Iván
Ljubetic Vargas, historiador del
Centro de
Extensión e Investigación
Luis
Emilio Recabarren, CEILER
Jack
London nació el 12 de enero de 1876 en
San Francisco (California). Fue autodidacta.
En
1893, se embarcó en una goleta hacía el Japón. Regresó en 1893. Por entonces
Oakland estaba azotado por disturbios laborales. Jack London trabajó en un molino de yute y en una central
eléctrica del ferrocarril.
En
1894 se unió a una marcha de desempleados en protesta a Washington, y comenzó su vida de vagabundo.
Después
de varias experiencias como vagabundo y marinero, London regresó a Oakland. Su primera publicación
fue "Tifón en las costas del Japón”, donde relató sus experiencias como
marino.
El 25 de julio de 1897, London y su cuñado James
Shepard zarparon para unirse a la fiebre del oro de Klondike, donde ambientaría
sus primeras historias importantes.
London
sobrevivió las duras condiciones de Klondike, y esta lucha contra la muerte
inspiró la que a menudo es catalogada como su mejor historia corta: “Para
encender un fuego”.
Jack salió de
Oakland convertido en un partidario activo del socialismo.
Cuando
regresó a esa ciudad en 1898, empezó a luchar seriamente para entrar en la
impresión. Su primera historia
publicada fue To the Man On Trail. Cuando The Overland Monthly le ofreció
únicamente 5 dólares por ella—y tardó en pagarle—Jack London se acercó a un
punto en el que se planteó abandonar su carrera literaria. En sus propias
palabras, "literal y literariamente fui salvado" cuando The Black Cat
(en español "El Gato Negro") aceptó su novela "Un millar de
muertes" pagándole por ella 40 dólares—"el primer dinero que recibí
por una historia".
Entre las obras que vendió a las revistas se
encontraba la historia corta conocida indistintamente como "Batarde"
y "Diable" en dos ediciones de esta y básica historia.
La
pequeña historia para el periódico Saturday Evening Post titulada «La llamada
de la selva» fue algo larga.
El
incidente más serio envolvió al capítulo 7 de
“El talón de hierro”, titulado "La visión del obispo". El
capítulo fue casi idéntico al ensayo irónico de Frank Harris, publicado en
1901, titulado "El obispo de Londres y la moralidad pública". Harris
se indignó y sugirió que debería recibir la sesentava parte de los beneficios
obtenidos por El talón de hierro, el problemático material que constituía
aquella fracción de la novela completa. Jack London insistió en que él había
copiado una reimpresión del artículo el cual apareció en un periódico
estadounidense, y lo creyó como las palabras genuinas pronunciadas por el
Obispo de Londres. Joan London definió esta defensa como "poco
convincente, efectivamente".
MILITANTE COMUNISTA
Jack
London se hizo socialista a la edad de 20 años. Previamente, había estado
poseído de un optimismo reprimido el cual venía de su salud y su fuerza,
actuando de forma individual, trabajando duro y viendo al mundo como algo
bueno. Pero tal como detalla en su ensayo, "Como me convertí en
socialista", sus puntos de vista socialistas comenzaron cuando se abrieron
sus ojos a los miembros de lo más bajo del foso social. Su optimismo e
individualismo perdieron intensidad, y juró que nunca más trabajaría más duro
de lo necesario. Escribe que su individualismo fue machacado, y que renació un
socialista. London se unió primero al Partido Socialista Laboral en abril de
1896. En 1901, abandonó dicho partido y se unió al nuevo Partido Socialista de
América.
En
1896 el periódico “San Francisco
Chronicle” publicó una historia sobre el London de 20 años que en el City Hall
Park de Oakland y de noche, dio una charla acerca de socialismo a la multitud
congregada—una actividad por la cual fue arrestado en 1897.
Fue
presentado como alcalde de Oakland en dos ocasiones: en 1901, resultando no
elegido al recibir 245 votos y en 1905, mejorando su porcentaje de votos (981
votos) pero sin alcanzar su objetivo. London hizo una gira por el país
conferenciando sobre socialismo en el año 1906 y publicó colecciones de ensayos
cuya temática era el socialismo (La guerra de las Clases, 1905; Revolución y
otros Ensayos, 1910).
A
menudo se despedía en sus cartas con la frase "Vuestro para
Es
evidente un punto de vista socialista en sus obras, más notable si cabe en su
novela “El talón de hierro”. El socialismo de Jack London venía del corazón y
de su experiencia en la vida, y no de la teoría o del socialista intelectual. En sus Memorias de Lenin
(1930), su compañera, Nadezhda K. Krupskaya, afirma que dos días antes de su
muerte leyó “Amor a
Jack London se supone que se suicidó el 22 de noviembre de 1916 en Glen Ellen (California) a la edad de 40 años.
Se
duda si su muerte se debió a una sobredosis de morfina accidental. Durante los últimos
años de vida, su salud se deterioró por los efectos de una insuficiencia renal.
Padecía fuertes dolores y se administraba morfina. El certificado de defunción
indica que la causa fue de uremia tras un cólico renal.
Los
periódicos europeos dedicaron más espacio a la noticia de su muerte que a la
del emperador Francisco José de
Austria, fallecido el día anterior.
Los restos mortales de Jack London están
enterrados, junto con los de su esposa Charmian, en el Parque Histórico Jack
London, ubicado en Glen Ellen, California. La humilde tumba está marcada con un
pedrusco mohoso.
La casa de Rancho Hermoso en la que murió London
el 22 de noviembre de 1916
TALÓN DE HIERRO
Es la historia de un socialista revolucionario
quien, como político y líder de masas obreras, busca la génesis de una gran
revuelta para lograr la igualdad y detener el avance de una oligarquía
avasalladora, llamada por él el Talón de Hierro. El texto, encontrado y
examinado con debidas notas al pie por una sociedad del futuro donde estos
abusos ya no ocurren, retrata el momento en que los trabajadores despiertan y
la aristocracia los golpea para reprimir sus luchas por los derechos sociales,
llevando el capitalismo a un extremo autodestructivo.
Si bien esta novela publicada en 1908 fue
considerada una distopía en los Estados Unidos, sus alcances proféticos
incitaron a futuros editores a utilizar portadas con la imagen de Salvador
Allende. Además ejerció una fuerte influencia en otras obras sobre gobiernos
totalitarios, la más famosa de ellas 1984 de George Orwell.
(lapollera.cl/libros/el-talon-de-hierro)