martes, 18 de septiembre de 2012

Intervención de G. Teillier en acto por 80 años de la Jota







Intervención de G. Teillier en acto por 80 años de la Jota



“Todos estamos orgullosos de nuestras Juventudes Comunistas, esta juventud que como bien se veía en el magnifico documental ha sido siempre una juventud de lucha por grandes ideales, que supo luchar por los derechos de los trabajadores, los derechos de los estudiantes, el derecho a voto de la mujer, contra el fascismo, contra los nazis que desfilaban en nuestras calles. Que fue capaz junto al partido de los trabajadores de ganar la presidencia con Pedro Aguirre Cerda, que produjo las grandes transformaciones que ha tenido Chile en el terreno de la industrialización. Una juventud que de inmediato entregó toda su solidaridad con la revolución cubana, y jóvenes comunistas después fueron a Nicaragua a luchar por la liberación de ese pueblo y también lucharon en El Salvador. Una juventud comunista que logró llevar adelante una movilización de tal envergadura que fue vital su participación junto a los trabajadores para el triunfo de Salvador Allende, y que realizó trabajos voluntarios cuando ya el enemigo del pueblo realizaba sabotajes y desestabilización y había que trabajar con toda la fuerza.

Quién no recuerda entre nosotros a Gladys Marín, con una entereza magnífica. No podría nombrarlos a todos, pero hay que recordar a Ricardo Fonseca, que fuera secretario general de las juventudes comunistas; también a Mario Zamorano, todavía detenido desaparecido. Y tantos más, por ejemplo, Carlos Contreras Maluje o el Choño Sanhueza.

Y hay que decir que bajo la dictadura fueron jóvenes fundamentalmente los que lucharon en las protestas y también formaron parte del Frente Patriótico Manuel Rodríguez.

A muchos que hoy en las calles vociferan su revolucionarismo, quiero decirles que nosotros tenemos experiencia a la hora de los “quihubo”. Los nuestros sí demostraron ser verdaderamente revolucionarios, y eso son las Juventudes Comunistas de Chile.

Estamos orgullosos de estas JJCC que de la mano con la juventud, con los estudiantes, ha sido capaz de poner a la institucionalidad, al mundo político, de cabeza. Chile ha cambiado, no es el mismo políticamente, por la lucha que han llevado adelante los jóvenes. Así lo reconoce todo el mundo, en Chile y fuera de Chile.

Ahora, lo que nos debe preocupar es que esta lucha no termine en el vacío, que las esperanzas y los anhelos que se han levantado del corazón del pueblo no se frustren como ha sido muchas veces. Por eso decimos que este movimiento tan grande que ha sorprendido muchas veces, tiene que hacer madurar esa semilla que se está sembrando en las calles y colegios, que también la siembran los trabajadores y el pueblo mapuche, las mujeres y las personas de la tercera edad. Son muchos en los pueblos y ciudades los que están luchando por sus derechos. Pero eso no puede quedar así y por eso es que los comunistas sostenemos que debemos tener la capacidad de conformar una convergencia amplia, grande; social y política, si lo queremos decir de mejor manera. Y que sea capaz de ofrecerle a nuestro país un programa distinto a todos los que han existido hasta ahora. Y creo que estamos en condiciones de hacerlo, porque Chile ha cambiado.

El problema es cómo lo hacemos, porque hay desconfianza. No lo podemos hacer solos, tenemos que trabajar con otra gente. Conocemos las conductas de antes y de hoy, pero lo cierto es que lo que existía hasta ayer está cambiando, incluso dentro de sí mismos está ya surgiendo la contradicción. Dentro de aquellos conglomerados que hasta ayer nos gobernaban y que entraron en crisis al interior de ellos mismos, está germinando el cambio. Y si no se produce desde allí el cambio, eso políticamente está destinado a desaparecer, y creo que la base popular de todos los partidos políticos, democráticos, de centro y de izquierda cada vez más se convencen de que hoy es el momento de la unidad para vencer a la derecha. Pero no por vencerla, no más; ni tampoco una unidad vacía, sino de contenido, con puntos programáticos que deberemos concordar entre todos, pero que indudablemente tienen que ser el resultado de este movimiento que lleva adelante la ciudadanía y todos los jóvenes y a la cual estamos seguro se van a incorporar más fuerzas sociales y sobre todo el mundo sindical, ahora que hemos logrado este magnífico triunfo en la Central Unitaria de Trabajadores y que va hacer posible imponer esos cambios. Esa es nuestra tarea.

Hoy tenemos que avanzar, desarrollar el movimiento social, pero también enfrentándonos, de la manera como finalmente se deciden las cosas, en un proceso electoral complejo y difícil para nosotros. Y tenemos que hacer un gran trabajo porque hay sectores, y sobre todo los nuevos electores, los jóvenes, que no creen en la política y en las elecciones. Para la derecha, ojalá esta discusión siguiera para siempre, sobre todo en las fuerzas de izquierda, porque eso nos mantiene divididos y nos debilita. Pasa que ellos, sin embargo, tienen sus fuerzas intactas. Todas las encuestas dicen que los jóvenes del barrio alto, de los sectores acomodados, votan y cumplen con el deber cívico, pero donde está la dificultad es entre nosotros. Allí es donde falta darse cuenta de que el voto es también una herramienta política. El voto puede ser también un instrumento revolucionario, el problema es por qué y cómo se vota. Ese es el asunto fundamental y nosotros tenemos que lograr que la mayoría de nuestro pueblo se pronuncie a través del voto por los cambios que Chile necesita. Eso es esencial, y la Juventud Comunista puede jugar un gran papel.

Tenemos que empezar ahora por derrotar a la derecha en estas elecciones y por eso, lo voy a decir en relación a la juventud, es tan importante obtener un triunfo en Estación Central con el compañero Camilo Ballesteros, que es candidato de toda la oposición en esa comuna. Ese es el valor que tiene esta elección, porque tiene un contenido político de fondo, y en relación a esto quiero decir que no es fácil esta batalla y sobre todo en Estación Central porque allí, quizás como en ninguna otra comuna, la derecha está haciendo esfuerzos extraordinarios para defender la alcaldía pues saben que esa derrota es muy simbólica en relación a lo que viene hacia más adelante.

Quiero felicitar a todas y todos los compañeros que son candidatos a concejales de las Juventudes Comunistas, que también están en esta batalla y que nos están acompañando.

Un programa mínimo

Si pensamos en un programa mínimo, hay cosas fundamentales como el cambio de la constitución. El otro día, frente al monumento de Allende, lo dijimos. Si la dictadura nos hizo votar apuntándonos con los fusiles en un plebiscito el año 1980 que fue aprobado de manera fraudulenta y que es la constitución que nos rige hasta hoy, por qué el pueblo de Chile no va a tener la posibilidad de libremente establecer una constitución para este país. ¡Claro que se puede! Hay algunos que dicen que no podemos hablar de asamblea constituyente porque sería como un salvavidas de plomo para la eventual presidenta o presidente de Chile. Pero, ¿cómo es esto? ¿Acaso vamos a cerrar la puerta para una discusión tan trascendental como ésta antes de las elecciones? ¿Para qué querríamos a una presidenta o presidente que se niegue a discutir o abrir la discusión con la más amplia participación ciudadana para ver cómo cambiamos la constitución? ¿Vamos a estar dispuestos a aceptar eso?: jamás lo haremos. Otra cosa es decir que llego mañana yo, presidente o presidenta, y decreto una asamblea constituyente, porque no es así, no hay las herramientas constitucionales. Sabemos, y eso es parte de nuestra lucha, que hay que crear una correlación de fuerzas favorable a eso y tenemos que seguir ganando terreno y estamos en eso.

Hace un tiempo, los primeros en hablar de un cambio en la constitución fuimos nosotros y éramos muy pocos. Ahora, si miramos el panorama, son muchos los que hablan de  cambio a la constitución y de reformas políticas.

En el programa tiene que estar el tema de la educación, de la salud y de los trabajadores. Y quisiera saludar a todos los nuevos consejeros de la CUT, que tendrán la gran misión de presentar las demandas de los trabajadores para un programa del nuevo gobierno. Porque ya está bueno: llevamos 20 años y de todo aquello que nos arrebató la dictadura respecto a derechos de los trabajadores nada ha sido repuesto. Ya es la hora de que los trabajadores tengan acceso a derechos inalienables, para que se puedan organizar y desarrollar sus luchas y negociaciones, rompiendo esta asimetría tan grande que existe hoy con el empresariado. Tenemos que luchar por la igualdad, por los derechos de los pueblos originarios y las personas de la tercera edad.

Esta lucha no es fácil, todos son testigos de que este último tiempo ha habido provocaciones contra el partido y las JJCC, ataques al local, en Iquique contra los locales del compañero Hugo Gutiérrez, atentados personales incluso con disparos a un compañero que trabaja con Hugo Gutiérrez, a Camilo Ballesteros intentaron quemarle la secretaría, el ataque al local del central del partido que es segunda vez que se produce. Estas cosas no son gratuitas ni nuevas en nuestra historia. Antes de triunfar con Salvador Allende, tuvimos que luchar contra la más grande campaña anticomunista, que después se intensificó. Pero no hay una campaña solamente desde la derecha, desgraciadamente ésta también se da desde la llamada “izquierda”, que dice estar más a la izquierda que nosotros. Fueron grandes debates en esa época. Por ahí, se podía debatir con aquellos sectores de “más de izquierda”, era posible llegar a acuerdos, pero hoy vemos que hay por lo menos una fracción que no quiere nada y que no se detiene ante nada, y que al parecer el enemigo fundamental de ellos fuéramos los comunistas. Pero el peligro más grande no viene de ahí.

En los últimos tiempos, en el diario El Mercurio, el diario golpista, ha habido semanas en que 4 ó 5 veces se ha puesto en la editorial al Partido Comunista de Chile. Primero nos inflan diciendo que los comunistas manejan todo: a los trabajadores, a los estudiantes, a los mapuches. Hasta a la Concertación la manejamos nosotros. Eso es lo que quisiéramos… Pero la verdad es que están levantando de nuevo el fantasma del comunismo, como lo hicieron ayer. Mientras más grandes nos hacen aparecer es para darnos más duro. Hay que preguntarse por qué pasa esto. Si no estuviéramos haciendo nada y la Juventud Comunista estuviera tranquilita y el partido no estuviera a la vanguardia en relación a la política; y si no estuviéramos en el meollo del asunto, como se dice, la verdad es que no pasaría nada y los comunistas estaríamos ahí tranquilitos como un ente testimonial de lo que ha pasado en Chile. Pero la verdad es que nosotros somos luchadores, entonces no tenemos que sorprendernos con estos ataques. Pero también tendremos que ver cómo vamos a responder, primero políticamente y después veremos cómo precavernos de atentados físicos a personas y a nuestros locales. Pero lo principal es que llevemos nuestra bandera adelante con más fuerza: ésa es la respuesta a toda esta política de agresión que fundamentalmente viene de la derecha, de sectores reaccionarios. Y que expresa, por ejemplo, la actitud de un diputado cuando se pidió un minuto de silencio por Salvador Allende. Pues esa gente existe, está presente y no trepidarían en absoluto en dar un golpe de estado en nuestro país, y por eso cuando esta juventud cumple 80 años, les decimos: nosotros no queremos golpe de estado, pero también sabemos que tenemos que estar preparados al menos mental e ideológicamente para eso, y tener siempre la voluntad política de que sabremos defendernos. Y eso tendremos que cultivarlo y discutirlo entre todos, porque es una necesidad histórica.

“Lo nuestro es un proceso revolucionario”

A veces pareciera que vamos por cauces democráticos e institucionales, pero lo nuestro es un proceso revolucionario y quienes no se equivocan son los sectores de la ultraderecha, los sectores del gran empresariado, ni tampoco el imperialismo norteamericano. Eso tenemos que tenerlo siempre presente. Tenerlo como parte de lo que tenemos que enfrentar, pero estamos ciertos de que es un indicativo de que estamos haciendo lo correcto.

Ahora, como se trata de celebraciones quisiera decirles que estamos contentos y alegres con esta Juventud Comunista de hoy, que nos ha dado tanto liderazgos nuevos entre los jóvenes y que de ese semillero salió Bárbara Figueroa, aquí también están Camila Vallejo, Camilo Ballesteros, Camila Donato y tantos otros dirigentes que quizás no están todos los días en los medios de comunicación, pero que ¡caramba! en cada lugar donde están ponen todo el movimiento, le dan alegría y vitalidad al partido. Además, esta juventud es el futuro del partido y en ellos confiamos. Para que todo esto tenga una culminación extraordinaria, yo me permito invitarlos a la celebración del centenario de los comunistas en el Estadio Nacional el 8 de diciembre, con la presencia de Silvio Rodríguez y de muchos otros grandes artistas chilenos.

Fuente: pcchile