miércoles, 11 de julio de 2012

LA NACIONALIZACIÓN DEL COBRE









El miércoles 11 de julio se cumplen 41 años en que  el Gobierno Popular, encabezado por Salvador Allende, hizo de todos los chilenos el cobre de nuestra patria.
Hoy, cuando apenas un tercio de la gran minería del cobre está aún en manos del Estado, cuando sobre ella se cierne el peligro de ser privatizada, cuando otra riqueza natural como el Litio pretende ser privatizado por el Gobierno de la antipatria, el Círculo Virtual de Estudios Histórico-Políticos rinde homenaje a los que ayer, como hoy, levantan las banderas de la defensa de nuestras riquezas naturales. Lo hace a través de un artículo del historiador Iván Ljubetic Vargas.

Carlota Espina

Editora


LA NACIONALIZACIÓN DEL COBRE

                                                           
Iván Ljubetic Vargas

Luis Emilio Recabarren fue detenido el viernes 9 de abril de 1920 en Tocopilla. Se le inició un proceso por sedición, por un  discurso que no había pronunciado. Luego,  conducido a la cárcel de Santiago, donde permaneció 16 días incomunicado. En la noche del 30 de abril, embarcado en Valparaíso en el vapor Mapocho rumbo a Tocopilla. En la cárcel de ese puerto nortino  permaneció hasta fines de octubre de 1920.  Más de 200 días de prisión.

 
RECABARREN EL PRIMERO EN PLANTEAR LA NACIONALIZACIÓN DEL COBRE

Pero el padre del movimiento obrero chileno no perdió  el tiempo en la cárcel de Tocopilla. Escribió numerosos artículos para la prensa popular. Se conocen 46 de ellos. De éstos,  40 fueron publicados en “El Socialista”, de Antofagasta entre el 19 de mayo y el 3 de octubre de 1920. Uno,  con fecha 11 de agosto,  se titula “Pongamos remedio al mal”.

Allí escribió: “Los problemas de la miseria y de la esclavitud no terminarán mientras tanto la clase obrera se resigne a sufrir la actual organización social.
No son los burgueses los que van a remediar el mal, tenemos que ser nosotros, y para eso debemos preparar todas nuestras fuerzas.
Cada región tiene su problema y su programa.



Nacionalicemos las industrias extractivas. Nacionalicemos las minas del carbón, las salitreras, los bosques, el cobre, la agricultura y procedamos a que toda la industria nacionalizada sea administrada bajo el control de comisiones nombradas por el gobierno o las municipalidades respectivas.
Nacionalizar las industrias como están nacionalizados los ferrocarriles, correos, etc., y la administración en manos  de los mismos obreros; este es el único remedio al mal  de la esclavitud y la miseria...
Si Chile es de los chilenos, que sea de verdad; que sea para todos y no para unos pocos privilegiados que se vuelven déspotas y tiranos.”
Hace 92 años, un obrero tipógrafo, encarcelado como consecuencia de un monstruoso proceso, levantó su voz desde su prisión, para proclamar la necesidad de hacer de todos los chilenos el cobre. Reivindicación que hasta hoy tiene plena vigencia.

EL PRIMER PROYECTO




El primer proyecto de Nacionalización del Cobre fue presentado en el  Congreso Nacional en 1951 por los senadores comunistas Salvador Ocampo y Elías Lafertte.
Ambos obreros.

Elías Lafertte Gaviño había nacido en Salamanca en 1886. Fue testigo presencial de la Masacre de la Escuela Santa María de Iquique, perpetrada  en diciembre de 1907. Fundador del Partido Comunista el 4 de junio de 1912. Senador por dos períodos: 1937-1945 y 1945-1953.
Fue el primer Presidente del PC. Falleció en Santiago el 17 de febrero de 1961.
Salvador Ocampo Pastene nació en Iquique en 1900. Trabajó junto a Recabarren en el periódico “El Socialista” de Antofagasta. Dirigente sindical. Diputado de 1941 a 1945.
Senador de 1945 a 1953. Falleció en Ciudad de México el 27 de agosto de 1977.


CON EL GOBIERNO POPULAR EL COBRE FUE DE TODOS LOS CHILENOS






El 11 de julio de 1971, el Congreso Nacional aprobó, a través de una reforma constitucional  y por unanimidad, la nacionalización de la gran minería del cobre,  caratulada como Ley Nº 17.450, cuyos grandes yacimientos eran, en su mayor parte, explotados por empresas estadounidenses.
El texto de la reforma, enviada por el Ejecutivo y que aprobó el Congreso Nacional, tenía siete carillas tamaño oficio a un espacio. En parte señalaba:  ”Por exigirlo el interés nacional y en ejercicio del derecho soberano e inalienable del Estado a disponer libremente  de sus riquezas y recursos naturales, nacionalizase y declarase, por lo tanto, incorporadas al pleno y exclusivo dominio de la nación, las empresas que constituyen la Gran Minería del Cobre”.
El Presidente Allende, celebró el hecho histórico en Rancagua, en un masivo acto en donde destacaban los cascos multicolores de los mineros. Allí, el compañero Presidente hizo una completa exposición del estado en que se encontraban los yacimientos cupríferos y llamó a los trabajadores de El Teniente a redoblar sus esfuerzos para aumentar la producción del “sueldo de Chile”.