Sucedió hace 52 años en Puerto
Montt:
Iván Ljubetic Vargas, historiador del
Centro de Extensión e Investigación
Luis Emilio Recabarren, CEILER
En Puerto Montt, ciudad
fundada por Vicente Pérez Rosales en
UNA PACÍFICA TOMA DE TERRENOS
Los hechos se iniciaron así:
El martes 4 de marzo de 1969 se produjo una toma pacífica de terrenos en un lugar llamado Pampa
Irigoin, ubicado a tres kilómetros de Puerto Montt. Noventa y una familias sin casa ocuparon un pedazo de suelo
y levantaron improvisadas viviendas. Sobre ellas flameaban banderas chilenas.
La operación, dirigida por el diputado socialista Luis Espinoza, se realizó sin problemas. Con anterioridad, éste había conversado con el propietario de esos terrenos, llegando a un acuerdo. Durante cinco días no tuvieron dificultad alguna con carabineros. Por el contrario.
El diputado Luis Espinoza entregó el siguiente testimonio:
“El sábado 8, a las 10 horas, el
Comisario de Carabineros me fue a buscar
a mi domicilio y me pidió que lo acompañara
al sector Irigoin. Visitamos la nueva población.
Levantamos un censo de las familias allí establecidas. El Comisario les habló a los pobladores. Les
dijo que estuvieran tranquilos... que
trazaran bien las calles... que no se preocuparan, que nadie los
molestaría... que se mantuvieran dónde estaban y
que no se les ocurriera bloquear caminos...”
LLEGAN ÓRDENES DESDE SANTIAGO
Sin embargo, el Intendente
democratacristiano de la provincia de Llanquihue, por instrucciones del
Ministro del Interior de Frei, Edmundo Pérez Zújovic, llevó adelante una
provocación contra los pobladores.
A la 1,40 de la madrugada del domingo 9 de marzo, fue
detenido el diputado Espinoza. Se le acusó de “perturbar la seguridad interior
del Estado”, por haber participado en seis tomas anteriores. Lo enviaron a
Valdivia, donde lo pusieron a
disposición de
A esa misma hora, carabineros empezaron a rodear silenciosamente la población recién levantada en Pampa Irigoin. Esperaron que aclarara. A las 7 horas avanzaron sigilosamente hacia las improvisadas viviendas. Deseaban sorprender durmiendo a sus ocupantes. Pero no contaban con la astucia de éstos, que habían instalado un primitivo sistema de alarma: hilos tendidos a pocos centímetros del suelo, con una serie de tarros. Los policías tropezaron con ellos. Sonaron las latas. Despertaron los ocupantes.
Algunos opusieron débil resistencia. La mayoría huyó intentando buscar refugio en una población vecina,
UNA OLA DE REPUDIO RECORRE CHILE
Otra vez la indignación y el repudio estremecieron el
país. El lunes 10 llegaron a Puerto Montt el Presidente del Senado, Salvador
Allende; la senadora comunista Julieta Campusano y el diputado socialista Mario
Palestro. Los tres del Frente de Acción
Popular, FRAP.
Los funerales de las víctimas
en Puerto Montt tuvieron lugar el martes 11 de marzo de 1969. Fueron
gigantescos. Muchos miles de personas rindieron su postrer homenaje a los
nuevos asesinados por quienes prometieron una Revolución sin paredón. En el Cementerio hablaron Salvador
Allende, Mario Palestro y Julieta Campusano.
Puerto Montt era una ciudad enlutada. Banderas chilenas a
media asta. El cielo gris parecía llorar. Una
triste lloviznaba caía
suavemente.
AL CRIMEN SE AGREGA
El lunes 10, Juan Achurra Larraín, Subsecretario del
Interior entregó la versión del Gobierno: “El sábado 8, 91 familias intentaron por tercera vez ocupar
los terrenos de la familia Irigoin. Ésta presentó una demanda y pidió la fuerza
pública”. (Dos falsedades: los pobladores estaban en ese predio desde el martes
4 de marzo y la familia Irigoin declaró que autorizó la ocupación del predio
mientras se arreglaba la situación con
“El domingo 9
-prosigue la versión oficial- alrededor de 150 carabineros, en
cumplimiento de una orden de
“Ante esta situación -concluye la declaración oficial- carabineros debió defenderse haciendo uso de sus armas de servicio”.
Por su parte, el diario oficialista “
“El Mercurio”, de esa misma fecha, señaló: “Detrás de los
ocupantes hay manifiestamente autores intelectuales del desmán, que son los que
se han dedicado a hacer ofrecimientos demagógicos en materia de viviendas y
techo”.
REPUDIANDO A LOS
MASACRADORES
En un acto de masas realizado en Santiago por el Partido Comunista, la diputada Gladys Marín dijo: “Una vez más se ha lanzado la fuerza policial contra el pueblo. Ni las amenazas ni las balas impedirán que el pueblo use el derecho legítimo que tiene de exigir un lugar donde vivir”.
Por su lado,
En sesión extraordinaria del Senado del 13 de marzo, su
Presidente, Salvador Allende, manifestó: “¿Con
qué derecho ustedes, señores democratacristianos, se atreven a decir en
la declaración de apoyo al gobierno que nosotros traficamos con la muerte? No,
señores senadores, no se puede llegar a tales extremos. No se puede envilecer
la política nacional, no se puede permitir la corrupción de instituciones como
Carabineros, no puede convertirse ese
grupo en guardia pretoriana, no pueden estar en peligro las vidas de quienes no
pensamos como ustedes”.
En esa misma sesión, la senadora Julieta Campusano
expresó: “Las balas asesinas se llaman Frei, Pérez Zujovic. Ellos han dicho que
no tolerarán ocupaciones ilegales. Pero, para ellos, el hambre, la miseria, la
vivienda insalubre y la condición de allegados, eso es legal”.
LAS PREGUNTAS DE
VÍCTOR JARA
El cantautor Víctor Jara, militante de las Juventudes
Comunistas, compuso la hermosa y dramática canción “Preguntas por Puerto
Montt”, donde exclama:
“Muy
bien, voy a preguntar,
por ti, por ti, por aquél
por ti, que quedaste solo
y el que
murió sin saber,
murió sin saber por qué
le acribillaban el pecho
luchando por el derecho
de un suelo para vivir...”
Con el Gobierno Popular, los pobladores de Puerto Montt mejoraron su suerte. Pero fue por pocos años. Después llegó a dictadura.
Luis Espinoza, el diputado socialista, que había organizado a los sin casa de esa
austral ciudad, poco después del golpe fascista del 11 de septiembre de 1973,
fue detenido y asesinado.
HA PASADO MEDIO
SIGLO Y AÚN NO HAY JUSTICIA
A medio siglo de la masacre
que remeció al país, y que inspiró a Víctor Jara a componer su canción
“Preguntas por Puerto Montt”, las viudas y familiares de los asesinados siguen
de duelo. Laura Loayza y Ana Dilia Águila perdieron a sus esposos, mientras que
Olga Santana vio cómo las bombas lacrimógenas lanzadas por Carabineros acabaron
con la vida de su hijo de tres meses. Apenas viven con una pensión básica y lamentan que ninguna
autoridad de la época haya sido sometida a un proceso judicial. Por esta razón,
el caso de Olga fue presentado ante