RECABARREN ANTIMILITARISTA
Iván Ljubetic Vargas
Luis Emilio Recabarren fue el primero que,
desde posiciones revolucionarias, abordó el problema del militarismo. En 1904
escribió varios artículos de prensa
abordando ese tema. Lo hizo desde un punto vista de clase.
El 9 de junio de 1904, apareció en el
periódico La Voz del Pueblo, de Valparaíso, su colaboración “¿Para qué sirve el
Ejército?”, escrito en la cárcel de Tocopilla. Allí expresaba:
“¡Trabajadores, abrid los ojos! Hasta hoy día
existen muchos trabajadores que aún creen que el ejército en cada país está
destinado a para defender la integridad y honor nacional y bajo el imperio de
este fanatismo le prestan su concurso y admiración. Esta es una patraña
inventada por los capitalistas para tener siempre sometido al pueblo o con
medios para someterlo a la esclavitud. ¡No hay tal integridad, ni tal honor
nacional! Todo eso es mentira. El único objeto que a los ricos les guía al
tener ejército es oprimir y explotar al trabajador a fin de podrirse en millones
de riquezas y vanidades... Ejemplos diarios que se presentan a la vista del
pueblo en todas las ciudades del mundo son: las huelgas, las reuniones
sociales, meetings y otros actos en que los trabajadores exponen sus dolores,
sus desgracias, piden justicia y pretenden destrozar las cadenas que los
oprimen, son sofocados, disueltos, aplastados por los caballos, sables, rifles,
cañones y buques que manejan los soldados del ejército y marinos de la
armada...”
Finalizaba, escribiendo: “¿Para qué sirve el
ejército, repito ahora? Para aplastar solamente a la clase obrera. Para acabar
las huelgas. Para ponernos cadenas. Para defender a nuestros tiranos. Para eso
sirve el ejército, para afirmar el pedestal de la tiranía opresora del capital
gobernante. ¡Pueblo, abrid los ojos!”.
El 5 de noviembre de 1904, El Trabajo, de
Coquimbo, publicó “No más militares”. En él, Recabarren afirmó: “El militarismo
es una plaga. Es el veneno con que los ricos sofrenan al pueblo. Los ricos
sostienen el militarismo porque es la única manera de que pueden explotar a los
pobres. Si no tuvieran soldados no podrían robarles sus salarios”.
El 20 de ese mismo mes, en La Defensa,
de Coronel, Recabarren abordó un tema que tiene palpitante
actualidad: “El Servicio Militar lo combatimos porque sólo lo hace el pobre y
el rico se libra de él; porque el pobre es maltratado; porque con el cuartel se
corrompe la conciencia...”
Con fecha 5 de octubre de 1924, Recabarren
escribió en el periódico Justicia, de Santiago, el artículo “Siempre antimilitarista”,
donde sostuvo: “Hemos sido, somos y seremos siempre antimilitaristas porque
estamos convencidos que el militarismo es la afrenta de toda civilización, es
la carga más inútil y más pesada que soportan los pueblo, y es la amenaza
permanente de todos los derechos... El militarismo será siempre la fuerza
opresora con que la clase capitalista explote al pueblo”.
Luis Emilio Recabarren planteó el problema
del militarismo desde un punto de vista de la clase trabajadora, desde un punto
marxista, cuando recién la clase obrera daba sus primeros pasos para
transformarse en una clase para sí.
Es decir con una organización política y
sindical propia y con conciencia de clase.