Un día como hoy, 16 de diciembre, hace
88 años, nació el héroe antifascista chileno Jorge Muñoz Poutays.
Nuestro recuerdo emocionado, nuestro
homenaje combativo.
Un abrazo,
Iván Ljubetic Vargas
FRASE DE PALPITANTE ACTUALIDAD
“Pero
cualquiera que sea la careta con que se disfrace el fascismo, cualquiera sea la
forma en que se presente, cualquiera que
sea el camino por el que suba al poder, el fascismo es la feroz ofensiva
del capital contra las masas trabajadoras; el fascismo es el chovinismo más
desenfrenado y la guerra de rapiña; el fascismo es la reacción feroz y la
contrarrevolución; el fascismo es el peor enemigo de la clase obrera y de todos
los trabajadores”.
(Jorge
Dimitrov: “Informe al VII Congreso de
En su 88
natalicio:
JORGE
MUÑOZ POUTAYS, HÉROE DE
Iván Ljubetic Vargas, historiador del
Centro de Extensión e Investigación
Luis Emilio Recabarren, CEILER
Conocí a Jorge Muñoz hacia 1958,
en el III Congreso de las Juventudes Comunistas de Chile cuando ambos
fuimos elegidos miembros del Comité Central. Por entonces él estudiaba
ingeniería en
SUS INICIOS
Jorge Muñoz Poutays nació el 16 de diciembre de
1933. Fue el mayor de tres hermanos. Siendo un excelente alumno, cursó sus
estudios secundarios en el Internado Nacional Barros Arana. Estudió en
En 1959 conoció a Gladys Marín, con quien se casó en 1963. Tuvieron dos hijos. Rodrigo
y Álvaro.
EN EL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO
En
En
el XVIII Congreso Nacional del Partido Comunista, celebrado en Santiago del 23
al 29 de noviembre de 1969, fue elegido miembro de su Comité Central.
Después
del golpe fascista, se integró a la lucha contra la dictadura. Formó de la
parte primera dirección clandestina del Partido Comunista, que encabezaba el
compañero Víctor Díaz López, ocupando el
cargo de Relaciones, Universidad, Profesionales y Cultura. Su chapa era “Carlos”.
Su enlace, la compañera Marta Fritz.
CALLE CONFERENCIA
El
día 4 de mayo de 1976 fue detenido, alrededor de las 20,30 horas, en calle
Conferencia 1587, en un operativo de
Poco, después, el compañero Víctor Díaz fue detenido, el 12 de mayo, en una casa de Bello Horizonte 979, en Las Condes.
Estos
héroes de la primera dirección clandestina del Partido Comunista fueron conducidos al cuartel de Simón Bolívar 8630, de
RECUERDOS DE SU HIJO ÁLVARO MUÑOZ MARÍN
Los Lleuques. Febrero de 1976.
Como
Jorge, nuestro papá, estaba clandestino, se preparaba con meses de antelación
la salida a vacaciones. En la coordinación siempre presente la tía Marta Friz
(la mejor amiga de mamá), junto a los tíos Ricardo Lobos (exonerado político de
Tesorería General de la república el mismo 11 del
En
febrero de ese año nosotros, Rodrigo y yo, estábamos de vacaciones, como todos
los veranos, en el campo de nuestros abuelos paternos, con quienes vivimos a
partir del 11 de septiembre del
Con Rodrigo hicimos los bolsos y al otro día a las 6 AM en pie junto a Patricio viajamos a San Fernando, donde tomaríamos el tren rumbo a Concepción. Aquí, nos esperaba Jorge en el terminal de trenes y tomamos el auto junto a tío Ricardo para partir rumbo a los Lleuques, donde nos esperaban el resto de la “tropa”.
Tía Silvia, se había conseguido una casa de una amiga profesora, donde estaríamos 14 días. En esa cabaña, de tres piezas, dormíamos 9 personas. En una pieza tías Silvia y Marta, en otra Ricardo, Mauricio, Patricio e Iván (los primos Lobos Marín) y en la última nosotros con nuestro viejo. Tío Ricardo sólo pudo estar el fin de semana, tenía que volver a trabajar.
Hicimos de todo, caminar, ir a pescar, intentar buscar el río toda una mañana y no encontrarlo. Todos los días nos bañábamos, jugamos pichangas los Lobos Marín contra los Muñoz Marín, donde nuestros primos nos ganaron en un divertido y picado partido.
También, nos colocábamos en una loma a ver les estrellas y él, mi viejo, nos enseñaba el nombre de las estrellas o alguna constelación. Cantábamos, a él le gustaba “canto a pampa… y otras de caballos.
Estar en esos hermosos lugares del sur, apartados
de todo, pero siempre con el cuidado de que no fueran a ver nuestro papá. Era
un espacio, en nuestro país, alejado de las persecuciones, detenciones, exilio,
era un espacio donde nos cargábamos de buenas energías del papá y él de sus
hijos, acompañados de esta gran familia que se exponían sólo por nosotros.
El
estar con él ya era un cariño para mí, verlo reír, conversar, llamarme la
atención cuando era necesario, disfrutar de la tierra, sus árboles…el último
día yo no quería lavarme el pelo, lleno de tierra, y mi viejo me dijo…” Ya, trae agua y lavatorio” y bajo un sol radiante y entre
grandes pinos me lavó el pelo…y esto fue algo que nunca olvidé”.
MARTA FRITZ SOBRE JORGE MUÑOZ
Marta Fritz narra: “Conocí a Jorge, a través de
Gladys, mi amiga, compañera y hermana. Me contó que se había enamorado del
joven ingeniero, que conoció en la población
Yo visitaba a Gladys en su casa, por supuesto que allí me topaba con Jorge, observaba que él, a diferencia de Gladys era más reservado, más serio, gustaba de la buena música, de la poesía, al comienzo yo le guardaba mucho respeto porque él era del Partido.
Varios años hicimos vacaciones juntos, un grupo de la jota, con sus hijos, nosotros lo llamábamos "comandante", él era muy disciplinado, muy querendón de sus hijos y protector de Gladys. Ella siempre me declaró que, con él, ella siempre se sintió segura.
Juntos estuvimos en San Fabián, en Lonquimay, en dos ocasiones. Estas salidas y vivencias de conjunto estrecharon nuestra amistad. Él siempre me aclaraba la situación política, me precisaba las razones de fondo de cada suceso, con mucha paciencia.
Tras el golpe militar, me debí contactar con Gladys, con sus hijos y también con él.
Ya en nuestros primeros encuentros, tanto, directos, como a través de enlaces, él fue enfático, en aclararme que tomara como primera tarea a sus hijos y los padres de él, la señora Juanita y a don Onofre. Por supuesto que también tenía vínculos con Gladys en su clandestinidad inicial y luego en su asilo en la embajada de Holanda. Así por mi intermedio se enviaban las cartas, los recados, los mensajes en diversas formas.
Pasado un tiempo, a pesar de lo delicado de la situación, nos hicimos el propósito del encuentro con sus hijos, Álvaro y Rodrigo, en especial, cuando Gladys logra salir al exilio.
Ambos ya me habían dicho firmemente que se oponían a que sus hijos salieran del país, pues aspiraban que se pudieran criar en el ambiente familiar constituido por la familia de Jorge y la de Gladys. Ellos, por sus responsabilidades y la trágica situación del país tenían claro lo difícil que sería para ellos hacerlo en la clandestinidad o fuera del país. Gladys, por su agitada vida en el exterior y su reingreso clandestino a Chile en 1978 era imposible, que pudiera ofrecer un hogar mediamente normal a sus hijos. Esta resolución, no siempre fue entendida por algunas personas. Yo me mantuve firme y se cumplió lo que ellos me indicaron.
Con
todos los cuidados del caso, con la ayuda de queridos compañeros, comenzamos a
vernos con los niños. Un gran rol cumplió ex compañeros de
Jorge – asumiendo muchas medidas de seguridad – buscaba con apoyo de Ricardo armar formas de encuentro con los niños. Armaban partidos de futbol, caminatas u otros juegos. También Jorge les enseñaba diversas cosas, controlaba indirectamente sus estudios. Cada vez que nos lográbamos encontrar, conversábamos lo que podríamos hacer más tarde, otros posibles encuentros, lugares, apoyos para ello.
Con Jorge también realizaba labores de enlace con otros compañeros. Él me entregaba tareas. Recuerdo una de ellas, en que debía traerle un teléfono. No debía anotarlo. No lo encontré difícil. Pero, no hice más que llegar a la casa de encuentro con Jorge, él me pide el número. Lo había olvidado. Él me dice comienza a recordarlo, porque no te puedes ir, sin entregármelo. Escribe, me dice, ¿pero ¿qué voy a escribir, le respondo, sino me acuerdo? Escribe números. Nerviosa ponía números, los combinaba. El esperaba, pasaba el rato. Yo repetía, no me acuerdo. El insistía ¡escribe! y así seguí. De repente, salió un número, éste, éste, indiqué. Con toda su calma me dijo: espera. Lo anotó, salió, volvió. Ese era el número, nos abrazamos. Ahora sonreía.
Él era muy estricto con la hora. Creo que nosotros - los que trabajamos en clandestinidad -logramos entender lo importante que es la puntualidad. Los chilenos por naturaleza no somos puntuales. Así fue, como en una ocasión me llamó fuertemente la atención, por atrasarme unos minutos.
Al comienzo yo le preguntaba: ¿cuánto tiempo durará esta situación?- un par de años, era su respuesta. Fuimos ilusos al comienzo en ello.
En el 75, por su orden salí a reunirme con Gladys a Colombia donde residía su madre, Adriana Millie, una gran mujer, maestra, directora, madre de cuatro hijas. De ella heredó Gladys su inteligencia y consecuencia.
Él me dio un verdadero decálogo de instrucciones: reserva, observar la naturalidad al actuar, que no trajera nada conmigo. Todo guardado en la cabeza y la advertencia, si me detenían, “debes aguantarte mínimo dos días”, así alcanzamos a mover la dirección interior. Sólo dos días, me repetía. Felizmente, todo salió bien, estuvimos un mes juntas con Gladys, inolvidable.
Así continuamos juntos en diversas tareas, hasta el fatídico 4 de Mayo del 76, cuando detienen a Jorge. Fue horrible. Llegó la compañera que era enlace. Él le había dicho: “si no llego las 17 horas, tú avisas a Marta”.
Ella, con fiebre, una fuerte bronquitis, llegó deshecha. Para mí fue un golpe terrible. Me acompañó a avisar al compañero con el que me contactaba. El insistía en tranquilizarme. Yo digo, presentemos un recurso de amparo, él me dice no todavía no. Aviso a su hermano, Mario, con quien también tenía contacto. No dormí esa noche. Al día siguiente camino al liceo donde hacía clases en Recoleta, me topé de casualidad, con Isolina – la compañera de Mario Zamorano - nos abrazamos, a ella también le habían dicho lo mismo, “esperar”. No había nada que esperar los hechos estaban consumados.
Mil acciones realizamos por saber algo, sobre su paradero. Viví el sufrimiento de sus padres, ya ancianos, de los niños, que buscaban no exteriorizar mucho sus sentimientos. Fue un golpe a toda la familia de Jorge y la de Gladys. Acudimos a todos los medios posibles, pensando conseguir algún dato, nada, un calvario. Cuando Gladys ingresa clandestina, siempre mirábamos a las personas que pedían limosnas, a enfermos, pensando “a lo mejor lo torturaron y lo tiraron a la calle”.
El golpe final, fue cuando se logra saber que había estado en el Cuartel Simón Bolívar, a cuarenta y tantas cuadras de la casa de sus padres hacia el oriente.
Honor
y gloria, a Jorge, mi amigo y compañero. Marta”. (Marta Fritz:
Testimonio
escrito. Santiago, 26 de septiembre de 2017)
GLADYS MARÍN AL MINISTRO JUAN GUZMÁN
Siendo Secretaria General del PC, Gladys Marín, entregó el 21 de mayo de 2001 un escrito al ministro de fuero Juan Guzmán en el que pide que se cite a declarar al general (r) Manuel Contreras y se le caree con el general Carlos Salgado, quien representó al Ejército en la mesa de diálogo. Ello, luego de las últimas declaraciones de Contreras a TVN, sobre casos de violaciones a los derechos humanos y el paradero de detenidos desaparecidos.
En el documento se especifica que el ex director
de
QUERELLA DE GLADYS MARÍN INICIA EL CASO PINOCHET
El caso de calle Conferencia dio inicio al caso Pinochet, en enero de 1998, cuando la secretaria general del Partido Comunista, Gladys Marín, interpuso una querella por la desaparición de 8 dirigentes, entre los cuales está su esposo, Jorge Muñoz. Allí se encuentran procesados el coronel (r) Marcelo Moren Brito, el coronel (r) de Carabineros, Guillermo Lawrence Mires, al oficial (r) Eduardo Garea y el agente civil Osvaldo Pincetti Gac.
En
el caso calle Conferencia, el Juez Juan Guzmán
Tapia decidió sobreseer definitivamente al ex director de
Gladys
Marín reclamó por sobreseimiento de Contreras en 'calle Conferencia'. La
secretaria general del Partido Comunista, Gladys Marín, calificó como una
“aberración jurídica” el sobreseimiento definitivo del ex jefe de
La
dirigente del PC explicó que no culpaba al juez Guzmán de la exoneración de
Contreras, pues, dijo, al magistrado “no le quedaba otro camino”. Esto, ya que el procesamiento contra el ex
jefe de
La
querella por el secuestro del esposo de Gladys Marín fue la primera acción
legal interpuesta contra el general en retiro y senador vitalicio desaforado
Augusto Pinochet Ugarte, mientras este permanecía detenido en Londres.
Con la exoneración de Contreras en el caso, sólo quedan procesados los excoroneles Marcelo Moren y Ricardo Lawrence; el ex suboficial Eduardo Garea y el civil Osvaldo Pincetti.
En el Caso Conferencia los querellantes apelan por sobreseimiento de Contreras.
El
abogado querellante en el caso Calle Conferencia, Nelson Caucoto, apeló ante
El
magistrado cerró el proceso en contra de Contreras aplicando el principio de
"cosa juzgada", ratificando una resolución similar del tribunal de
alzada capitalino. En este caso se
indaga la desaparición de dirigentes comunistas detenidos el 4 de mayo de 1976
en Conferencia 1587. Entre las víctimas se encuentra Jorge Muñoz (esposo de Gladys
Marín) Mario Zamorano Donoso, Jaime Donato Avendaño, Uldarico Donaire Cortés y
Elisa Escobar Cepeda.
¡HONOR Y
GLORIA ETERNA A LAS HEROÍNAS Y LOS HÉROES CAIDOS EN