jueves, 27 de septiembre de 2012

OPERACIÓN ALFA








Detrás de cada acción contra los pueblos está el imperialismo estadounidense y su espolón de proa, la CIA.
Los chilenos hemos conocido en forma directa y brutal las acciones encubiertas de la CIA..
El Círculo Virtual de Estudios Histórico-Políticos recuerda uno de los capítulos de la intervención en nuestro país  del largo brazo de Washington. Es la "Operación Alfa".

Carlota Espina
Editora
           


“OPERACIÓN ALFA”                

                                                                               
Iván Ljubetic Vargas


El 4 de septiembre de 1970 triunfa en las urnas Salvador Allende Gossens, candidato de la Unidad Popular.

De inmediato la CIA comienza a llevar a la práctica sus planes para impedir la llegada a La Moneda de Allende. Tiene dos vías. La Vía Uno consiste en lograr que la derecha y la democracia cristiana voten en el Congreso Pleno por Jorge Alessandri, que en los comicios del  4 de septiembre de 1970 obtuvo el segundo lugar; que éste, una vez elegido Presidente, renuncie y se llame a nuevas elecciones. Se presentaría Eduardo Frei, quien sería elegido con los sufragios de la derecha y el Partido Demócrata Cristiano.

Esta Vía, la “Formula Alessandri”, es rechazada por el sector progresista de este partido, encabezado por Radomiro Tomic.

ALESSANDRI SE ECHA PARA ATRÁS


El 19 de octubre se produce un hecho que es la última paletada a la “Fórmula Alessandri”. A ello se refiere un documento de la ITT fechado en Santiago el 20 de octubre de 1970, página 4:

“El retiro, ayer, de Jorge Alessandri de la ratificación por el Congreso como Presidente de Chile, marcó el colapso final de la resistencia política a la elección de Salvador Allende.

“En un mensaje a sus partidarios del Partido Nacional de derecha, Alessandri manifestó que no deseaba que votaran por él en la elección del sábado... Sus altos consejeros informaron  que estaba muy amargado por la impresión de que el Presidente Frei lo había traicionado en los planes postelectorales de quitarle a Allende la elección en el Congreso.”
El Documento de la ITT enfatiza: “Frei hizo justamente eso” y agrega: “Una vez que los democratacristianos se inclinaron hacia Allende en su Convención Nacional del 5 de octubre, la esperanza de detener a Allende y a su Unidad Popular marxista socialista, se evaporó rápidamente y las tinieblas se afianzaron firmemente.” 

UN GOLPE DE ESTADO:  ÚNICA VÍA

Entonces, la única esperanza para el imperialismo y la reacción nacional es un golpe de Estado.

Los sediciosos confeccionan la llamada “Operación Alfa”. Su objetivo: secuestrar al Comandante en Jefe del Ejército.

Relata el General Prats en sus “Memorias. Testimonio de un Soldado”, páginas 183 y 184: “El lunes 19 de octubre, los generales ofrecemos una comida de camaradería a Schneider, anticipando la celebración de su primer aniversario de Comandante en Jefe que, en realidad, se cumplía el 27... Esa noche se viven gratos momentos de camaradería, de los que hacía tiempo no teníamos oportunidad de disfrutar.

“Bastante pasada la medianoche – continúa el General Prats -, Schneider se despide y luego lo hago yo. Nos dirigimos a los sendos domicilios, conduciendo nuestros autos particulares, pues no quisimos ocupar los conductores, porque los dos vivíamos muy próximos a la casa del Comandante en Jefe. Jamás se nos pasó por la mente la siniestra celada que a ambos se nos había tendido esa noche y de la que nos libramos fortuitamente, porque no fueron oportunamente identificados nuestros automóviles.” 

MÁS DETALLES

En “El Caso Schneider. Operación Alfa”, editada por Quimantú, se señala en página 140 que, en el fallo de la Justicia Militar, suscrito por el General de División, Orlando Urbina, y el Coronel de Justicia, Francisco Saavedra, se explica:

“El conocimiento de que el 19 de octubre el cuerpo de generales le ofrecía una comida a su Comandante en Jefe en la casa fiscal de éste, ubicada en calle Presidente Errázuriz, resolvieron efectuar su secuestro esa misma noche, el trayecto de regreso a su domicilio particular de calle Sebastián Elcano y, al efecto, premunidos todos de armas, gas lacrimógeno, éter, cuerdas, algunos se apostaron frente a la casa donde se efectuaba esa reunión, con un equipo de Walkie Talkie, los que se encargarían de avisar a los otros que se ubicaron en otros automóviles, en las cercanías, la salida del General Schneider, los que a su pasada, lo seguirían en calle Del Inca; pero cuando pretendieron cumplir su designio, el plan les fracasó pues el Comandante en Jefe, en vez de usar el automóvil Mercedes Benz, que conocían y preveían que ocuparía, se fue a su domicilio en su auto particular marca Opel, lo que los confundió perdiéndolo de vista.” 

DE NUEVO FALLAN

Al día siguiente, 20 de octubre, los complotadores vuelven a llevar a cabo la “Operación Alfa”. Se apertrechan de pimienta, cloroformo, tela adhesiva y cuerdas. Embarcados en varios autos se ubican en la Plaza Bulnes, a la espera de la salida del Comandante en Jefe desde el Ministerio de Defensa Nacional, en dirección de su domicilio particular.

Son las 18,30. El General Schneider sube al Mercedes Benz. En medio del intenso tránsito de esa hora, el chofer se adelanta, sin sospechar lo que está ocurriendo. Los terroristas intentan seguirlo. La gran cantidad de vehículos le dificultan el paso y lo pierden de vista.

Es el segundo fracaso en la realización de la “Operación Alfa”.

LES QUEDA POCO TIEMPO

Los conspiradores deben llevar adelante su acción a más tardar el 22 de octubre en la mañana. De otra manera, no tendría los efectos esperados por ellos en las Fuerzas Armadas antes del Congreso Pleno. Se reúnen en un departamento de la calle 10 de Julio Nº 066. Allí ultiman los detalles del plan que deben llevar a cabo el 22, en Martín de Zamora con Américo Vespucio.

El 21 de octubre, cerca de las 20 horas, se juntan en un camino de tierra cerca del puente que une Avenida Matta con el Parque Cousiño. Sobre hojas de diario, con automóviles de juguetes estudian los movimientos que realizarán.

Esa noche, a las 23 horas, hacen un simulacro de la maniobra en el sector de Los Domínicos. Participa un vehículo que simula ser el Mercedes Benz. El golpista Jaime Requena hace el papel de Schneider; Carlos Labarca, el de su conductor.

Se ponen de acuerdo en el rol de cada uno en el criminal atentado que perpetrarán en la mañana del día siguiente.

TODOS EN SUS PUESTOS

La tercera tiene que ser la vencida. Son las 7 de la mañana. Los terroristas se reúnen en Américo Vespucio Norte. Dieciséis de ellos son identificados en el fallo de la Justicia Militar ya citado.  Luego de impartirse las últimas instrucciones, se dirigen en sus vehículos a la esquina de Martín de Zamora con Américo Vespucio. Allí esperan. Conocen bien el recorrido habitual que realiza el General Schneider. Cada uno se ubica en el lugar asignado. Todos están armados y cuentan con los elementos necesarios.

Minutos después de las 8 sale el Comandante en Jefe de su hogar. Se ubica en el costado derecho del asiento trasero del Mercedes Benz, modelo 1966. Su conductor es el Cabo Primero Leopoldo Mauna Morales. Se inicia el acostumbrado camino.

LA EMBOSCADA

En la esquina de Sebastián Elcano, donde deben doblar a la derecha, se les adelanta un Fiat 1500, de color blanco. No les llama esto la atención. Pero si se hubieran fijado mejor, habrían reparado en un pañuelo en el espejo retrovisor exterior. Es la señal para indicar que es el coche guía del operativo.

En el recorrido por Martín de Zamora hacia el poniente, el Mercedes Benz es sobrepasado por otro vehículo de los fascistas que, junto al Fiat blanco, marchan precediendo al General.

Al cruzar la calle Soria, Jeep Willys se ubica detrás del Mercedes. Poco antes de llegar a Américo Vespucio, un Dodge Dart azul maniobra de tal manera que obliga al chofer militar virar hacia el lado sur de Martín de Zamora, por el cual continúa su recorrido. Al Jeep Willys se le suman otros tres vehículos.

A pocos metros de Américo Vespucio, los coches que preceden al Mercedes frenan bruscamente, obligando a éste a detenerse. El Jeep lo choca por detrás, inmovilizándolo.

BRUTALIDAD FASCISTA

De inmediato, Jaime Melgoza Garay corre hacia el costado izquierdo del auto del General Schneider. Lleva una pistola Colt en la mano. Con él, se acercan otros dos terroristas. Uno de ellos, con un combo, rompe el vidrio trasero de ese lado. Simultáneamente otros tres individuos se aproximan por la parte derecha. Uno de éstos, con otro combo, destroza el vidrio trasero de su lado.

El ya citado fallo de la Justicia Militar dice textualmente:

“Producido el primer rompimiento de vidrios por el costado izquierdo del coche militar, el General Schneider, presumiblemente habría tomado su pistola Star calibre 6,35 mm, Nº 111.451, en espontánea actitud defensiva ante la agresión de que era objeto por ese costado, momento en que el reo Melgoza apunto y disparó la pistola que portaba hacia el interior del vehículo, hiriendo al Comandante en Jefe del Ejército en su mano derecha. Seguidamente después de aquel disparo, dos de los tres participantes que actuaban al lado derecho del Mercedes Benz, de pie y situados frente a la ventanilla trasera, dispararon repetidamente sus revólveres Ruby Extra hacia el interior del vehículo, impactando dos de ellos en la espalda del General... Producido lo anterior, los participantes en calidad de actores de estos hechos huyeron desordenadamente.” 

VERSIONES DE LA ITT

En las páginas 55 y  62 de los “Documentos Secretos de la ITT” hay dos mensajes decidores:

Un Memorándum de la ITT, enviado por Hal Hendrix  a Edward J. Gerity, con fecha 22 de octubre, relata:

“Bob Berrellez llamó desde Santiago para informar que poco después de las 8 horas de hoy se había producido un atentado contra la vida del General René Schneider, Comandante en Jefe del Ejército de Chile...

“Los observadores –agrega– especulan que el atentado es una revancha contra Frei que no habría impedido asumir a Allende o un atentado para provocar una violenta reacción de la extrema izquierda. Lo último es considerado improbable por la rígida disciplina lograda por el Partido Comunista.”

Otro documento de la ITT, de fecha 25 de octubre, enviado por Robert Berrellez a Hal Hendrix, afirma:

“La eliminación del General Schneider de un puesto clave de comando (Jefe de las Fuerzas Armadas) hace a Allende y a los comunistas aún más vulnerables que antes. El General Schneider herido mortalmente en un atentado la semana pasada, ha sido descrito como favorable a Allende. Se sabe que continuamente bloqueó los intentos golpistas de generales más decididos... Se piensa que si los balazos a Schneider no fueron realmente el preludio al golpe, fueron una hábil maniobra para eliminar de las alturas al único hombre que habría permitido a Allende infiltrar y neutralizar al Ejército.” 

TESTIMONIO DE CARLOS PRATS

El General Prats relata en la página 184 de sus “Memorias”:

“El jueves 22 de octubre me encontraba trabajando en mi oficina del quinto piso del Ministerio de Defensa Nacional, cuando a las 8,30 suena el citófono interno y siento la emocionada voz del ayudante del Comandante en Jefe, Comandante Santiago Sinclair, quien me avisa apresuradamente que Schneider ha sido víctima de un atentado, que está herido y que fue trasladado al Hospital Militar.

“Parto – añade – con el General Manuel Pinochet al Hospital Militar y nos encontramos con la dolorosa noticia que el estado de Schneider es gravísimo.”

“GATO ENCERRADO”

Narra Volodia Teitelboim en la página 362 de “Neruda”:

“Cuando en el barrio alto de Santiago se produjo el asalto de los conjurados, varios de ellos de buena familia, el poeta (Pablo Neruda. Nota del autor) me dijo: ‘Aquí hay gato encerrado’. Después se hizo una agobiante claridad: todo correspondía a una orquestación sangrienta, donde la venerable Agencia Central de Inteligencia maneja la batuta, para impedir por cualquier medio que el Congreso pleno eligiera Presidente Constitucional a Salvador Allende.” 

ALLENDE PROCLAMADO PRESIDENTE

Apenas conocida la noticia del atentado contra el General Schneider la indignación estalla en todo el país. Desde el primer momento está claro para las fuerzas populares de donde viene la violencia terrorista. Por ello, los sectores democráticos se movilizan contra el peligro de un golpe militar. Se reúnen las organizaciones políticas de la Unidad Popular, los comités de base, la Central Única, los sindicatos. Chile entero está alerta.

En medio de este clima,  sesiona el 24 de octubre el Congreso Pleno, formado por el Senado y la Cámara de Diputados, que cuenta con un total de 200 parlamentarios: 80 de la Unidad Popular, 75 democratacristianos y 45 del Partido Nacional y de la Democracia Radical.  Se produce la votación. Allende recibe 153 sufragios; Alessandri, 35. Siete parlamentarios votan en blanco y 5 no concurren a la sesión.

A las 13 horas del sábado 24 de octubre de 1970, Salvador Allende es proclamado Presidente de la República por el Congreso Pleno.

MUERE EL GENERAL SCHNEIDER

Ese día, a las 19 horas los tres Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas - los Generales Prats y Guerraty y el Almirante Tirado  - más el General Director de Carabineros, Vicente Huerta, visitan en cumplimiento protocolar al Presidente electo en su domicilio. Todos, excepto el General Prats, están comprometidos con el plan sedicioso, dirigido por la CIA.

Pero el Proyecto Track II ya no corre. La valiente actitud del Comandante en Jefe lo ha echado por tierra.

El General Schneider fallece diecinueve horas después de la proclamación de Allende.

"El domingo 25 de octubre - relata el General Prats -, a las 7,30, me avisan telefónicamente del Hospital Militar que Schneider ha sufrido un paro cardíaco. Llego a las 7,50 a la sala de operaciones, en el momento en que el Comandante en Jefe deja de existir”.

HOMENAJE AL SOLDADO VALIENTE  

El lunes 26, sus restos son llevados a la Catedral Metropolitana a las 8 horas. Mucha gente concurre a expresar su dolor y el respeto al militar constitucionalista. A las 15 horas se oficia una misa de Réquiem. Asiste Frei y el Presidente Electo. Son ellos, los que encabezan los multitudinarios funerales. En el Cementerio, habla el General Prats en nombre de las Fuerzas Armadas. Define a Schneider como "héroe de la paz y mártir de la democracia."

Las fuerzas populares le rinden homenaje en uno de sus cantos de lucha:

"Recordando al soldado valiente
cuyo ejemplo lo hiciera inmortal
enfrentemos primero a la muerte
traicionar a la Patria jamás."

EL TIRO POR LA CULATA

La "Operación Alfa" resulta un bumerang para los sediciosos. El asesinato del Comandante en Jefe del Ejército logra un efecto contrario al que esperaban: se consolida la posición de Salvador Allende y de la Unidad Popular.

Un Memorándum de la ITT, de fecha 25 de octubre, enviado por Robert Berrellez a Hal Hendrix, informa:

"Contra lo que todos esperaban, los militares no se movieron contra Allende durante el fin de semana. Se creía que el asesinato de Schneider era el preludio al golpe."