Iván Ljubetic Vargas, historiador
del
Centro de Extensión e Investigación
Luis Emilio Recabarren, CEILER
CAPÍTULO
XXIV: PRIVATIZACIONES Y MOVILIZACIONES ESTUDIANTILES
El 17 de enero de 2010 en la segunda vuelta
electoral de la elección presidencial,
triunfa Piñera. Obtuvo el 51,61% de los votos válidamente emitidos,
superando a Eduardo Frei que obtuvo un 48,38%, poniendo fin a 20 de años de
gobiernos de la Concertación.
El 29 de enero de 2010 fue proclamado
oficialmente por el Tribunal Calificador de Elecciones como Presidente electo
por el periodo constitucional de cuatro
años, que se inició el 11 de marzo de 2010. Su primer gabinete ministerial estaba compuesto de 16 hombres y 6 mujeres,
siendo 4 militantes de RN, 4 de la UDI y 14 independientes. Lo proclamó como un
“gabinete de excelencia”
TERREMOTOS
Pocas semanas antes del inicio de su gobierno,
el 27 de febrero de 2010, un terremoto
de magnitud 8,8 azotó al centro sur del
país, el cual produjo, además, un fuerte tsunami que impactó las costas
chilenas.
La ceremonia de cambio de mando, realizada al
mediodía del día 11 de marzo de 2010, en el Salón de Honor del Congreso
Nacional, contó con la presencia de delegaciones internacionales.
Fue encabezada por el presidente del
Senado, Jorge Pizarro. Estuvo marcada
por un nuevo terremoto de 6,9 grados,
que tuvo lugar a la 11:39 horas y sus sucesivas fuertes réplicas.
FIN
DE “LA NACIÓN”
Se conoció a principios de mayo de 2010 que
Piñera estaba evaluando la venta del diario La Nación, de propiedad del Estado.
El 12 de noviembre, la Junta de Accionistas aprobó el proyecto de terminar con
el diario impreso y continuar sólo como un periódico electrónico, lo cual era
rechazado por los sindicatos de la empresa. El 16 de diciembre de 2010 se
publicó la última edición impresa de La Nación, tras lo cual el medio se
mantiene exclusivamente como un portal informativo en Internet.
El 19 de diciembre se publicó la
última edición en papel de “La Nación Domingo”.
MÁS
PRIVATIZACIONES
Piñera
presentó como una de las formas de financiamiento para reparar los daños
de los sismos, la privatización de la sanitaria Aguas Andinas y la empresa
eléctrica Edelnor. Las acciones se vendieron,
reservándose la CORFO un 5% de las
acciones. Pero los dineros no fueron destinados a la reconstrucción sino a
garantizar créditos a las pymes y a capitalizar empresas estatales.
MOVILIZACIONES
ESTUDIANTILES
Desde mayo de 2011 se realizaron una serie de
manifestaciones realizadas a nivel nacional por estudiantes secundarios y
universitarios. Han sido las movilizaciones más importantes de los últimos años
y una de las mayores desde el retorno a la democracia. Fue la del 2011 la movilización estudiantil
más grande y extensa de la historia del país.
Estas movilizaciones surgieron por el rechazo
de los estudiantes al sistema educacional chileno. Éste provee una amplia
participación del sector privado respecto a la del Estado.
En ese momento, sólo el 25% del sistema
educativo era financiado por el Estado, mientras que las familias de los
estudiantes aportaba el otro 75%. Este sistema fue originado durante la
dictadura a lo largo de los años 1980.
Pinochet
promulgó la Ley Orgánica Constitucional de la Enseñanza (LOCE) cuatro
días antes de entregar el poder. Esta ley dejó al Estado en un rol regulador,
delegando gran parte de la enseñanza al sector privado. Tras la movilización de
2006, conocida como la "Revolución pingüina", la LOCE fue reemplazada
en 2009 por la Ley General de
Educación, que no trajo cambios
significativos a la ley anterior.
Un proyecto de ley que pretendía terminar con
el lucro en la educación básica y media fue rechazado por la UDI, en 2007.
HIDROAYSÉN
El 9 de mayo de 2011, autoridades del gobierno
de Sebastián Piñera aprobaron la construcción del proyecto Hidroaysén, que
incluía cinco centrales hidroeléctricas en la Región de Aysén. La decisión fue
tomada por 11 consejeros, de los cuales 10 fueron votos a favor y sólo 1 fue abstención. El
Comité de Inversiones Extranjeras ya había anticipado, 27 días antes, la
decisión.
En el mes de abril de 2011, el 61% de la ciudadanía manifestó su
posición en contra de su aceptación.
Ello, porque en su opinión, dichas centrales traerían consigo numerosos daños
irreversibles al entorno natural de la región.