domingo, 26 de diciembre de 2021

THOMAS SANKARA, EL CHE GUEVARA AFRICANO

 



En su 72 natalicio:

 

 

 

 

                                       Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                       Centro de Extensión e Investigación

                                       Luis Emilio Recabarren, CEILER

 

                       


Thomas Isidore Noel Sankara fue un capitán militar, revolucionario comunista y teórico panafricanista que presidió Burkina Faso de 1983 a 1987. Es conocido como el «Che Guevara africano». 

Nació en el Alto Volta, África Occidental Francesa, el 21 de diciembre de 1949, en el seno de una familia católica que quiso que se hiciera sacerdote, aunque al final optó por la carrera militar, sin perder nunca su fe a pesar de su tendencia marxista.

MILITAR

Después de un entrenamiento militar básico en la escuela secundaria en 1966, Sankara empezó su carrera militar a los 19 años. Un año más tarde fue enviado a Madagascar para entrenamiento de oficiales , donde  presenció los levantamientos populares en 1971 y 1972. Volvió a Alto Volta en 1972 y en 1974 el luchó en una guerra fronteriza entre Alto Volta y Malí.

Sankara fue nombrado Secretario de Estado para la información en el gobierno militar en septiembre de 1981, pero renunció el 21 de abril de 1982 por diferencias irreconciliables con el gobierno, que acababa de prohibir el derecho a huelga y desmantelar el principal sindicato.

Después un nuevo golpe (el 7 de noviembre de 1982) llevó al poder a Jean-Baptiste Ouédraogo. Sankara llegó a ser primer ministro en enero de 1983, pero dimitió el 17 de mayo y estuvo bajo arresto en su casa después de la visita al país de Jean-Christophe Mitterrand, hijo del presidente francés.

Henri Zongo y Jean-Baptiste Boukary Lingani también fueron puestos bajo arresto y esto causó un levantamiento popular.

 

 

En rojo Burkina Faso (ex Alto Volta)

 

 

PRESIDENTE

Un golpe de estado organizado por Blaise Compaore hizo a Sankara presidente el 4 de agosto de 1983, a la edad de 33 años. El golpe de estado fue apoyado por Libia, que al mismo tiempo estaba presente en la guerra con Francia en Chad.

Gobernó de 1983 a 1987y promovió la “Revolución democrática y popular”.

Con una potente combinación de carisma personal y una organización social con alguna participación democrática, su gobierno trajo iniciativas contra la corrupción y mejoró la educación, la agricultura, y el estatus de la mujer.

Sankara se definía como un revolucionario inspirado por los ejemplos de Cuba y el líder militar de Ghana, Jerry Rawlings.

Su política estuvo orientada alrededor de la lucha contra la corrupción, el hambre, promoviendo la reforestación, la educación, la salud y los derechos de las mujeres.

 

ALTO VOLTA SE PASÓ A LLAMAR  BURKINA FASO

En 1984, en el primer aniversario de su ascenso al poder, renombró el país como Burkina Faso, que significa “La tierra de la gente íntegra.” También dio paso a una nueva bandera y a un nuevo himno nacional.

El gobierno de Sankara incluyó un gran número de mujeres. Mejorar el estatus de las mujeres fue uno de los logros explícitos de Sankara, una política sin precedentes en África Occidental. El gobierno de Burkina Faso también fue el primer gobierno africano en reconocer el SIDA como una gran amenaza para África.

Las iniciativas de Sankara contribuyeron a aumentar su popularidad y a atraer alguna atención de la prensa internacional hacia la revolución de Burkina Faso.

 

UN GOBIERNO REVOLUCIONARIO 

Políticas sociales

Hacia lo interno generó programas de alimentación para prevenir la hambruna desarrollando una autosuficiencia agraria y, en consecuencia, una reforma sobre la posesión de las tierras que posibilitó duplicar la producción de trigo.

Asimismo, le dio prioridad a la educación a través de una campaña nacional de alfabetización, al tiempo que promovió la salud pública con la vacunación de 2.5 millones de niños contra la meningitis, fiebre amarilla y el sarampión.

Suspendió los impuestos rurales y las rentas nacionales, al tiempo que estableció un ambicioso programa de construcción de ferrocarriles y carreteras de alcance nacional.

Derechos de la mujer

El líder africano se comprometió en la lucha por los derechos de la mujer, lo que lo llevó a prohibir la mutilación genital femenina, los matrimonios forzados y la poligamia.

Nombró a varias féminas en altos cargos gubernamentales y las alentó a trabajar fuera de casa, así como a continuar los estudiantes en las escuelas aunque estuvieran embarazadas.

Política exterior

La visión internacional de Sankara se concentró en el antiimperialismo, evitando la ayuda externa, impulsando la reducción de la deuda, nacionalizando las tierras y las riquezas minerales de la nación, para evitar el poder y la influencia del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial.

                       

 



SANKARA FUE ASESINADO

Su programa revolucionario provocó una fuerte oposición de los líderes tradicionales de la pequeña, pero poderosa clase media, así como el recelo de Francia. Además de la fricción con los miembros más conservadores de la junta de gobierno, estos factores provocaron su caída y asesinato en un sangriento golpe de estado el 15 de octubre de 1987.

Sankara fue asesinado con doce oficiales en un golpe de estado que muchos atribuyen a su sucesor y otrora amigo Blaise Compaorè, pero lo cierto es que más de 20 años después, sigue sin celebrarse un juicio que depure responsabilidades.

 

ALGUNAS DE SUS FRASES

«Una juventud movilizada es peligrosa y representa un poder que asusta igual que las bombas atómicas»

«Acabar con la supervivencia, aflojar las presiones, liberar nuestros campos de un inmovilismo medieval, democratizar nuestra sociedad, despertar los espíritus sobre un universo de responsabilidad colectiva, para atreverse a inventar el futuro, ese es mi programa»

«Sólo la lucha libera. Hacemos un llamamiento a todas nuestras hermanas de todas las razas para que se lancen al asalto de la conquista de sus derechos»

«La revolución y la liberación de la mujer van unidas. No hablamos de la emancipación de la mujer como un acto de caridad o por una oleada de compasión humana, es una necesidad básica para el triunfo de la revolución. Las mujeres ocupan la otra mitad del cielo»

«La escuela debe enseñar a leer, a escribir, pero sobre todo a contar. No a contar con los dedos, sino a contar con sus propias fuerzas»

«No podemos pagar la deuda. Primero porque, si no la pagamos, los prestamistas no morirán, eso es seguro. Pero si pagamos, nosotros sí moriremos, eso también es seguro»