miércoles, 20 de julio de 2022

EL TRIUNFO DE LA REVOLUCIÓN SANDINISTA

 




Hace 43 años:

 

 

                                               Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                               Centro de Extensión e Investigación

                                               Luis Emilio Recabarren, CEILER

 

 


El Frente Sandinista de Liberación Nacional (F.S.L.N.) se creó como una organización política de izquierda, el 23 de julio de 1961 en Nicaragua. Entre sus fundadores estaban  Carlos Fonseca Amador, Tomás Borge Martínez y Silvio Mayorga. El grupo se proclamó seguidor de la ideología y del movimiento emprendido por el líder nicaragüense Augusto César Sandino (de quien tomó el nombre), el cual emprendió una guerra de guerrillas contra la intervención estadounidense en su país durante las primeras décadas del siglo XX.

En 1962 el FSLN decidió iniciar la lucha armada contra la dictadura de Anastasio Somoza. Se inspiraron en la experiencia cubana para crear una guerrilla rural que se mantuvo activa en los años siguientes.

La brutalidad del régimen somocista proveyó al sandinismo de nuevos reclutas y de apoyo entre los pobladores pobres que constituían el grueso de los ciudadanos nicaragüenses. En 1977 el FSLN lanzó una gran ofensiva en todo el país y logró controlar una parte considerable del territorio.

Hubo combatientes chilenos que se integraron a la lucha en la guerrilla sandinista. Algunos regaron con su sangre la tierra de Sandino.  Fue importante el aporte de los artilleros chilenos para acabar con los reductos fortificados del somocismo.

El grueso del contingente de combatientes que iniciaron su participación en la guerrilla nicaragüense pertenecía a las filas del Partido Comunista chileno, formados en la especialidad de artillería, ingresaron a la lucha a mediados de 1979. No obstante, esta línea histórica no fue la única seguida por los internacionalistas chilenos. Fueron diversas oleadas de chilenos los que partieron a las academias de formación militar isleña.

En marzo de 1979 las diferentes fracciones sandinistas firmaron el acuerdo de unidad y en junio se hizo el llamamiento a la "Ofensiva Final". En junio se convocó una huelga general.

El gobierno de Estados Unidos intentó, mediante la OEA (Organización de Estados Americanos)  detener  el avance del Frente. El gobierno estadounidense se esforzó para  que la OEA (su Ministerio de colonias)  destacara tropas de interposición en Nicaragua, pero no obtuvo el apoyo necesario de los países latinoamericanos presentes en la organización.

Posteriormente, poniendo como pretexto motivos humanitarios, intentó afincar tropas en Costa Rica para intervenir en Nicaragua, pero esta operación también fracasó. Lo mismo ocurrió con los intentos de negociación con el FSLN para la composición de una Junta de Gobierno de Reconstrucción nacional.

Finalmente, los Estados Unidos de América del Norte se vieron obligados a pedir a Anastasio Somoza Debayle su renuncia a la presidencia de Nicaragua, en un intento de controlar la situación. Somoza abandonó el país el martes 17 de julio de 1979, dejando un vacío de poder en la nación. Francisco Urcuyo, Presidente del Congreso Nacional fue elevado a la presidencia de acuerdo con lo establecido en la Constitución de 1974.

Urcuyo anunció la decisión de no renunciar a la presidencia y que completaría el período que le correspondía la General Somoza hasta en mayo de 1981. En un mensaje a nivel nacional destacó las acciones de la Guardia Nacional, agregando que "Como Presidente de la República excito a las fuerzas irregulares a deponer las armas, no ante nada ni ante nadie, sino ante el Altar de la Patria."

Comenzó a reemplazar con jóvenes oficiales las posiciones más importantes del Ejército, vacantes al escapar con Somoza la mayoría de los oficiales de alto rango.

El nuevo Director de la Guardia Nacional, Teniente Coronel Federico Mejía, urgió a los soldados leales a Urcuyo a "redoblar sus esfuerzos en el conflicto".

Ese mismo día, los cancilleres del  Pacto Andino (Ecuador, Venezuela y Perú)-- reunidos  San José de Costa Rica-  condenaron las maniobras de Urcuyo y lo conminaron a acatar la obligación de transferir el poder. Pues, su permanencia en él sólo contribuiría a que la contienda actual adquiriera nuevas y más violentas dimensiones bélicas.

Urcuyo, huérfano de todo apoyo, dejó Managua y en avión partió al exilio en Guatemala.

El 19 de julio de 1979 las tropas del FSLN entraron en Managua mientras Anastasio Somoza huía al exterior. Triunfó el sandinismo. Se puso fin a la tiranía de los Somoza que asoló Nicaragua por más de 40 años. Tomó el poder un   gobierno revolucionario de Reconstrucción Nacional, encabezado por Daniel Ortega.