Detrás de cada acción contra los pueblos está el
imperialismo estadounidense y su espolón de proa, la CIA.
Los chilenos hemos conocido en forma directa y brutal las
acciones encubiertas de la CIA..
El Círculo Virtual de Estudios Histórico-Políticos recuerda
uno de los capítulos de la intervención en nuestro país del largo brazo
de Washington. Es la "Operación Alfa".
Carlota Espina
Editora
“OPERACIÓN
ALFA”
Iván Ljubetic Vargas
El 4 de septiembre de 1970 triunfa en las urnas Salvador Allende
Gossens, candidato de la Unidad Popular.
De inmediato la CIA comienza a llevar a la práctica sus planes para
impedir la llegada a La Moneda de Allende. Tiene dos vías. La Vía Uno consiste
en lograr que la derecha y la democracia cristiana voten en el Congreso Pleno
por Jorge Alessandri, que en los comicios del
4 de septiembre de 1970 obtuvo el segundo lugar; que éste, una vez
elegido Presidente, renuncie y se llame a nuevas elecciones. Se presentaría
Eduardo Frei, quien sería elegido con los sufragios de la derecha y el Partido
Demócrata Cristiano.
Esta Vía, la “Formula Alessandri”, es rechazada por el
sector progresista de este partido, encabezado por Radomiro Tomic.
ALESSANDRI SE ECHA PARA ATRÁS
El 19 de octubre se produce un hecho que es la última paletada a la
“Fórmula Alessandri”. A ello se refiere un documento de la ITT fechado en
Santiago el 20 de octubre de 1970, página 4:
“El retiro, ayer, de Jorge Alessandri de la ratificación por el Congreso
como Presidente de Chile, marcó el colapso final de la resistencia política a
la elección de Salvador Allende.
“En un mensaje a sus partidarios del Partido Nacional de derecha,
Alessandri manifestó que no deseaba que votaran por él en la elección del
sábado... Sus altos consejeros informaron
que estaba muy amargado por la impresión de que el Presidente Frei lo
había traicionado en los planes postelectorales de quitarle a Allende la
elección en el Congreso.”
El Documento de la ITT enfatiza: “Frei hizo justamente eso” y agrega:
“Una vez que los democratacristianos se inclinaron hacia Allende en su
Convención Nacional del 5 de octubre, la esperanza de detener a Allende y a su
Unidad Popular marxista socialista, se evaporó rápidamente y las tinieblas se
afianzaron firmemente.”
UN GOLPE DE ESTADO:
ÚNICA VÍA
Entonces, la única esperanza para el imperialismo y la reacción nacional
es un golpe de Estado.
Los sediciosos confeccionan la llamada “Operación Alfa”. Su objetivo:
secuestrar al Comandante en Jefe del Ejército.
Relata el General Prats en sus “Memorias. Testimonio de un Soldado”,
páginas 183 y 184: “El lunes 19 de octubre, los generales ofrecemos una comida
de camaradería a Schneider, anticipando la celebración de su primer aniversario
de Comandante en Jefe que, en realidad, se cumplía el 27... Esa noche se viven
gratos momentos de camaradería, de los que hacía tiempo no teníamos oportunidad
de disfrutar.
“Bastante pasada la medianoche – continúa el General Prats -, Schneider
se despide y luego lo hago yo. Nos dirigimos a los sendos domicilios,
conduciendo nuestros autos particulares, pues no quisimos ocupar los
conductores, porque los dos vivíamos muy próximos a la casa del Comandante en
Jefe. Jamás se nos pasó por la mente la siniestra celada que a ambos se nos
había tendido esa noche y de la que nos libramos fortuitamente, porque no
fueron oportunamente identificados nuestros automóviles.”
MÁS DETALLES
En “El Caso Schneider. Operación Alfa”, editada por Quimantú, se señala
en página 140 que, en el fallo de la Justicia Militar, suscrito por el General
de División, Orlando Urbina, y el Coronel de Justicia, Francisco Saavedra, se
explica:
“El conocimiento de que el 19 de octubre el cuerpo de generales le
ofrecía una comida a su Comandante en Jefe en la casa fiscal de éste, ubicada
en calle Presidente Errázuriz, resolvieron efectuar su secuestro esa misma
noche, el trayecto de regreso a su domicilio particular de calle Sebastián
Elcano y, al efecto, premunidos todos de armas, gas lacrimógeno, éter, cuerdas,
algunos se apostaron frente a la casa donde se efectuaba esa reunión, con un
equipo de Walkie Talkie, los que se encargarían de avisar a los otros que se
ubicaron en otros automóviles, en las cercanías, la salida del General
Schneider, los que a su pasada, lo seguirían en calle Del Inca; pero cuando
pretendieron cumplir su designio, el plan les fracasó pues el Comandante en
Jefe, en vez de usar el automóvil Mercedes Benz, que conocían y preveían que ocuparía,
se fue a su domicilio en su auto particular marca Opel, lo que los confundió
perdiéndolo de vista.”
DE NUEVO FALLAN
Al día siguiente, 20 de octubre, los complotadores vuelven a llevar a
cabo la “Operación Alfa”. Se apertrechan de pimienta, cloroformo, tela adhesiva
y cuerdas. Embarcados en varios autos se ubican en la Plaza Bulnes, a la espera
de la salida del Comandante en Jefe desde el Ministerio de Defensa Nacional, en
dirección de su domicilio particular.
Son las 18,30. El General Schneider sube al Mercedes Benz. En medio del
intenso tránsito de esa hora, el chofer se adelanta, sin sospechar lo que está
ocurriendo. Los terroristas intentan seguirlo. La gran cantidad de vehículos le
dificultan el paso y lo pierden de vista.
Es el segundo fracaso en la realización de la “Operación Alfa”.
LES QUEDA POCO TIEMPO
Los conspiradores deben llevar adelante su acción a más tardar el 22 de
octubre en la mañana. De otra manera, no tendría los efectos esperados por
ellos en las Fuerzas Armadas antes del Congreso Pleno. Se reúnen en un
departamento de la calle 10 de Julio Nº 066. Allí ultiman los detalles del plan
que deben llevar a cabo el 22, en Martín de Zamora con Américo Vespucio.
El 21 de octubre, cerca de las 20 horas, se juntan en un camino de
tierra cerca del puente que une Avenida Matta con el Parque Cousiño. Sobre
hojas de diario, con automóviles de juguetes estudian los movimientos que
realizarán.
Esa noche, a las 23 horas, hacen un simulacro de la maniobra en el
sector de Los Domínicos. Participa un vehículo que simula ser el Mercedes Benz.
El golpista Jaime Requena hace el papel de Schneider; Carlos Labarca, el de su
conductor.
Se ponen de acuerdo en el rol de cada uno en el criminal atentado que
perpetrarán en la mañana del día siguiente.
TODOS EN SUS PUESTOS
La tercera tiene que ser la vencida. Son las 7 de la mañana. Los
terroristas se reúnen en Américo Vespucio Norte. Dieciséis de ellos son
identificados en el fallo de la Justicia Militar ya citado. Luego de impartirse las últimas instrucciones,
se dirigen en sus vehículos a la esquina de Martín de Zamora con Américo
Vespucio. Allí esperan. Conocen bien el recorrido habitual que realiza el
General Schneider. Cada uno se ubica en el lugar asignado. Todos están armados
y cuentan con los elementos necesarios.
Minutos después de las 8 sale el Comandante en Jefe de su hogar. Se
ubica en el costado derecho del asiento trasero del Mercedes Benz, modelo 1966.
Su conductor es el Cabo Primero Leopoldo Mauna Morales. Se inicia el
acostumbrado camino.
LA EMBOSCADA
En la esquina de Sebastián Elcano, donde deben doblar a la derecha, se
les adelanta un Fiat 1500, de color blanco. No les llama esto la atención. Pero
si se hubieran fijado mejor, habrían reparado en un pañuelo en el espejo
retrovisor exterior. Es la señal para indicar que es el coche guía del
operativo.
En el recorrido por Martín de Zamora hacia el poniente, el Mercedes Benz
es sobrepasado por otro vehículo de los fascistas que, junto al Fiat blanco,
marchan precediendo al General.
Al cruzar la calle Soria, Jeep Willys se ubica detrás del Mercedes. Poco
antes de llegar a Américo Vespucio, un Dodge Dart azul maniobra de tal manera
que obliga al chofer militar virar hacia el lado sur de Martín de Zamora, por
el cual continúa su recorrido. Al Jeep Willys se le suman otros tres vehículos.
A pocos metros de Américo Vespucio, los coches que preceden al Mercedes
frenan bruscamente, obligando a éste a detenerse. El Jeep lo choca por detrás,
inmovilizándolo.
BRUTALIDAD FASCISTA
De inmediato, Jaime Melgoza Garay corre hacia el costado izquierdo del
auto del General Schneider. Lleva una pistola Colt en la mano. Con él, se
acercan otros dos terroristas. Uno de ellos, con un combo, rompe el vidrio
trasero de ese lado. Simultáneamente otros tres individuos se aproximan por la
parte derecha. Uno de éstos, con otro combo, destroza el vidrio trasero de su
lado.
El ya citado fallo de la Justicia Militar dice textualmente:
“Producido el primer rompimiento de vidrios por el costado izquierdo del
coche militar, el General Schneider, presumiblemente habría tomado su pistola
Star calibre 6,35 mm, Nº 111.451, en espontánea actitud defensiva ante la
agresión de que era objeto por ese costado, momento en que el reo Melgoza
apunto y disparó la pistola que portaba hacia el interior del vehículo,
hiriendo al Comandante en Jefe del Ejército en su mano derecha. Seguidamente
después de aquel disparo, dos de los tres participantes que actuaban al lado
derecho del Mercedes Benz, de pie y situados frente a la ventanilla trasera,
dispararon repetidamente sus revólveres Ruby Extra hacia el interior del
vehículo, impactando dos de ellos en la espalda del General... Producido lo
anterior, los participantes en calidad de actores de estos hechos huyeron
desordenadamente.”
VERSIONES DE LA ITT
En las páginas 55 y 62 de los
“Documentos Secretos de la ITT” hay dos mensajes decidores:
Un Memorándum de la ITT, enviado por Hal Hendrix a Edward J. Gerity, con fecha 22 de octubre,
relata:
“Bob Berrellez llamó desde Santiago para informar que poco después de
las 8 horas de hoy se había producido un atentado contra la vida del General
René Schneider, Comandante en Jefe del Ejército de Chile...
“Los observadores –agrega– especulan que el atentado es una revancha
contra Frei que no habría impedido asumir a Allende o un atentado para provocar
una violenta reacción de la extrema izquierda. Lo último es considerado
improbable por la rígida disciplina lograda por el Partido Comunista.”
Otro documento de la ITT, de fecha 25 de octubre, enviado por Robert
Berrellez a Hal Hendrix, afirma:
“La eliminación del General Schneider de un puesto clave de comando
(Jefe de las Fuerzas Armadas) hace a Allende y a los comunistas aún más
vulnerables que antes. El General Schneider herido mortalmente en un atentado
la semana pasada, ha sido descrito como favorable a Allende. Se sabe que
continuamente bloqueó los intentos golpistas de generales más decididos... Se
piensa que si los balazos a Schneider no fueron realmente el preludio al golpe,
fueron una hábil maniobra para eliminar de las alturas al único hombre que
habría permitido a Allende infiltrar y neutralizar al Ejército.”
TESTIMONIO DE CARLOS PRATS
El General Prats relata en la página 184 de sus “Memorias”:
“El jueves 22 de octubre me encontraba trabajando en mi oficina del
quinto piso del Ministerio de Defensa Nacional, cuando a las 8,30 suena el
citófono interno y siento la emocionada voz del ayudante del Comandante en
Jefe, Comandante Santiago Sinclair, quien me avisa apresuradamente que
Schneider ha sido víctima de un atentado, que está herido y que fue trasladado
al Hospital Militar.
“Parto – añade – con el General Manuel Pinochet al Hospital Militar y
nos encontramos con la dolorosa noticia que el estado de Schneider es
gravísimo.”
“GATO ENCERRADO”
Narra Volodia Teitelboim en la página 362 de “Neruda”:
“Cuando en el barrio alto de Santiago se produjo el asalto de los
conjurados, varios de ellos de buena familia, el poeta (Pablo Neruda. Nota del
autor) me dijo: ‘Aquí hay gato encerrado’. Después se hizo una agobiante
claridad: todo correspondía a una orquestación sangrienta, donde la venerable
Agencia Central de Inteligencia maneja la batuta, para impedir por cualquier
medio que el Congreso pleno eligiera Presidente Constitucional a Salvador
Allende.”
ALLENDE PROCLAMADO PRESIDENTE
Apenas conocida la noticia del atentado contra el General Schneider la
indignación estalla en todo el país. Desde el primer momento está claro para
las fuerzas populares de donde viene la violencia terrorista. Por ello, los
sectores democráticos se movilizan contra el peligro de un golpe militar. Se
reúnen las organizaciones políticas de la Unidad Popular, los comités de base,
la Central Única, los sindicatos. Chile entero está alerta.
En medio de este clima, sesiona
el 24 de octubre el Congreso Pleno, formado por el Senado y la Cámara de
Diputados, que cuenta con un total de 200 parlamentarios: 80 de la Unidad
Popular, 75 democratacristianos y 45 del Partido Nacional y de la Democracia
Radical. Se produce la votación. Allende
recibe 153 sufragios; Alessandri, 35. Siete parlamentarios votan en blanco y 5
no concurren a la sesión.
A las 13 horas del sábado 24 de octubre de 1970, Salvador Allende es
proclamado Presidente de la República por el Congreso Pleno.
MUERE EL GENERAL SCHNEIDER
Ese día, a las 19 horas los tres Comandantes en Jefe de las Fuerzas
Armadas - los Generales Prats y Guerraty y el Almirante Tirado - más el General Director de Carabineros,
Vicente Huerta, visitan en cumplimiento protocolar al Presidente electo en su
domicilio. Todos, excepto el General Prats, están comprometidos con el plan
sedicioso, dirigido por la CIA.
Pero el Proyecto Track II ya no corre. La valiente actitud del
Comandante en Jefe lo ha echado por tierra.
El General Schneider fallece diecinueve horas después de la proclamación
de Allende.
"El domingo 25 de octubre - relata el General Prats -, a las 7,30,
me avisan telefónicamente del Hospital Militar que Schneider ha sufrido un paro
cardíaco. Llego a las 7,50 a la sala de operaciones, en el momento en que el
Comandante en Jefe deja de existir”.
HOMENAJE AL SOLDADO VALIENTE
El lunes 26, sus restos son llevados a la Catedral Metropolitana a las 8
horas. Mucha gente concurre a expresar su dolor y el respeto al militar
constitucionalista. A las 15 horas se oficia una misa de Réquiem. Asiste Frei y
el Presidente Electo. Son ellos, los que encabezan los multitudinarios
funerales. En el Cementerio, habla el General Prats en nombre de las Fuerzas
Armadas. Define a Schneider como "héroe de la paz y mártir de la
democracia."
Las fuerzas populares le rinden homenaje en uno de sus cantos de lucha:
"Recordando al soldado valiente
cuyo ejemplo lo hiciera inmortal
enfrentemos primero a la muerte
traicionar a la Patria jamás."
EL TIRO POR LA CULATA
La "Operación Alfa" resulta un bumerang para los sediciosos.
El asesinato del Comandante en Jefe del Ejército logra un efecto contrario al
que esperaban: se consolida la posición de Salvador Allende y de la Unidad
Popular.
Un Memorándum de la ITT, de fecha 25 de octubre, enviado por Robert
Berrellez a Hal Hendrix, informa:
"Contra lo que todos esperaban, los militares no se movieron contra
Allende durante el fin de semana. Se creía que el asesinato de Schneider era el
preludio al golpe."