lunes, 30 de enero de 2023

CUBA EXPULSADA DE LA OEA

 


 

                                                        Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                                        Centro de Extensión e Investigación

                                                        Luis Emilio Recabarren, CEILER

 

 


 

En la madrugada del  sábado 15 de abril de 1961, aviones estadounidenses tripulados por “gusanos” instruidos  por los imperialistas, camuflados con la insignia de las  Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) atacaron el aeropuerto de Ciudad Libertad, la base aérea de San Antonio de los Baños y el aeropuerto de Santiago de Cuba, hoy aeropuerto Internacional Antonio Maceo.

 Ocho aviones B-26 partieron desde Puerto Cabezas, Nicaragua, con el objetivo de destruir, en tierra, la modesta aviación cubana y para asegurar la impunidad de otras incursiones enemigas por vía terrestre.

El domingo 16 de abril de 1961 se realizaron las honras fúnebres a los caídos en los ataques aéreos en el Cementerio Colón de La Habana. Frente a él tuvo un lugar un masivo acto en el que habló Fidel Castro, presidente de la República de Cuba.

En esa ocasión Fidel Castro respondió a la agresión imperialista proclamando, por primera vez, el carácter socialista de la Revolución Cubana.

 

 

 


Estados Unidos con sus presiones y chantajes, logró que el 31 de enero de 1962, hace hoy 61 años, Cuba fuera expulsada de la Organización de Estados Americanos durante su Octava Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores, que tuvo por escenario el balneario uruguayo de Punta del Este.

En esta  reunión,  iniciada el 22 de enero, se aprobaron en total 9 resoluciones, 4 de las cuales estarían directamente relacionadas con Cuba y en particular la cuarta titulada: “Exclusión del actual gobierno de Cuba de su participación en el Sistema Interamericano”, que era la máxima aspiración de Estados Unidos para deslegitimar en lo político a la Revolución Cubana.

En esta reunión Cuba fue representada por el entonces Presidente de la República, Doctor Osvaldo Dorticós Torrado, quien en los debates de las resoluciones dejó bien claro la posición de la Isla expresando: “Si lo que se pretende es que Cuba se someta a las determinaciones de un país poderoso (…), en una palabra, se intenta esclavizar a un país que ha conquistado su libertad total después de siglo y medio de sacrificios, sépase de una vez: Cuba no capitulará”.

 



Cuba fue expulsada ese 31 de enero de 1962 de la OEA, pero no unánimemente como pretendía el imperialismo, sino que 14 países votaron a favor de la medida, uno en contra, Cuba, y seis abstenciones: Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Ecuador y Méjico, aunque después, excepto la nación azteca los demás se plegaron a los designios de Washington, rompiendo sus relaciones con la Isla.

Cuba se retiró con la frente bien en alto de aquella reunión de Punta del Este, donde quedaron latentes las palabras de su Presidente Osvaldo Dorticós: “Podremos no estar en la OEA, pero Cuba socialista estará en América, (…) pero el gobierno imperialista de los Estados Unidos seguirá contando a 90 millas de sus costas, con una Cuba revolucionaria y socialista”

La delegación cubana a la Octava Reunión de Consulta de la OEA, celebrada en Punta del Este, Uruguay, regresó victoriosa a la Patria a principios de febrero de 1962, donde el Presidente Dorticós fue aclamado por el pueblo que le dio la bienvenida.

En respuesta a ese acuerdo de la OEA, el 4 de febrero de 1962 más de un millón de cubanos reunidos en la Plaza de la Revolución José Martí, aprobaron la Segunda Declaración de La Habana, un documento político que ha regido los destinos de Cuba y América Latina desde hace 57 años.

61 años después de la expulsión de Cuba de la Organización de Estados Americanos puede decirse que la OEA, bajo el tutelaje de Estados Unidos, es ya un organismo anacrónico que va camino del lugar que merece: el basurero de la historia.