En
su 125 natalicio:
Iván
Ljubetic Vargas, historiador del
Centro
de Extensión e Investigación
Luis
Emilio Recabarren, CEILER
José de Jesús Alfaro Siqueiros nació en
Chihuahua, el 29 de diciembre de 1896. Pintor
mexicano, figura máxima, junto a Diego Rivera y José Clemente Orozco, del
muralismo mexicano.
En
1914, con apenas dieciséis años, se alistó en el ejército constitucionalista
para luchar en
Durante
su etapa como estudiante participó en la huelga estudiantil de 1911 en
En 1919 viajó a Europa, donde permaneció tres
años. Allí vivió experiencias que
tuvieron importante influencia en él.
En 1921, publicó en Barcelona, España, a revista “Vida
Americana”, donde presentó un manifiesto titulado "Tres llamados a los
artistas plásticos de América", en el que escribe sobre las propuestas
artísticas que tenía pensadas y que creía convenientes para América. Para
entonces, Siqueiros ya había conocido, en lo teórico el marxismo y, en la práctica, había visto la vida cotidiana de los pobres.
Retornó
a México en 1922. Ingresó al Partido
Comunista de México.
En
marzo de 1924 fundó el periódico “El Machete”, publicación oficial del
Sindicato de Obreros, Técnicos, Pintores y Escritores junto con Diego Rivera,
José Clemente Orozco, Xavier Guerrero, entre otros.
Debido
a su militancia en el PC de México dejó de recibir encargos a partir de 1924,
por lo que, al año siguiente, decidió dedicarse exclusivamente a las
actividades políticas.
Participó
en la protesta del 1º de mayo de 1930,
por lo fue encarcelado por un año (sería
encarcelado 6 veces más a lo largo de su vida).
Siqueiros
reiniciaría su trayectoria artística en los años treinta, pero fue la
militancia ideológica la que determinó el rumbo de su vida. En 1930, tras pasar
varios meses en la cárcel por su participación en la manifestación del 1 de
mayo, Siqueiros fue mandado al exilio interior en Taxco.
En
1932 organizó el Sindicato de Pintores, Escultores y Grabadores Revolucionarios
junto con Diego Rivera.
En 1933 escribió "Un llamamiento a las
Plásticas Argentinas", en el diario “Voz Crítica” de Buenos Aires.
En 1937,
estando en Nueva York partió con destino a España, donde los
republicanos, entre ellos los comunistas, combatían contra los fascistas de
Francisco Franco. David Alfaro
Siqueiros no dudó en alistarse como
voluntario para defender
David
Alfaro Siqueiros regresó a México a
finales de 1938. Donde continuó la lucha mediante sus pinceles que había
abandonado en los últimos años para pasar a la acción directa
El 24 de mayo de 1940 participó un atentado
contra León Trotsky, que se encontraba exiliado en México. Debido a ello es condenado a prisión. Se liberó de
la cárcel pero fue obligado a exiliarse.
Su
amigo, Pablo Neruda, hizo gestiones para que viaje a Chile y pinte un mural en
Fue
así, como entre 1941 y 1942, Siqueiros pintó en la ciudad de Chillán el mural
“Muerte al invasor”, que quedó emplazado en
En
él aparecen Cuauhtémoc, José María Morelos, Miguel Hidalgo, Emiliano Zapata,
Adelita de Zapata (que toma el rostro de Angélica Arenal, esposa del autor);
los presidentes Lázaro Cárdenas y Benito Juárez, así como los personajes
chilenos: el toqui Galvarino; Francisco Bilbao, el toqui Caupolicán, el joven
Lautaro, Luis Emilio Recabarren, Bernardo O’Higgins y José Manuel Balmaceda.
Como
si eso no fuera suficiente, Siqueiros se trajo a Chile a su compatriota, el
artista Xavier Guerrero, quien en el mismo colegio pintó el mural “De México a Chile”, otra obra
maestra.
Este
mural tiene 249 metros cuadrados y está
ubicado en un gran salón del segundo piso. Esta magnífica pintura se
despliega por paredes y techo, mostrando
la semejanza que existe en la biografía de México y Chile.
Una
vez fuera del salón, aparece de inmediato el legado de Xavier Guerrero, quien
pinta desde la escalera hasta el primer piso. En su mural se plasma la
solidaridad del pueblo mexicano hacia el pueblo chileno, así como el triunfo
del conocimiento y de los avances científicos sobre la naturaleza. Hay también
una representación de niños jugando y la frase “Gobernar es educar”, lema del
presidente Pedro Aguirre Cerda.
Desde
2004, los murales son considerados Monumento Nacional de Chile, en la categoría
de Monumento Histórico. Esta joya patrimonial que está en Chillán, cuna de la
escultora Marta Colvin, del poeta Gonzalo Rojas, del pianista Claudio Arrau y
de una gran cantidad de arquitectura modernista construida, justamente, luego
del terremoto del 39.
David
Alfaro Siqueiros retornó a México país
en 1944. En 1948 pintó el mural de "Maclovio Herrera", del que se
conserva un estudio titulado "Cabeza De Caballo".
En 1960 fue nuevamente encarcelado, ahora por organizar luchas estudiantiles de
izquierda. Recibió el indulto en 1964.
Para Siqueiros socialismo revolucionario y
modernidad tecnológica eran conceptos íntimamente relacionados. Estaba
convencido de que la naturaleza revolucionaria del arte no dependía tan sólo
del contenido de sus imágenes, sino de la creación de un equivalente estético y
tecnológico en consonancia con los contenidos. Toda su vida artística estuvo
presidida por la voluntad de crear una pintura mural experimental e innovadora.
El
mural que realizó en la sede del Sindicato Mexicano de Electricistas
(1939-1940, Ciudad de México) bajo el título “Retrato de la burguesía”, recoge
el aprendizaje obtenido tras las investigaciones efectuadas a lo largo de toda
la década de los treinta y constituye una de las obras murales más
significativas del siglo XX. Siqueiros eligió para el mural la escalera
principal del edificio.
Fue
militante del Partido Comunista de
México hasta su muerte.
David
Alfaro Siqueiros falleció en Cuernavaca, Morelos, el 6 de enero de 1974 en compañía de Angélica
Arenal Bastar, quien fuera su
inseparable compañera desde
Días
antes de su muerte, Siqueiros donó su casa en Polanco al pueblo de México que,
desde 1969 la había dedicado a Salas de Arte Público y al Museo de Composición de Pintura Mural.
Su
pérdida causó un profundo pesar en aquellos artistas y revolucionarios latinoamericanos y de todo
el mundo que se identificaron con sus luchas y su arte social.
Pablo
Neruda, Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros firman ejemplares de la edición limitada del
“Canto General”, publicada por un grupo de intelectuales latinoamericanos en
1950.