domingo, 21 de octubre de 2012

FASCISMO Y CONTRAREFORMA AGRARIA







El golpe del 11 de septiembre de 1973 abrió el terrible período de la dictadura fascista de Pinochet, que fue una contrarrevolución que se lanzó contra el pueblo de Chile, incluido los pueblos indígenas.

Sobre ello entrega algunos antecedentes un trabajo que presenta el Círculo Virtual de Estudios Histórico-Políticos.

Carlota Espina
Editora







La dictadura y el pueblo mapuche:


        FASCISMO Y  CONTRAREFORMA AGRARIA

                                                                                                 Iván Ljubetic Vargas
 

Con  la Ley 16.640, pero sobre todo con la Ley 17.729,  promulgada por Salvador Allende, los mapuches lograron recuperar una importante cantidad de tierras, que en distintas formas les habían usurpado.

En lo político, obtuvieron  un reconocimiento nunca antes dado por las autoridades chilenas, que les permitió  ser un actor social pleno de derechos.

Pero todo cambió con el golpe del 11 de septiembre de 1973. La dictadura fascista impulsó un profundo proceso de contrarreforma agraria, que revocó los acuerdos y logros alcanzados hasta ese momento y desató el terrorismo de Estado contra el pueblo de Chile, incluida la población indígena.

CONTRA EL PUEBLO MAPUCHE

Las 40 organizaciones mapuches que existían hacia fines del año 1972, y que representaban a este pueblo, desaparecieron, lo mismo que sus dirigentes, después del golpe fascista encabezado por Pinochet.

Fruto del terrorismo de Estado, dejó de existir el movimiento indígena nacional. Corrió la misma suerte que el movimiento obrero chileno.

Como resultado de la contrarreforma agraria, en las comunas de Lautaro, Ercilla, Collipulli, Lumaco, Lonquimay, Carahue y Nueva Imperial fueron devueltos a los antiguos propietarios 98 predios, con un total de 100.392,3 hectáreas, de las 155.11,38 hectáreas que correspondían a los 164 predios expropiados entre 1972 y 1973. Esto significó que el 64,7% de las tierras expropiadas a favor de mapuches, les fueron arrebatadas por la dictadura.

Además se remataron tres predios ocupados por mapuches, con una superficie de 1.478,2 hectáreas y se parcelaron 63 predios, con un total de 53.204,88 hectáreas.

SANGRIENTA REPRESIÓN

El proceso de contrarreforma agraria, estuvo acompañado por una fuerte represión, especialmente violenta en aquellos predios donde la Reforma Agraria había beneficiado a mapuches. Se fusiló y se hizo desaparecer a dirigentes y asentados mapuches, se encarceló y torturó, a la vez que se revocaban la mayoría de los predios donde los mapuches habían recuperado tierras, retrocediendo la situación a los años anteriores  a la Reforma Agraria del Gobierno Popular.

Entonces, retornó la frustración  del pueblo mapuche. Durante la Unidad Popular, por primera vez vieron cómo el Estado trataba de hacer justicia con su causa, y después, con la dictadura,  ese mismo Estado chileno les arrebataba con violencia  todo lo que habían logrado. 

LAS VÍCTIMAS
El Informe Rettig de la Comisión de Verdad y Reconciliación, constata la existencia de 136 mapuches muertos o desaparecidos durante el régimen militar. Estos fueron:

1.Carlos Aillañir Huenchual
35.Alberto Colpihueque
69. Pedro Llanco Catrinelbun
103. Teobaldo Paillacheo C.
2.Cardenio Ancacura Manquian
36.Licán Colpihueque
70. Víctor Llanquien
104. Juan Paillalef Paillalef
3.Alejandro Ancao Paine
37.Francisco Curamil Castillo
71. Nelson Llanquilef V.
105. Julio Paine Lipin
4.Antonio Aninao Morales
38.Domingo Curaqueo Alarcón
72. José Llaulén Antilao
106. Luz Painemán Puel
5.Miguel Antilaf Epulef
39.Pedro Curihual Paillán
73. Juan Lleuquen Leuquen
107. José Panguinamún Ailef
6.Julio Antilef Gaez
40.Mauricio Curiñanco Reyes
74. Paula Loncomilla B.
108. José Pichún Cayul
7.Rubén Antimán Nahuelquín
41.Nelson Curiñir Lincoqueo
75. Mariano Loncopán C.
109. José pilquinao Llaulén
8.Luis Antio Machacán
42.Guillermo Díaz Loncomilla
76. Luis Mahuida Esquivel
110. Mercedes Poldén P.
9.Ivan Aqueveque Antileo
43.Mario Fernández Acum
77. Celia Malihuén Trivilao
111. Francisco Porma Ch.
10.Jose Argel Marilicán
44.Segundo Flores Antivilo
78. Carlos Mansilla Coñuecar
112. Guillermo Puran
11.Luis Aros Huichachán
45. Teófilo González Calulef
79. Leonardo Marillanca G.
113. José Quidiante Q.
12.Moisés Ayanao Montoya
46.Fernando González Calquin
80. Héctor Marillán Becerra.
114. Jaime Quilán Cabezas
13.José Beltrán Meliqueo
47. Jaime González Calquin
81. Pedro Mariqueo M
115. Luis Quinchavil S.
14.José Beltrán Curiche
48. Gervasio Huaquil Calviqueo
82. Juan Mayorga Millán
116. José Ramos Huina
15.María Bustamante Llancamil
49. Roberto Huaqui Barría
83. José Mañao Ampuero
117. Gerardo Ramos Huina
16.José Bórquez Levicán
50. Joel Huaquiñir Benavides
84. Luis Melimán Marín
118. Alberto Reinante Raipán
17.Patricio Calfuquir Henríquez
51. Reinaldo Huentequeo A.
85. José Melillán Llancapani
120. Modesto Reinante Raipán
18.Patricio Canihuante Astudillo
52. Mauricio Huenucoi Antil
86. Jorge Melipillán Aros
121. Luis Catricheo
19.Luis Carfurqir Villalón
53. Domingo Huenul Huaquil
87. José Meliquén
122. José Runca Runca
20.Gregoria Carilaf Huenchupan
54. José Huenumán Huenumán
88. Manuel Melín Pehuén
123. Alejandro Salgado Troquián
21.Manuel Catalán Paillal
55. Oscar Hueravilo Saavedra
89. Juan Milla Montuy
124. Carlos Santibáñez Nahuel
22.Samuel Catalán Lincoleo
56.Samuel Huichallán Lanquilen
90. Francisco Millahuinca A.
125. Luis Torres Antinao
23.Reinaldo Catriel Catrileo
57. José Hinostroza Ñanco
91. Pedro Millalén Huenchuñir
126. Juan Tracal Huenchumán
24.Mauricio Cayuan Caniuqueo
58. Segundo Lepín Antilaf
92. Jaime Millanao Canihuan
127 Alejandro Tracanao Pincheira
25.Carlos Cayumán Cayumán
59. Rodolfo Leveque Carrasco
93. Víctor Molfiqueo
128. José Tracanao Pincheira
26.José Cayunao Villalobos
60. Raúl Leveque Carrasco
94. Juan Nahuel Huaquimil
129. Eliseo Tracanao V
27.Juan Cheuquepán Levimilla
61. Alfredo Levocoy Emelcoy
95. Bernardo Nahelcoy Ch.
130. José Tranamil Pereira
28.Manuel Cheuquelao Millanao
62. Andrés Levio Llaupe
96. Víctor Nahuelpán
131. José Vidal Panguilef
29.Juana Cofré Catril
63. Francisco Lincopán Calfulaf
97. José Neicul Paisil
132. Miguel Yaufulén Mañil
30.Juan Colihuinca Railaf
64. Manuel Lizama Cariqueo
98. José Ñanco
133. JoséYaufulén Mañil
31.Juan Carlos R. Colipán
65. Mónica Llanca Iturra
99. Juan Ñancufil Reuque
134. Oscar Yaufulén Mañil
32.Carlos Collao Sarpi
66. Juan Llanca Rodas
100. José Ñancumán M
135. Antonio Yaufulén Mañil
33.Heriberto Collío Naín
67. Leandro Llancaleo C.
101. Julio Ñiripil Paillao
136. Ariel Zúñiga Llanquilef
34.Pedro Colpiante Caihuán
68. Segundo Llancaleo Millán
102. José Pailamilla



UN DECRETO LEY ANTIINDÍGENA
La dictadura fascista suprimió el Instituto de Desarrollo Indígena, con lo cual la Ley indígena 17.729, promulgada por el gobierno de Salvador Allende no tuvo ninguna aplicación práctica. De esta forma, hasta el año 1979 no se aplicó ninguna legislación ni política pública en materia indígena. Pero ese año la dictadura promulgó el Decreto  Ley 2.568,  con el objetivo de liquidar  las comunidades mapuches.

LA “CAUSA” DE LA POBREZA DEL MAPUCHE

Los sectores reaccionarios postulaban, desde comienzos del siglo XX,   la división de las comunidades mapuches,  usando el argumento  que la causa de la pobreza indígena consistía en  que no tenían propiedad privada. Los misioneros capuchinos  predicaban: ¡sin  propiedad privada no hay progreso!

Entre 1927 y 1978, alrededor de 600 comunidades fueron divididas en Arauco y Malleco. La práctica demostró que en esas comunidades divididas no hubo mayor progreso que en las otras. Quedó comprobado que la pobreza mapuche no era consecuencia de la ausencia de propiedad privada.

En 1978 la dictadura  impuso una legislación  indígena que, a través  del Decreto Ley 2.568, dividía  las comunidades, a pesar de la  oposición del pueblo mapuche.

LIQUIDANDO LAS COMUNIDADES

La aplicación de éste  decreto produjo la división y, con ello, la liquidación de las comunidades mapuches, legitimando la propiedad privada al interior de los Títulos de Merced, constituyendo hijuelas individuales. Desapareció   así, no sólo la propiedad colectiva, sino que  se produjo la desintegración de la comunidad social y cultural tradicional, base de la identidad del pueblo mapuche.

Algo más. Al producirse la división de la comunidad, el título de propiedad se entregaba a quien vivía en el campo, y se declaraba a todo el que no lo  habitaba en ese momento, como ausente. De esta manera muchos mapuches que vivían en la ciudad o estaban temporalmente fuera de la comunidad, fueron desheredados legalmente de su comunidad, generando un serio conflicto entre los mapuches del campo y los de la ciudad.

POR DECRETO DESAPARECE EL MAPUCHE

Por otro lado, con la supresión del Instituto de Desarrollo Indígena, cuyas funciones fueron traspasadas al Departamento de Asuntos Indígenas (DASIN) del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP), se suprimieron también los programas especiales para los indígenas. El mapuche pasó a ser ahora un ciudadano más, sin tomar en cuenta su singularidad étnica y cultural.

La Ley era de una claridad absoluta, se perseguía acabar con la condición de indígena. El artículo 1º establecía que las hijuelas resultantes del proceso de división de comunidades, dejarán de ser tierras indígenas e indígenas sus habitantes.

Según informaba El Diario Austral, de Temuco, del 23 de agosto de 1978, el Ministro de Agricultura de la época señaló “la nueva ley implica un nuevo enfoque: en Chile no hay indígenas, son todos chilenos”.

El D. L. 2.568 sería modificado por el D. L. 2.750 de 1979, sin embargo se mantendrían sus principios y orientaciones.

AUMENTA LA POBREZA

Entre 1979 y 1988 se dividieron 2.918 comunidades mapuches dando lugar a la creación de 73.444 hijuelas con un total de 519.257 hectáreas. Siendo el promedio de hectáreas asignadas a cada hijuela, en la VIII Región de 20,97. En la IX de 5,89 y en la X de 12,80, alcanzando el promedio en las tres regiones a 7,07 hectáreas.

El proceso de división, lejos de mejorar la situación de los mapuches, acrecentó los niveles de pobreza, de desempleo y de la migración. La Araucanía registraba en esos años de la dictadura los niveles de pobreza más altos del país, con un 29,3 % de indigencia y un 30,3 % de pobres no indigentes. Es decir un 60 % de la población regional se encontraba bajo la línea de pobreza dura.