Iván Ljubetic Vargas, historiador del CEILER
CAPÍTULO
XL: SOBRE LA SORPRESA DEL FRENTE AMPLIO
Todos fuimos sorprendidos por la votación
alcanzada por Beatriz Sánchez, candidata presidencial del Frente Amplio. El
avance electoral de esta coalición tiene varias causas. Una de ellas, es que el
programa de la candidatura de Alejandro Guillier no fue lo suficiente claro en
temas que están en un primer plano para la gente. Por ejemplo, las AFP y el
litio.
La sorpresa fue resultado de la falta de un
análisis científico durante la campaña electoral. Se impusieron los “errores”
de las encuestas, dedicadas a vaticinar el inminente triunfo del Pillín
de la política chilena.
Pero también faltó un estudio serio de parte
de los partidos políticos. Dicen que después de la batalla todos son generales.
Pero ni siquiera hemos conocido generales autocríticos. Los de la industria de
las encuestas intentaron sacarse los balazos con argumentos que convencieron a
nadie. Del resto sólo hemos conocido el silencio de quienes tienen el deber de
estudiar la realidad electoral.
Sin embargo, sin dejar de reconocer la
sorpresa dada por la votación de Beatriz Sánchez y los altos méritos de
dirigentes y militantes del Frente Amplio, lo ocurrido el domingo 19 de
noviembre de 2017 no es un hecho sin precedentes en la historia de Chile. Algo muy parecido ocurrió en la primera
vuelta de las elecciones presidenciales celebrada el domingo 13 de diciembre de
2009. En esa oportunidad el candidato Marco Enríquez-Ominami obtuvo 1.405.124
votos, el 20,14% de los votos válidamente emitidos.
Beatriz Sánchez alcanzó el 19 de noviembre de
2017 la cantidad de 1.336.622 sufragios, el 20,27% de los votos válidamente
emitidos.
Existe una diferencia entre lo ocurrido en el
2009 y el 2017. Una enorme diferencia. El Frente Amplio quedó ahora con un
importante y decisivo equipo parlamentario: 20 diputados y un senador. Por
partido están distribuído así:
-Revolución Democrática, 10 diputados y 1 senador;
-Partido Humanista, 5 diputados;
-Partido Liberal, 2 diputados;
-Independiente, 1 diputado;
- Partido Igualdad, 1 diputado; y
- Partido Ecologista Verde, 1 diputado.
El potencial del Frente Amplio significa para sus dirigentes una enorme
responsabilidad. En verdad, me han sorprendido las declaraciones de algunos de
ellos, en el sentido que en lo de la segunda vuelta todo está en manos de
Alejandro Guillier, que sólo de él depende cómo voten los que apoyaron a
Beatriz Sánchez.
Pienso
que si sus planteamientos están más cerca de los de la Fuerza de la
Mayoría que los de la derecha, que si de verdad están por impedir la llegada de
Piñera al gobierno, tienen también
responsabilidad de lo que ocurra en el balotaje del 17 de diciembre de
2017. Y deben asumir. Ello, considerando que los partidos de esa
coalición que eligieron parlamentarios
se definen de izquierda.