martes, 19 de julio de 2022

A 101 AÑOS DEL DISCURSO MEMORABLE DE RECABARREN: “ALBORES DE LA REVOLUCIÓN SOCIAL EN CHILE”

 

 

 

                                              Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                              Centro de Extensión e Investigación

                                               Luis Emilio Recabarren,  CEILER

 

 

 

 


 

Elegido diputado por Antofagasta,  el 6 de marzo de 1921, Luis Emilio Recabarren fue un brillante parlamentario.

Elías Lafertte, en “Vida de un Comunista” relata: “Cuando Recabarren iba a hablar, en la Cámara se producía expectación. Nosotros íbamos a la galería a escucharlo y aplaudirlo. Hablaba ante los honorables, lo mismo que ante los obreros, sin modificar su vocabulario sencillo y claro, su tono tranquilo, sus convicciones firmes. Las cosas que tenía que decir,  las decía tranquilamente, impertérrito ante las interrupciones indignadas de sus enemigos de clase. No tenía empacho en plantear las cuestiones más revolucionarias; todo lo exponía con la sinceridad del que tiene bien arraigadas sus convicciones”.

El 15 de julio de 1921 pronunció un discurso histórico en la Cámara de Diputados. En un tono vibrante, exponiendo con valentía y muchos antecedentes, respondiendo con rapidez e ingenio las interrupciones de los representantes de la derecha, trazó la historia de la  clase  obrera chilena. Destruyó las falsedades inventadas por la burguesía.

Esa  intervención, que tenía por título “Albores de la Revolución Social en Chile”, la inició diciendo:


LA CLASE TRABAJADORA CHILENA

“Me voy a permitir ocupar la atención de esta Cámara para hacer un acto de defensa de las clases trabajadores.

Constantemente, no diré fuera de esta sala, en la prensa y entre los particulares, sino en el recinto mismo de la Cámara, se vierten, a mi juicio, ofensas gratuitas al proletariado chileno. Y yo estimo necesario que se levante en este recinto una voz que lo defienda, porque nunca se han contestado esas ofensas...” 

Mostró las valiosas cualidades de los trabajadores chilenos. Por ejemplo, recordó la iniciativa de la Mancomunal de  Obreros de Tocopilla de adquirir una imprenta en 1903, para editar un periódico.  Señaló al respecto: “Yo encuentro de una  sublimidad majestuosa el pensamiento de estos obreros –peones, playeros, estibadores, cargadores, lancheros- que soñaban con tener una imprenta para desarrollar sus facultades mentales, viéndose huérfanos en esta sociedad, que no los ayudaba a instruirse, a ilustrarse. ¡Ellos mismos, por sí solos, por sus propios esfuerzos juntaron dinero para comprar una imprenta y publicar un periódico!”

 

EL PARTIDO COMUNISTA DESDE 1912 

En otra parte de su discurso, Recabarren subrayó que, desde su nacimiento, el partido revolucionario de la clase obrera chilena tuvo una orientación comunista. Dijo en esa ocasión: “Algunos años después –y como siempre sucede en la evolución de las ideas-   hemos desarrollado el concepto, y no transcurrido mucho tiempo los trabajadores de los distintos pueblos de la República ya demostraban ideas comunistas, y concebían claramente el socialismo, como se ve en el programa del Partido Socialista hecho en 1912”.  Enfatizó: “He hablado ya del hecho de que el partido socialista desde el año 12 ha acogido las ideas comunistas”. (Recabarren, Luis Emilio: “Los albores de la Revolución Social en Chile” en “El pensamiento de Luis Emilio Recabarren”. Austral, 1971, Tomo I, pp.

 

“TENEMOS DERECHO A CONQUISTAR EL PODER” 

En otro acápite de su discurso del 15 de julio de 1921, Recabarren afirmó:

“Yo deseo dejar establecido que nosotros creemos tener también el derecho de conquistar el poder político... Y si vemos que el fraude y el  dolo se pone en práctica para atentar contra nuestra ascensión al poder político, ¿qué nos tocará hacer? ¿cruzarnos de brazos? Al contrario: ante estos delitos, ante estas iniquidades, nosotros habremos de luchar con firmeza hasta conquistar todos nuestros derechos, primero por medio de la legalidad, pero cuando veamos que se nos cierra el camino de la legalidad iremos si es preciso, y no lo dudéis, a la revolución. Y nadie puede negarnos en esta Cámara el derecho a hacer la revolución”.

Agregó: “Tengo aquí un artículo publicado en ‘El Trabajo’, periódico de la Mancomunal  Obrera de Tocopilla, el año 1903. Dice un obrero estas magníficas expresiones: ‘La Revolución seguirá impertérrita su marcha, tranquila si la libertad la ampara, violenta y terrible si se le pretende detener en su camino. Sembrad odios y recogeréis venganza”.   (Ibidem. Páginas 109 y 112)