Hace 520 años:
EL “DESCUBRIMIENTO” DE AMERICA
Iván Ljubetic Vargas
El “descubrimiento” de América es uno de los tantos mitos creados. Con ello se refieren a la llegada de Cristóbal Colón al nuevo mundo, hecho del cual este 12 de octubre se cumplen 520 años.
¡TIERRA! ¡TIERRA”
En ese día, 12 de octubre de 1492, alrededor
de las dos de la madrugada gritos
lanzados desde la Pinta, una de las tres carabelas que surcaban el Atlántico, despertaron a las tripulaciones:
¡Tierra!..¡Tierra! Era el marinero Rodrigo de
Triana, que había divisado en el horizonte una tenue franja terrestre.
Algunos recibieron la noticia jubilosos. Pero
muchos reaccionaron con incredulidad: ya habían perdido las esperanzas. Pero
todos esperaron expectantes la salida
del sol. Y con los primeros rayos
del astro, las naves se poblaron de gritos
alborozados. Sí, era verdad. A unas dos leguas de distancia divisaron una isla. El tan vapuleado Cristóbal Colón había tenido
razón.
Era la isla de Watling, llamada Guanahaní por
sus habitantes. El genovés la bautizó como San Salvador.
EL
PRIMER INTERCAMBIO
Ya era hora. Desde hacía 70 días habían
zarpado del Puerto de Palos y 35 que
navegaban sin ver más que mar y
cielo, después de haber abandonado la
isla Gomera, una de las Canarias. El desaliento y la desesperación de los
marinos alcanzaban ya su límite
máximo y seguían poniendo proa hacia lo
desconocido. Los alimentos y el agua escaseaban.
En medio de los vítores de los tripulantes,
Colón bajó a tierra y de rodillas en la arena, clavó la cruz y tomó posesión de
esos lugares –naturalmente sin pedir consentimiento a sus habitantes- en nombre
de los Reyes Católicos. Pacíficos nativos salieron a recibirlos. Los recién
llegados les regalaron gorros de colores y cuentas de vidrios. Y recibieron
papagayos y ovillos de algodón. Fue el primer intercambio entre europeos y los
aborígenes.
DIERON
TODO LO QUE TENÍAN
En su Diario escribió Colón, refiriéndose a los arruacos, indígenas
de Guanahaní: “Ellos dieron todo lo que tenían, mas me pareció que era gente
muy pobre de todo”.
(Pasados 520 años desde entonces, los pobres
de América Latina siguen siendo “gente muy pobre de todo”)
EL AMANECER DE LA BURGUESÍA
El motor de ésta y de otras empresas
similares, llevadas a cabo en el siglo XV, fue el interés mercantil. Detrás de
ellas estaba la naciente burguesía.
Hacia fines de la Edad Media, las especias
provenientes de Oriente (pimienta, nuez moscada, clavo de olor, jengibre,
canela) eran artículos indispensable en Europa. Se utilizaban para aliñar y
conservar los alimentos; también se mezclaban con el vino y la cerveza para
darles más sabor. A partir del siglo VIII, las especias y otros productos de
Oriente llegaban, transportados por los
árabes, hasta Bizancio y Alejandría.
Desde esos puntos, comerciantes italianos los llevaban a Europa. Los precios de estos productos eran
muy elevados debido a los numerosos intermediarios, el largo recorrido y la
gran demanda existente. Pero llegaban.
NECESIDAD
DE NUEVAS RUTAS
Sin embargo, todo cambió en el siglo XIV y
especialmente en el XV. Los turcos invadieron el Asia menor y cortaron el
comercio. Los europeos se vieron enfrentados a la necesidad de buscar nuevas rutas para llegar a las tierras de las especias. Existían dos
posibilidades. Una, era navegar por el Atlántico hacia el sur, bordeando la
costa africana y seguir luego por el Indico hacia el Este. Por tanto el centro
de gravedad mercantil se trasladó desde el Mediterráneo al
Atlántico. Dos países, España y Portugal, pasaron a ocupar un primer plano. Por
esto, llegaron a la península Ibérica navegantes italianos y los grandes
mercaderes de la época, entre ellos dos
capitalistas alemanes: los Welser y los Fugger, estos últimos llamados Fúcares
por los españoles.
SABIDURÍA Y AUDACIA DE COLÓN
La segunda posibilidad la concibió el genovés
Cristóbal Colón que, teniendo conocimiento de la redondez de la tierra -idea rechazada entonces por la inmensa
mayoría de la gente- planteó llegar al Oriente navegando hacia el
Occidente. Logró el apoyo de los Reyes Católicos y éstos
reunieron los fondos necesarios con prestamistas burgueses. La leyenda de que
la reina Isabel de Castilla, la Católica, les dio sus joyas a Colón para
financiar su primer viaje, no es más que eso, una leyenda. Un emocionante
relato, pero falso.
Cristóbal Colón, navegante y científico de
grandes méritos, hombre valeroso y osado, se lanzó hacia lo desconocido en
busca de una ruta que lo condujera a la
región de las especias.
Pero no pudo cumplir su objetivo. Un continente se le cruzó en el camino.
Quien abrió el camino hacia la tierra de las
especias resultó ser un portugués, Vasco de Gama, que el 20 de mayo de 1498
ancló en las cercanías de Calcuta. Había navegado costeando Africa occidental,
dobló el Cabo de Buena Esperanza y cruzó
el Océano Indico.
LOS
GENUINOS DESCUBRIDORES
No es el día del descubrimiento de América.
Nuestro continente fue descubierto por sus primitivos habitantes, hace más de
tres decenas de miles de años. En
Chile se ha encontrado el
asentamiento más antiguo de América. Está ubicado en Monte Verde, a 35
kilómetros al Sur Oeste de Puerto Montt. Los restos hallados tienen una antigüedad de más de 30
mil años. Ahí vivieron los genuinos descubridores del nuevo mundo.
Y no se puede hablar de descubrimiento cuando
se llega a una región ya poblada.
EL
CHOQUE DE DOS MUNDOS
¿Se puede llamar a lo ocurrido entonces, un
encuentro de dos culturas? Sí. Pero se trató de un encuentro muy especial, un
verdadero “encontronazo”, como lo calificó acertadamente el escritor
guatemalteco Luis Cardoza y Aragón. Ese hecho abrió paso a la conquista y
colonización, que para los pueblos indígenas tuvo el significado de un genocidio.
Sin duda que el 12 de octubre de 1492 es una
fecha de importancia histórica. A partir de ella se encontraron dos mundos que
se ignoraban. Lo que se descubrió ese día no fue América, sino el mundo. El
primer viaje de los valientes comandados por Colón hizo posible una historia
única de la humanidad.
UN PAPA REPARTE EL NUEVO MUNDO
El mismo año que Colón llegó al nuevo
continente, fue elegido Papa, gracias a turbias maniobras políticas, Rodrigo de
Borgia, con el nombre de Alejandro VI. De vida licenciosa, tuvo varias
concubinas; político y guerrero, unificó Italia venciendo a los Orsini, los
Sforza y los Colonno; protegió las artes. Además dictó la Bula “Inter caetera
divina”, por medio de la cual repartió
el Nuevo Mundo, en nombre de Dios, entre los monarcas de España y Portugal. Las
tierras conquistadas y colonizadas pasaron a ser propiedad privada de los
reyes. Surgieron dificultades entre ellos debido a imprecisiones de la Bula. Se pusieron de acuerdo y firmaron
en 1494 el Tratado de Tordesillas, que determinó que la línea de demarcación
correría a 370 leguas al occidente del Cabo Verde. Las tierras al Este serían
del rey de Portugal; las del Oeste, del monarca español.
El 14 de septiembre de 1519, el emperador
Carlos V incorporó América, a través de un decreto, a la corona de Castilla.
COMO ANIMALES HAMBRIENTOS
Los conquistadores se fueron apoderando del
nuevo continente con una crueldad muy poco cristiana. Detrás de la cruz
llevaban la espada manchada de sangre.
Un cura español dominico, Fray Bartolomé de las
Casas, salió en defensa de los pueblos nativos. Alzó su voz para
denunciar el crimen: “Luego que los españoles conocieron a las ovejas (los
indígenas) como lobos e tigres y leones crudelísimos, de muchos días hambrientos,
se arrojaron sobre ellos. Y otra cosa no han hecho de cuarenta años a esta
parte.”
¡LOS
INDÍGENAS SON SERES HUMANOS!
Fray Bartolomé puso el grito en el cielo y
logró ser escuchado. El 2 de junio de 1537 el Papa Pablo III dictó una Bula donde señalaba que había que tratar a
los indígenas como verdaderos hombres, fieles católicos y capaces de asimilar
los sacramentos. ¡Fue necesario que transcurrieran 45 años desde la llegada de
Colón a América, para que la Iglesia
reconociera que los nativos eran personas poseedoras de alma y razón!.
El padre de Las Casas obtuvo otro triunfo
cuando el emperador Carlos V promulgó en 1542 las llamadas Nuevas Leyes,
prohibiendo, medio siglo después del 12 de octubre de 1492, la esclavitud de
los naturales. A partir de entonces tomará incremento el tráfico de esclavos
negros de Africa, que se había iniciado cuarenta años atrás.
UN MOSAICO DE CULTURAS
A su llegada al Nuevo Mundo, los
conquistadores encontraron un mosaico de culturas.
Desde el punto de su evolución social, en los
pueblos americanos se podían diferenciar tres niveles:
1.
Sociedades estructuradas sobre la división de
clases, con la existencia de un Estado (incas y aztecas);
2.
Sociedades de clase con un Estado en formación
(mayas);
3.
Sociedades en la etapa de la comunidad primitiva,
sin clases ni Estado (por ejemplo, los
mapuches).
Conocido también como el “imperio de los
Incas”, comprendía casi todo el territorio del Perú y Ecuador actuales, así
como una parte considerable de Bolivia, Argentina y Chile. La posición dominante
en el Estado correspondía a la tribu de los incas.
Este Estado mandaba a muchos millones de
súbditos, de tribus y pueblos enteros.
Realizaba guerras interminables para avasallar a tribus y nacionalidades
vecinas.
Tenía una cultura muy avanzada.
Construían hermosos palacios y templos,
adornados de oro y piedras preciosas, donde residían el Inca, la nobleza y los
sacerdotes. Practicaban una agricultura de regadío, con canales y terrazas.
Cultivaban el maíz, la papa, el pimiento. Sólo contaban con un animal
domesticable, la llama, que era propiedad del Inca. Ignoraban la rueda. Poseían
una elevada artesanía: tejidos, construcciones, alfarería y metalurgia. Sabían
fundir el oro, el plomo, el estaño y el cobre. Construían carreteras de 5 o 6
metros de ancho y puentes colgantes. Inventaron una escritura jeroglífica, que
sólo usaban el Inca, altos funcionarios y sacerdotes. También tenían un
calendario; el año, que comenzaba con el solsticio de verano (en diciembre), se
dividía en 365 días, doce meses y cada
mes en cuatro semanas.
El último Inca de Tahuantinsuyo fue
Atahualpa. Hecho prisionero por los conquistadores, ofreció para salvar su vida
llenar la habitación en que estaba preso con oro y plata hasta la altura que
alcazaba su mano. Cumplió. Pero Pizarro lo hizo asesinar por estrangulamiento
el 29 de agosto de 1533.
EL
ESTADO AZTECA
Por muchos siglos existió el Estado esclavista de los aztecas en la meseta México al oeste de
Yucatán. A su cabeza estaba un gobernante con plenos poderes, apoyado por un
amplio aparato estatal y los sacerdotes.
Los aztecas llevaron a cabo numerosas
guerras. La base de su economía era la agricultura. Cultivaban el cacao, el
maíz y el tomate. Tenían una adelantada artesanía. Realizaban un activo
comercio. Poseían escritura. Sobresalían en la arquitectura, la escultura,
pintura y literatura. La mayor parte de las expresiones de su cultura
desapareció al ser destruida bárbaramente Tenochtitlán, su capital, por los
conquistadores encabezados por Hernán Cortés en1521. El último gobernante
azteca fue Cuauhtémoc o Guatemozín, asesinado, luego de salvajes torturas, por
Hernán Cortés el 15 de febrero de 1525.
LA SOCIEDAD MAYA
Las tribus mayas crearon, a comienzos de
nuestra era, una avanzada civilización. Estaban organizados en
ciudades-estados, en la península de Yucatán y regiones vecinas. Era una
sociedad esclavista. A su cabeza estaba un gobernante, los jefes militares y
los sacerdotes. Su economía se basaba en la agricultura. Cultivaban el maíz,
frutas, leguminosas, algodón, cacao. Entre los artesanos había tejedores,
plateros, talladores. Conocían los
rudimentos de las matemáticas, astronomía e historia. Inventaron un calendario,
que calculaba el año con la precisión de un minuto. Tuvieron una escritura
jeroglífica. Fabricaban libros. Los mayas han dejado monumentos espléndidos.
Alejandro Lipschutz escribió al respecto: “En tiempo en que la mayor parte de Europa era todavía bárbara
y salvaje, cubierta de selva virgen, la región del Yucatán estaba cubierta de
ciudades cuyas ruinas nos dejan de más en más estupefactos”.
Así eran los “bárbaros” a los que vinieron a
civilizar los invasores.
¿POR
QUÉ VENCIERON LOS CONQUISTADORES?
No fue, como sostienen algunos, por la
superioridad “racial” de los europeos, sino porque los conquistadores tenían
mayor habilidad en lo político y además
poseían una inmensa superioridad en cuanto a las armas.
En lo político, supieron aprovechar las
contradicciones existentes entre las tribus dominantes y los pueblos esclavizados por ellas. Esta fue la gran debilidad de esas civilizaciones,
las más avanzadas de América precolombina.
En cambio,
los mapuches, que no tenían otras tribus sometidas, no pudieron ser vencidos por los
conquistadores.
Porque, tanto esas civilizaciones, como los pueblos
que vivían en la etapa de la comunidad primitiva, sufrieron el peso de la
superioridad de las armas del invasor. Poseían el arcabuz, la ballesta y el
caballo. Este y la pólvora eran en aquella época, como señaló Fidel Castro “la
bomba atómica de hoy”.