Un día como hoy, 21 de enero, hace 99 años, dejó de latir el corazón del gran revolucionario ruso Vladimir Ilich Ulianov, más conocido como Lenin. Casi un siglo de su partida física, muchos de sus planteamientos tienen una palpitante actualidad. Unos de ellos tienen que ver con el partido revolucionario de la clase obrera.
Un abrazo,
Iván Ljubetic Vargas
LENIN A 99 AÑOS DE SU PARTIDA FÍSICA
Iván Ljubetic Vargas, historiador del
Centro de Extensión e Investigación
Luis Emilio Recabarren, CEILER
El 21 de enero de 2023 se cumplen 99 años
de la partida física de Vladimir Ilich Ulianov, más conocido como Lenin.
Casi un siglo de su partida y sus
postulados siguen vigentes con palpitante actualidad.
Uno de los aportes de Lenin fue ser el
constructor del partido obrero revolucionario, el partido llamado a ser la
revolución que llevará a la humanidad a vivir en una sociedad sin explotados y
explotadores, sin guerras, en que todos podrán gozar del producto del trabajo
colectivo.
UN PARTIDO
REVOLUCIONARIO
“Sólo un partido dirigido por una teoría de
vanguardia puede cumplir la misión de combatiente de vanguardia” (Lenin: “¿Qué
hacer?”, en Obras escogidas en tres tomos, T.I, p. 135)
UN PARTIDO CON UN JUSTO
EQUILIBRIO ENTRE
Ello con la consecuente aplicación del
método centralismo democrático.
UN PARTIDO CON LUCHA IDEOLÓGICA INTERNA
Lenin en el epígrafe de su libro “¿Qué
hacer?” utilizó una frase de una carta que Lassalle escribió a Marx el 24 de
junio de 1852, que dice: “…La lucha interna da al Partido fuerza y vitalidad; la prueba más grande de
la debilidad de un partido es la amorfía y la usencia de fronteras bien
delimitadas: el partido se fortalece depurándose”…
No es casual que Lenin colocara este
epígrafe a una de sus más importantes obras. Lo hizo para subrayar la existencia
de la lucha ideológica al interior del partido y su enorme importancia.
Es natural que exista la
lucha de ideas dentro del Partido. Ello responde a lo científico, a la ciencia
de la dialéctica, más concretamente a
La ley de la unidad y lucha
de contrarios es la médula y esencia de la dialéctica materialista. Por
oposición a la metafísica, la dialéctica parte del criterio de que las cosas y
los fenómenos de
En
UN PARTIDO CAPAZ DE
UTILIZAR
La crítica es un arma de
enorme importancia. Pero es de doble filo.
Puede ayudar si es bien
utilizada. Si es fraternal; concreta, en
que se critica un error o una falla y no al compañero; realizada a tiempo y en
el lugar correspondiente.
Puede ser perjudicial,
si se hace en forma agria, como si se enfrentara a un enemigo; si se critica al
camarada y no al error que pudo cometer.
La autocrítica: es tal
vez la cosa más difícil, es cuando se pone a prueba la conciencia comunista.
La autocrítica debe ser
sincera no formal. Consiste en reconocer un error cometido estando convencido
de que no lo volverá a cometer.
UN PARTIDO CON DIRECCIÓN
COLECTIVA
Esta
se compone de dos elementos: 1) la discusión colectiva y 2) la responsabilidad
individual de todos los miembros que comprenden el colectivo respectivo (Secretariados,
Órganos de Dirección, Comisiones,
Células).
Lenin
planteó: “Olvidar las diferencias que existe entre el destacamento de
vanguardia y toda la masa que gravita hacia él, olvidar el deber constante que
tiene el destacamento de vanguardia de elevar a sectores más
amplios cada vez a un nivel superior sería
únicamente engañarse a sí mismo, cerrar los ojos ante la inmensidad de nuestras
tareas, restringir nuestras tareas. Y precisamente en ese cerrar los ojos y en
ese olvidar se incurre cuando se borra la diferencia existente entre los que se
adhieren y los que ingresan, entre los conscientes y los activos, por una
parte, y los que ayudan, por otra”. (Lenin : “Un paso adelante dos pasos atrás”
Obras Escogidas en tres tomos. Tomo I,
página 319)
Esto tiene que ver con la diferencia entre
simpatizante y militante, entre amigo y miembro del Partido.
Tiene que ver también con el concepto de
militante comunista.
En el II congreso del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia hubo una histórica polémica entre el revolucionario Lenin y el reformista Martov sobre el concepto de militante comunista establecido en el artículo primero de los Estatutos del Partido.
Al respecto Martov señaló:
“Se considerará perteneciente al Partido
Obrero Socialdemócrata de Rusia a todo el que, aceptando su Programa, trabaje
activamente para llevar a la práctica sus tareas bajo el control y dirección de
los órganos del partido”.
(Lenin: Un paso adelante, dos pasos atrás”. Obras
Escogidas en tres tomos. Tomo1, página 306)
Comenta Lenin: “La idea del artículo primero de
Martov sólo aparece al plantearse la cuestión de si pueden los órganos del
partido llevar a la práctica su dirección respecto a aquellos miembros de éste que no forman parte de ninguna de las
organizaciones del partido”. (Ibidem, página 307)
La proposición de Lenin señalaba: “Se considerará
miembro del Partido todo el que acepte su Programa y apoye al Partido tanto con
recursos materiales, como con su participación
personal en una de las organizaciones de éste”. (Ibidem, página 306)
Refiriéndose siempre al artículo primero de los Estatutos, Lenin escribió
en la obra ya citada: “Cuanto más fuertes sean nuestras organizaciones del
Partido, integradas por socialdemócratas efectivos, cuanto menos
vacilación e inconstancia haya dentro
del Partido, tanto más amplia y polifacética, tanto más rica y fructuosa será
influencia del Partido en los elementos de las masas obreras que lo
rodean y que él dirige. Porque, en verdad, no se puede confundir al Partido
como destacamento de vanguardia de la clase obrera con toda la clase” (Lenin:
“Un paso adelante, dos pasos atrás”. Obras Escogidas en tres tomos. Tomo
1, páginas 318 y 319. Los subrayados son
de Lenin).
Y esto tiene que ver también con la célula.
Un partido sin células vivas no existe. Todas las tareas las realiza el
militante a través de la célula. Sólo es
militante comunista quien milita activamente en una célula del Partido o una
base de las Juventudes Comunistas.
¡Sin normas leninistas
no puede existir un partido revolucionario!
Una observación: Los términos
Socialdemocracia, socialdemócrata, utilizados en las citas, corresponden al significado que tenían a
comienzos del siglo XX: revolucionaria, revolucionario. Actualmente
corresponde a reformista.