Se cumplen 42 años del día
en que el pueblo chileno alcanzó un histórico triunfo en las elecciones
presidenciales del 4 de septiembre de 1970...
El Círculo
Virtual de Estudios Histórico-Politicos recuerda esa gloriosa fecha y entrega
un trabajo
sobre ese inolvidables
episodio.
Carlota Espina
Editora
LECCIONES QUE DEJÓ EL 4 DE
SEPTIEMBRE DE 1970
Iván Ljubetic Vargas
Los comunistas evocamos
el 4 de septiembre de 1970, no
sólo para honrar a quienes hicieron posible esa
gloriosa jornada. También, para
reivindicar la verdadera historia de
cómo se alcanzó tal hazaña.
VOCACIÓN UNITARIA
Ello tiene muchísimo que ver con
la vocación unitaria de los comunistas; con la tradición que viene desde
comienzos del siglo XX, con la actividad de ese chileno fuera de serie llamado
Luis Emilio Recabarren Serrano.
Por sobre los intereses
partidarios, los comunistas han privilegiados los intereses de las fuerzas
populares y de Chile.. De las 16 elecciones presidenciales en que ha
participado, el PC ha trabajado y votados 11 veces por candidatos que no son de
sus filas. Y, en las otras cinco, se vio obligado a llevar candidato propio
ante la imposibilidad de constituir una
coalición de las fuerzas de la
izquierda.
Recordemos los hechos más
cercanos. En 1936, el PC fue el
principal actor de la constitución del Frente Popular y del triunfo del candidato
de éste en las elecciones del 25 de octubre de 1938.
FORJANDO EL TRIUNFO DE 1970
El camino hacia la victoria del
4 de septiembre de 1970, se inició en 1951, cuando el PC- que se encontraba
perseguido, fuera de la ley, por el traidor-
y el pequeño Partido Socialista de Chile, encabezado por Salvador
Allende, dieron vida al Frente del Pueblo, de poco peso entonces, pero que se
convirtió posteriormente en el núcleo que aglutinó a todas las fuerzas de
izquierda.
El Frente del Pueblo presentó la
primera candidatura presidencial de Allende, que fue derrotada el 4 de
septiembre de 1952, obteniendo el 5,43% de los votos válidamente emitidos.
Comunistas y Allende se
plantearon la necesidad de ampliar la coalición de izquierda. Ello se logró el
29 de febrero de 1956 cuando se fundó el Frente de Acción Popular, FRAP. Allí
se unieron el PC, el PS de Chile, el PS Popular, el P. del Trabajo, el P. del
Pueblo, el PR Doctrinario, la Alianza Nacional del Trabajo, el P. de Intransigencia Radical Antiimperialista
y la Vanguardia Nacional del Pueblo (la mayoría de estas entidades más pequeñas
desaparecieron con el tiempo).
El FRAP levantó en dos ocasiones la candidatura presidencial de
Salvador Allende.: en los comicios del 4 de septiembre de 1958 y de 1964. En
ambas ocasiones fue derrotado. En la primera obtuvo el 28,51% de los votos; en
la segunda, el 38.64%.
LA TERCERA NO FUE LA VENCIDA
La segunda de estas derrotas ha
sido la más dolorosa en el aspecto electoral. Sectores de la Izquierda echaron
por la borda la posibilidad de un triunfo electoral y plantearon que el único camino era la lucha armada.
Comunistas y Allende dijeron
otra cosa. Señalaron que de lo que se
trataba era ampliar la alianza popular. Los sectarios pusieron el grito en el
cielo. Afirmaron que la unidad podía ser sólo con los partidos que
representaban a los trabajadores, entendiendo por ello sólo a obreros, a los
pobres de la cuidad y del campo. Desecharon, por ejemplo, aliarse con el Partido Radical.
Era 1969, se presentaron varios candidatos o
precandidatos, de los partidos de izquierda: Jacques Chonchol, por el
MAPU; Alberto Baltra, por el PR;
Salvador Allende, por el PS; Rafael Tarud, por el PSD y de la Acción Popular
Independiente, API.
El gran escollo para lograr la
unidad era el mutuo rechazo entre
radicales y socialistas. Entonces el PC, encabezado por ese gran dirigente que
es Luis Corvalán Lépez, presentó el 30 de septiembre de 1969 la candidatura del
poeta Pablo Neruda. A nadie le cupo duda que los comunistas jugaban en serio
esa postulación, que si no había acuerdo unitario se llegaba hasta final con la
candidatura de Pablo Neruda. Dicen que, a pocas horas de este anuncio, se
reunieron dirigentes del PS y del PR para ponerse de acuerdo.
Así se abrió paso a la
constitución de la más amplia
coalición que ha forjado la izquierda
chilena: la Unidad Popular, que nació el 9 de octubre de 1969. La formaron
el PC, PS, PSD, PR, MAPU, la Acción
Popular Independiente.
AL FIN SALIÓ HUMO BLANCO
Otro paso difícil fue alcanzar
un abanderado único de la Unidad Popular. Dos candidatos llegaron hasta el
final: Allende y Tarud.
El PC convocó a un mitin en la
Plaza Bulnes el 22 de enero de 1970. De no haber candidato único, se proclamaba
a Pablo Neruda. Pero no hubo necesidad de ello. Eran algo más de las 19 horas,
cuando el secretario del PC, Luis Corvalán, inició su discurso diciendo: “Salió
humo blanco... Tenemos candidato único... Es Salvador Allende”. Estallaron la
alegría, el entusiasmo y los aplausos en
la plaza. Las gargantas enronquecieron gritando “El pueblo unido... jamás será
vencido”. Y el eco de ese clamor recorrió la patria entera
Vino una corta campaña
electoral. Corta, pero a la ofensiva. Con movilizaciones de masas, con la
constitución de 15 mil comités de base de la UP, con audaces acciones, con
paros de obreros y campesinos; con
heroicas brigadas, entre ellas las Ramona Parra, pitando hasta el cielo.
Y la cuarta fue la vencida.
Salvador Allende obtuvo el 36,22% de los votos y con ellos la primera mayoría
relativa.
“Esto que hoy culmina es una
larga jornada” –dijo el candidato triunfante, cuando amanecía
el 5 de septiembre- “Yo sólo tomo en mis manos la antorcha que
encendieron los que antes que nosotros lucharon junto al pueblo y por el
pueblo”.
Tenía razón, una vez más,
Allende. Ese 4 de septiembre no fue algo espontáneo. Era el resultado de un largo proceso de
unidad y de luchas. Y en ese proceso los comunistas jugamos un importante rol.
El triunfo del 4 de septiembre
de 1970 abrió el camino para conquistar el Gobierno Popular, el más progresista
y patriota de la historia de Chile.
UN PLENO HISTÓRICO
Treinta y cinco años después, la
vocación unitaria de los comunistas fue ratificada una vez más, cuando el histórico
Pleno del Comité Central del 28 de diciembre de 2005, llamó a votar por la candidata presidencial
de la Concertación, Michel Bachelet.
Con ese paso, la Dirección Nacional del Partido
Comunista mostró haber hecho un justo
análisis marxista de la situación que vivía el país. Se basó en los principios
leninistas sobre las alianzas, tener claro cual es el enemigo principal y no
temer adoptar compromisos..
A partir de ese Pleno, nuestro
Partido dejó atrás una táctica sectaria en lo referente a la política de
alianzas, que llevaba adelante desde 1989.
CITANDO A LENIN
1) Lenin, en
su obra “¿Qué Hacer?” escribió: “Puede
temer alianzas temporales, aunque sea con personas poco seguras, sólo quien
desconfía de sí mismo, y sin esas alianzas no podría existir ningún partido político”.
(Editorial Progreso, Moscú, 1977, p. 20)
2) Lenin en
“La enfermedad del ‘izquierdismo’ en el comunismo”, señaló: “Rechazar los
compromisos ‘por principio’, negar la legitimidad de todo compromiso en
general, cualesquiera que sea, constituye una puerilidad que incluso es difícil
tomar en serio” (Lenin: Obras Escogidas en tres tomos. Tomo 3, p. 365)
3) Lenin
escribió a comienzos de 1909: “La autocracia continúa siendo el enemigo
principal del proletariado y de toda la
democracia. Pero sería un error pensar que la autocracia es lo que era” (Lenin:
“En Ruta”, Obras escogidas en tres tomos. T. 1, p. 590)
4) Lenin escribió
en 1921: “El bolchevismo ha crecido, se ha formado y se ha templado en largos
años de lucha contra el revolucionarismo pequeño burgués, parecido al
anarquismo o que toma algo de él y se aparta en todo lo esencial de las
condiciones o exigencias de una consecuente lucha de clases del proletariado”.
El
pequeño burgués “cae con facilidad en el ultraizquierdismo, pero es incapaz de
manifestar serenidad, espíritu de organización, disciplina y firmeza” (Lenin:
“La enfermedad del ‘izquierdismo’ en el comunismo”. Obras Escogidas en tres
tomos. T. 3, p. 360)
5) Lenin
utilizó como epígrafe de su obra ¿Qué hacer? Una frase de una carta del Lasalle
a Carlos Marx, de fecha 24 de junio de 1852, en que afirmaba: “La lucha interna
da al partido fuerzas y vitalidad: la prueba más grande de la debilidad de un
partido es la amorfía y la ausencia de fronteras bien delimitadas; el partido
se fortalece depurándose...”Lenin: Obras Escogidas en tres tomos. Editorial
Progreso, Moscú, 1979, Tomo I, p. 115)
6) En su ya
citada obra “¿Qué Hacer?”, Lenin señaló.
“La clase obrera tiende al socialismo de manera espontánea; pero la ideología
burguesa, la más difundida (y resucitada sin cesar en las formas más diversas),
es, sin embargo, la que más se impone espontáneamente a los 149)