Hace 106 años:
FUNDACIÓN DEL PARTIDO COMUNISTA DE CHILE
Iván Ljubetic Vargas
“Y este habitante transformado
que se construyó en el combate,
este organismo valeroso,
esta implacable tentativa,
este metal inalterable,
esta unidad de los dolores,
esta fortaleza del hombre,
este camino hacia mañana,
esta cordillera infinita,
este armamento de los pobres,
salió de aquellos sufrimientos,
de lo más hondo de la patria,
de lo más duro y más golpeado,
de lo más alto y más eterno
y se llamó Partido.
PARTIDO
COMUNISTA.”
(Pablo
Neruda: “Canto General”)
1912 fue
la época de oro del salitre. Funcionaban
170 oficinas salitreras, que empleaban el Sistema Shanks, que requiere
abundante mano de obra. Laboraban cerca
de 50 mil obreros, que aportaban el 52% de los ingresos ordinarios del
país. El norte Grande, en especial la
región de Tarapacá, bullía en actividad.
En ese
escenario nació el Partido Comunista. El
4 de junio de 1912, se reunieron alrededor de treinta revolucionarios en el local de “El Despertar
de los Trabajadores”, ubicado en calle
Barros Arana Nº 9 de la ciudad de
Iquique.
La
proposición de Recabarren de constituir una nueva organización fue aprobada por
unanimidad. Por mayoría, se resolvió
denominarla Partido Obrero Socialista. Por entonces los partidos
revolucionarios se llamaban socialistas o socialdemócrata.
LOS FUNDADORES
En el Acta
Oficial de esa reunión del 4 de junio, publicada en “El Despertar de los
Trabajadores”, de Iquique, con fecha 6
de junio de 1912, se mencionaban 27 nombre de participantes en ella y se
agregaban: “y otros amigos”.
Los
fundadores del Partido, según esa Acta Oficial fueron: Luis Emilio Recabarren (Presidente), Enrique
Salas (Vicepresidente), Néstor Recabarren (Secretario), Ruperto Gil
(Secretario), David Barnes (ciudadano ecuatoriano,Tesorero), E. Aguirre Bretón ( ciudadano español,
delegado), Teresa Flores (única mujer fundadora del PC), Elías Lafertte,
L. Zavala, J. Faúndez, E.
Jorquera, L. Vargas, E. Díaz, J.
Francisco García, Luis Figueroa, Ladislao Córdova, D. M.
Agüero, Juan Alvarez, R.
Olivares, A. López, E. Corbetto, José del Carmen Aliaga Véliz, A.
Martínez, Salvador Barra Woll y Miguel Carrasco. En total, veintisiete.
En otras
versiones de esa sesión constituyente del Partido, se entregaron siete nombres más: Emilio Alvarado, Julio
Arredondo, Facundo Castro, Vicente Cortez, Eleodoro Rodríguez, Gregorio Salinas
e Ignacio Salinas. Pensamos que éstos podrían ser los mencionados como “otros
amigos” en el Acta.
MÁS
ANTECEDENTES
En ese
documento, partida de nacimiento del Partido Comunista -según afirma Orlando
Millas en su trabajo “Medio siglo de Partido Obrero en Chile”, publicado en
revista ‘Principios’ Nº 90, julio -agosto
de 1962- se señalaba
“Se dio
cuenta que la anterior Asamblea había nombrado una comisión que actualmente
redacta las bases y reglamentos del nuevo Partido, los que una vez terminados
serán presentados a las Asambleas y respectivamente a las seccionales”.
Ese mismo día 4 de junio, se constituyó el Partido en la Oficina
salitrera “Abra”. Casi simultáneamente
surgió en Punta Arenas. Poco después se
organizaron las secciones de Tocopilla, Antofagasta y Taltal. Algo más tarde, las de Valparaíso, Santiago,
Concepción, zona del carbón y otras ciudades.
SURGE DEL
PARTIDO DEMÓCRATA
Con fecha
18 de febrero de 1913, apareció en le
periódico ‘El Despertar del Trabajadores’, de Iquique, un Informe de Luis
Emilio Recabarren dirigido a la Segunda Internacional y titulado ‘La
Labor Obrera en Tarapacá’. En él se afirmaba: “En enero de 1912, no existía en
Tarapacá organización obrera ni socialista, con excepción de la Cooperativa
Obrera Tipográfica y el gremio de cargadores y panaderos... Agregaba que “en el mes de junio, 22 secciones del
Partido Demócrata se transformaron en Partido Socialista y continúan una marcha
regular, desde el punto de vista orgánico político”.
Las
secciones de Tarapacá a las que hacía mención Recabarren eran: Iquique, Centro Lagunas, Gloria, Primitiva,
San Pablo, Argentina, Alianza, Rosario de Huara, Cala Cala, Cholita, Barcelona,
Ramírez, Bellavista, Amelia, Abra, Jazpampa, Pan de Azúcar, Agua Santa, San
Lorenzo, San Remigio, Pozo Almonte y Pisagua.
AÚN PENABA LA MASACRE de 1907
En ese
mismo Informe se sostenía que al iniciarse 1912, junto con el auge de la
industria del salitre, Tarapacá aún vivía con el recuerdo y las hondas
cicatrices dejadas por la masacre de la Escuela Santa María de Iquique. Durante ese año “el espíritu obrero muy
decaído por la cruel matanza en la huelga de 1907, recién empieza a
reanimarse”.
Fue en
estas condiciones, que revolucionarios
chilenos dieron nacimiento al Partido de la Clase Obrera.
UN PARTIDO PARA LA REVOLUCIÓN
Marx y Engels escribieron en el ‘Manifiesto del Partido Comunista’,
editado el 24 de febrero de 1848: “Los
comunistas sólo se distinguen de los demás partidos proletarios en que, por una
parte, en las diferentes luchas nacionales de los proletarios, destacan y hacen
valer los intereses comunes a todo el proletariado, independientemente de la
nacionalidad; y, por otra parte, en que, en las diferentes fases de desarrollo
por que pasa la lucha entre el proletariado y la burguesía representan siempre
los intereses del movimiento en su conjunto...
El
objetivo inmediato de los comunistas es el mismo que el de todos los demás
partidos proletarios:constitución de los proletarios en clase, derrocamiento de
la dominación burguesa, conquista del poder político por el proletariado”.
ARREBATAR EL PODER A LA
BURGUESÍA
En el
Programa del POS, publicado como folletín por “El Despertar de los Trabajadores”, entre el 8 de octubre y el
21 de noviembre de 1912, se sostiene:
“Considerando
que la necesidad, la razón y la justicia exigen que la desigualdad y el
antagonismo entre una y otra clase desaparezcan, reformando o destruyendo el
estado social que produce.
El Partido
Obrero Socialista expone que el fin de sus aspiraciones es la emancipación
total de la Humanidad, aboliendo las diferencias de clases y convirtiendo a
todos en una sola clase de trabajadores, dueños del fruto de su trabajo,
libres, iguales, honrados e inteligentes, y la implantación de un régimen en
que la producción sea un factor común y común sea también el goce de sus
productos. Esto es, la transformación de
la propiedad individual en la propiedad colectiva o común...
“Realizaremos
lucha política, para arrebatar a la burguesía el poder político dominante en el
actual estado de cosas.”
COINCIDEN EN VARIOS ASPECTOS
Resulta
evidente la influencia que en ese primer Programa del Partido Comunista de
Chile tuvo el Manifiesto del Partido Comunista, cuya primera edición se hizo en
Londres, en alemán, el 24 de febrero de 1848.
Veamos algunas de las coincidencias entre ambos documentos.
MANIFIESTO
COMUNISTA (1848) PROGRAMA DEL PC
DE CHILE (1912)
“Un
fantasma recorre Europa: “Los enemigos del socialismo
el
fantasma del comunismo” lo
desfiguran y presentan su
doctrina muy
distinta de lo
que
es en su realidad”
“La
historia de todas las so- “Las clases existen. Son un
ciedades
hasta nuestros días hecho. Desde que existen cla-
es la
historia de las luchas ses,
existe lucha entre ellas”.
de
clases”.
“En
sustitución de la antigua “El
fin de sus aspiraciones
sociedad
burgués, con sus cla- (del
Partido) es la emancipa-
ses y
antagonismos de clase,
ción total de la humanidad,
surgirán
de una asociación en que
aboliendo las diferencias de
el libre
desenvolvimiento de ca-
clases y convirtiendo a todos
da uno
será la condición del en una sola clase de trabaja-
libre
desenvolvimiento de todos” dores, dueños de los frutos
del trabajo, libres, iguales,
honrados e inteligentes”.
“El
Gobierno del Estado moderno “Los
privilegios de la burgue-
no es más
que una junta que ad-
sía están garantizados por el
ministra
los negocios comunes poder político, el que tiene
de la
clase burguesa” en sus manos y con el cual dis-
dispone de las fuerzas
opresoras”
“El rasgo
distintivo del comu- “La transformación de la pro-
nismo no
es la abolición de la piedad privada en colectiva no
propiedad
en general, sino la significa en ningún caso un
abolición
de la propiedad bur- despojo de los bienes necesa-
guesa”. rios para el individuo en be-
neficio de la comunidad”.
“La
propiedad privada burguesa
“La existencia de la propie-
moderna es
la última y más aca- dad privada y su consagración
bada expresión
del modo de pro- presente es la causa motriz
ducción y
de apropiación de lo de todos los males existen-
producido
basado en los antago- tes.
Por eso es que el socia-
nismos de
clase, en la explota- lismo ha nacido como remedio
ción de
los unos por los otros. ineludible para este mal social”.
En este
sentido, los comunistas
puede
reasumir su teoría en esta
fórmula
única: abolición de la
propiedad
privada”.
LOS PRIMEROS ESTATUTOS
En los
Estatutos o Reglamento del Partido, incluido es el mismo folletín, se señala:
“Artículo
1.- El Partido Obrero Socialista es
fundado con el objeto de reunir todas las fuerzas proletarias del país, a fin
de mejorar de común acuerdo, la suerte del proletariado”.
“Artículo
2. - Para cumplir esta tarea y para
realizar enseguida su objetivo más elevado:
la demanda completa de los trabajadores, el Partido se organizará sobre
el terreno económico y político”.
Con toda
razón, pudo manifestar Recabarren en su discurso ante la Cámara de Diputados,
el 15 de julio de 1921: “El Partido Socialista desde el año 12 ha acogido las
ideas comunistas”.
LOS PRIMEROS PASOS
Elías Lafertte relata en ‘Vida de un Comunista’:
“Nuestra
ideología, en aquella época, era muy incipiente. Creo que ninguno de nosotros –salvo
Recabarren- había leído a Marx o Engels.
Los libros de estos pensadores eran escasísimos. Indudablemente el hombre más capacitado de
todos los que formábamos en el movimiento era Recabarren, pero entre Recabarren
y nosotros había una enorme distancia en cuanto a preparación, madurez política
y formación ideológica. No éramos
propiamente marxistas. El marxismo llegó
al POS andando el tiempo, a través de los estudios, de los libros que vinieron
de Europa, de las relaciones internacionales, de los viajes de los compañeros y
de la cooperación de la Internacional Comunista. Pero teníamos en nuestro interior, me refiero
a los militantes socialistas, la materia prima para forjar luchadores: la capacidad de lucha, la resistencia a la
injusticia, el espíritu de organización, el sentimiento de la unidad, el
orgullo proletario, y sobre todo, el sentido de clase”
UN EDUCADOR COLECTIVO
Con esas
cualidades y limitaciones, el Partido realizó valiosas tareas en los años
iniciales de su existencia. En 1912, por
ejemplo, llevó adelante una importante labor de educación política en Tarapacá.
En el Informe a la Segunda Internacional ya citado, Recabarren señalaba: Las
conferencias efectuadas “pasan de 60, con unos 20 oradores. Temas: explicación de la doctrina socialista,
medios de lucha, organización obrera, cooperativas, crítica, anticlericalismo,
antimilitarismo. Entre los oradores de
que dispone la organización obrera se cuenta una niña de 14 años, Rebeca
Barnes, y una joven de 22 Teresa Flores...
Las conferencias, la prensa y los folletos van produciendo buenos
resultados en la formación de la conciencia”.
HACIA LOS OBREROS Y LAS MUJERES
Desde los
primeros meses de la existencia del Partido, los comunistas dedicaron serios
esfuerzos a organizar los gremios obreros.
A partir
de 1913, se crearon Centros Femeninos, con el estímulo que significó la visita
de la conferencista española Belén de Sárraga.
En esta labor se destacó Teresa Flores.
Estos Centros Femeninos se adherían públicamente a los postulados del
Partido.
El
desarrollo del movimiento de las mujeres, especialmente significativo en el
norte, tuvo enorme relevancia debido a que ocurrió en momentos que aún
subsistía el reflujo del movimiento sindical, producto de la masacre de la
masacre de la Escuela Santa María de 1907.