lunes, 15 de julio de 2024

Organicémonos.

 



Comentario radial y escrito.

 


 

 



Eso de preguntarse áspero y pregonar el avance de la ultraderecha, tiene a medio mundo cavando un hoyo para esconder cogote y cabeza. 

Y no es para menos. 

El fascismo es un último recurso, es un animal envuelto en ira, obediente.  

Lo cambian de traje y verbo; sin embargo, será siempre un recurso maleable, identificable; siempre a mano para arrinconar, anular; incluso, si fuera necesario, eliminar al insolente pobrerío organizado. 

Por eso, es necesario entender lo que significa la lucha de clases.  

Entender la existencia de sicarios en las clases. 

Es una cuestión jabonosa. 

El “paralé” en Francia, del “Nuevo Frente Popular”, fue espectacular; histórico será, cuando se pongan moralmente de acuerdo y dejen la ética y el sentido común en libertad. 

Creer que el fascismo abandonará asustado, despavorido nuestras calles, al escuchar: 

"! AVANZAR, AVANZAR SIN TRANSAR / CREAR PODER POPULAR!” 

Es, no haber aprendido nada de la vida, de lo inhumano que puede llegar el ser humano. 

Me almorrana y avergüenza sentir que la “TIERRA PAL´QUE LA TRABAJA”, la estamos dejando sin alma. 

Lo que hay dentro de las clases, es muy complicado.  

Es como pellizcar el agua.

Los peldaños por subir sin una organización de clase tienen manojos de traición, de ignorancia social y política. 

Cualquier mitómano predica la papa. 

El buen vivir, es un axioma, un derecho humano, sin embargo, no tiene significado alguno para los poderes judiciales heredados a mano o para la ética, para la moral de una república. 

Ahí tienen a nuestro alcalde, Daniel Jadue, encarcelado por la infamia. 

SERA HERMOSO VERTE LIBRE. 

Paradójicamente, no podemos ignorar el caminar maravilloso del intelecto, del saber.  

Quede “anonadado” cuando los chinos vestidos de azul trajeron un puñado “de lo que fuera”, de esa parte de la luna cautiva.  

No puedo ni imaginarme los caminos recorridos para concluir que, si, es posible sentir el cantar de Manzanero: “Contigo aprendí”.   

Desgraciadamente, nuestra incapacidad de entendernos, nuestra falta atroz de empatía, de ser manejados hasta la estupidez y ridiculez por lo mismo que inventamos, nos abrazamos a las creencias, para poder así, seguir amando. 

Por donde sea que estemos, lo que sucede en Gaza, en Ucrania, en Yemen, son amasijos igualitos a los que practicaban hace 200.000 años atrás, nuestros antiguos por una cueva más llamativa. 

Las creencias, fueron esenciales para explicarnos lo que no podemos explicar.  

Que un árbol arde por un rayo, tiene que haber sido terrorífico; lo es igual hoy, en Gaza, o en el alma saharaui. 

En los países de los continentes, en algunos más, en otros menos, el saber de las armas y del matar, les han dado a generaciones tras generaciones poderes pavorosos. 

Escuchar o no escuchar a 35.000 palestinos muertos, es una infamia que no tiene nombre. 

Los Otomanos, los árabes, los asiáticos, los Tracios, los germanos, los francos, los nórdicos, los etruscos, los griegos y unos cientos más, todos, con lideres, algunos más vivarachos que otros, a matar o morir mandaban a su gente. 

Parece extraño, brujería, que hoy en día, se siga mandando a morir o matar, a pueblos entre sí. 

Si uno mira desde mi paisito los vivires de otros cementerios, se va poniendo cachuo. 

Sin la venida de ultramar, seriamos, sin complejos ni duda alguna, totalmente diferentes. 

Es cierto, los Mayas, los Aztecas y su diversidad étnica en México, los Incas por el norte, se aprovechaban también de su saber y atornillarse en el poder. 

Sin embargo, en la mayoría de la multitud étnica de América, en los bosques adentro, en su migración de savia, natural y de respeto, el habitante era diferente. 

El Mapuche venido de otros lados, no llego matando a nadie. Los australes Alacalufes amaban los inviernos, respetaban al caminante. 

Eso no quiere decir que el mapuche no sea MECHA CORTA. 

Perdonen. 

Me enredo en los rieles. es necesario mirarse “pelao” en los espejos, 

Si miramos la existencia social humana, su organización para repartir herramientas y predios, obliga a presentar avergonzado:  

EL TENER Y NO TENER. 

Eso del tener y no tener, ha sufrido una suerte de adaptación más grande que la del gato, una manipulación tan brutal como la empleada contra las abejas. 

Menos mal, para no decir, “gracias al dios de los coloraos”, apareció Carlos Marx explicando la explotación del hombre por el hombre, visualizando así, la escondida lucha entre las clases y sobre todo, las contradicciones del gran capital. 

El riquerio, le pone harto color a estos enfrentamientos.  

Es la única manera y forma que, tiene para poder sostenerse por allá arriba. 

Que los de abajo se maten a palo. 

Tanto color, que la muerte de 100 niños es lo mismo que 10 millones de muertos, aplastados por hambre o por escombros. 

La ética vale un comino y la moral menos. 

Vean ustedes como resuelven la EU y la OTAN las tragedias y el hambre en el mundo. 

Trasnacionales como la BlackRock calculan las ganancias. 

Nunca, ni en la última guerra mundial, tampoco las matanzas en Bagdad o en Trípoli, el llanto de los muros de La Moneda, de las Torres Gemelas y de Kabul, tampoco en la sed del pueblo saharaui; la cultura, nunca ha estado tan, tan en peligro. 

La moral, es un mirarse colectivo, social, de comportamiento, la ética es, quien cresta es, el que se mira. 

Cultura, es como envuelves y entregas esa “humita de moral y ética” creadas para ser alimento integral de las generaciones venideras. 

Sera, Henry Kissinger un hombre culto, lo serán los ideólogos del golpe militar en Chile, Argentina. 

Serán cultos los que arrinconan a mi Negra linda Cuba. 

Ser culto significa, tener la capacidad de aplicar el conocimiento al buen vivir de todos los pueblos y de su hogar planetario. 

No quiero ni pensar, si es que me voy a los cielos, como regateo el basural que existe por la atmosfera. 

Entender la emigración es abrir las puertas al conocimiento, herramienta que puede incrustarte moral y ética.  

Es decir, CULTURA 

¿Es ético creerse la raya? 

Actualmente, resulta peligroso hablar de la “lucha de clases”, aunque, este concepto, este vivir de ahora, se puede así definir. 

Miren a los gringos.  

Hablan por hoy, hasta de guerra civil.  

Quien entiende el caprichoso asalto al Capitolio.  

Cuáles serán los entredichos entre los poderes facticos.

Un país tan, tan poderoso y no tener un candidato más joven, o, quizás otro, menos arrogante. 

De la pena que me dan, gustosos les ofrecería compatriotas cromáticos, patriotas y republicanos. 

En el mundo entero, ya no se sabe quién es quién.  

El concho, mi clase, existencias circunstanciales creadas por las invasiones europeas, por los que se quedaron y siguieron robando, que se organizaron, dejando por allá abajo, a la gran asombrada y hambrienta mayoría para sostener, todavía aún, sueños imperiales. 

Por allá abajo, tenemos de todo.  

Nos cuesta salir de la opresión, y, claro, muchos creen que así, es la payasa. 

Pero, la mayoría lucha hasta durmiendo, para cambiar la geografía y el pan. 

De ahí, para arriba, el escándalo es grande.  

Es un palo ensebado. 

Me acuerdo de un chiste, en el cual, un individuo gritaba desesperado: 

"! ORGANICEMONOS!”

¿Me ayudan a organizar las esperanzas para hacer un mundo diferente?

 

Alejandro Fischer Alquinta. 

2024/07.