FOTO DE ARCHIVO: OSCAR DANTE CONEJEROS ETCHEVERRY
El Círculo Virtual de Estudios Histórico-Políticos rinde homenaje a Salvador Allende Gossens, en el 105 aniversario de su nacimiento, quien también fue un consecuente internacionalista.
Carlota Espina
Editora
En el 105 natalicio de Salvador Allende:
UN CONSECUENTE INTERNACIONALISTA
Iván Ljubetic Vargas, historiador del
Centro de Extensión e Investigación
Luis Emilio Recabarren, CEILER
“Salvador Allende fue un
consecuente luchador
antiimperialista e internacionalista. En esta
posición se mantuvo
durante su Gobierno y
hasta el fin de sus días”
(Luis Corvalán: “El Gobierno de Salvador Allende”)
Para
Salvador Allende, patriota e internacionalista, no hubo causa progresista en el mundo,
especialmente revolucionaria, con la cual no haya solidarizado.
En
1954, cuando tenía 46 años y era Senador
representando a las provincias de Tarapacá y Antofagasta, visitó la Unión
Soviética y China Popular.
Eran
los tiempos de la guerra fría, en que el
imperialismo tendía una cortina de hielo
a los países socialistas.
El
líder chileno con ese paso desafió al Imperio.
SOLIDARIDAD CON LA REVOLUCIÓN CUBANA
El
1º de enero de 1959 el mundo, y sobre todo América Latina, se estremecieron
con el triunfo de la Revolución
cubana. Allende, a la fecha
Vicepresidente del Senado, viajó de inmediato a entregar su apoyo a los
revolucionarios de la Isla.
Llegó
a La Habana el 20 de enero. Y le ocurrió un hecho poco conocido. Apenas se
había instalado en el hotel, cuando le llamó la atención el bullicio que venía de afuera. Se asomó. Vio un sorprende
espectáculo: al son de una briosa música desfilaban doscientos policías estadounidenses,
encabezados por el Alcalde de Miami. Indignado, al creer que ello evidenciaba
la influencia de Estados Unidos sobre los líderes cubanos, decidió tomar el
avión y regresar a Chile.
Por
casualidad se encontró con su viejo amigo, Carlos Rafael Rodríguez, dirigente
comunista, que había combatido al mando de Fidel en Sierra Maestra.
-
Salvador, ¿qué estás haciendo tú acá?
-Vine
a ver esta revolución. Pero no hay tal revolución y me voy. ¿Qué revolución va a ser ésta cuando la
festejan los policías yanquis?
- Cometes
un error, Salvador. En esto no tienen que ver nada los líderes de la Revolución. Conversa con ellos.
Esa
misma tarde recibió una invitación del Che. Acudió a conversar con él. Lo puso
en contacto con Raúl Castro. Luego se entrevistó con Fidel. Quedó todo claro. En ese momento nació una
hermosa amistad entre ellos.
Veintitrés
años después, el 13 de diciembre de
1972, el comandante Fidel Castro, en un mitin de solidaridad con el pueblo de
Chile y con el Presidente Allende, efectuado en la Plaza de la Revolución ‘José
Martí’ de La Habana, dijo:
“Este
acto tiene para nosotros un especial significado. Al triunfo de la Revolución
en 1959, una de las personalidades que primero que llegó a Cuba fue Salvador
Allende, que ya ocupaba un lugar
destacado en la política de su país...
Por
eso hemos recibido en estos días –y saludamos en el día de hoy en este
magnífico y multitudinario acto- al amigo que supo durante estos años duros
permanecer firme y fiel a la causa revolucionaria de nuestro pueblo; al
combatiente internacionalista que desde todas las trincheras denunciaba la
agresión y el bloqueo contra nuestro país y que uno de sus primeros pasos al
asumir la Presidencia de la República fue el establecimiento de las relaciones
diplomáticas con nuestro pueblo...”
En
esa ocasión, Salvador Allende señaló en parte de su discurso:
“Levanto
mi voz con profunda emoción en esta Plaza donde tradicionalmente se reúne el
pueblo para escuchar la palabra de Fidel y de los dirigentes de la Revolución,
frente a la estatua de Martí, que cobra vida y presencia con el calor del
pueblo.
Lo
hago con el sentimiento agradecido, porque hace unos pocos minutos el Gobierno
Revolucionario de Cuba ha honrado a Chile en mi persona, al otorgarme la más
alta distinción que pudiera recibir en mi vida de revolucionario: la Medalla de
José Martí. Ella pertenece al pueblo chileno, que siempre estuvo y estará junto
al pueblo de Cuba y a su proceso revolucionario...”
TAMBIÉN
DESPUÉS DE PLAYA GIRON
Apenas
conocida la noticia del ataque de los mercenarios a Cuba, Allende voló
inmediatamente a la Isla. No quiso estar ausente en momentos en que el pueblo cubano había
asestado la primera gran derrota al imperialismo estadounidense en América.
Como
se sabe, el 17 de abril de 1961, 1.400
contrarrevolucionarios preparados, financiados y dirigidos por el Imperio,
habían desembarcado en Playa Girón, ubicada en Bahía Cochinos, provincia de
Matanzas. Llegaron con fuerte apoyo de mar y aire, pero fueron derrotados en 68
horas. Fracasó el Plan Pluto elaborado por la CIA: crear una cabeza de playa,
hacia donde se trasladaría un gobierno gusano, que sería reconocido por
Washington, y que solicitaría la intervención militar de Estados Unidos. La
aventura les costó a los invasores 200 muertos y 1197
prisioneros, además de muchos dólares al Imperio.
AMIGO DEL CHE GUEVARA
En
ese discurso pronunciado el 13 de diciembre de 1972, Allende relató:
“Creo que tengo derecho que me honra de decir
que fui amigo del Comandante Ernesto Che Guevara. Guardo un ejemplar de su
libro Guerra de Guerrillas, que dedicara fraternalmente. Con su espíritu
amplio, me decía allí con su letra dibujada por la fraternidad ‘A Salvador
Allende, que por otros medios busca lo mismo. Afectuosamente. Che’.”
El
líder chileno había conocido al Che en su primer viaje a la Isla después del
triunfo de la Revolución en 1959.
Estuvo
con él en la Quinta Sesión Plenaria del Consejo Interamericano Económico y
Social de la Organización de Estados Americanos, OEA, que se prolongó del 5 al 17 de 1961. Allende había viajado a
Uruguay para expresar públicamente la solidaridad del pueblo chileno con Cuba
revolucionaria y, junto con el Che,
denunciar el verdadero carácter de la Alianza para el Progreso del
gobierno de John Kennedy: un nuevo caballo de Troya mediante el cual el Imperio
pretendía frenar el proceso revolucionario
en América Latina.
SOLIDARIDAD LATINOAMERICANA
En
julio de 1967, Allende viajó a La Habana, encabezando una delegación compuesta
por representantes socialistas, comunistas y de otros partidos de izquierda,
para participar en la Conferencia Tricontinental de Solidaridad, que condenó las acciones agresivas del
Imperio. En esa conferencia, Allende presentó la propuesta de crear la Organización
Latinoamericana de Solidaridad, OLAS. La iniciativa fue aprobada y en agosto de
ese año nació en La Habana este organismo.
APOYO A LOS GUERRILLEROS DEL CHE
El
8 de octubre de 1967 en el combate de la Quebrada del Yuro, Ernesto Che Guevara fue herido y tomado
prisionero. Al día siguiente, asesinado en La Higuera.
La
muerte del comandante estremeció a los sectores progresistas. Allende le tributó un combativo homenaje en el Senado
chileno.
Soldados
bolivianos, asesorados por agentes estadounidenses, iniciaron una implacable
cacería contra los guerrilleros que habían sobrevivido. Estos logran eludir
hábilmente la persecución en el difícil territorio boliviano. Los primeros en
ofrecer ayuda concreta fueron Allende y los comunistas chilenos.
El
17 de febrero de 1968 cinco guerrilleros, tres cubanos y dos bolivianos,
lograron ingresar a Chile. Fueron detenidos por carabineros y enviados a la
cárcel de Iquique. Salvador Allende, entonces Presidente del Senado, se dirigió
a ese puerto nortino.
El
22 de febrero los guerrilleros pidieron asilo político.
Allende
junto con otros dirigentes de izquierda, se entrevistaron con Edmundo Pérez
Zujovic, ministro del Interior de Eduardo Frei Montalva. Finalmente el Gobierno
decidió expulsarlos del país, facilitando así el viaje a Cuba. Pero surgieron dificultades:
ningún país de América del Sur ni de Europa Occidental les concedió visas de
tránsito. El vuelo debió hacerse vía Tahití y Nueva Zelandia. Allende acompañó
a los guerrilleros del Che.
Dijo,
por entonces: Esto es lo menos que puedo hacer en memoria de Guevara.
SOLIDARIZANDO CON VIETNAM
La
gesta vietnamita la sintió como suya. Tuvo especial aprecio y admiración por
Ho- Chi-Minh.
En
1968 estuvo en Vietnam durante más de un mes. Poco después, concurrió a la
Conferencia de Solidaridad con Vietnam realizada en Canadá.
Cuatro
años más tarde, el 4 de mayo de 1972, siendo Presidente de la República,
Salvador Allende les habló a los
estudiantes de la Universidad de Concepción de su encuentro con Ho-Chi-Minh:
“¡Nunca me olvidaré de su figura, nunca dejaré
de recordar la transparencia de su mirada y la bondad de sus palabras! Al
saludarnos (yo iba con el compañero Eduardo Paredes), nos dijo: ¡Gracias por
venir de tan lejos con tanto sacrificio, a traernos el apoyo moral de su
pueblo!”.
El
Presidente Allende se extendió, explicando a los estudiantes sobre la vida y la
lucha del pueblo vietnamita.
El
4 de octubre de 1972 se efectuó en Santiago un
solemne acto en que una delegación del Movimiento Mundial de
Partidarios por la Paz, encabezada por
su secretario general Romesh Chandra, le entregó a Salvador Allende la Medalla “Juliot Curie”, que le había
otorgado ese organismo por su contribución a la paz mundial y a la solidaridad
con los pueblos.
En
su discurso de saludo, el Presidente de Chile señaló: “Como mejor homenaje y
como agradecimiento personal, por la alta distinción que al pueblo de Chile se
le ha conferido en mi persona, a todos aquellos que han luchado y luchan por la
paz, rindo homenaje al pueblo de Vietnam. Pienso que interpreto el sentimiento de ustedes cuando
rindo este homenaje... Mi admiración pues, mi respeto y cariño al pueblo
vietnamita, que al luchar por su independencia y dignidad, lucha también por la
independencia y dignidad de todos los pueblos del mundo... Al hablar de Vietnam
–porque estuve allí y conviví con su pueblo –sé mejor que muchos- de su sacrificio heroico y sencillo de todos
los días. Tuve además el honor de ser uno de los políticos latinoamericanos que pudiera hablar
Ho-Chi-Minh, el sencillo estadista, el soldado, el guerrero, el poeta, el
luchador incansable por la independencia de su patria. Fue toda su vida un
ejemplo”.
EXITOSA
POLÍTICA INTERNACIONAL
Una
de las primeras medidas adoptadas por el compañero Presidente fue ampliar las relaciones diplomáticas a todos
los países del mundo. El Gobierno Popular tuvo
una activa participación en el Pacto Andino y un exitoso manejo de las
relaciones internacionales. Allende
visitó a países como Argentina, Ecuador,
Perú, Colombia, México, Cuba,
Unión Soviética, Argelia.
El
4 de diciembre de 1972 pronunció un
histórico discurso en las Naciones
Unidas, donde los delegados a la Asamblea General ovacionaron de pie al
Presidente de Chile.
En
parte de su alocución señaló: “Por eso resulta tanto más doloroso tener que
venir a esta tribuna a denunciar que mi país es víctima de una grave agresión.
Habíamos previsto dificultades y resistencia externas para llevar a cabo
nuestro proceso de cambios, sobre todo frente a la nacionalización de nuestros
recursos naturales. El imperialismo y su crueldad tienen un largo y ominoso
historial en América Latina, y está muy cerca la dramática y heroica
experiencia de Cuba. También está la del Perú, que ha debido sufrir las
consecuencias de su decisión de disponer soberanamente de su petróleo... somos
víctima de una nueva manifestación del imperialismo. Más sutil, más artera, y
terriblemente eficaz, para impedir el ejercicio de nuestros derechos de Estado
soberano.”
Agregó:
“Una vez más, la actuación solidaria internacional de los trabajadores deberá
enfrentar a un adversario común: el Imperialismo”.
Denunció
“el asedio y la persecución contra Cuba; la explotación colonial; la ignominia
del racismo y del apartheid”.
Dijo:
“No hay paz para Indochina, pero tendrá que haberla. Llegará la paz para
Vietnam”.
Finalizó:
“Es nuestra confianza en nosotros lo que incrementa nuestra fe en los grandes
valores de la humanidad, en la certeza de que esos valores tendrán que
prevalecer. ¡No podrán ser destruidos!”
DEL
PROGRAMA BÁSICO DE GOBIERNO DE LA UNIDAD POPULAR
(Aprobado
el 17 de diciembre de 1969 por los partidos Comunista, Socialista, Radical,
Socialdemócrata, el MAPU y la Acción Popular Independiente)
“SOLIDARIDAD INTERNACIONAL.
La
lucha que libran los pueblos por su liberación y por la construcción del
socialismo recibirá la solidaridad efectiva y militante del Gobierno Popular.
Toda
forma de colonialismo o neocolonialismo será condenada y se reconocerá el
derecho a la rebelión de los pueblos sometidos a estos sistemas. Así mismo toda
forma de agresión económica, política y/o militar provocada por las potencias
imperialistas.
La
política internacional chilena debe mantener una posición de condena a la
agresión norteamericana en Vietnam y de reconocimiento y solidaridad activa a
la lucha heroica del pueblo vietnamita. Del mismo modo se solidarizará en forma
efectiva con la Revolución Cubana, avanzada de la revolución y de la
construcción del socialismo en el continente latinoamericano.
La
lucha antiimperialista de los pueblos del Medio Oriente contará con la
solidaridad del Gobierno Popular, el que apoyará la búsqueda de una solución
pacífica sobre la base del interés de los pueblos árabe y judío.
Se
condenará a todos los regímenes reaccionarios que promueven y practiquen la
segregación social y el antisemitismo”.
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