RECABARREN EL
PRIMER DIPUTADO OBRERO ELECTO EN AMÉRICA
Iván Ljubetic
Vargas
La elección de tres diputados comunistas el domingo 13 de diciembre de
2009, ha sido la noticia más espectacular de esos comicios. Se han escrito
artículos, realizado entrevistas al respecto. Se ha abierto el interés por
conocer la historia de los parlamentarios obreros. Y no siempre se ha sido
riguroso con la verdad histórica.
SOBRE EL MITO DEL
JURAMENTO DE RECABARREN
Una de las tantas falsedades que se repiten sobre Luis Emilio
Recabarren, es que en 1906, cuando fue electo diputado por Antofagasta, siendo miembro del Partido Demócrata, se negó
a jurar, porque no creía en Dios. Se afirma que había dicho “yo prometo, pero
no juro”. Y que, por eso, le robaron la diputación. Esto es falso. Y sobre este
tema, el mismo padre del movimiento obrero chileno escribió un folleto titulado
“Mi Juramento”.
Allí explica que “para la formación de esta obrita, me valgo de
documentos oficiales y de publicaciones hechas en aquella época por la prensa”.
Agrega : “Volví a Chile, a fines de 1908, cumplí mi prisión (cuatro
meses en la cárcel de Santiago y cuatro en la de Los Andes) y a fines de 1909 recorrí el país
entre Valparaíso y Osorno. En este viaje constaté el hecho que alrededor de mi
nombre y mis actos se había tejido una malla de mentiras que en pocos casos
pude destruir.
“Era creencia general –y lo es aún- que en 1906, al incorporarme a la
Cámara de Diputados yo me negué a prestar el juramento reglamentario y que este
hecho había sido la causa de mi expulsión del Congreso.
“Esto es falso, pues, yo juré en cumplimiento y conforme a la ley.
Ahora yo no quiero que esta falsedad se mantenga en lugar de la verdad; por dos
razones: primero porque daña la doctrina de la democracia, porque hace creer a
las masas ignorantes que la democracia es antirreligiosa; segundo porque tengo
un inmenso amor a la verdad, mejor diré un culto y no quiero que se explote y
se especule con la mentira”.
DEL BOLETÍN DE
SESIONES DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS
Recabarren transcribe completo el texto de la sesión del 5 de junio de 1906. Reproducimos parte de
éste:
“El señor Orrego (Presidente).- Antes de conceder la palabra a otros
señores Diputados, ruego a los señores Veas y Recabarren pasen a prestar
juramento.
Los señores Veas y Recabarren
pasan a prestar juramento.
El señor Orrego (Presidente).- ¿Juráis por Dios y estos Santos
Evangelios guardar la Constitución del Estado , desempeñar fiel y legalmente el cargo que os ha confiado
la Nación; consultar en el ejercicio de vuestras funciones sus verdaderos
intereses, y guardar sigilo acerca de lo que se tratare en sesiones secretas?
El Sr. Recabarren.- Sí juro, señor
Presidente; pero dejando constancia de que en la sesión anterior se nos
impidió manifestar nuestras ideas y se pretendió que rodáramos hasta aquí como
simples máquinas a jurar sin explicación alguna...
El señor Puga Borne.- Esto es intolerable, señor Presidente. Yo me
opongo a que continúe hablando el señor Recabarren.
El señor Orrego (Presidente).- Si así no lo hiciereis, que Dios,
testigo de vuestras promesas, os lo demande”.
Recabarren escribe “(Nótese que la acción del juramento quedó
satisfecha, pues, no hubo ninguna circunstancia que pudiera invalidarlo)”.
Se produjo un encendido debate. El diputado derechista Barros Errázuriz
terminó su exposición, planteando: “Por consiguiente, hago indicación para que
la Cámara declare que es nulo el juramento prestado por los señores Veas y
Recabarren”.
Después de una larga discusión, el Presidente de la Cámara puso en
votación el asunto de la validez del juramento de los dos diputados demócratas.
El resultado: por la aprobación del juramento 44 votos, en contra 32 y 9
abstenciones (entre ellas las de Recabarren y Veas)
¿CUÁL FUE LA
VERDADERA CAUSA DE SU EXPULSIÓN DE LA CÁMARA?
Un poco de historia: el 4 de
marzo de 1906 hubo elecciones parlamentarias.
Por la Agrupación de Antofagasta
fueron elegidos dos diputados: un derechista, con 3.454 votos, y Luis
Emilio Recabarren, del Partido Demócrata, con 2.625 preferencias. Se perdió el
radical Daniel Espejo.
En la sesión del 5 de junio de 1906, como ya hemos señalado, fue
aprobado el juramento realizado por Recabarren y su correligionario Veas.
Después de ello, el candidato
Espejo presentó una reclamación ante la Cámara contra el triunfo de Recabarren,
pidiendo que se anularan ciertas mesas y se hicieran funcionar otras que no lo
hicieron el 4 de marzo.
En la sesión de la Cámara del 20 de junio –encontrándose ausente
Recabarren por estar muy enfermo, víctima de la fiebre tifoidea- la mayoría de la Cámara lo despojó de su
diputación y proclamó a Espejo diputado presuntamente electo.
¿Cómo fue posible
que la Cámara pudiera arrebatar la investidura a uno de los diputados electos?
El Mercurio en su editorial del 22 de junio de 1906 señaló: “Las consecuencias del gravísimo
precedente que ha establecido la Cámara de Diputados al excluir de su seno al
diputado de Antofagasta don Luis E.
Recabarren, irán apreciándose mejor a medida que la opinión pública se dé
cuenta de todo este acto de ciego partidismo político del Congreso y para el
respeto de las instituciones
fundamentales de la República. Ya hemos hecho notar que, con esto, la Cámara
retrocede en el camino de la reforma de los malos hábitos parlamentarios,
reforma iniciada con la ley que estableció el Tribunal Revisor de Poderes con
el objeto de evitar precisamente que a un hombre elegido por el pueblo le sea arrebatada
su investidura parlamentaria por intereses partidaristas que logran formar una
mayoría inescrupulosa. Este Tribunal examinó los poderes del diputado de
Antofagasta, los declaró correctos, y su fallo no puede parangonarse con el que la mayoría ocasional de la Cámara ha dado
sólo en virtud de odios sectarios...”
Más adelante agrega este editorial:
“Ese diputado por Antofagasta es uno de los pocos hombres en Chile que
ha llegado hasta el Congreso exclusivamente en virtud del voto popular, por la
simple, libre y espontánea voluntad del pueblo elector, sin intervención de
fuerza alguna que perturbara el criterio de los que lo eligieron... Es, además,
un hombre pobre, un obrero legítimo, no un supuesto obrero... Nosotros
preguntamos a cualquier hombre honrado sin pasiones partidista, ¿Puede haber en
el Congreso de Chile un diputado más legítimamente elegido?
La repulsa nacional obligó al Gobierno de Pedro Montt a realizar elecciones complementarias entre Recabarren y
Espejo el 26 de agosto de 1906. Triunfó nuevamente Recabarren.
SE CONSUMA EL
DESPOJO
El segundo capítulo de su folleto lo tituló “Por qué fui expulsado de
la Cámara de Diputados”. En él se refiere a la consumación del despojo llevado
a cabo en las sesiones del 19, 25 y 26 de octubre de 1906.
Según el acta de la primera de ellas, convocada para tratar la Elección
de Antofagasta, Recabarren refutó las acusaciones de Espejo en una vibrante
intervención. Entregó una serie de antecedentes concretos, demostrando que fue
el candidato radical quien llevó a cabo
numerosos fraudes.
El debate continuó en la sesión del 25 de octubre. Según el acta de ella, a petición de
Recabarren se dio lectura a las actas de la elección. Terminado el escrutinio
le preguntó al secretario “¿Quién tiene la mayoría?”
Este respondió. “El escrutinio general arroja el siguiente resultado:
Por Recabarren, 2.882 votos; por Espejo, 2.834 votos”.
Ganó el candidato demócrata por 48 votos.
El debate se prolongó varias horas. Durante éste, el diputado Rocuant,
defensor de Espejo, mostró la verdadera causa del despojo: “En vista de todo lo
cual yo declaro que si no hubiera estricta justicia para expulsar al señor
Recabarren de la Cámara, ello sería necesario hacerlo por razones de alta
moralidad social, y por otras que están vinculadas a la felicidad y
engrandecimiento del pueblo, pues no es tolerable que en la Cámara vengan a
representarse las ideas de disolución social que sostiene el señor Recabarren”.
Escribió el primer diputado obrero electo en América: “En la sesión del
26 de octubre de 1906 se votó una indicación por la cual se desconocía mi
elección y se aprobaba definitivamente la entrada a la Cámara del señor Daniel
Espejo que no había triunfado en las urnas electorales. Votaron aceptando la
entrada incorrecta de Espejo los siguientes diputados, que habían jurado por
Dios y los Santos Evangelios respetar la Constitución y las leyes...” Entregó
una lista de 34 diputados, entre los que
hay de todos los partidos. En contra votaron sólo dos. Se abstuvieron tres.
Para arrebatar la investidura de diputado a Recabarren, la mayoría
reaccionaria de la Cámara no se detuvo ante nada. Pasó por encima de la ley que
estableció el Tribunal Revisor de
Poderes, pues realizó su propio escrutinio, sin considerar el fallo emitido por
esa instancia legal. Luego pasó por encima del escrutinio hecho por la mesa de
esa Cámara, decidiendo por votación, que el perdedor era el vencedor de la
elección del 26 de agosto.
No es un simple detalle afirmar que Recabarren fue expulsado de la
Cámara por negarse hacer un juramento religioso. Repetir irresponsablemente ese
mito, es contribuir a ocultar uno de los hechos más escandalosos ocurridos en
la Cámara de Diputados, en que los reaccionarios de todos los pelajes no
aceptaron que un genuino obrero formara parte del parlamento.
LOS PRIMEROS
DIPUTADOS COMUNISTAS
La campaña presidencial que debía culminar el 25 de junio de 1920
estaba en pleno desarrollo. Por un lado, la derecha “renovada” había
constituido la Alianza Liberal y levantado la candidatura de Arturo Alessandri
Palma, que tomando las demandas
planteadas por los obreros y sectores medios, hacía gala de una
demagogia, que resultaba atrayente para las masas despolitizadas. Por su parte,
la derecha más reaccionaria había formado la Unión Nacional.
Ante esta situación, el Segundo Congreso del Partido Comunista, celebrado en Antofagasta e 1 y 2 de junio de
1920, resolvió levantar la candidatura de Luis Emilio Recabarren, entonces
preso en la cárcel de Tocopilla. Faltaban sólo 23 días para los comicios
presidenciales. Triunfó Alessandri. Recabarren obtuvo el 0,4% del total de
electores. Pero los hechos dieron la razón a los comunistas. Pronto las
ilusiones en el
“cambio” ofrecido por Alessandri se hicieron humo. La crisis se agudizó, la cesantía
y el hambre golpearon a las masas ilusionadas con la demagogia
derechista. Y, a poco de iniciarse el gobierno de Alessandri, soldados y
carabineros perpetraron una masacre en la oficina salitrera de San Gregorio, el
3 de febrero de 1921, donde fueron asesinados cien obreros.
En medio de una brutal represión, se llevaron a cabo las elecciones
parlamentarias del 6 de marzo de 1921. Esos comicios, los comunistas obtuvieron
el 1,4% del total de votos válidamente emitidos. En la provincia de
Antofagasta, recibieron el 28,3%, eligiendo a Luis Emilio Recabarren; en
Pisagua y Tarapacá, resultó elegido Luis Víctor Cruz. Fueron los dos primeros
diputados comunistas.