jueves, 20 de agosto de 2020

UN REVOLUCIONARIO LLAMADO BERNARDO O’HIGGINS RIQUELME (2)





En el 242 aniversario de su natalicio (2):


                                                         Iván Ljubetic Vargas, historiador del
                                                         Centro de Extensión e  Investigación
                                                         Luis Emilio Recabarren,  CEILER



                                          
                                                                    O´HIGGINS, para celebrarte
                                                                    a media luz hay que alumbrar la sala.
                                                                     A media luz del sur en otoño
                                                                     con temblor infinito de álamos.
Eres Chile, entre patriarca y huaso,
                               eres un poncho de provincia, un niño
                               que no sabe su nombre todavía,
                               un niño férreo y tímido en la escuela,
                               un jovencito triste de provincia. 

                               (Pablo Neruda: “Canto General”)

2. UNA NIÑEZ DIFÍCIL

Bernardo O’Higgins  nació en Chillán  Viejo el 20 de agosto de 1778. Su padre fue  Ambrosio O’Higgins, un irlandés al servicio del monarca español; su madre, Isabel Riquelme, una bella joven chillaneja de 22 años. No pudieron casarse. Las leyes españolas  prohibían a los funcionarios del rey contraer matrimonio. La llegada del niño debió  ser  ocultada.  Fue arrebatado a su madre.

Su Partida de Nacimiento, fechada  en Talca el 20 de enero de 1783,  la otorgó  Pedro Pablo de la Carrera, cura y vicario de esa villa, quien  certifica  que  bautizó  ‘subconditione’ a un niño llamado Bernardo O’Higgins  que nació en el obispado de Concepción el 20 de agosto de 1778, hijo del maestro de campo, General de este Reino de Chile y Coronel de los reales Ejércitos de S.M., don Ambrosio O’Higgins, y de una  señora principal de aquel obispado, también soltera, que por su crédito no he expresado aquí su nombre”.

Sin embargo,  al niño se le llamará Bernardo Riquelme.  Los oligarcas y charlatanes lo apodarán  “huacho”.

“En Chillán nadie sabía quienes eran los padres de aquel fortachón de cara redonda, ojos azules y cabello castaño. Cuando el niño cumplió cuatro años, una escuadra  de húsares lo llevó a la finca de Juan Albano Pereira, en Talca, a quien Ambrosio O’Higgins había conocido durante su primera visita a Chile. Casimiro, hijo del portugués, cinco años mayor que Bernardo, se hizo su inseparable e íntimo amigo.

Aquel mismo año, Isabel, casada poco después de nacido Bernardo, quedó viuda. Comenzó a frecuentar la hacienda de Juan Albano y Bernardo conoció al fin el cariño materno” (V. Razuváez: “Bernardo O’Higgins: Conspirador, general, estadista”, página 26)
Bernardo estudió primero en un colegio de los franciscanos  para hijos de jefes mapuches de Chillán. Allí supo quien era su padre, quien había sido designado  Intendente de Concepción en 1786. Al año siguiente fue  nombrado   Gobernador de Chile. Entonces,  en 1790, lo envió para continuar sus estudios a Perú. Tenía 12 años. En Lima, ingresó al Colegio de San Carlos, de los jesuitas, donde estuvo cuatro años estudiando junto con hijos de dignatarios españoles.

Pero don Ambrosio seguía su ascendente carrera. En 1796, asumió como Virrey del Perú. Entonces el joven Bernardo debió viajar a Inglaterra.