RECABARREN Y LA REVOLUCIÓN DE OCTUBRE
DE 1917
Iván Ljubetic Vargas
Este 7 de noviembre se cumplen 92 años del hecho más importante del
siglo XX: la Revolución Socialista de
Octubre.
Según el calendario Juliano, entonces vigente en
Rusia, tuvo lugar el 25 de octubre de 1917, pero de acuerdo al calendario
gregoriano, actualmente en uso, se llevó
a cabo el 7 de noviembre de 1917.
Fueron diez días
que conmovieron al mundo. Las olas
levantadas por esa revolución llegaron a
Chile. El historiador Hernán Ramírez Necochea escribió:
“La Revolución y
los dramáticos sucesos que siguieron a la conquista del poder por el
proletariado ruso despertaron la atención de la clase obrera, la conmovieron
profundamente; en la prensa popular y en las reuniones políticas y sindicales,
se expresaba fervorosa admiración por el pueblo soviético y se daban muestras
de incontenible entusiasmo por el advenimiento del primer Estado que dirigía la
clase trabajadora”.
Por su parte, el
dirigente sindical Juan Vargas Puebla, afirmó:
“El nacimiento del
primer estado dirigido por el proletariado, fue saludado por las organizaciones
clasistas chilenas y no pocos políticos e intelectuales. Los estudiantes
universitarios lo saludaron en diversos artículos publicados en su periódico
Claridad.
Juan Pradenas Muñoz y Recabarren publicaron
artículos plenos de entusiasmo y adhesión. La clase obrera comprendió que se
abría un nuevo período de intensas luchas y que por tanto había que adecuar sus
organizaciones sindicales a la nueva situación histórica”.
RECABARREN ESCRIBE DESDE BUENOS AIRES
Al producirse la
Revolución de Octubre, Recabarren se encontraba en Buenos Aires. Apenas
conoció los acontecimientos que
sacudían Rusia, escribió el 23 de diciembre de 1917:
“Doy sin vacilar mi
voto de adhesión a los maximalistas rusos, que inician el camino de la paz y de
la abolición del régimen burgués, capitalista y bárbaro. Quien no apoye a esta
causa sostendrá el régimen capitalista con todos sus horrores”.
En otros artículos
publicados en la prensa argentina y reproducidos por el periódico “Adelante”, de Talcahuano,
en febrero de 1918, Recabarren señaló:
“ Para cimentar su verdadera y auténtica
revolución, el pueblo ruso no ha necesitado hacer funcionar ninguna clase de
patíbulos. Brazo firme y enérgico, sí; cerebro sereno y voluntad para impedir
que los burgueses y sus instrumentos vuelvan a restablecer la explotación y la
opresión del pueblo”.
“El sueño, la
utopía de esos locos llamados socialistas pasa a ser hoy no sólo una realidad,
sino la fuente de todo progreso y felicidad humana. Esto era lo más temido por
la clase capitalista de Rusia y de todos las países”.
“¡Rusia maximalista
es la antorcha del mundo! Salud a esa
Rusia.
Rusia
revolucionaria, librando al mundo de la guerra, es el más poderoso baluarte de
la democracia; de la democracia del pueblo honrado y trabajador”.
ACTIVIDADES SOLIDARIAS EN CHILE
Recabarren regresó
a Chile en abril de 1918.
Salvador Ocampo evoca la actividad solidaria
desarrollada por el maestro en Antofagasta:
“Yo recuerdo
perfectamente que Recabarren salió a la calle con nosotros en 1918 a celebrar
los triunfos de los bolcheviques y a proclamar que ese era el camino que tenía
que seguir el proletariado...
“Hicimos mitines en
diferentes lugares de la ciudad. Uno de esos lugares estaba cerca de mi casa.
Era la plazuela Vicuña Mackenna, en la avenida Argentina con la calle Bolívar.
Y en ese triángulo, digamos –14 de febrero era la otra calle-, Recabarren salía con los compañeros. Yo participaba
también en esos actos a proclamar la necesidad de apoyar la Revolución
bolchevique...
“Nosotros, los
jóvenes, creamos una tribuna portátil y
a veces salíamos con Recabarren a la calle. Yo andaba con la tribuna al hombro:
era chiquillo, muchacho todavía. Y entonces, en cualquier lugar donde nos
permitían las autoridades, plantábamos la tribuna y Recabarren empezaba a
hablar”.
En la Convención,
realizada en Concepción en diciembre de 1919,
de la cual surgió la Federación Obrera de Chile, la combativa FOCH, se aprobó una declaración propuesta por Recabarren, en que los trabajadores chilenos manifestaban “sus más ardientes votos por la
emancipación integral del proletariado internacional y que, conforme a los
derechos que tienen los pueblos a elegir sus gobiernos, cese la guerra que los
estados capitalistas mantienen contra el proletariado ruso”.
El 16 de septiembre
de 1920, Recabarren escribió en “El
Socialista”, de Antofagasta:
“He explicado en
conferencias lo que es la Revolución Rusa y el maximalismo, desde Lautaro hasta
Pisagua, explicando la obra bellamente creadora de la más alta civilización que
se verifica en Rusia con el concurso de toda una nación con la excepción de unos
pocos cientos de reaccionarios...
“Y he dicho que la
Revolución Rusa ha probado que el socialismo no era una bella utopía ni estaba
a siglos de distancia su realización”.
VISITANDO RUSIA SOVIÉTICA
Cinco años después
del triunfo de la Revolución en Rusia, Recabarren viajó a ese país.
El 9 de octubre de 1922, inició su viaje a Europa. Iba a
participar en calidad de delegado de la Federación Obrera de Chile,
FOCH, en el Segundo Congreso de la
Internacional Sindical Roja, y a representar al Partido Comunista de Chile en
el Cuarto Congreso de la Internacional Comunista. Ambos eventos a efectuarse en
Moscú.
Recabarren, en nota escrita en alta mar, de fecha 26 de
octubre, explica: “Voy viajando en el vapor Baden, de firma y construcción alemana, que hace la
línea Hamburgo – Buenos Aires. Por cierto que dado al alto precio de los
pasajes voy en tercera clase y muy contento de conocer esta situación, me
volveré en las mismas condiciones”. Añade: “Campesinos, obreros y obreras y
pequeños comerciantes son los que viajan en tercera clase”.
El viaje por mar
duró 26 días. Recabarren escribió dos
cartas desde Berlín, el 8 y el 9 de noviembre, narrando sus actividades en la
capital alemana.
En la segunda, relata: “Ayer me he encontrado
con una cantidad de delegados franceses que van a Rusia. Iremos juntos a Moscú
y partiremos el domingo 12 temprano desde un puerto alemán hasta Petrogrado y
desde allí a Moscú en ferrocarril”.
Recabarren fue uno
de los 408 delegados, que representaron
a 58 organizaciones comunistas de distintos países al Cuarto Congreso de la
Internacional Comunista. Este se prolongó hasta el 5 de diciembre de 1922.
En el Segundo
Congreso de la Internacional Sindical Roja, Recabarren estuvo en la Presidencia
de este evento, junto a grandes personalidades como Clara Zetkin, Edgard Wood,
Francisco Pintos...
DE REGRESO EN LA PATRIA
Entre diciembre de
1922 y enero de 1923, se llevó a cabo en Chile una campaña con el fin de reunir fondos para costear el
pasaje de regreso de Recabarren desde Europa.
Llegó a
Santiago, el 19 de febrero de 1923. Existía gran expectación por el
mensaje que traía.
La prensa reaccionaria había especulado que
venía desilusionado.
Miles de
personas desfilaban por las calles, cantando himnos
revolucionarios y enarbolando banderas rojas. Coreaban su nombre.
La muchedumbre desbordaba la Plaza de Armas.
Cuando se calmó la tempestad de gritos y
cantos, Recabarren se dirigió a la multitud:
“... En Rusia no
existe la burguesía gobernante, en Rusia no existe el capitalismo explotador;
en Rusia las fábricas, los campos, la producción está en poder de los trabajadores...”
Aplausos y exclamaciones de aprobación rubricaron sus
palabras. La gente lo llevó en hombros hasta su casa.
Ese mismo mes
comenzó a entregar las experiencias recogidas en su viaje a Rusia. La primera
conferencia la dictó en el teatro Esmeralda de la capital.
“LA RUSIA OBRERA Y CAMPESINA”
En marzo de 1923 se
publicó en Santiago “La Rusia Obrera y Campesina. Algo de lo visto en su viaje
por Luis Emilio Recabarren”. Un folleto de 94 páginas.
Explicaba su autor:
“Sobre lo que vi y constaté durante los 43 días que estuve en Moscú, he escrito
algunos artículos, cinco de los cuales se publicaron en ‘La Nación’ de
Santiago. Esos artículos y las conferencias que he dado, después de mi llegada,
de regreso de Rusia, coleccionadas y con agregados que completan las
informaciones, son el material que hoy ofrezco en este modesto folletito, con
la intención de llevar a los lectores una información real de lo que hasta la fecha
lleva construido el proletariado que en Rusia tiene hoy en su poder la suma del
poder político y económico; después de haber destruido todo el mecanismo de la sociedad capitalista
explotadora”.
“Se me podrá
observar –agrega- que 43 días no son suficientes para reconocer e informarse de
todo lo necesario en un país que ha cambiado tan fundamentalmente su régimen
social, político y económico. Pero yo responderé a eso que yo no fui a Rusia a
buscar detalles, que para este objetivo no los necesito, fui solamente a
constatar lo más fundamental, con lo cual se construirá el porvenir. Fui a ver
si la clase trabajadora tenía en sus manos efectivamente el poder
político, con el cual garantice la
conservación en sus manos del poder económico.
Fui a ver si la clase
trabajadora tenía en sus manos la dirección del poder económico, con el cual
irá construyendo su bienestar...
No fui en busca de
menudencias y detalles. Para recoger lo fundamental me alcanzó el tiempo.
Y pude ver con
alegría, que los trabajadores de Rusia, tenían efectivamente en sus manos toda
la fuerza del poder político y económico.”
EL PRIMER HISTORIADOR CHILENO...
En una “Historia de
Chile”, publicada en 1967 por el Instituto de Historia de la Academia de
Ciencia de la URSS, se dice: “Luis Emilio
Recabarren puede ser considerado el primer historiador chileno de la Revolución
Socialista de Octubre”.
Y es verdad. Pero
también se preocupó de las lecciones que podían sacar de esos hechos los
trabajadores chilenos.
Escribió: “El
proletariado de Chile, recogerá de la lectura de este folleto, muchas
enseñanzas para sus actividades futuras, que le permitan avanzar con éxito
hacia el derrumbe del estado capitalista, que es la causa del estado de tiranía
y de explotación que nos vemos obligados a soportar”.
Agregando: “Creo no engañarme si aseguro que al
proletariado de Chile sólo le falta disciplinar un poco su organización
política y económica para encontrarse en capacidad de realizar la Revolución
Social que expropiará todo el sistema de explotación capitalista y que termine
definitivamente con el caos capitalista incapaz de producir el bienestar social
que reclama la población de Chile”
“VUELVO MÁS CONVENCIDO QUE ANTES...”
Escribió el maestro: “Es de esperar que
después de la lectura reposada de este
corto folleto, cada proletario sepa tomar el sitio que le corresponde para
encaminar sus actividades hacia la realización del programa de combate del
comunismo que destruya este sistema capitalista que ya ha probado de sobra su
total incapacidad para dar al país
ningún bienestar”.
“He vuelto de Rusia más convencido que antes
de que urge apresurar la Revolución Social que ponga en manos del pueblo todos
los poderes para la construcción de la sociedad comunista.
“Continuar con la
inactividad o la espera de ilusorias promesas que se renuevan sin cesar,... es
prologar el estado de explotación capitalista, que permite a unos pocos hacerse
millonarios en poco tiempo, mientras la mayoría de la población permanece en la
más vil miseria”.
Termina su escrito
señalando: “Dar al pueblo los medios
para terminar con su malestar es, entre otros, el objetivo de este folleto”.
Esta obra es un
contundente desmentido a la falsa afirmación de que Recabarren se habría
suicidado porque regresó desilusionado de su viaje a Rusia.
UNA EXPERIENCIA PERSONAL
En 1959 viajé a la
Unión Soviética formando parte de una delegación de jóvenes, que habíamos participado en el
VII Festival de la Juventud y de los Estudiantes, efectuado en Viena.
Tuvimos un apretado
programa. Muchas visitas. Una de ellas fue a una fábrica textil de Moscú. En
esa oportunidad me correspondió hablar en nombre de la delegación. Después, en
su discurso, la Presidenta del Sindicato se refirió a los comienzos de la
URSS. Habló de la solidaridad internacional recibida en esos primeros años. Recordó la ayuda
recibida de un lejano país llamado Chile. La información me sorprendió porque
no tenía idea de ello.
Aún pensaba en
esto, cuando se acercó a saludarme la
presidenta del sindicato, acompañada de un intérprete. Agradeció mis palabras y
me invitó a bailar. Le respondí que lo sentía pero que no bailaba. Entonces el
intérprete dijo que ella había dicho que si yo
bailaba tan bien como hablaba... Y sin más explicaciones, la maciza y
ágil camarada me sacó a la pista y me hizo dar vueltas y vueltas en un vals que
me pareció eterno.
De regreso a Chile,
lo que me siguió dando vueltas en mi cabeza no fueron las columnas y lámparas
del salón sindical como me ocurrió en esa noche moscovita, sino lo que la
Presidenta del Sindicato había dicho en su discurso.
Investigué. Y
encontré los antecedentes. En 1923, el Partido Comunista de Chile organizó una
gran campaña de solidaridad con el pueblo soviético. Constituyó Comités de
solidaridad en diferentes puntos del país, que reunieron varias decenas de
pesos. Esos dineros fueron enviados al Comité Central Obrero de Ayuda al
Proletariado Ruso con sede en Berlín.
Es indudable, que
fue determinante en esa acción solidaria de los comunistas chilenos la labor de difusión y de convencimiento
realizada incansablemente por Luis Emilio Recabarren en torno
a la Revolución de Octubre, ese histórico acontecimiento, que
conmovió al mundo hace 92 años.
LA CÁMARA DE
DIPUTADOS RINDE HOMENAJE A LENIN
Vladimir Lenin, el
gran artífice teórico y práctico de la
Revolución bolchevique de 1917, falleció el 21 de enero de 1924.
El diputado Luis
Emilio Recabarren, quien sentía gran
admiración por Lenin, propuso en la sesión del 5 de febrero de 1924, que la
Cámara enviará un mensaje de condolencia al gobierno soviético. Su primer
intento resultó fallido. La mayoría derechista se abocó a un homenaje al ex
presidente de Estados Unidos, Woodrow Wilson.
Al día siguiente
Recabarren volvió a la carga. Preguntó a sus honorables colegas si el rechazo a
su proposición se debía a que en Rusia gobernaban los comunistas, los trabajadores, sin
considerar que Lenin era una de las principales figuras de la historia
contemporánea.
Recordó que hasta la prensa burguesa le
reconocía sus grandes méritos.
Citó el periódico
‘La Nación’, del 23 de enero que decía: “El cable ha comunicado que Nicolai Lenin murió a las 6,30 horas del martes 21 en su residencia
particular ubicada en Moscú. Acaso no hay en el momento una figura más
interesante en el panorama mundial, que la de este hombre extraordinario. La
figura de Lenin es, con todo, de un relieve único”.
Recabarren entregó
antecedentes de la obra de Lenin y sus camaradas en Rusia. Luego prosiguió, en
medio de interrupciones, réplicas y
contrarréplicas:
“La personalidad de
Lenin se levanta a mucha más altura que la del ex Presidente de Estados Unidos.
El ex presidente
Wilson dirigió a su gran nación para embarcarla en la pasada guerra, para
aumentar el fuego, para destruir la humanidad, para arrastrarla a la horrible
matanza de la juventud del mundo en que estaba empeñada la clase capitalista.
Mientras esto hacía
Wilson, Lenin, este hombre oscuro y calumniado, esta figura salida de la nada,
este hombre que no tembló siquiera ante la inminencia del patíbulo, trató de
retirar a Rusia de la guerra, y luchó hasta que lo consiguió.
Todo el mundo sabe
–prosiguió Recabarren- que Lenin antes
de que el pueblo ruso declarara la revolución perseguía ya la terminación de la
guerra.
¿Qué acción más
grande, qué acción más noble puede existir en la historia?
¡Ese es Lenin, que
quiso la terminación de la guerra!”
“Termino pidiendo
–finalizó sus palabras Recabarren- que pongamos un poco más alto nuestros
corazones, no olvidando la frase latina que dice ‘sursum corda’, ¡en alto los
corazones!”
La votación fue
una sorpresa: 26 votos a favor, 5 en
contra y 7 abstenciones.
Fue así como la Cámara de Diputados de Chile,
aprobó el envío de un telegrama de pésame al gobierno soviético, que en los
hechos era un homenaje a Lenin.
Este episodio es
una nueva demostración de la gran admiración que tuvo Recabarren por la
Revolución Rusa de 1917 y de cómo
repercutieron en Chile esos diez días que conmovieron al mundo.