Comentario radial y escrito.
Ando un poco “choriao” con la cuarta naranja...
Se ha tenido la tendencia de entrar al combate, sin verificar la intendencia propia y la de tu enemigo.
Grito esto, porque comparto con millones de seres humanos, una idea científicamente transformada en una ideología, que enseña y arropa, una forma diferente de organizar un país; totalmente opuesto a lo que mi país, Chile, ha tenido en toda su existencia.
Nuestro pensar y ser no tiene nada extraño, si algo no se dice o no se ve, es solamente para cuidar nuestros tijerales, cuidar nuestra gente interior de amaranto, de aromos y tamarugos.
Los silabarios aprendidos nos mandatan a ser cuidadosos, nos “han muerto” muchas veces, nos han encarcelados, nos han mutilados, nos han truncados miles de ojos...
La memoria es inseparable de nuestro silabario, del manual para hacer caminos.
Nuestra ideología persigue incorregible darle su dignidad al trabajo, que le permita al trabajador practicar su soberanía.
Creemos que la dignidad, la identidad del trabajo, tiene que existir aunque quede el ultimo ser humano en el planeta.
Este reincidente pensar, nos mantiene altivos, rebeldes, locos, incomprensible a veces.
Si se logra hacer proscrita la explotación del hombre por el hombre, esa que ahuyenta la dignidad del trabajo, su identidad, todo será diferente...
Existirá la posibilidad real, que la pobreza no podrá ser nunca bendecida.
Todo podrá cambiar, los códigos incrustados viscerales en nuestra cultura, en nuestra identidad de clase, en el riquerio, se podrán ir a la chuña...
Cada rincón del trabajo será diferente, los conceptos tendrán otros contenidos...
La sociedad vista como un conjunto de clases y sectores sociales tendrán los derechos y obligaciones que les conceda, el trabajo como instrumento soberano.
La romana será la “lucha de clases” …
Yo diría que la romana será la capacidad, que se tendrá para resolver las contradicciones que vendrán como avalancha, al cambiar tijerales carcomidos por las corrupciones estatizadas.
Esto quiere decir, que cualquier privilegio que salga de lo común, entre la relación tierra y habitante, tendrá que ser “Por donde mis ojos te vean”.
La cuestión ha sido muy maligna, la pobreza, la miseria, el vivir en acueductos y bajo puentes, ha corrompido sociedades, el vivir, el trabajo...Se asoman la prostitución y la trata de blanca, la ley seca, la droga y todas sus horribles consecuencias.
¿Que pasara en México con la legalización de la marihuana?...
Una inteligente diligencia.
Si, en mi país, los patriotas rebeldes, la aristocracia, ladrona de tierras y encomiendas, los criollos, los mestizos, los bandoleros emigrantes hubiesen tenido una moral, una decencia diferente, en mi paisito no existiría el pobrerío.
Estas historias hambrientas dejan la vida hueca...
Están soldando en forma nuclear autos que vuelan y en África, en América, en Europa, el joterio, el buitrerio, les hace puntos al niño hambriento...
No encaja.
Vamos a suponer que cada municipalidad vaya a una elección, no para elegir a su alcalde, no, para elegir un tribunal que será enviado a otra comuna, y ese tribunal elegido en ese municipio se vaya a otro...Y así a lo largo del flaco tuyo y mío
Y pa´ que: Investigar las fuentes de riquezas de los millonarios, multimillonarios de nuestro país.
Si se orinan las manos para aliviar el escozor de los callos que ofrenda la pala y el chuzo, que gocen de lo que tengan.
Decía al comienzo, que la cuarta naranja me tenía “choriao”.
Nos dan como bombo en fiesta...Y está bien, pero el hacedor de las cadenas es el sistema...
Y este contagia inmundo, todo lo que arrastra.
La forma de ser y hacer del habitante viene desde muy lejos, del tiempo del Mamut, de la pata e cabra, del tiempo del primer maíz...Cuesta sacarse la ropa que te denigra...
Y eso se da en la naranja entera.
Tenemos que ser cuidadosos en el decir, principalmente en estos tiempos que salen a la superficie cosas que no sabíamos, que no queríamos saber...Somos seres extraordinariamente maravillosos, hemos logrado transformar algo del tiempo, pero sabemos re poco...
Y algunos en su vanidad se asustan cuando les hablan de Awan y Azura.
Me voy al vientre de la humildad.
¿Qué es ser humilde?
La humildad no tiene nada que ver con la pobreza, tampoco con la riqueza.
Tiene que ver con las cualidades, con la identidad y conocimientos de un ser viviente dentro de los otros seres que lo acompañan.
Si yo tengo algo que me chorrea desde mi propia identidad, habilidad y que podría mejorar la vida de otro, de que me sirve si no lo doy, en quien me transformo con tantas gracias pá mí solo.
Si yo lo entrego y ayudo a desarrollarlo, a tenerlo, a perfeccionar, desarrollar ese tener, siempre en continua transformación.
Por ahí, podría ser un gallo humilde... Impido que mi cercano tenga la vida complicada.
Y se asoma una cuarta naranja, con conocimientos, pero ignorante, tratando de empobrecer la dignidad, la diversidad, la identidad de género, que en este tiempo de piojos está tomando con personalidad y valentía su espacio en el tribunal del árbol.
“Y dale con que las gallinas mean” ...
La humildad tiene que ver también con la cuestión de mirarse al espejo cuerpo entero, al revés y al derecho.
Yo lo hago, no muy seguido, quedo muy mal parado y me cuesta volver a confiar en mí mismo.
Pero hay que hacerlo...
¿Quién soy yo realmente?
¿De adonde vienen mis sentires, mi creencia?
¿Porque me gusta tanto el vino?
¿De adonde saque dedos pa la guitarra?
¿Por qué anduve con hambre y todas las noches lavando el calzoncillo?
¿Qué es una familia para mí, una hija, dos hijas, tres hijas?
¿Qué quiero de mi país?
¿Qué hago tan re lejos de él, seré un proxeneta político...?
Uno sale complicado.
Esta cuestión de la política, del querer hacer política, del buscar ser vencedor significa para mí, saber y entender que los espacios que vas conquistando tienes que saber cuidarlos, agrandarlos, crecerlos, defenderlos.
Conquistar espacios en terrenos en el cual el enemigo tiene la pertenencia de los medios de difusión, es un arte y una brujería.
Por eso, no podemos darnos el lujo de entrar a discutir con provocadores profesionales, inteligentes, pero inmensamente inmorales, muñequeros, sagaces.
Se están jugando la vida.
Al decir inmorales se me asoma una sentencia que escribió el hombre de los cuatro días, Mauricio Rojas, ese que traiciono y usufructuó a su propia madre.
Y más encima mentiroso.
” La historia se escribe hacia adelante”.
Dos días me anduvo dando vuelta lo maravilloso de su decir.
No podía sacarme de la cabeza a un perrito haciendo sus necesidades fecales...le costaba, le tiritaban las patitas; al terminar, no importaba donde estaba, pudo ser en el patio, en la arena, en el “parqué” de la sala de estar, rasguñaba el suelo tirando para atrás lo que encontraban sus patas traseras, intuía que tenía que tapar, esconder algo...Si lo tapo o no lo tapo, no tiene importancia, la cuestión es tirar dos zapatea pa´ atrás y seguir caminando.
La vida no es borrón y cuenta nueva...
Mas bien, el bienestar del
mañana depende del hacer de hoy y de la dignidad del ayer.
Alejandro Fischer Alquinta.
Estocolmo 20210313.