Al cumplirse 75
años de su partida física, recordamos en el Boletín Rojo, a Ricardo Fonseca Aguayo,
un grande militante comunista, educador y combativo luchador. Fué dirigente del Magisterio, Secretario General
de las Juventudes Comunistas (JJCC), Senador por la Provincia de Tarapacá y posteriormente,
Secretario General del Partido Comunista de Chile. Le rendimos homenaje en estas
páginas a través de un escrito del Historiador Iván Ljubetic Vargas.
A 75 años de su partida física:
Iván Ljubetic Vargas, historiador del
Centro de Extensión e
Investigación
Luis Emilio Recabarren, CEILER
“Veníamos los dos de
las desamparadas
regiones de la
Frontera,
y entre una racha
y otra del tiempo tempestuoso
nos encontramos
bajo el mismo techo
junto al fuego que
el hombre ha levantado
sacándoselo del
pecho”
(Pablo Neruda)
El 21 de julio de 1949 dejó de latir el corazón de Ricardo Fonseca Aguayo, educador y Secretario General del Partido Comunista de Chile. Tenía 43 años de edad. Había nacido en el sur, en la Frontera, en una modesta casa de la calle 18 de Septiembre de Puerto Saavedra, el 17 de enero de 1906, pueblo donde pasó su niñez.
Sus padres, Santiago Fonseca y
Clorinda Aguayo, eran campesinos pobres de un lugar llamado Pichico (“Poca
agua”). Además de Ricardo, tenían otros cuatro hijos: Santiago, Elcira, Lisardo
y Abraham.
Ricardo no había cumplido los seis
años, cuando falleció su padre. La madre mostrando valor y mucho espíritu de
sacrificio, apechugó con sus cinco hijos.
Ayudada por el mayor de ellos,
llamado Santiago (quien sería el primer comunista de la familia), la madre daba
pensión en la casa donde vivía. Por ello, pudo Ricardo estudiar en la Escuela
Primaria de Puerto Saavedra.
ESTUDIANTE RESPONSABLE
Estudió con responsabilidad,
llegando a ser el mejor alumno de su curso. Tenía gran amor por la lectura. Fue
el lector más asiduo de la biblioteca de Puerto Saavedra.
El maestro de Ricardo de la Escuela le aconsejó a su madre (que era analfabeta) que lo matriculara en la Escuela Normal de Victoria. Tenía 12 años y hubo que aumentarle la edad para que pudiera ser admitido.
En esa escuela se destacó por ser un estudiante aplicado, por su firme personalidad, su espíritu de fraternidad y de camaradería hacia todos sus compañeros.
Cuando Ricardo se fue a estudiar a
la Normal y su hermano Santiago, a
Valdivia a trabajar como obrero, la madre se fue a vivir al campo, a Pichico, distante
CONOCE A RECABARREN
Finalizó sus estudios en Victoria cuando tenía 17 años de edad. Viajó a Santiago. Allí se encontró, por casualidad, con un mitin obrero en la antigua Plaza Argentina. Le llamó la atención un orador. Era Luis Emilio Recabarren.
Comenzó a trabajar como profesor
en la Escuela Nº 3 de Valdivia. Por las
noches iba a los locales sindicales donde hacía clases de alfabetización
y de cultura general. Allí tomó contacto con dirigentes obreros.
En 1922 se fundó la Asociación
General de Profesores de Chile, que se
puso a la cabeza de las luchas del Magisterio. Ricardo se incorporó a ella y participó activamente en
sus campañas.
En Valdivia escuchó por segunda
vez a Recabarren en una charla sobre “Rusia Obrera y Campesina”.
EN LA LUCHA CLANDESTINA
El 4 de junio de 1925, durante el gobierno de Arturo Alessandri Palma, se perpetró la masacre de La Coruña. Dos años después se inició la dictadura del general Carlos Ibáñez del Campo, que reprimió al PC y a la FOCH. Decenas de dirigentes fueron detenidos y deportados a Isla de Pascua, de Juan Fernández y otros lugares inhóspitos.
Ricardo tomó parte en grupos
clandestinos para luchar contra la dictadura, formados por los profesores más consecuentes.
DIRIGENTE DEL MAGISTERIO
En 1928 Ricardo Fonseca trabajó
por unos meses en la ciudad de Molina, para trasladarse luego a Santiago, donde
ejerció como profesor en la Escuela Nº 63 de Recoleta. Pronto fue elegido
dirigente de la Sección Santiago de la Asociación General de Profesores.
Junto a otros maestros, con los
cuales venía luchando, fundó el Grupo ITE, adherido a la Internacional de los
Trabajadores de la Enseñanza.
La ITE, de la cual rápidamente se
constituyeron filiales en Antofagasta, Valparaíso, Talca, Chillán, Concepción y
otras ciudades, enarbolaba la bandera de la lucha contra la dictadura, por las
reivindicaciones de los maestros y por el desarrollo de la educación.
INGRESA AL PARTIDO COMUNISTA
Hacia fines de 1929 ingresó a las
filas comunistas. En una carta enviada a compañeros y amigos, en febrero
de 1930,
explicó las razones del trascendental paso dado: “La tarea del profesor
es noble, y enseñar es una de las cosas más grandes que existen. Pero la acción
de la escuela es restringida y los frutos que obtiene un maestro en su vida son demasiados pequeños. Es
preciso servir a una escuela más grande, cuya acción englobe a miles de
alumnos. Esta escuela es el Partido Comunista y este alumnado innumerable es el
pueblo”.
(Citada por Luis Corvalán en
“Ricardo Fonseca Combatiente Ejemplar”, página 66). Paso que había dado años
antes su hermano Santiago, cuando llegó a laborar como obrero en Valdivia.
Ricardo Fonseca militó en la Sexta
Comuna de la capital.
LA ASOCIACIÓN GENERAL DE
PROFESORES
El 26 de julio de 1931 un poderoso
movimiento democrático derribó la dictadura de Ibáñez- Ese día, Ricardo
pronunció su primer discurso público en un mitin en la Casa Central de la
Universidad de Chile.
El 25 de agosto se constituyó la
Asociación General de Profesores, eligiendo una Junta Directiva de la cual formaba parte Fonseca.
Había asumido el gobierno, en
calidad de Vicepresidente, el
reaccionario Juan Esteban Montero, pero pronto entregó el mando a su ministro
del Interior Manuel Trucco, quien también gobernó como Vicepresidente. Durante
su breve mandato estalló, el 1 de septiembre de 1931, la sublevación de la
marinería de la flota de guerra, aplastada el 5 de ese mes.
En las elecciones de octubre triunfó Juan Esteban Montero, quien asumió la
Presidencia de la República el 3 de diciembre de 1931.
SU PREOCUPACIÓN POR LA EDUCACIÓN
IDEOLÓGICA
El 11 de enero de 1932 los
portuarios de San Antonio iniciaron un paro nacional.
En la Sexta Convención Nacional de la Asociación General de Profesores, realizada en Chillán en enero de 1932, chocaron dos corrientes: una revolucionaria y otra reformista, entre las cuales las contradicciones eran insalvables. Entonces, el 20 de ese mes, Fonseca y otros profesores revolucionarios fundaron la Federación de Maestros, una combativa entidad del Magisterio, que luchó por la democracia, el mejoramiento de las condiciones de los profesores y planteó por primera vez una educación con bases científicas.
El 4 de junio un golpe
cívico-militar derrocó el gobierno de Montero e instauró la “República
Socialista”, que no adoptó ninguna medida socialista, pero fue un gobierno
democrático, que llevó adelante algunas reformas destinadas a mejorar las
condiciones de vida de los trabajadores. Duró sólo doce días. Fue aplastada por un golpe de Estado reaccionario, que dio paso a la dictadura
de Carlos Dávila, que reprimió al pueblo
durante cien días. En diciembre de 1932 se inició la segunda administración de
Arturo Alessandri Palma.
EN EL COMITÉ REGIONAL SANTIAGO DEL
PARTIDO COMUNISTA
El abril de 1933, Ricardo Fonseca fue promovido al Comité Regional Santiago del Partido Comunista. Desde ese organismo se dedicó con mucha fuerza a elevar el nivel ideológico de la militancia. Fue un activo promotor de la educación partidaria.
En una Conferencia contra la
Guerra, realizada en la Universidad de Chile, conoció a Elena Pedraza, delegada
de los estudiantes de educación física,
con quien formó pronto un modelo de hogar comunista y sería su compañera de toda la vida.
RELEGADO EN AYSÉN
En enero de 1934 el gobierno de
Alessandri lo relegó a Aysén. Estando
allí recibió un regalo de Elena Pedraza: el Capital de Karl Marx.
Dedicó su tiempo como relegado a
hacer algunas clases particulares
para mantenerse, conversar con
los trabajadores del pueblo y, sobre todo, a estudiar la obra de Marx.
A su regreso a la capital, fue
elegido Secretario General de la Federación de Maestros. Eran tiempos de dura
represión. Se produjo la masacre de
Ranquil contra los campesinos, en el Alto Bio-Bío.
HUELGA DE HAMBRE EN LA CÁRCEL
La policía irrumpió en un Congreso
de la Federación Obrera de Chile, que se efectuaba en Santiago, detuvo a Ricardo y otros delegados. Conducidos a la
cárcel, llevaron a cabo una huelga de hambre, que a través de la cual, después de 17 días,
conquistaron la libertad.
El 23 de febrero de 1936 se inició
una huelga de los obreros ferroviarios que fue violentamente reprimida por el
gobierno de Alessandri. Dirigentes políticos y sindicales fueron detenidos.
Uno de ellos, Ricardo Fonseca.
RELEGADO A MAULLÍN
Por entonces, trabajaba como vendedor de bencina en una
bomba de Copec. Se dirigía al Hospital
San Borja a ver a su compañera Elena, que recién había dado a luz a su hijo
Leonardo, cuando fue detenido por la policía y relegado a Maullín, una pequeña
aldea, situada a varios kilómetros de Puerto Montt No pudo ver a su esposa ni conocer a su hijo.
El movimiento de solidaridad con los ferroviarios produjo un acercamiento entre los partidos de izquierda. Ello creó las condiciones para que el 26 de marzo de 1936 naciera el Frente Popular. Lo constituyeron los partidos Radical, Socialista, Democrático y Comunista.
LA REVISTA PEDAGÓGICA
Estando relegado en Maullín
concibió la idea de editar una revista
pedagógica que barriera, en el campo de la educación, con el reformismo y el
idealismo, y echara las bases de una pedagogía avanzada y de un plan orgánico
destinado a terminar con el 42% de analfabetos, a elevar el nivel cultural del
pueblo y a preparar a la juventud para la nueva época de transformaciones económicas,
sociales y políticas por las cuales venía luchando el Frente Popular.
De regreso a Santiago, junto
Rodolfo Guzmán, Crisólogo Gatica y otros destacados maestros comunistas, editó
la Revista Pedagógica. En septiembre de 1936 participó en la asamblea
pedagógica organizada por la Unión de Profesores de Chile, donde planteó sus
ideas sobre una educación orientada a la formación de una conciencia
democrática.
SECRETARIO GENERAL DE LA JUVENTUD
COMUNISTA
El Partido decidió que Ricardo
pasara a las filas de las Juventudes Comunistas, en las cuales fue elegido su
secretario general en 1937. Esta designación marcó un hito en la vida de la
Jota. Gracias al aporte de Fonseca, experimentó un gran desarrollo, comenzó a
utilizar métodos audaces, atractivos; adquirió personalidad, mayor combatividad
y dinamismo.
En enero de
LA ALIANZA LIBERTADORA DE LA
JUVENTUD
Esto se logró en septiembre de ese
año, al nacer la Alianza Libertadora de la Juventud, constituida por jóvenes
comunistas, socialistas, radicales, democráticos, evangélicos, deportistas de
clubes de barrio. Una especie de versión juvenil, pero ampliada, del Frente
Popular. Sus actividades eran deportivas, culturales, artísticas, de acuerdo a
las características propias de los jóvenes.
La Alianza Libertadora de la
Juventud se transformó en una de las barreras más firmes para enfrentar el
fascismo, en especial al Movimiento Nacional Socialista, dirigido por González
von Marees. En uno de los encuentros,
entre comunistas y nazistas, fue
asesinada en Valparaíso la joven comunista
Eliana Miranda.
La política de las JJ CC era
de gran amplitud. En el Informe a la
Segunda Conferencia Nacional, celebrado en abril de 1938, Ricardo Fonseca
señaló: “Nosotros queremos trabajar unidos con los elementos democráticos de la
Falange Nacional, enemigos de Ross y del fascismo, en la realización de las
tareas que el momento actual plantea a
nuestra generación.”
En las elecciones presidenciales
del 25 de octubre de 1938 triunfó Pedro Aguirre Cerda, candidato del Frente Popular,
que inició su gobierno el 24 de
diciembre de ese año.
La Alianza Libertadora de la
Juventud jugó un importante rol en la solidaridad con el pueblo español que
luchaba contra las fuerzas fascistas de Franco, que habían desencadenado la
cruel guerra civil el 18 de julio de
1936.
Durante el Gobierno de Pedro
Aguirre Cerda, Ricardo Fonseca volvió al Magisterio por algunos meses, pero
renunció para dedicar todos sus esfuerzos al trabajo partidario.
DIRECTOR DE “·EL SIGLO”
En septiembre de 1940 tuvo lugar
el Segundo Congreso Nacional de las Juventudes Comunistas. En este torneo
Ricardo dejó el frente juvenil. Retornó al Partido y fue incorporado a la
Comisión Política del Comité Central. Asumió la dirección de El Siglo, fundado
poco antes, el 31 de agosto de 1940. En él
formó periodistas obreros, les enseñó a escribir en un lenguaje
sencillo, comprensible para las masas. Transformó al diario en una verdadera escuela de cuadros.
Evoca su hijo Leo Fonseca: “·En
los años 41-42, él era Director de “El Siglo”, es decir llegaba a casa muy
tarde debido al cierre del diario, además era diputado por la Provincia de
Tarapacá, lugar muy lejano en esos tiempos aunque se viajara en avión. Entre
Santiago e Iquique se demoraba unas 9 horas en unos aviones pequeños anteriores
a los DC3. En tren eran tres días y tres
noches entre Santiago e Iquique y en barco unos
SENADOR
En las elecciones parlamentarias
de marzo de 1941 el PC eligió 3 senadores y 15 diputados.
Uno de estos fue Fonseca, por la
provincia de Tarapacá.
Al Gobierno de Pedro Aguirre Cerda
le sucedió el de Juan Antonio Ríos. A éste, gravemente enfermo, lo reemplazó
-en calidad de Vicepresidente- el radical derechista Alfredo Duhalde. Apenas
llegado a La Moneda se lanzó contra los trabajadores del salitre y el 28 de
enero de 1946 perpetró la masacre de la Plaza Bulnes, donde carabineros
asesinaron a seis obreros, entre ellos la joven comunista Ramona Parra.
En 1946, Ricardo Fonseca fue
promovido al secretariado del Comité Central y Encargado de Educación, Prensa y
Propaganda. Su primera medida consistió
en montar una escuela central de cuadros
y varias escuelas regionales. Fue un consecuente heredero de Recabarren.
GONZÁLEZ VIDELA: LOS PRIMEROS
MINISTROS
El 12 de enero de 1946, el PC
proclamó la candidatura presidencial de Elías Lafertte. En una Convención
Nacional de la Izquierda, presidida por Fonseca, se aprobó un Programa de
Gobierno y designó como abanderado al
radical Gabriel González Videla. Ganó en
las elecciones del 4 de septiembre de 1946 e inició su mandato el 3 de
noviembre de ese año. En su primer Gabinete hubo tres ministros comunistas. Uno
de ellos era Carlos Contreras Labarca, que ocupaba por entonces el cargo de
Secretario Genera del Partido. El Comité Central consideró inconveniente que
desempeñara simultáneamente ambas responsabilidades. Se decidió reemplazarlo en
sus funciones de Secretario General. En ese momento surgió el nombre de Ricardo
Fonseca, que se venía destacando por su aporte en la Dirección del Partido. Luis
Corvalán escribió:
“A partir de 1945, la figura de
Ricardo adquiere relieves de gigante. Da un aporte extraordinario en la lucha
por la línea del Partido, por la independencia política del proletariado y de
su partido, por la formación de un Partido Comunista de tipo bolchevique”. (Luis
Corvalán: “Ricardo Fonseca. Combatiente ejemplar”. Editora Austral, Santiago,
1971, página 160)
SECRETARIO GENERAL DEL PARTIDO
COMUNISTA
Asumió el cargo de Secretario
General del PC el 31 de octubre de 1946.
Cuando fue promovido a Secretario
General del Partido –recuerda su hijo
Leo Fonseca- sus tareas fueron
más complejas aunque siempre destinó tiempo y atención a su familia y al hogar.
Por ello, sin haber sido un padre permanentemente presente como en la mayoría
de las familias tampoco puede calificarse como uno ausente.
Mi madre, Elena Pedraza, también
era activa trabajadora al ser la sostenedora principal del hogar, además de
militante y dirigente sindical. Ricardo ganaba como los diputados y senadores
comunistas es decir un sueldo de obrero especializado pagado por el Partido, la
“dieta” de todos los parlamentarios las cobraba Finanzas y se destinaba al funcionamiento de la organización.
En casa él debió atender
diferentes tareas domésticas como comprarme zapatos y ropa, matricularme en la
escuela todos los años, en 1942 se dio
tiempo para enseñarme a leer y escribir y las operaciones de suma y resta
reactivando sus conocimientos de profesor primario. Por lo tanto ingresé a
segundo año, en 1943, estando bien preparado para el curso al cual llegaba.
GRAN AVANCE ELECTORAL COMUNISTA
En las elecciones municipales de
abril de 1947, el PC elevó su votación de 32.219 sufragios, obtenidos en
En junio, González Videla pidió la
renuncia a los ministros comunistas. El 21 de
octubre, inició la represión. Detuvo a dirigentes comunistas, los envió
al campo de concentración de Pisagua, exoneró a profesores, ferroviarios y
funcionarios de las reparticiones públicas por ser militantes comunistas o
sospechosos de serlos.
NUEVAMENTE EN LA LUCHA CLANDESTINA
Ricardo Fonseca supo hacer pasar
al Partido a la ilegalidad. Fue una retirada peleando. Solidarizando con los
obreros del carbón y protestando por las medidas represivas del gobierno,
efectuando combativos en las principales industrias del país. En el parlamento,
en la prensa, utilizando cualquier tribuna pública, se denunciaban los planes
del traidor.
Se montó un Secretariado ilegal,
relacionando y combinando la lucha legal con la ilegal.
Se preocupó de la protección de
los compañeros más amenazados por la policía.
Pablo Neruda, uno de los
perseguidos por González Videla, escribió: “El secretario general de mi Partido
había sido hasta entonces Ricardo Fonseca. Era un hombre muy firme y sonriente,
sureño como yo, de los climas fríos de Carahue. Fonseca había cuidado de mi
vida ilegal, mis escondites, mis incursiones clandestinas, la edición de mis
folletos, pero, sobre todo, había cuidado celosamente el secreto de mis
domicilios. El único que verdaderamente sabía, durante un año y medio de mis
escondites, dónde iba a comer y dormir cada noche, era mi joven y
resplandeciente jefe y secretario general, Ricardo Fonseca”. (Pablo Neruda:
“Confieso que he vivido. Memorias. Seis Barral, Barcelona, 1974, página 248).
CONTRA LA LEY MALDITA
En 1948 el ejecutivo envió al
Parlamento el proyecto de Ley de Defensa
de la Democracia, bautizada por el pueblo como “Ley Maldita”. Durante su
discusión en la Cámara de Diputados, Ricardo Fonseca pronunció un discurso en
donde dijo refiriéndose al Partido
Comunista: “Lo fundaron obreros chilenos y siempre han militado en él los
mejores hijos de la clase obrera... Hoy se trata de fusilar la idea del
marxismo, como prólogo al descuartizamiento de todas las ideas de justicia y
progreso social, de libertad y de democracia. Pero se equivocan. El marxismo,
en este año, ha cumplido un siglo. Ha conocido todas las persecuciones, todo el
rigor de las ilegalidades, de los pelotones de ejecución y, sin embargo, ha
emergido de la cárcel, más fuerte, más joven y luminoso que nunca.... es el
comunismo una idea que no puede ser destruida, y hay que recordar que Hitler
comenzó muy alegremente con las fanfarrias de Munich y el nazismo terminó muy
lúgubremente en las horcas de Nuremberg... así pasará... El Partido de Recabarren,
que nació de la entraña misma de la auténtica chilenidad, permanecerá
invariablemente fiel a sus orígenes, a su pasado de lucha, a la causa de la
libertad humana y de los valores de la civilización. Sabe que el pueblo lo
acompaña y que nadie podrá legítimamente poner fuera de la ley al pueblo
chileno”. (Citado por Luis Corvalán: obra citada, páginas 212-213-214)
COMBATIENDO A PESAR DE SU PRECARIA
SALUD
En septiembre de 1948 fue aprobada
la Ley Maldita. El Partido Comunista fue ilegalizado y perseguido con fiereza. Fueron
borrados 40 mil ciudadanos de los Registros Electorales.
A fines de diciembre de 1948,
Ricardo Fonseca comenzó a enflaquecer y a tener fuerte dolores intestinales.
Fue sometido a una intervención
quirúrgica. Sufría de cáncer terminal.
En el verano de 1949 planteó al
Comité Central la necesidad de designara a un nuevo Secretario General. El
mismo propuso al obrero Galo González.
El mal avanzaba, pero Ricardo
deseaba seguir en la lucha.
“LA ABSTENCIÓN NO ES POLÍTICA DE
LOS COMUNISTAS”
En
marzo de 1949 tuvieron lugar elecciones parlamentarias, en que todo
estaba dado para un gran fraude. Ricardo
planteó aprovechar la coyuntura electoral para denunciar tanto a la
dictadura del traidor como la mascarada electoral Frente a este tema tuvo una
violenta discusión con Luis Reinoso,
entonces Sectario de Organización del Comité Central., quien planteaba la
abstención del Partido en las elecciones. Ricardo, y la Dirección del Partido,
sostuvo que “la abstención no es
política de los comunistas”. Este fue otro de los grandes aportes de Fonseca.
Enfermo como estaba pidió a la
Dirección que se le permitiera realizar algún trabajo. Grabó un discurso que
fue transmitido por radio. Fue su última actuación pública.
Continuaba estudiando, seguía con
atención los acontecimientos. Dirigentes del Partido llegaban hasta su casa y
les conversaba y entregaba su experiencia.
DESPEDIDAS
A pesar de que sus compañeros le
habían ocultado la gravedad de su enfermedad, pocos días antes de su
muerte Ricardo se dio cuenta de que se
le escapaba la vida. No se desesperó. Decidió realizar sus últimas
recomendaciones al Partido. Llamó uno por uno a los cuadros la Dirección, que
llegaron a conversar con él.
A su compañera le dijo: “Nena,
hemos llegado a la etapa final de mi enfermedad. Los esfuerzos del Partido,
tuyos y míos ya son inútiles. Me voy a morir. Tú no vas a quedar sola. Hay una
gran familia, el Partido, que te ayudará a ti y a mis hijos, siempre y cuando
sean dignos de él, como creo que serán. Has sido una compañera admirable...”
Llamó a su hija Mireya, que vivía
en Temuco, para darle sus últimos consejos.
Llamó a su hijo Leo de 13 años de
edad, y con su actitud cariñosa y su entereza de siempre, le habló así: “He
seguido el camino del comunismo, porque esta doctrina es la causa justa, noble y honrada… Hay que
ser fuertes y no temer al enemigo. No vacilar jamás. Tu tienes una gran
responsabilidad hacia tu madre y tus hermanas,
Margarita y Eugenia...”
“VOY A MORIR. COMPAÑPEROS, PERO ME
VOY CONTENTO”
Estando muy enfermo, Ricardo
Fonseca pidió hablar con la Dirección del Partido. El Secretariado, burlando la
vigilancia policial llegó hasta su hogar. Era el viernes 15 de julio de
“Voy a morir, compañeros. Pero me
voy contento, porque el Partido es grande y está unido. Nada ha podido el
terror. Y esto es lo principal, porque el Partido es la columna vertebral de la
clase obrera y del pueblo y es indispensable su existencia para la liberación
de Chile. Me voy contento porque el Partido ha cumplido con su deber. El camino
de la traición y la entrega era fácil y cómodo. Pero el Partido prefirió el
camino del combate, que era el de mayor sacrificio, antes de volver las
espaldas al pueblo, porque es parte de él, es su corazón combatiente, su cabeza
directiva. El Partido no negó al pueblo y el pueblo no negó al Partido.
Me voy contento porque el Partido
cuenta con una dirección política firme, de
raíz proletaria, intransigente en los principios y flexible en su
aplicación, forjada en la dura escuela del comunismo. Me voy contento porque
entreveo el amanecer de un nuevo día, en que el pueblo reconquistará con sus
propias manos su libertad y sus derechos arrebatados...” (Luis
Corvalán:”‘Ricardo Fonseca, combatiente ejemplar’” página 222 y siguientes)
Seis días después, el 21 de julio de 1949, fallecía
Fonseca Aguayo.