Iván Ljubetic Vargas, historiador del
Centro de Extensión e Investigación
Luis Emilio Recabarren, CEILER
El Partido Comunista de
Chile fue uno de los primeros partidos revolucionarios surgidos en el mundo. En Chile, es el segundo más antiguo. Sólo el
Partido Radical se fundó antes.
Fue necesario que se
conjugaran dos factores para que naciera el partido revolucionario de la clase
trabajadora.
Uno objetivo: la
existencia de una combativa clase obrera. Otro subjetivo: las ideas
revolucionarias del marxismo.
Ambos factores, maduraron en un período que el historiador
Hernán Ramírez Necochea
denominó “Una especie de Prehistoria del Partido Comunista de
Chile”.
EL FACTOR
OBJETIVO
Esta Prehistoria se
inició en los años 20 del siglo XIX, con
el surgimiento de los primeros destacamentos obreros. Estos nacieron en la Región de Atacama, al
aparecer formas capitalistas de producción
en las faenas mineras y otras actividades,
como obras públicas, fundiciones, fábricas, transporte.
La clase trabajadora nació
combatiendo. Ya en el año 1834 estalló la primera huelga obrera de la historia
de Chile, en el mineral de plata de Chañarcillo, ubicado cerca de Copiapó, en
la provincia de Atacama.
En el siglo XIX
contabilizamos 110 huelgas obreras en Chile.
En 1883 finalizó la Guerra del Salitre, que
Recabarren, con toda razón, llamó “guerra
de conquista de 1879, en que la clase gobernante de Chile se anexó la región salitrera”.
A partir de ese momento
fueron incorporadas al territorio nacional las provincias de Tarapacá y
Antofagasta, pasando a formar parte del proletariado chileno los trabajadores
que laboraban en ellas.
En 1890, asalariados de
la provincia de Tarapacá fundaron la primera organización obrera, llamada “La
Unión es Fuerza”.
EL FACTOR
SUBJETIVO
En 1982 llegaron a Chile
las ideas revolucionarias del “Manifiesto del Partido Comunista”, escrito por
Carlos Marx y Federico Engels en 1848.
En 1894, Luis Emilio
Recabarren, el más grande líder de los trabajadores y la más importante
personalidad de la historia de Chile, se inició en la lucha social. Por
entonces tenía 18 años y se incorporó al Partido Demócrata.
Recabarren había nacido
en Valparaíso, el 6 de julio 1876.
Sólo pudo estudiar tres
años en una escuela de ese puerto. En 1890, su familia se trasladó a Santiago,
donde comenzó a trabajar, a la edad de
14 años, como obrero tipógrafo en una Imprenta.
A pesar de ser duramente
explotado, tuvo el valor de leer, de estudiar por su cuenta. Fue un
autodidacta. Y lo más importante, es que puso sus conocimientos al servicio de
sus hermanos de clase.
SURGEN LAS
SECCIONES SOCIALISTAS
En la edición del 21 de
mayo de 1912 de ‘El Despertar de los Trabajadores’, de Iquique, escribió
Recabarren un artículo titulado “Vamos al Socialismo”, donde relata: “Desde que se inició la reorganización del
Partido Demócrata en esta provincia, se inició
también una tendencia bien marcada para que nuestra organización fuera
envuelta en la idea socialista y tomando su propio nombre.
Tan es así que un buen
número de las nuevas agrupaciones de la pampa, tomaron el nombre de
socialistas, manifestando con ello querer avanzar en las ideas y en la acción”.
Recabarren finalizaba su
artículo diciendo: “Alcemos bien nuestra frente y sin vacilaciones fundemos
aquí el formidable pedestal del Partido Socialista de Chile”.
TAMBIÉN EN
MAGALLANES
‘El Despertar de los Trabajadores’ publicó el
27 de agosto de 1912 una carta enviada por el Partido Socialista chileno de
Punta Arenas, de fecha 11 de julio de
1912, donde se decía:
“Señores
Miembros del Partido
Socialista Obrero.
Iquique.
Apreciados compañeros:
Por el importante órgano
del proletariado de esa ciudad, ‘El Despertar’, hemos podido informarnos de que
con fecha 23 de mayo del año en curso se ha formado en esa el Partido
Socialista.
El 21 de ese mismo mes
quedaba organizado en este otro extremo de la República ese mismo gran
partido que esperamos y deseamos eche hondas raíces en nuestra nación y sea el
salvador de nuestra patria.
Cúmplenos, pues,
ofrecerles nuestra más franca adhesión...
Por los compañeros, Luis E. Mart.”
En el extremo sur del
país había surgido la clase obrera en las faenas de la ganadería e industrias
derivadas de ella, en los años 80 del
siglo XIX. En 1896 se fundó la primera organización obrera y el 17 de abril de
1897 estalló la primera huelga de trabajadores.
LA FUNDACIÓN
Así se fueron creando
las condiciones para la fundación del Partido Comunista de Chile.
Era la época de oro del
salitre. Funcionaban 170 oficinas salitreras, en las que laboraban cerca de 50
mil pampinos. La provincia de Tarapacá
bullía en actividad.
En Iquique, corazón
palpitante de esa región, treinta revolucionarios, encabezados por Recabarren,
se reunieron el 4 de junio de 1912, en una casona ubicada en calle Barros Arana
Nº 9 de ese puerto.
Otros participantes en
esa sesión fueron Elías Lafertte; Teresa Flores, única mujer fundadora de un
partido en Chile; el ecuatoriano David Barnes; el español, Nicolás Aguirre
Bretón; Néstor Recabarren, Ruperto Gil, Enrique Salas, Salvador Barra Woll.
Allí se fundó el Partido
Comunista de Chile. Nació con el nombre de Partido Obrero Socialista, porque en
esa época todos los partidos revolucionarios de la tierra se llamaban
socialista o socialdemócrata.
Durante casi tres años el
Partido careció de una estructura nacional. Las diversas secciones del país
tenían por centro de orientación e información a Recabarren.
CON ESTRUCTURA NACIONAL
Esta situación se superó con la realización del Primer
Congreso, el 1 y 2 de mayo de 1915.
Lo presidió Luis Emilio Recabarren, quien con fecha
26 de mayo de 1915, escribió en ‘El Despertar de los Trabajadores’ de Iquique:
“Con la realización del Congreso el naciente Partido
Socialista, que sólo cuenta con 18 secciones desde Pisagua a Punta Arenas ha
afirmado su unidad nacional, porque todas las secciones se han dado un programa
y un reglamento general, por el cual se regirán en el desarrollo de su labor
interna.
“El Congreso ha creado también el Comité Ejecutivo
Nacional del Partido, que residirá en Valparaíso hasta septiembre de 1916” .
PADRE DEL MOVIMIENTO OBRERO
CHILENO
Al adquirir conciencia de clase
amplios sectores de trabajadores, al fundarse el Partido Comunista y surgir el
sindicalismo clasista, nació el Movimiento Obrero chileno. Ello ocurrió en el
segundo decenio del siglo XX y fue fruto, en parte decisiva, de la obra de Luis
Emilio Recabarren.
El Movimiento Obrero jugará un rol
cada vez más influyente en la
Historia de Chile y su mayor conquista la constituirá el
Gobierno de Salvador Allende.
EL PC DE CHILE Y LA
CRISIS DE LA II INTERNACIONAL
Al estallar en julio de
1914 la Primera Guerra
Mundial, los dirigentes de la Segunda Internacional traicionaron los principios
del internacionalismo proletario, al llamar a los obreros de los países involucrados en ese conflicto bélico, a
defender sus patrias, es decir, a
matarse entre ellos, en aras de los intereses de sus patrones.
Se produjo lo que Lenin
llamó la “bancarrota de la Segunda Internacional ”.
Esta traición de los
dirigentes de la
Segunda Internacional produjo una profunda crisis en los
partidos obreros. Estos se dividieron, surgiendo colectividades revolucionarias, que fueron adoptando el
nombre de comunistas.
En el mundo, sólo dos
partidos obreros no sufrieron esa crisis y se mantuvieron como un todo con las
posiciones revolucionarias. Fueron el Partido de Lenin en Rusia y el Partido de
Recabarren en Chile.
El 7 de noviembre de
1917, los comunistas rusos llevaron a cabo la Revolución Socialista ,
uno de los acontecimientos más importantes de la historia de la humanidad.
Convocados por Lenin, se
reunieron en Moscú representantes de numerosos partidos revolucionarios. De ese
encuentro surgió, el 6 de marzo de 1919,
la Tercera
Internacional , también llamada Internacional Comunista o
Komintern.
LA ADHESIÓN DE LOS COMUNISTAS CHILENOS
Los días 25 y 26 de diciembre de 1920 se realizó en
Valparaíso el Tercer Congreso Nacional del Partido Comunista de Chile.
Este evento aprobó la proposición de Recabarren de
adherirse a la
Internacional Comunista , luego que todas las secciones del
país aprobaran este importante paso. El debate en las secciones tuvo lugar en
1921. Todas estuvieron de acuerdo con
incorporarse a la
Internacional.
El Cuarto Congreso Nacional, efectuado en Rancagua
el 1 y 2 de enero de 1922, ratificó la adhesión a la Internacional Comunista.
Y, cumpliendo con una de las 21
condiciones para ingresarse a ella,
cambió el nombre por el de
Partido Comunista de Chile.
Cambió sólo el nombre, pues se mantuvieron los dos
mil militantes, siguieron los mismos dirigentes, el Programa, los Estatutos y
una estructura orgánica en base a secciones que funcionaban como asambleas y un
débil Comité Ejecutivo Nacional.
Por tanto, en
1922 no hubo fundación ni refundación del Partido Comunista de Chile.
Al cumplir los comunistas chilenos 108 años de
historia, renuevan sus ideales marxistas-leninistas y continúan, fieles a la
herencia de Luis Emilio Recabarren y otros
fundadores, su inclaudicable lucha por un Chile mejor.