miércoles, 28 de diciembre de 2022

JORGE MONTES MORAGA

 



                                                                Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                                                Centro de Extensión e Investigación

                                                                 Luis Emilio Recabarren, CEILER

 

    

 


                                     

Conocí al compañero Jorge Montes en mi exilio en Alemania Federal. Él era, por entonces, destacado dirigente del segmento exterior del Comité Central del Partido Comunista de Chile. En una ocasión le acompañé en una gira que realizó visitando las células partidarias en Alemania. También participamos en diversas reuniones en que participé en mi calidad de Encargado del Coordinador del PC chileno en Alemania. Retornados a la patria, nos volvimos a encontrar en Ñuñoa, donde el camarada Jorge Montes militó hasta muerte.

 

SUS INICIOS

Jorge Montes Moraga nació en Santiago el 28 de diciembre de 1926. Pero sólo días de haber nacido su madre, Clotilde Moraga regresó con él a San Carlos. 

Se recibió  como maestro en 1947 en la Escuela Normal de Chillán. 

Ese año  -escribió Mario Benavente, compañero y amigo de Jorge Montes-  “un doloroso suceso marcó su vida. Al visitar la casa de Josefina, su futura esposa, se sintió impactado por el llanto y el miedo de los hijos menores de un matrimonio de profesores. Sus padres habían sido detenidos por la policía civil de González Videla, acusados de comunistas. Como lo recuerda en una de sus obras, llegó a la conclusión que ‘debía incorporarse a la lucha organizada por cambiar el mundo, conquistar la democracia, combatir el abuso, desde la trinchera de los perseguidos’.” 

 

INGRESA AL PARTIDO COMUNISTA

Y así lo hizo. En 1948 ingresó al Partido Comunista, cuando estaba vigente la Ley Maldita y gobernaba el traidor de González Videla.

Ejerció por unos meses en la Escuela N.º 33 de Maule. Luego se trasladó a la Escuela Hogar N.º 12 de Talca. Después, trabajó en el Politécnico de San Bernardo, desde 1948 hasta 1957.

Se casó con Josefina Miranda Tejías en 1949. Tuvo dos hijas: Diana y Rosa María.

 

DIRIGENTE DEL PROFESORADO

Fue elegido por varios períodos presidente de la Unión de Profesores de San Bernardo, entre los años 1950 y 1956.

Cayó sobre él la represión en tiempos del segundo gobierno de Carlos Ibáñez del Campo, siendo relegado al campo de concentración de Pisagua  el 6 de enero de 1956. En abril de ese año fue electo regidor por la Comuna de San Bernardo

 

DIPUTADO 

Para eludir la Ley Maldita, promulgada por el traidor de González Videla en 1948, el Partido Comunista presentaba sus candidatos a cargos de representación pública como militantes de otro partido, real o creado con ese propósito. Cuando  en 1957 presentó la candidatura del compañero Jorge Montes,  para diputado por la Décima Agrupación Departamental de Concepción, Tomé Talcahuano, Yumbel y Coronel, lo hizo en la Lista del Partido Socialista Unido. 

El compañero Montes resultó elegido y ejerció como parlamentario entre los años 1957 y 1961. Una vez terminado su  período como diputado del Partido Socialista Unido y habiendo sido derogada la ley liberticida en agosto de 1958,  “solicitó su ingreso” al Partido Comunista, apareciendo inmediatamente como miembro de su Comité Central. 

Después, oficialmente como candidato  comunista, fue reelegido  diputado por el período 1961 – 1965. Entre 1962 y 1964 fue presidente del Comité Parlamentario Comunista.

 

SENADOR

En los años 1964 y 1965  ocupó el cargo de director de ‘El Siglo’.

En marzo de 1969 fue elegido senador por la Séptima Agrupación Provincial de Ñuble, Concepción y Arauco, por el período 1969 – 1977.

En el Senado integró la Comisión Permanente de Hacienda, la de Policía Interior y la de Defensa Nacional. Fue miembro de la Comisión Mixta de Presupuesto. Continuó siendo miembro propietario del Comité Parlamentario Comunista.

Entre las mociones presentadas por el senador Montes que fueron leyes de la República, está la ley N. 17.221, de 28 de octubre de 1969, correspondiente a la fijación de horario  de trabajo para las farmacias, y la ley N. 17.312, de 29 de julio de 1970, sobre la contratación y empréstitos para la Municipalidad de Concepción. 

 

DETENIDO POR AGENTES DE LA DICTADURA

El golpe  fascista del 11 de septiembre de 1973 destruyó toda expresión de democracia en Chile.  A través de decreto-ley 27, de 21 de septiembre de 1973, se disolvió el Congreso Nacional y  se   declaró cesantes las funciones parlamentarias a partir de esa fecha.

El domingo 7  de julio de 1974, Jorge Montes fue detenido. Durante cuatro meses estuvo en calidad de detenido desaparecido en  la siniestra Academia de Guerra Aérea, AGA,  donde fue brutalmente torturado.

Gracias a las denuncias hechas por el Partido Comunista y otras organizaciones y a la inmensa campaña internacional de solidaridad, la dictadura debió reconocer que lo tenía en su poder. A comienzos de noviembre de 1974 fue trasladado al campo de concentración de Ritoque, en calidad de prisionero reconocido. Después recorrió varias cárceles y campos de concentración. 

 

LIBERADO GRACIAS A LA  SOLIDARIDAD INTERNACIONAL

El 17 de junio de 1977, gracias a la solidaridad internacional de la República Democrática Alemana, fue liberado. Vivió en Moscú desde octubre de ese  año. Ocupó altas responsabilidades en el segmento exterior del Comité Central, siendo Encargado de la Comisión de Control y Cuadros.

Regresó a Chile en 1988. Fue miembro del Colegio de Profesores,  de la Sociedad de Escritores de Chile,  de la Junta de Vecinos N.º 13 y  militante de la célula Linda Volovski,  del Comunal Ñuñoa, de la cual era su Secretario Político. 

 

IMPEDIDO DE PARTICIPAR EN EL XIX CONGRESO

Recibió un premio en el concurso nacional “Poemas de Amor”, convocado por La Hoja Verde, en enero de 1994. 

Al momento de realizarse el llamado “XV Congreso”, que en verdad fue el XIX, Jorge Montes estaba en Chile y era miembro del Comité Central. Sin embargo, por “razones de seguridad” no se le dejó participar en el Congreso clandestino, sino que fue  citado, junto a otros dirigentes del Partido,  a un lugar de Santiago, donde los atendería un miembro de la Dirección del interior para irles informando sobre el desarrollo del evento. En señal de protesta, no concurrió a ese punto. 

 

VALIOSO TESTIMONIO DE MARIO BENAVENTE

Mario Benavente relata:

“Talvez uno de los golpes más duros sufrido por Jorge Montes fue cuando poco antes de iniciarse el XV Congreso, un miembro de la Dirección que funcionaba en el país  le comunicó que, por decisión de ese organismo, no iba a continuar en el Comité Central. No le dieron explicación alguna por esa medida, que el compañero Montes consideró arbitraria. En repetidas ocasiones solicitó las razones y jamás se las dieron. Recuerdo que en la última reunión de nuestra célula – la Linda Volovski de Ñuñoa- en que él participó, realizada en febrero del 2000, se refirió en forma vehemente e indignado a este hecho. Poco después cayó gravemente enfermo”.

 

“DESEO VIVIR…”

El mismo Mario Benavente escribió: “Cuatro días antes de su fallecimiento no pudo participar en la reunión de la célula de la que era Secretario. Envió sus excusas con quien suscribe esta semblanza. Esa misma noche del miércoles 13 de abril  fue internado de urgencia. Sus últimas palabras conscientes dirigidas a los médicos fueron: ‘Deseo vivir porque hay mucho que hacer por nuestro pueblo’.” 

El noble corazón de comunista  de Jorge Montes Moraga dejó de latir el 17 de abril del 2000. Recuerdo que dos días después, en una triste y fría jornada otoñal acompañamos, al querido camarada a su última morada.

 

LA LUZ ENTRE LAS SOMBRAS”

Estando en cárceles y campos de concentración, durante la dictadura, Jorge Montes  escribió sobre sus experiencias y las de muchos combatientes antifascistas. Los manuscritos fueron sacados por su compañera, quien los hizo llegar a manos seguras. En 1980 fueron publicados bajo el título de “La luz entre las sombras”. 

En 426 páginas del libro de Montes está todo eso que constituyó el Chile bajo la dictadura de Pinochet. Es un testimonio vivo, veraz,  directo, que muestra por dentro la realidad de cárceles y campos de concentración. Muestra la terrible experiencia de ser un “desaparecido”, la bestialidad de los fascistas, la lucha de los combatientes por la democracia, el valor de la maravillosa solidaridad internacional. 

“La luz entre las sombras” es uno de los libros de Jorge Montes, quien  además escribió numerosos artículos en la revista “Principios” y en “El Siglo”.