lunes, 7 de marzo de 2022

FEMINISMO Y LUCHAS DE CLASES (I)

 


A propósito del Día internacional de la Mujer

 

 

 

                                       Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                       Centro de Extensión e Investigación

                                       Luis Emilio Recabarren,  CEILER

 

 



 

                                                               “La historia de toda sociedad

                                                                hasta nuestros días no ha

                                                                sido sino la historia de las

                                                                luchas de clases”

                                                               (K. Marx- F. Engels: “Manifiesto

                                                               del Partido Comunista”)

 

 

DEFINICIÓN DE FEMINISMO 

Del latín femIna (“mujer”), el feminismo es la doctrina social favorable a la mujer. Se trata de un movimiento que exige que hombres   y mujeres tengan los mismos  derechos: por lo tanto, concede al género femenino capacidades antes reservadas sólo a los hombres. 

 

SURGIMIENTO 

El feminismo es un movimiento social y político que se inició formalmente a finales del siglo XVIII (en el llamado “Siglo de la Ilustración” o “Siglo de las luces”), aunque sin adoptar todavía este nombre. Nació cuando mujeres, como grupo o colectivo humano, tomaron conciencia de la opresión, dominación, y explotación de que habían sido y eran objeto por parte del colectivo de varones, responsabilizando de ello al patriarcado. Ello las  movió a la acción para la liberación de su sexo con todas las transformaciones de la sociedad que aquella requiera.

Era éste un feminismo “radical”, que  planteaba  que la causa de los problemas de las mujeres estaba sólo en el patriarcado y que, por tanto, la solución era forjar una sociedad sin patriarcado. (El término patriarcado es utilizado para describir una situación de distribución desigual del poder entre hombres y mujeres en la que los varones tienen preeminencia en uno o varios aspectos).

Este feminismo “radical” situaba  en el centro del desarrollo social a las luchas  de géneros y no a las luchas de clases.

 

LOS PRIMEROS PASOS

La primera etapa corresponde  al movimiento feminista que se desarrolló en el  Reino Unido y Estados Unidos, a mediados del siglo XVIII (Con autoras como Mary Wollstonecraft) y principios del siglo XX.

La segunda etapa es conocida como feminismo liberal sufragista, que centró sus objetivos en el  derecho al sufragio y en la educación.

 

 

Sufragistas en París, 1935

 

Las sufragistas son una imagen clara del feminismo del siglo XIX y comienzos del XX, especialmente la acción directa de un sector de las sufragistas británicas. En realidad la reivindicación del voto femenino fue una de las causas principales de movilización de las mujeres. Esto era así porque las feministas pensaban que el voto les daría acceso a los centros de decisión políticos y les permitiría elaborar leyes que abolieran las otras desigualdades sociales. El camino hacia el voto no fue fácil y estuvo lleno de escollos y pequeñas victorias antes de acceder definitivamente al sufragio.

 

EL FEMINISNO COMO MOVIMIENTO ESPONTÁNEO 

Desde el siglo XVIII han existido diversos movimientos por los derechos de las mujeres, han surgido espontáneamente como respuesta a las grandes injusticias, a la discriminación y explotación de las mujeres. Pero todos esos movimientos, sin tener una orientación política acertada, no han podido establecer la causa de fondo de sus problemas ni podrá resolver de raíz las justas reivindicaciones de las mujeres. En la práctica se transforman en movimientos que favorecen al régimen causante de su explotación: el capitalismo, el dominio de la burguesía.

Lenin se pregunta y se responde: “¿Por qué el movimiento espontáneo, el movimiento por la línea de la menor resistencia, conduce precisamente al predominio de la ideología burguesa?

Por la sencilla razón de que la ideología burguesa es, por su origen, mucho más antigua que la ideología socialista, porque su elaboración es más completa y porque  posee medios de difusión incomparablemente mayores” (Lenin: “¿Qué hacer?” en Obras Escogidas en tres tomos. Tomo 1, página 148)