es “El Despertar de los Trabajadores”, de Iquique, cuyo primer número apareció el 16 de enero 1912.

Su nacimiento fue saludado jubilosamente por los obreros de la zona. Pero, también desde el comienzo, perseguido con saña por los patrones. Prohibían su entrada a las salitreras y otras industrias. Sin embargo, los trabajadores, arriesgando la pega y la libertad, lo leían.

Salvador Ocampo, un obrero que llegó a ser senador de la República, entregó el siguiente testimonio:

“Yo trabajaba en una cuadrilla de cargadores de la Chile Exploration Company de Tocopilla. Era una especie de arrenquín, que ayudaba a los trabajadores en las cosas más esenciales y les preparaba sus alimentos para los momentos de descanso. Esto ocurría hacia 1912. Yo tenía 10 años de edad.

Esta cuadrilla estaba compuesta por unos mocetones bravos, los más salvajes que había por esos lados. Todos, la gente más buena y más humana que he conocido. Algunos de ellos compraban ‘El Despertar de los Trabajadores’, que Recabarren editaba en Iquique y que llegaba hasta allí clandestinamente. Sería unos diez o doce los que compraban ‘El Despertar’.

La cuadrilla se componía de 40 obreros. El caso es que esta gente compraba el diario y a la hora de almuerzo, al mediodía, yo veía como leían los títulos con grandes dificultades –eran pocazos los que sabían leer- y después se guardaban el diario.

Pues bien, cuando supieron que yo sabía leer, me exigían que se los leyera. Lo primero que me decían era: ‘A ver, compañero Guachito (así me llamaban a mí), leamos lo que dice Recabarren’. Entonces yo buscaba si venía algún artículo con su firma. Si no venía, les decía: ‘No, Recabarren no dice nada aquí’. Pero insistían: ‘Bueno, pero es que ... ¡el editorial!, pues Guachito, ¡esa es la palabra de Recabarren!’.”

Hasta aquí el relato de Salvador Ocampo.

EL ARTE UN MEDIO DE EDUCACIÓN

Recabarren también usó el teatro para educar a los trabajadores. Formó grupos artísticos, escribió obras para ponerlas en escena y él mismo actuó, cuando fue necesario.

Uno de los que cooperó con Recabarren fue el gran dramaturgo proletario Antonio Acevedo Hernández., Premio Nacional de Literatura 1957.

Orlando Millas nos relata que este gran escritor frecuentaba, hacia 1960, las oficinas de redacción de “El Siglo” llevando sus colaboraciones. Al final de su existencia recordaba a Recabarren “como el maestro que despertó en él la conciencia de su dignidad”.

El líder obrero echó mano a las melodías de moda, a las cuales ponía letra combativa. Por ejemplo, con la música del aria de la ópera Nabuco, creó el Himno al Primero de Mayo.

En uno de sus versos decía:

“Despertad, oh falange de esclavos!

de los sucios talleres y minas,

los del campo, los de las marinas,

tregua, tregua al eterno sudor!”

Aprovechó también la música de la Canción de Yungay, para escribir el himno “A unirse”,

cuyo coro era:

“Alegres cantemos

el triunfo social

que al fin los obreros

uniéndose están.

El sol socialista

la vida será

el día que todos

amemos la paz.”

PADRE DEL MOVIMIENTO OBRERO

Educó también con sus discursos, conferencias, polémicas públicas y con sus conversaciones personales. Escribió varios libros y folletos, además de sus numerosos artículos de prensa.

Recabarren es el más grande educador de masas de la historia de Chile. Pero fue, además, un extraordinario organizador y un líder obrero.

Con mucha dedicación, esfuerzos y sacrificios, logró entregar a los trabajadores chilenos los tres elementos que le permitirían jugar un papel importante en los acontecimientos nacionales:

1) Forjó conciencia de clase en amplios sectores obreros, a través de la educación y de su ejemplo.

2) Creó el partido revolucionario de los trabajadores. El 4 de junio de 1912, fundó en Iquique el Partido Comunista de Chile, hace ya 99 años.

3) Reconstruyó el movimiento sindical clasista, que había surgido en enero de 1900 con las Mancomunales, las que desaparecieron con la masacre de la Escuela Santa María de Iquique, perpetrada el sábado 21 de diciembre de 1907.

Fue al cumplirse estas tres condiciones que nació el movimiento obrero chileno.

REPUDIANDO LA MASACRE DE 1907

Don Reca, estando exiliado en Buenos Aires, escribió varios artículos repundiando esa matanza llevada a cabo durante el gobierno reaccionario de Pedro Montt. En uno de ellos titulado “La barbarie burguesa en acción”, afirmó:

“Emplear la crueldad extrema, infundir el terror en el menor tiempo posible, desbaratar toda organización que pueda resistir, he ahí el plan de los burgueses chilenos”.

Los esfuerzos de Recabarren por reconstruir el movimiento sindical clasista tuvo sus primeros frutos en 1912 y culminó con la formación de la Federación Obrera de Chile, la gloriosa FOCH, el 25 de diciembre de 1919..

CANDIDATO A LA PRESIDENCIA

Recabarren fue un militante disciplinado. Estaba en la cárcel de Tocopilla, cuando tuvo lugar el Segundo Congreso Nacional del Partido Comunista, realizado en Antofagasta el 1 y 2 de junio de 1920. Este evento acordó proclamarlo candidato a la Presidencia de la República, para enfrentar al demagogo y uno de los más sangrientos masacradores de nuestra historia, Arturo Alessandri Palma. Fue el primer candidato obrero a la Presidencia de Chile. Naturalmente, fue derrotado.

ANTIMILITARISTA

Recabarren fue el primero que, desde posiciones revolucionarias, abordó el problema del militarismo.

Escribió muchos artículos sobre el tema. Por ejemplo, el 9 de junio de 1904, apareció en ‘La Voz del Pueblo’ de Valparaíso un artículo suyo donde planteaba:

“¿Para qué sirve el Ejército? Para aplastar solamente a la clase obrera. Para acabar las huelgas. Para ponernos cadenas. Para defender nuestros tiranos”.

El 5 de octubre de 1924 declaró: “Hemos sido, somos y seremos siempre antimilitaristas, porque estamos convencidos que el militarismo es la afrenta de toda civilización, es la carga más inútil y pesada que soportan los pueblos, y es la amenaza permanente de todos los derechos. El militarismo será siempre la fuerza opresora con que la clase capitalista explote al pueblo”.

NACIONALIZAR NUESTRAS RIQUEZAS

Luis Emilio Recabarren fue el primero que en Chile planteó la necesidad de nacionalizar nuestras riquezas naturales, entre ellas el cobre.

Estando preso en la cárcel de Tocopilla, escribió el 11 de agosto de 1920, un artículo titulado “Pongamos remedio al mal”. En él señaló:

“Los problemas de la miseria y de la esclavitud no terminarán mientras tanto la clase obrera se resigne a sufrir la actual organización social. No son los burgueses los que van a remediar el mal, tenemos que ser nosotros”. Y agrega:

“Nacionalicemos las industrias extractivas. Nacionalicemos las minas del carbón, las salitreras, los bosques, el cobre.” Hasta aquí lo escrito en 1920.

INTERNACIONALISTA

Recabarren fue un consecuente internacionalista. En Argentina, donde estuvo exiliado de 1906 a 1908, y a donde viajó más tarde en 1916, participó activamente en el movimiento sindical y fue uno de los fundadores del Partido Comunista argentino.

Tuvo importante influencia en el movimiento obrero boliviano, a través, especialmente del periódico “El Despertar de los Trabajadores”, que editaba en Iquique, como también a través de la organización sindical. Por ejemplo en Bolivia existió una sección de la FOCH chilena.

En su Conferencia “Ricos y pobres a través de un siglo de vida republicana”, dictada en Rengo el 3 de septiembre de 1910, Recabarren, ajeno a todo chovinismo, definió lo que realmente fue la llamada guerra del Pacífico, “una guerra de conquista en que la clase gobernante de Chile se anexó a la región salitrera”.

SOLIDARIDAD CON LA REVOLUCIÓN DE 1917

Al producirse la Revolución de Octubre, Recabarren se encontraba en Buenos Aires. Apenas conoció los acontecimientos que sacudían Rusia, escribió el 23 de diciembre de 1917:

“Doy sin vacilar mi voto de adhesión a los maximalistas rusos, que inician el camino de la paz y de la abolición del régimen burgués, capitalista y bárbaro. Quien no apoye a esta causa sostendrá el régimen capitalista con todos sus horrores”.

Salvador Ocampo evoca la actividad solidaria desarrollada por el maestro en Antofagasta:

“Yo recuerdo perfectamente que Recabarren salió a la calle con nosotros en 1918 a celebrar los triunfos de los bolcheviques y a proclamar que ese era el camino que tenía que seguir el proletariado...

“Hicimos mitines en diferentes lugares de la ciudad. Uno de esos lugares estaba cerca de mi casa. Era la plazuela Vicuña Mackenna, en la avenida Argentina con la calle Bolívar. Y en ese triángulo, digamos –14 de febrero era la otra calle-, Recabarren salía con los compañeros. Yo participaba también en esos actos a proclamar la necesidad de apoyar la Revolución bolchevique...

“Nosotros, los jóvenes, creamos una tribuna portátil y a veces salíamos con Recabarren a la calle. Yo andaba con la tribuna al hombro: era chiquillo, muchacho todavía. Y entonces, en cualquier lugar donde nos permitían las autoridades, plantábamos la tribuna y Recabarren empezaba a hablar”.

Cinco años después del triunfo de la Revolución en Rusia, Recabarren viajó a ese país.

El 9 de octubre de 1922, inició su viaje a Europa. Iba a participar en calidad de delegado de la Federación Obrera de Chile, FOCH, en el Segundo Congreso de la Internacional Sindical Roja, y a representar al Partido Comunista de Chile en el Cuarto Congreso de la Internacional Comunista. Ambos eventos a efectuarse en Moscú.

En marzo de 1923 se publicó en Santiago “La Rusia Obrera y Campesina. Algo de lo visto en su viaje por Luis Emilio Recabarren”. Un folleto de 94 páginas.

Explicaba su autor: “Fui a ver si la clase trabajadora tenía en sus manos la dirección del poder económico, con el cual irá construyendo su bienestar...

Y pude ver con alegría, que los trabajadores de Rusia, tenían efectivamente en sus manos toda la fuerza del poder político y económico.”

En una “Historia de Chile”, publicada en 1967 por el Instituto de Historia de la Academia de Ciencia de la URSS, se dice: “Luis Emilio Recabarren puede ser considerado el primer historiador chileno de la Revolución Socialista de Octubre”.

LOS PRIMEROS DIPUTADOS COMUNISTAS

Luis Emilio Recabarren y Luis Víctor Cruz, fueron los primeros comunistas elegidos diputados, en un pacto electoral concordado con la Alianza Liberal, uno de cuyos partidos era el Demócrata. Ello ocurrió en las elecciones de marzo de 1921.

Elías Lafertte, en “Vida de un Comunista” relata: “Cuando Recabarren iba a hablar, en la Cámara se producía expectación. Nosotros íbamos a la galería a escucharlo y aplaudirlo. Hablaba ante los honorables, lo mismo que ante los obreros, sin modificar su vocabulario sencillo y claro, su tono tranquilo, sus convicciones firmes. Las cosas que tenía que decir, las decía tranquilamente, impertérrito ante las interrupciones indignadas de sus enemigos de clase. No tenía empacho en plantear las cuestiones más revolucionarias; todo lo exponía con la sinceridad del que tiene bien arraigadas sus convicciones”.

En la sesión de la Cámara del 8 de mayo de 1924, los diputados comunistas Luis Emilio Recabarren y Luis Víctor Cruz protestaron porque el Gobierno de Arturo Alessandri Palma había clausurado el 28 de marzo la única escuela que funcionaba en el centro minero El Taldo –creada y financiada por los trabajadores- con el pretexto de que los alumnos allí cantaban la Internacional.

En su intervención, Recabarren manifestó: “Si de los 500 obreros de la mina, 400 son comunistas, es lógico que sus hijos entonen la canción más popular en el mundo, cuyo

nombre temen los señores diputados burgueses en Chile. Además es una bella canción”.

Uno de los parlamentarios de derecha quiso dárselas de gracioso y ridiculizar a Recabarren e interrumpiéndolo le dijo: “¿Por qué no la canta, honorable colega?

El diputado comunista se puso de pie. Y con desafiante aplomo cantó a todo pulmón:

“Arriba los pobres del mundo

de pie los esclavos sin pan

y gritemos todos unidos

viva la Internacional...”

Talvez, el chileno sea el único parlamento burgués, donde se ha escuchado en una sesión oficial, el himno de los revolucionarios de la tierra.

EDUCADOR DE DIRIGENTES OBREROS

Recabarren, como gran educador, formó muchos líderes obreros. Unos, a través del trabajo directo con él, como es el caso de Elías Lafertte Gaviño que, siendo un sencillo obrero del salitre, llegó a ser fundador del Partido Comunista, secretario general de la FOCH, senador y el primer Presidente de su Partido.

Otro es el caso del ya citado Salvador Ocampo.

Pero hubo obreros que sin actuar junto a él, recibieron su influencia. Uno de ellos, es Juan Vargas Puebla.

En una conversación que tuve con él en enero de 1991 me relató:

“A comienzos de 1924, en el barrio pobre que yo vivía, se hizo un acto en la esquina de Moneda con Cueto, en que se exigía la rebaja de los arriendos. Allí vi y escuché por primera vez a Recabarren, hablando arriba de un cajón azucarero.

El 1º de Mayo de ese mismo año lo escuché tres veces. Primero en un acto unitario efectuado en la Alameda.

Terminado éste, los de la FOCH, con Recabarren a la cabeza, marcharon en dirección al cerro Santa Lucía. Yo, por entonces tenía 16 años de edad y era dirigente de la Juventud anarco-sindicalista. Llevando la bandera de esa juventud, seguí a los fochistas. En la Plaza Vicuña Mackenna, que está junto al cerro, Recabarren se subió a un muro y pronunció un segundo discurso.

Después nos dirigimos al local de la FOCH en la esquina de Agustinas con Tenderini. Era una vieja casa con un balconcito. Desde ahí habló Recabarren dando por finalizada la jornada de ese medio día.

Sin que nadie me lo pidiera y ni estar programado, subí hasta el balcón y dije unas palabras en nombre de los jóvenes anarco sindicalistas. La gente que escuchaba, casi todos comunistas, me aplaudió. Fue la primera ocasión en que hablé en público. Estaba nervioso y emocionado. Cuando finalicé, Recabarren, me acarició la cabeza y me dijo cariñosamente:

-‘Bien muchacho, lo has hecho muy bien’.

Me sentí feliz. Esa fue la segunda y última vez que vi vivo a Recabarren”.

ADIOS AL LÍDER OBRERO

En 1981, Juan Vargas Puebla, estando exiliado en México, escribió:

“Volví a ver al maestro Recabarren el 21 de diciembre de 1924, ahora dormido para siempre en un ataúd, en medio de una severa capilla ardiente en el local de la Unión de Obreros Ferroviarios, en la calle Bascuñan Guerrero Nº 345. Pálido, los ojos cerrados, las manos cruzadas sobre el pecho, cubierto de flores rojas y por las banderas de Chile y del Partido Comunista. Era la expresión más elocuente de la serenidad que lo caracterizó toda su vida de apasionado luchador revolucionario por la causa de la justicia social, del socialismo y del comunismo”. Hasta aquí el testimonio de Juan Vargas Puebla.

Los funerales de Luis Emilio Recabarren, fueron multitudinarios. Una gigantesca columna caminó entre una doble fila de obreros que, tomados de las manos, formaban dos cadenas humanas, que partían desde el local de la calle Bascuñan Guerrero, seguían por Alameda, Estado, Mapocho, Avenida La Paz, hasta el mismo Cementerio General.

“En la plazuela del Cementerio -relata Elías Lafertte- comenzaron los discursos. Simultáneamente, desde pequeñas tribunas, hablaban diez o más oradores. Algunos, a falta de tribunas, se subían a los barrotes de las ventanas de las casas y desde allí despedían los restos de Recabarren. Hubo un instante en que conté hasta quince personas hablando simultáneamente a la muchedumbre”.

EL SUICIDIO

Luis Emilio Recabarren se había suicidado el viernes 19 de diciembre de 1924. Fue algo tan sorpresivo, que muchos pensaron que había sido asesinado. El Partido Comunista y la FOCH actuaron con toda responsabilidad. No escucharon a quienes sugirieron que se culpara de la muerte del líder obrero a los militares que estaban en el poder.

Nombraron una comisión investigadora. Ésta, después de un acucioso estudio llegó a la conclusión que en realidad se había suicidado.

Sobre la causa del suicidio de Recabarren se han tejido muchas fábulas. Se ha escrito que el Maestro se suicidó porque volvió desilusionado de su viaje a Rusia Soviética. Ello es falso. Como ya hemos señalado, al regreso de esa visita, realizada en 1922, escribió y dictó muchas charlas sobre el tema, donde mostró la hermosa experiencia vivida en ese país gobernado por obreros y campesinos. Otros afirman que el golpe de los militares del 11 de septiembre de 1924 lo habría aplastado, porque significaba el derrumbe de toda su obra. Hay testimonios de todo lo contrario.

¿Cuáles fueron las reales causas de que Recabarren se suicidara con una pistola que había comprado en Europa en 1922?

Son varias y complejas.

- Un severo desgaste que le significó dedicar treinta años a una lucha dura, difícil y sin tregua, contra los enemigos de clase.

- La permanente persecución, calumnias y juicios arbitrarios llevados cabo por las autoridades reaccionarias,

- La represión policial, los encarcelamientos y el exilio sufridos;

- Los arteros ataques de una fracción trotskista al interior del Partido;

- Una seria enfermedad al cerebro. Esta habría sido diagnosticada en Europa en 1922. Sufría de terribles dolores de cabeza.

- Falta de un mayor apoyo de sus camaradas.

OPINIONES DEL AUTOR

Al respecto del suicidio del maestro, pensamos que, además de las causas ya enumeradas, existen dos cuestiones que se deben tener en cuenta.

Una, su temor a tener un final no digno de un dirigente obrero. Para pensar esto, nos basamos en algo ocurrido en 1916 y que relata Salvador Ocampo. En una oportunidad Recabarren dijo, conversando con unos obreros, “viviré como Recabarren, seré Recabarren y no llegaré a viejo, porque moriré Recabarren”.

Al pedirle Salvador Ocampo que le explicara que quiso decir con eso, Recabarren le respondió:

“Mira, suponte tú que pasan los años y un día un señor va con un niño en un paseo público y ve a un viejito que le está tirando miguitas de pan a unas palomitas. Y el niño le pregunta al caballero con quien va: ‘Oiga, ¿y ese señor quien será? Entonces el otro le dice: ‘Bueno, ese es Recabarren’. ¿Te imaginas? ¡Yo! A mí las circunstancias del país, las circunstancias políticas, me han colocado en un puesto en que soy una especie de cabeza visible de un movimiento de renovación. ¡Yo no llegaré a eso! ¡Yo no llegaré a eso!”

Pensamos que cuando Recabarren apretó el gatillo de la pistola, tenía clara conciencia que, no por la edad, tenía entonces 48 años y cinco meses, sino por esa maldita enfermedad al cerebro, podría llegar a ser ese viejito que tiraba miguitas a las palomas.

Por otra parte, hemos llegado a la conclusión que Recabarren sufría de depresión endógena. En varias ocasiones en que estaba en los momentos más brillante de su existencia, tenía reacciones muy depresivas. Ello ocurrió, por ejemplo, en 1912.

Y en 1924, poco antes de suicidarse, estaba pleno de energía y entusiasmo durante una gira que realizó al sur, y en un Congreso de los Empleados Particulares, en el que tuvo un brillante desempeño. También por esos días había escrito una carta a los compañeros de Antofagasta anunciándoles visita para fin de año.

UN HOMBRE EXCEPCIONAL

Luis Emilio Recabarren fue un revolucionario consecuente. Un hombre extraordinario, fuera de serie. Pero un hombre, al fin y al cabo. Con virtudes y cualidades sobresalientes. También con debilidades y defectos.

Naturalmente no nació revolucionario. Se fue forjando a través de un proceso, no libre de contradicciones.

Fue un obrero, por ello su relación con el proletariado no era la de un elemento extraño a él. Era uno de sus iguales.

De fuerte personalidad, sufría –sin embargo- momentos de hondas depresiones.

Sentimental y sensible, de un profundo humanismo. De una honestidad a toda prueba.

Es el padre del movimiento obrero chileno, fundador del Partido Comunista, creador de la prensa obrera, impulsor del teatro proletario.

PRESENTE, HOY Y SIEMPRE

Su ejemplo sigue vivo.

Su vida, obra y su pensamiento, así como sus palabras, tienen hoy total vigencia..

En cada acción, en cada combate que libramos, está el Maestro presente.

Marcha con nosotros en la dura lucha de cada día.

Es bandera de todos los revolucionarios consecuentes.

Colaboración de: Círculo Virtual de Estudios Históricos - Políticos

VER:

FUNERAL DE LUIS EMILIO RECABARREN


RECABARREN

BOCETO DE SU VIDA Y SU OBRA

por Carlos Contreras Labarca