jueves, 28 de julio de 2022

OSVALDO PUGLIESE: MUCHO MÁS QUE UN GRAN ARTISTA

 



A 27 años de su partida física

 

 

 

                                                       Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                                        Centro de Extensión e Investigación

                                                         Luis Emilio Recabarren,  CEILER

 

       

 


El 25 de julio de 1995, después de una breve enfermedad, falleció a los 89 años de edad en la ciudad de Buenos Aires.

 

Osvaldo Pedro Pugliese, pianista, director, compositor, comunista argentino, había nacido en Buenos Aires el 2 de diciembre de 1905.  Su familia, una familia de músicos, vivían en el barrio porteño de Villa Crespo. Su padre, Adolfo Pugliese, tocaba la flauta en los conjuntos de barrio, esencialmente en cuartetos. Dos de sus hermanos mayores, Vicente Salvador y Alberto Roque, también eran músicos.

 

EL PADRE LO INICIA EN LA MÚSICA

Adolfo, su padre, lo ayudó a dar sus primeros pasos en la música. Le compró un violín. Fue enviado al Conservatorio Odeón del barrio de Villa Crespo. Pero en este lugar encontró el instrumento que sería parte de su vida y el que lo destacaría por encima de muchos: el piano.

Estudió con grandes maestros como Vicente Scaramuzza y Pedro Rubione. Gracias a ellos y a sus cualidades se convirtió en un extraordinario pianista.

 

DEBUTA A LOS 15 AÑOS

A los quince años ya integraba un trío junto al bandoneonista Domingo Faillac y el violinista Alfredo Ferrito. Con este trío debutó ante el público en un bar de barrio llamado Café de la Chancha. Nombre que le pusieron los parroquianos, debido  a la poca higiene de su dueño y del lugar.

 

EN BUENOS AIRES

No tardó en llegar a Buenos Aires. Allí debutó integrando un conjunto que tenía, como particularidad, a la primera mujer bandoneonista del país. Se llamaba Francisca Cruz Bernardo, más conocida como "Paquita", "La Flor de Villa Crespo" y era la directora de aquella orquesta típica.

 

EN UN CUARTETO

En 1924,  ya con mayor experiencia, formó parte del cuarteto de Enrique Pollet y luego de la orquesta de otro famoso de su tiempo, Roberto Firpo.

Ya en 1926, era el pianista de la orquesta del gran bandoneonista  Pedro Maffia. De esta manera continuaba con su ascenso en el mundo del tango y tomaba cada día más y más prestigio.

 

EL SUEÑO DE UNA ORQUESTA PROPIA

Pero el sueño de Osvaldo Pugliese era tener su propia orquesta. En 1929 se desvinculó de la orquesta de Pedro Maffia, junto con el violinista Elvino Vardaro.  Formó, entonces,  su propio conjunto. Ambos tocaron por primera vez en el café Nacional. Tuvieron un clamoroso éxito. Ello los  animó  a  realizar una gira por todo el país. Pero esa gira resultó un fracaso económico. Debieron empeñar parte de sus instrumentos para pagar los pasajes de regreso a su ciudad.

 

EL QUE LA SIGUE LA CONSIGUE



 









A su retorno integró la orquesta de Alfredo Gobbi, y más tarde acompañó a Daniel Héctor Álvarez, Roberto Firpo y Miguel Caló.

Pero Pugliese nunca abandonó su sueño. Por fin en 1936  pudo crear un sexteto junto a Alfredo Calabró, Juan Abelardo Fernández y Marcos Madrigal (bandoneones), Rolando Curzel y Juan Pedro Potenza (violines), Aniceto Rossi (contrabajo), del cual era su director.

 

ASÍ NACE SU ORQUESTA

Debutaron en la famosa Avenida Corrientes, en el Germinal. Este fue el punto de partida de su orquesta. La misma fue presentada en el café El Nacional el 11 de agosto de 1939.

Esta orquesta, con los lógicos recambios, lo acompañará durante 55 años. Durante ese tiempo, Osvaldo Pugliese  compuso más de 150 temas. Algunos muy famosos, como Recuerdo, La Beba, Negracha Malandraca y su himno La yumba. Además grabó más de 600 temas de otros autores.

Por su orquesta pasaron cantores de la talla de Roberto Chanel, Alberto Morán, Jorge Vidal, Jorge Maciel, Miguel Montero, Alfredo Belusi, Adrián Guida y Abel Córdoba; este último cantó durante 30 años en la orquesta del maestro Pugliese.

 

GRAN HOMENAJE PARA LOS 80













Tal era la talla artística de este hombre que logró lo que nadie hasta entonces había alcanzado. El 26 de diciembre de1985, para festejar su cumpleaños número 80, su orquesta tocó en el famoso Teatro Colón de la Ciudad de Buenos Aires, lugar reservado casi exclusivamente para la música y lírica académicas. El teatro estaba repleto de público viendo al maestro interpretar obras de sus 46 años ininterrumpidos de actividad.

 

UN HOMENAJE TAMBIÉN AL COMBATIENTE

Osvaldo Pugliese  no sólo fue un gran artista. Era un combatiente comprometido con los problemas y el futuro de  la sociedad.  En 1935 impulsó el Sindicato Argentino de Músicos del que fue el afiliado número 5. Inició, entonces, una lucha por lograr - cómo él afirmara "... que el trabajo sea una dignidad personal y no un castigo".

En 1936 dio el paso más trascendente en su vida: ingresó al joven Partido Comunista Argentino. Su carné de militante tenía el Nº 108.

 

PERSEGUIDO POR SU IDEAS

Sus ideas revolucionarias y la consecuencia de su actuación le valieron la persecución del gobierno de Juan Domingo Perón y luego durante el gobierno de facto conocido como la autodenominada Revolución Libertadora.

Sufrió persecución, la censura y la cárcel. En 1955, Pugliese estuvo preso desde enero a julio, en Villa Devoto.

 

El 1957  tuvo lugar la Operación Cardenal de la “Revolución Libertadora”.   Estaba en el barco París, con otros presos políticos. Se le había informado que la intención del Gobierno era hundir el barco con los detenidos dentro. Simultáneamente, radio Splendid transmitía su debut como concertista en la emisora. «La hipocresía del sistema —dijo Pugliese—: el locutor anunció a mi orquesta, y yo en cana».

 

UN CLAVEL ROJO SOBRE EL PIANO 

Durante el tiempo que duraron sus penurias, su orquesta no dejó de tocar. Los músicos lo apoyaron a muerte.

«En 1948 prácticamente me borraron —recordaba Osvaldo Pugliese—. Nadie me daba trabajo, padecí humillaciones diversas, pero la orquesta siguió funcionando, sin pianista, estando yo preso, con un clavel rojo sobre el piano».

Los espectáculos eran perturbados. La policía disparaba al aire, bloqueaba la entrada del público, requisaba los papeles personales de los músicos. 

Fue durante la década de los años 50 que la orquesta del maestro Pugliese animó las milongas del Club Atlético Palermo, que por entonces era un centro opositor a las políticas oficiales de gobierno.

Las visitas de los músicos a la Casa de Gobierno para pedir su libertad eran permanentes. Una mañana de carnaval, un militar les informó que, «por órdenes superiores», se levantaba el arresto. Esa noche, Osvaldo llegó en andas hasta al escenario del club Atlanta.

 

NUNCA HIZO OSTENTACIÓN DE VÍCTIMA

En una oportunidad dijo: “No creo que estar preso sea una virtud para andar proclamándola… Cuando uno opta por militar en un partido, opta por todas las satisfacciones y por todos los inconvenientes y sinsabores de la cosa. Lo hace porque le parece lo mejor, porque lo siente como una obligación».

 

ÉXITOS INTERNACIONALES

En años sucesivos triunfó en giras internacionales, enfrentó la invasión subcultural de las industrias del entretenimiento, el negocio de las discográficas multinacionales, las modas impuestas en las preferencias juveniles, y criticó las políticas culturales de las dictaduras militares

 

PUGLIESE: “LA SOBERANÍA SE DEFIENDE TAMBIÉN CON LA CULTURA

En 1981 declaró a Mona Moncalvillo, en un reportaje para la revista Humor: «Hay una política cultural destinada a aplastar todos los rasgos nacionales de nuestra música popular. Se debe, en mayor o menor medida, a la puesta en marcha de un plan económico». Después de despacharse contra el ministro de Economía,  Martínez de Hoz, agregó: «Vino la invasión de la música envasada. La invasión del ruido y no del sonido».

 

“SOY UN COMUNISTA”

En la década del 90, Pugliese había hecho comentarios favorables a Cuba, y la revista  Neustadt le «aconsejó» que siguiera tocando «La Yumba».

Le contestó en Página/12, a los 86 años: «Me permito recordarle que aparte de músico, y aun por encima de mi profesión, soy un ciudadano. Un ciudadano con ideas que me mantuve toda la vida con ellas a pesar de la cárcel, las persecuciones y discriminaciones. Que soy un comunista y de los que no se doblegan ante las dificultades y fracasos».

 

                     

 

 


FALLECE A LOS 89 AÑOS 

El 25 de julio de 1995, después de una breve enfermedad, falleció a los 89 años de edad en la ciudad de Buenos Aires, su ciudad.

Sus restos fueron velados en el Concejo Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires. Después luego llevados hacia el cementerio de la Chacarita por la emblemática avenida Corrientes, contra el tránsito.

 Allí descansan, en un imponente mausoleo construido con el aporte de amantes del tango de muchos países del mundo a partir del trabajo de una Comisión de Amigos y de la perseverancia y el empuje de su viuda y compañera de vida Lydia Elman. Para gozo de aquellos que lo admiraron, su estirpe sigue viva en otra gran pianista: Beba Pugliese, su hija y en Carla Pugliese, su nieta, también pianista y gran innovadora del tango.


MERECIDOS HOMENAJE

Recibió innumerables distinciones. El gobierno de Cuba le otorgó la medalla Alejo Carpentier, la más importante distinción cultural de la Isla; el gobierno francés lo nombró Commandeur de L'Ordre de Arts. et Lettres (1988). En tanto su ciudad, la Ciudad de Buenos Aires, en 1986 lo declaró Ciudadano Ilustre.

 

 

 

Monumento y Plazoleta a Osvaldo Pugliese, en Villa Crespo, a pocos metros del lugar donde naciera.

 



MILONGA PARA FIDEL

 

Música de Osvaldo Pugliese

Letra de "D.Arce" (Domingo Arcidiacono)

Grabado por el dúo Jorge Maciel-Alfredo Belusi con la orquesta de Osvaldo Pugliese.

 

                

Con las cuerdas bien templadas,

milonga quiero cantar

para el gran americano

campeón de la libertad.

Para el gran americano

que nos enseñó a luchar

por la dignidad del hombre,

por la paz y por el pan.

"Patria o muerte" fue su voz,

y el pueblo en armas lo siguió.

Ya la aurora se asomó...,

la noche negra se acabó.

El guajiro se agotaba

en los surcos del patrón;

hoy, empuñando el arado,

canta su liberación.

Hoy, empuñando el arado

se agiganta su labor

porque es dueño de la tierra

que su mano fecundó.

Fidel, tu nombre es bandera

contra el yugo colonial,

es por eso que los pueblos

te rodean, fraternal.

Es por eso que los pueblos

te brindan su admiración,

vos le diste la esperanza

y ellos su gran corazón.

"Patria o muerte" fue su voz,

y el pueblo en armas lo siguió.

Ya la aurora se asomó...,

la noche larga se acabó.