Al cumplirse 25
años de su partida física, recordamos en el Boletín Rojo, a una grande militante
comunista y combativa luchadora por los derechos humanos bajo la dictadura fascista
de Pinochet. Le rendimos homenaje a través de un escrito del Historiador Iván
Ljubetic Vargas.
A 25 años de su partida física:
Iván Ljubetic Vargas, historiador del
Centro
de Extensión e Investigación
Luis Emilio Recabarren, CEILER
Su salud estaba muy desmejorada. Consultó
varios facultativos y se hizo muchos exámenes. El diagnóstico fue se operaba o
quedaba inválida. La intervención, calificada como de rutina, se fijó para el
1º de julio de 1999.
Pero ese jueves 1º de julio de 1999, su corazón –lo
más grande que tenía Sola Sierra- no resistió. Dejó de latir cuando faltaban 25
minutos para las 3 de la tarde.
La sorpresiva noticia golpeó a muchos, en Chile y en el
mundo.
Sus funerales, efectuados el
sábado 3, fueron masivos, donde participaron no sólo sus compañeros del Partido
Comunistas, los familiares de la AFDD, sino que gente de todos los sectores. Sola,
se había ganado el cariño y el respeto de millones de personas.
Era un ejemplo de honestidad, de valor,
de entrega a los altos ideales del ser humano.
¿CÓMO CONOCÍ A SOLA SIERRA?
Lunes 22 de junio de 1959.
Volábamos cerca de 50 chilenos hacia Buenos Aires, donde nos embarcaríamos
rumbo a Europa. Éramos parte de la delegación que viajaba para participar en el VII Festival de la Juventud
y los Estudiantes, a efectuarse en Viena, capital de Austria. El grupo estaba
formado jóvenes comunistas-entre otros Rosendo Rojas, Heriberto Medina-,
socialistas, radicales –entre ellos Camilo Salvo-, independientes, el diputado
demócrata cristiano por Cautín, Constantino Suárez.
Decidí iniciar mi misión como Enviado Especial de “El Siglo”, entrevistando
a la muchacha que iba sentada a mi
derecha junto a la ventanilla. Algo
extrañada, pero amablemente, respondió a mis preguntas: Mi nombre es Sola
Sierra Henríquez, tengo 23 años, soy dueña de casa, viajo al Festival enviada
por las Juventudes Comunistas de San Miguel.
(Ese primer reportaje fue publicado en la edición de “El Siglo” del
martes 30 de junio de 1959, página 2)
Así conocí a Sola, a 12 mil metros
de altura.
¿POR QUÉ LA LLAMARON SOL,A”
Sola Sierra Henríquez nació el 1º
de diciembre de 1935, en un hogar ubicado en calle Dolores, del barrio Estación
Central, Santiago.
Cuando su madre, doña Ángela
Henríquez sintió ese día las contracciones previas al parto, el padre, don
Marcial Sierra, salió a buscar la matrona. Al regresar con ella, la niña ya
había nacido. Entonces éste exclamó:
-¡Ay, si nació solita! Por ello,
don Marcial decidió llamarla así. En el Registro Civil le exigieron que le agregara otro nombre. Entonces
quedó como Sola Ángela.
RAÍCES PROLETARIAS
El 10 de diciembre de 1907 comenzó
la gran huelga de los obreros salitreros de Tarapacá. El 13, se inició la
heroica marcha hacia Iquique. En la caravana que partió desde la oficina
salitrera Alianza, caminaba una mujer llamada Águeda Muñoz llevando a sus tres
pequeños hijos.
El sábado 21 de diciembre, los
pampinos, mujeres y niños estaban en la Escuela Santa María y en la plaza que
se encuentra delante de ésta. En las primeras filas se encontraba doña Águeda.
Soldados y marinos con ametralladoras rodeaban la multitud. Se acercó el General Silva Renard y, luego de un toque de clarín, gritó una
orden.
Al mismo tiempo uno de los hijos de
doña Águeda se puso a llorar. Quería
hacer pichí. Tanto escándalo hizo que la mamá, abriéndose paso en medio
de la apretada masa, fue a los baños de la escuela. Estaban allí cuando se produjo la salvaje masacre.
Quizás el chiquillo con sus gritos les salvó la vida. Entre los tres hijos
había una niña. Se llamaba Ángela Henríquez. Tenía tres años.
Con el correr del tiempo, Ángela a
igual que su madre, que trabajó con Luis Emilio Recabarren, se incorporó a la
causa comunista. En Iquique conoció a don Marcial Sierra, viejo pampino,
autodidacta y simpatizante del partido de Recabarren. Se casaron. Tuvieron
siete hijos. Se trasladaron a Santiago. Instalaron su hogar en el barrio
Estación Central. Y allí nació Sola, hija de aquella niña que 28 años atrás se
había salvado de morir en la masacre de la Escuela Santa María.
INGRESA A LAS JUVENTUDES
COMUNISTAS
En junio de 1957 Sola, que tenía
22 años, y su hermana Adriana se
incorporaron a las Juventudes Comunistas de Chile. Desde el inicio de su
militancia tomó con gran responsabilidad las tareas partidarias.
Cuando se debió designar a una
delegada al VII Festival de la Juventud y de los Estudiantes todos coincidieron
que debía viajar Sola Sierra.
UN VIAJE INOLVIDABLE
El viernes 22 de junio de 1959,
Sola, y otros 47 chilenos volaban rumbo
a Buenos Aires. Dos días más tarde se embarcaron en la motonave argentina
Yapeyú con destino a Hamburgo, Alemania., a donde llegaron el martes 16 de
julio.
La delegación fue invitada a la
República Democrática Alemana, donde sus miembros pasaron diez maravillosos
días en un castillo en Schwerin.
En Viena vivieron otros diez
días inolvidables junto a miles de
jóvenes de toda la tierra, participando en desfiles, actos artísticos,
encuentros con otras delegaciones. En el mitin de clausura, realizado en la
plaza Heldenplatz, entre los artistas tuvieron
la oportunidad de escuchar al cantante negro estadounidense Paul
Robeson.
La delegación chilena recibió
invitaciones de varios países socialistas. Se hizo un sorteo. Sola cumplió su
sueño de visitar la Unión Soviética. Estuvo en Moscú y en Bakú y otras ciudades
de la República de Azerbaiján.
En Ámsterdam, Holanda, la
delegación se embarcó en la motonave Alberto Dodero, llegando a Buenos Aires y
de ahí en avión a Santiago.
SU MATRIMONIO CON WALDO
A comienzos de 1961, Sola fue
nominada para una Escuela Nacional de Cuadros del Partido. Entre los alumnos
estaba Waldo Pizarro, enviado por el Partido Comunista de Coquimbo. Se
enamoraron y se casaron en San Miguel el 22 de diciembre de 1962. Se instalaron
en La Serena. Tuvieron tres hijos: Lenia, Lorena y Waldo.
EN LA PRIMAVERA DE LOS MIL DÍAS
Ambos se jugaron por entero en la
campaña presidencial que culminó con el triunfo de Salvador Allende el 4 de
septiembre de 1970.
Vinieron los sesenta días al rojo.
El 3 de noviembre, Salvador Allende
ingresó a La Moneda.
Sola se desempeñó como secretaria
de Leontina Toro, designada por Allende delegada del Desarrollo Social en el
área sur de Santiago, dependiente del Ministerio del Interior.
Durante esos mil días, el Gobierno
Popular realizó cambios revolucionarios en la economía, que redundaron en el
mejoramiento de las condiciones de vida de los trabajadores y del pueblo en general.
FASCISMO
El 11 de septiembre de 1973
generales traidores encabezados por Pinochet, con el apoyo de la CIA,
derrocaron el Gobierno Popular. Allende, tal como lo había dicho, murió en La
Moneda defendiendo la Revolución
chilena.
Se inició la oscura noche de la
dictadura. Sola y Waldo, como cientos de heroicos luchadores por la democracia,
pasaron a la clandestinidad. Se entregaron al difícil combate, a pesar del terrorismo
de Estado.
Waldo Pizarro, junto con el
profesor Fernando Ortiz, que encabezaban la segunda dirección clandestina del
Partido Comunista, fueron secuestrados por agentes de la dictadura el miércoles
15 de diciembre de 1976.
EL CASO DE LOS TRECE
Para Sola fue un golpe terrible. Primero,
como cientos y cientos de familiares de detenidos desaparecidos, buscó a su
compañero por todas partes, con la ayuda de la Vicaría de la Solidaridad.
Después, al comprender que su caso
no era algo aislado, sino que formaba parte de una operación llevada a
cabo por la dictadura, con el objetivo
de detener y hacer desaparecer a
dirigentes comunistas, se unió a los otros familiares de esos
compañeros, secuestrados por agentes de Pinochet.
Este método copiado a los nazis de
Hitler se venía aplicando desde mucho antes y eran ya cientos los patriotas que
habían sido secuestrados.
Ya había surgido la Agrupación de
Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD). A ella se incorporó Sola.
LA PRIMERA HUELGA DE HAMBRE
Uno de los hechos más importante
en la lucha contra la dictadura lo constituyó la primera huelga de hambre de
familiares de detenidos desaparecidos, a cuya cabeza estuvo Sola Sierra. Se
llevó a cabo en la sede de la Comisión Económica para América Latina de las
Naciones Unidas (CEPAL). Se inició el 14 de junio de 1977 y tomaron parte en
ella 26 familiares: 24 mujeres y dos hombres.
Finalizó el 23 de junio, cuando el dictador de vio obligado a
reconocer la existencia de detenidos desaparecidos.
Esta acción marcó el comienzo de
una nueva etapa en la lucha antifascista, caracterizada por los primeros
movimientos masivos de protesta.
Sola fue ganando experiencia en
este nuevo tipo de lucha. Al mismo
tiempo, adquirió prestigio por su capacidad
y valentía.
HACIA EL EXTERIOR
A comienzos de 1978, la AFDD
estudió la posibilidad de enviar una delegación al extranjero, con la finalidad
de denunciar lo que ocurría en Chile. Pero no había recursos. Se reunió el
dinero para un pasaje y se decidió que viajara Sola. En Europa consiguió dinero
para otro pasaje y lo envió a Santiago. Con éste viajó Pamela Pereira.
Posteriormente partieron otras tres dirigentes, entre ellas Carmen Vivanco.
Sola cumplió responsablemente las
tareas encomendada por la AFDD.
Sola Sierra formó parte de la
delegación de la AFDD que viajó a Centro América, con el fin de participar en
el Primer Congreso de Familiares de Detenidos Desaparecidos de América Latina,
efectuado en San José de Costa Rica.
Sola y otras dos delegadas prosiguieron
viaje a Europa. Realizaron actividades en París (Francia) Ginebra (Suiza),
Ámsterdam (Holanda) y Marburg (Alemania
Federal).
Hacia fines de 1981, Sola realizó
nuevo viaje al extranjero. Esta vez su destino fue Caracas (Venezuela). Allí
participó en el Segundo Congreso Latinoamericano de Familiares de Detenidos
Desaparecidos, efectuado entre el 24 y el 28 de noviembre.
El 11 de mayo de 1983, se realizó
en Chile la Primera Jornada Nacional de Protesta contra la dictadura. Los
familiares de detenidos desaparecidos tomaron activa parte en ella. Esta acción
abrió una nueva etapa en la lucha contra la tiranía.
PRESIDENTA DE LA AFDD
En 1984 se efectuó la primera
elección para designar cargos en la directiva de la Agrupación. Sola Sierra fue
elegida Presidenta, responsabilidad que
ocupó hasta su muerte.
Prosiguieron las acciones de la
AFDD.
El 26 de abril de 1986, se
constituyó en Santiago la Asamblea Nacional de la Civilidad, formada por 18 organizaciones sociales. Una de éstas fue
la AFDD, representada por Sola.
La Asamblea convocó y dirigió la
Jornada Nacional de Protesta del 2 y 3 de julio de 1986, la más masiva y
combativa de todas las realizadas desde el 11 de mayo de 1983.
Entre el 1 y 6 de abril de 1987,
visitó Chile el papa Juan Pablo II. Una de sus actividades fue un encuentro con
Sola Sierra.
LA SALIDA PACTADA
En el plebiscito convocado por el
dictador para el 5 de octubre de 1988, triunfó el NO.
En noviembre Sola Sierra se dirigió a Bogotá, Colombia, donde tomó parte en el
VIII Congreso de FEDEFAM. Sola fue
elegida miembro del Comité Ejecutivo de la Federación, como encargada de
Relaciones Internacionales. En esa calidad participó en la Comisión de Derechos
Humanos de las Naciones Unidas, que funcionaba en Ginebra, Suiza. También
declaró ante el grupo de trabajo sobre Desapariciones Forzadas de Personas, en
Nueva York, Estados Unidos.
En abril, Sola viajó a Vancouver,
Canadá, donde participó en un Encuentro sobre
Derechos Humanos, entre el 26 y 28 de ese mes.
En las elecciones presidenciales
del 14 de diciembre de 1989 triunfó
Patricio Aylwin, candidato de la Concertación
con el apoyo del Partido Comunista, que asumió la Presidencia de la República el 11 de marzo
de 1990. La Concertación recibió el gobierno con fuertes ataduras
pinochetistas, con las que siguió actuando.
En septiembre, los miembros de la
AFDD, encabezados por Sola, participaron en dos de los hechos más
significativos de ese año: el traslado de los restos de Salvador Allende a su
tumba en el Cementerio General y la
colocación de la primera piedra del Memorial en homenaje a los Detenidos
Desaparecidos y a los Ejecutados Políticos, en ese mismo cementerio.
CONFIRMANDO PARTE DE LA VERDAD
El 4 de marzo de 1991, el
Presidente Patricio Aylwin entregó oficialmente al país el Informe de la
Comisión de Verdad y Reconciliación, conocido como Informe Rettig, donde se
confirmó parte de los crímenes de la dictadura. Se refirió sólo a las víctimas
asesinadas
Entre el 3 y 11 de noviembre Chile fue sede del XI Congreso de
FEDEFAM. En su preparación y desarrollo, Sola Sierra mostró en plenitud sus
grandes cualidades: audacia, optimismo, capacidad organizadora, además de
la enorme confianza depositada en ella
por amplios sectores. El Congreso fue todo un éxito y su clausura, que tuvo
lugar el 9 de ese mes en el Estadio
Santa Laura, se constituyó en un acto
inolvidable. Entre otros artistas, estuvo presente el solidario Grupo Illapu.
COMO EN LA DICTADURA
El 11 de septiembre de 1993, una
columna que marchaba fue violentamente reprimida por carabineros, siendo
atropellado y muerto un trabajador en plena Alameda. En la plazoleta del Cementerio General habló
Sola Sierra. Luego, cuando intervenía
Gladys Marín, secretaria general del PC de Chile, inesperados y mortales
balazos de carabineros asesinaron a Octavio Araya Ortiz, militante de las
Juventudes Comunistas de Chile.
El 26 de febrero de 1994, fue
inaugurado el Memorial del Detenido Desaparecido y del Ejecutado Político.
SIN DARSE DESCANSO
Sola Sierra no se daba
descanso. Sólo recordemos algunas de sus
muchas actividades.
Fue uno de los oradores en un acto
de la CUT realizado el 9 de noviembre en la Alameda.
El 20 de agosto de 1997 viajó a
España a entregar su testimonio ante el juez Manuel García Castellón.
Luego, emprendió una gira por
Bélgica, Francia, Inglaterra, Alemania y Holanda, denunciando los intentos por
imponer la impunidad en Chile. Regresó al país el 31 de octubre.
UN ACCIDENTE EN SU DOMICILIO
Jueves 14 de mayo de 1998. Sola
estaba en cama con neumonitis. Era mediodía y almorzaba. Sintió náuseas. Se
levantó para ir al baño. Caminó unos pasos y cayó desplomada, sin conocimiento.
Su hermana Adriana sintió el golpe y corrió a verla. Intentó reanimarla. Lo
logró después de algunos segundos. Llamó a la Unidad Coronaria. La llevaron a
la Posta de Maipú. La cosa era seria, pues estaba comprometida la columna. La
trasladaron a la Posta Central. El diagnóstico señaló que debía operarse. Fue
enviada a la casa. La operación, tan temida por todos, tuvo lugar en la Posta
Central el jueves 6 de junio y fue
exitosa.
EN EL XXI CONGRESO DEL PC DE CHILE
Aún convaleciente, Sola Sierra
participó en el XXI Congreso Nacional del Partido Comunista, realizado entre el
15 y 18 de octubre de 1998 en Santiago.
El sábado 17, en pleno desarrollo
de ese evento, se conoció la inesperada y gran noticia: ¡Pinochet estaba detenido en
Londres!
VIAJANDO A LONDRES
La noticia de la detención del
tirano dio nuevas fuerzas a la convaleciente Sola Sierra.
Fue la principal oradora de un
gran mitin realizado en el Parque O’Higgins, la “Fiesta de la Justicia”, al que
concurrieron unas 30 mil personas.
De inmediato decidió viajar a Londres. Su médico le recomendó que
no lo hiciera.
Voló el 1º de noviembre de 1998. Apenas
llegó a la capital inglesa, participó en variadas actividades: pronunció
discursos, bailó la “Cueca Sola”, asistió a una audiencia en la Cámara de los
Comunes, donde entregó su testimonio.
Viajó a España el 14 de noviembre,
donde recibió el Premio Alfonso Comín. Volvió a Londres el 21 de ese mes,
participando en más acciones, hasta que regresó a Chile el 30 noviembre.
Estaba agotada, las manos adormecidas, con dolores en la columna. Debía darse
algún reposo. Llegó a Santiago el 1º de diciembre, el día de su cumpleaños.
DE NUEVO EN EUROPA
El sábado 5 de diciembre de 1998
Sola Sierra viajó a París, invitada por la UNESCO para participar en la
Cumbre de Defensores de los Derechos
Humanos, a celebrarse entre el 8 y 11 de ese mes. Este evento tenía por objeto
conmemorar los 50 años de la Declaración de los Derechos Humanos. Al cierre de
la jornada, Sola fue invitada al escenario a cantar el “Venceremos”, mientras
todos los asistentes la escuchaban de pie.
Regresó a Santiago el martes 22 de
diciembre.
El martes 19 de enero de 1999,
Sola Sierra emprendió su tercer y más prolongado viaje a Europa. En Londres
participó en diferentes acciones. Fue invitada a París a un acto de solidaridad
en la Universidad de La Sorbonne.
Retornó a Chile el domingo 7 de
diciembre de1999.
“JUSTICIA NADA MÁS...”
Bajo la convocatoria “Justicia
nada más, pero nada menos” se desarrolló en Santiago, entre el 23 de mayo y el
3 de junio de 1999, la XIX Semana Internacional del Detenido Desaparecido. Culminó
con un multitudinario acto en el Estadio Nacional. Más de 50 mil personas, la
mayoría jóvenes, concurrieron al llamado de la AFDD.
Hubo un desfile de artistas y
grupos musicales. La única oradora fue Sola. Habló acompañada en el escenario
por un elevado número de personalidades
del mundo cultural, político y artístico. Dijo en parte de su discurso:
“El arresto de Pinochet es nuestro logro y el de todos aquellos que
–en Chile y en cualquier parte del mundo- han contribuido a esta gesta titánica
de impedir la impunidad y abrir los caminos de la justicia. Pero hoy el peligro
más grave lo representan quienes intentan, en medio de las sombras del secreto y del silencio, imponer
en nuestro país pactos espurios que sellen la impunidad... Queremos decir con
claridad una vez más, que en Chile sólo habrá verdadera democracia cuando haya
verdad y justicia...”
Falleció el 1 de julio de 1999.
“HAY QUIENES LUCHAN TODA LA VIDA...”
Como escribió el poeta alemán Bertolt Brecht:
“Hay hombres que luchan un día
y son buenos.
Hay otros que luchan un año
y son mejores.
Hay quienes luchan muchos años
y son muy buenos.
Pero hay quienes luchan toda la
vida,
Esos son los imprescindibles”
Sola Ángela Sierra Henríquez es
uno de ellos. Merece ser llamada una
imprescindible.