lunes, 9 de julio de 2012

RECABARREN DIPUTADO COMUNISTA






RECABARREN DIPUTADO COMUNISTA

Iván Ljubetic Vargas

En las elecciones parlamentarias que culminaron el 6 de marzo de 1921, el Partido Comunista adoptó una justa política de alianzas. Enfrentó esa campaña electoral a través de un pacto con los partidos Radical y Demócrata. Ello, unido al desarrollo de las fuerzas proletarias en el norte chileno, le permitió elegir dos diputados obreros:

Luis Emilio Recabarren, en Antofagasta, y  Luis Víctor Cruz, por Pisagua y Tarapacá.

UN DISCURSO MEMORABLE

Recabarren fue un brillante diputado. De enorme actividad dentro y fuera de la Cámara.
El 15 de julio de 1921 pronunció un discurso histórico en el  Parlamento. En un tono vibrante, exponiendo con valentía y muchos antecedentes, respondiendo con rapidez e ingenio las interrupciones de los representantes de la derecha, trazó la historia de la  clase  obrera chilena. Destruyó las falsedades inventadas por la burguesía.
Inició esa memorable intervención, que tenía por título “Albores de la Revolución Social en Chile”,  diciendo: “Me voy a permitir ocupar la atención de esta Cámara para hacer un acto de defensa de las clases trabajadores. Constantemente, no diré fuera de esta sala, en la prensa y entre los particulares, sino en el recinto mismo de la Cámara, se vierten, a mi juicio, ofensas gratuitas al proletariado chileno. Y yo estimo necesario que se levante en este recinto una voz que lo defienda, porque nunca se han contestado esas ofensas...”  (El Pensamiento político de Luis Emilio Recabarren. Austral, 1971, página  99)
Mostró las valiosas cualidades de los trabajadores chilenos. Por ejemplo, recordó la iniciativa de la Mancomunal de  Obreros de Tocopilla de adquirir una imprenta en 1903, para editar un periódico.  Señaló al respecto:  “Yo encuentro de una  sublimidad majestuosa el pensamiento de estos obreros –peones, playeros, estibadores, cargadores, lancheros- que soñaban con tener una imprenta para desarrollar sus facultades mentales, viéndose huérfanos en esta sociedad, que no los ayudaba a instruirse, a ilustrarse. ¡Ellos mismos, por sí solos, por sus propios esfuerzos juntaron dinero para comprar una imprenta y publicar un periódico!” (Recabarren, Luis Emilio: “Los albores de la Revolución en Chile”, discurso pronunciado en la Cámara de Diputados, el 15 de julio de 1921,  en “El pensamiento de Luis Emilio Recabarren”. Editora Austral, 1971, p. 128)

COMUNISTA DESDE 1912

En otra parte de su discurso, Recabarren subrayó que, desde su nacimiento, el partido revolucionario de la clase obrera chilena tuvo una orientación comunista. Dijo en esa ocasión: “Algunos años después –y como siempre sucede en la evolución de las ideas-   hemos desarrollado el concepto, que no transcurrido mucho tiempo los trabajadores de los distintos pueblos de la República ya demostraban ideas comunistas, y concebían claramente el socialismo, como se ve en el programa del Partido Socialista hecho en 1912”.  Enfatizó: “He hablado ya del hecho de que el partido socialista desde el año 12 ha acogido las ideas comunistas”.(Recabarren, Luis Emilio: “Los albores de la Revolución Social en Chile” en “El pensamiento de Luis Emilio Recabarren”. Austral, 1971, Tomo I, pp. 108 y 110)


“TENEMOS DERECHO A CONQUISTAR EL PODER”

En otro acápite de su discurso del 15 de julio de 1921, Recabarren afirmó:
“Yo deseo dejar establecido que nosotros creemos tener también el derecho de conquistar el poder político... Y si vemos que el fraude y el  dolo se pone en práctica para atentar contra nuestra ascensión al poder político, ¿qué nos tocará hacer? ¿cruzarnos de brazos? Al contrario: ante estos delitos, ante estas iniquidades, nosotros habremos de luchar con firmeza hasta conquistar todos nuestros derechos, primero por medio de la legalidad, pero cuando veamos que se nos cierra el camino de la legalidad iremos si es preciso, y no lo dudéis, a la revolución. Y nadie puede negarnos en esta Cámara el derecho a hacer la revolución”.
Agregó: “Tengo aquí un artículo publicado en ‘El Trabajo’, periódico de la Mancomunal  Obrera de Tocopilla, el año 1903. Dice un obrero estas magníficas expresiones: ‘La Revolución seguirá impertérrita su marcha, tranquila si la libertad la ampara, violenta y terrible si se le pretende detener en su camino. Sembrad odios y recogeréis venganza”.   (Ibidem. Páginas 109 y 112)

GABRIELA  MISTRAL               

En sus actuaciones como parlamentario, el padre del movimiento obrero chileno mostró esa sensibilidad y humanismo que siempre le caracterizaron. A comienzos de 1922, al conocer la noticia que Gabriela Mistral viajaba a México, invitada por el Ministro de Educación  José Vasconcelos, para que colaborara en la Reforma Educacional auspiciada por el gobierno de ese país, y que carecía de dinero para sus gastos personales, hizo una indicación en la Cámara para que se le asignara una suma de cinco mil pesos. La proposición fue recibida con sonrisas e ironías por los diputados de derecha. Resultó rechazada. Sin embargo, en esta misma sesión se aprobaron dos misiones militares a Europa.

SE HA DEFENDIDO A LOS TRABAJADORES

En abril de ese año, Recabarren hizo un balance de la labor de los diputados comunistas:
 “El Partido Comunista desde hace un año, tiene en el  Parlamento dos representantes... Los intereses de los trabajadores han sido defendidos con calor, el entusiasmo revolucionario se levanta hasta en los ranchos de paja y de terrón de nuestros trabajadores rurales, hasta donde ha llegado la palabra de nuestros diputados comunistas; y la fe en días mejores se enciende en los cerebros de todos los que sufren, de todos los que padecen, de todos los que penan, como la promesa de una vida nueva”. (La Federación Obrera. Santiago, 7 de abril de 1922).
Elías Lafertte relata: “Cuando Recabarren iba a hablar, en la Cámara se producía expectación. Nosotros íbamos a la galería a escucharlo y aplaudirlo. Hablaba ante los honorables, lo mismo que ante los obreros, sin modificar su vocabulario sencillo y claro, su tono tranquilo, sus convicciones firmes. Las cosas que tenía que decir,  las decía tranquilamente, impertérrito ante las interrupciones indignadas de sus enemigos de clase. No tenía empacho en plantear las cuestiones más revolucionarias; todo lo exponía con la sinceridad del que tiene bien arraigadas sus convicciones”.
(Lafertte, Elías: “Vida de un Comunista”, p. 163)

EN CONTACTO CON LOS TRABAJADORES
El mismo Lafertte recordaba:  El 1º de Mayo de 1922  “salí en un automóvil con Recabarren. Fuimos a visitar los albergues, donde el gobierno de Alessandri mantenía en pésimas condiciones de vida y de salubridad, a los obreros del norte que había traído a Santiago a raíz de la paralización de numerosas oficinas salitreras. Estuvimos en tres albergues, donde encontré a algunos viejos compañeros de mis días de pampino. En todos ellos recibían a Recabarren con grandes demostraciones de cariño y respeto. En la tarde fuimos a un mitin en la Alameda, donde Recabarren pronunció un discurso lleno de contenido y agitación”. (Lafertte, Elías: Obra citada, página 155)                                                                                         
Recabarren realizó, siendo diputado, varias giras por el país. En una de ellas, efectuada entre junio y agosto de 1923, recorrió algunos puntos del norte del país. Dictó conferencias en Mejillones, Calama; en las oficinas salitreras Lina, Aconcagua, Araucana y Pueblo Unión. A todas concurrían enormes multitudes. Los trabajadores arrebataban los folletos escritos por el maestro sobre Rusia.
Recabarren comunicaba casi a diario a Santiago, al diputado Luis Víctor Cruz, los detalles de su gira. Relataba los éxitos obtenidos. También la persecución y las provocaciones que sufrió.

PERSEGUIDO POR PATRONES Y AUTORIDADES

Con fecha 8 de julio de 1923, escribió desde Huara: “Comunico a usted que antenoche fui víctima de una acción humillante que no quiero calificar. Después de realizar una conferencia fuera del radio de la Oficina San Antonio, fui notificado de que de orden de la Administración, se me prohibía llegar al campamento de la Oficina y alojar ahí.
Respetando esa voluntad, a las 11 de la noche llegaba a Zapiga donde tenía arreglado y pagado mi alojamiento. Antes  de entrar al pueblo, me avisaron que la policía de Zapiga había obligado a los dueños de hoteles a negarme alojamiento. Acompañado de carabineros llegué al hotel y cuando golpeábamos la puerta, se presentaron tres guardianes de policía montados y dos a pie, todos en manifiesto estado de ebriedad y en actitud agresiva apuntándome sus carabinas. Ante semejante actitud hube de retirarme garantizado por los carabineros. Un dragoneante de carabineros que presenció los hechos y en cumplimiento de órdenes recibidas con anticipación, me acompañó hasta la línea férrea, frente a la oficina en cuya vía pública tuve que pernoctar acompañado por los carabineros”. (Publicado en el periódico ‘Justicia’.
Santiago, 10 de julio 1923).

Este atropello, perpetrado impunemente  contra un diputado, confirmaba la política antiobrera y anticomunista de  patrones y administradores de las salitreras.  Estos  contaban con policías privados, que fueron precisamente los   que provocaron a Recabarren,  con la complicidad de las autoridades. No podemos olvidar  que, por entonces, gobernaba Arturo Alessandri Palma.


SUS ÚLTIMAS ACTUACIONES COMO DIPUTADO

En enero de 1924, Recabarren aprovechó la tribuna parlamentaria para rendir homenaje a Lenin, que había fallecido el 21 de ese mes, logrando, además, que la
Cámara de Diputados acordara, por 24 contra 7 votos, enviar un cable de pésame a la Presidencia del Soviet Supremo de la Unión Soviética.
En la sesión de la Cámara del 8 de mayo de 1924, los diputados comunistas Luis Emilio Recabarren y Luis Víctor Cruz protestaron porque el Gobierno de Arturo Alessandri Palma había clausurado el 28 de marzo la única escuela que funcionaba en el centro minero El Taldo –creada y financiada por los trabajadores- con el pretexto de que los alumnos allí cantaban la Internacional.
En su intervención, Recabarren manifestó: “Si de los 500 obreros de la mina, 400 son comunistas, es lógico que sus hijos entonen la canción más popular en el mundo, cuyo
nombre temen los señores diputados burgueses en Chile. Además es una bella canción”.
Uno de los parlamentarios de derecha quiso dárselas de gracioso y ridiculizar a Recabarren e interrumpiéndolo le dijo: “¿Por qué no la canta, honorable colega?
El diputado comunista se puso de pie. Y con desafiante aplomo cantó a todo pulmón:

“Arriba los pobres del mundo
  de pie los esclavos sin pan
              y  gritemos todos unidos
  viva la Internacional...”

Talvez, el chileno sea el único parlamento burgués, donde se ha escuchado en una sesión oficial, el himno de los revolucionarios de la tierra.
En ese mes de mayo de 1924 finalizó su período como diputado. Había postulado a la reelección en los comicios que culminaron el 2 de marzo. Pero, la descarada intervención electoral del gobierno derechista Arturo Alessandri Palma impidió  el triunfo de  candidatos comunistas.