martes, 19 de julio de 2022

FRANCISCO COLOANE

 


En su 112º natalicio:

 

 

                                               Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                               Centro de Extensión e Investigación

                                               Luis Emilio Recabarren, CEILER

                                                       

                                            


 

Francisco Coloane Cárdenas nació en Chonchi,   pequeño pueblo de la isla de Chiloé, el 19 de julio de 1910. Era hijo de Juan Agustín Coloane, capitán de barcos balleneros y mercantes, y de Humiliana Cárdenas, pequeña propietaria agrícola. Nació en uno de esos típicos palafitos que existen en la costanera de Chiloé.

Cursó sus primeros estudios en las escuelas locales de Chonchi.

Después los prosiguió  en Punta Arenas y en diversos otros lugares, hasta que debido a la muerte de su madre debió suspender  sus estudios.

 

NAVEGANDO CON SU PADRE

Junto a su padre, realizó sus primeros viajes, conociendo lugares como el golfo de Ancud y al archipiélago de Los Chonos.

Viajó al Estrecho de Magallanes. En Tierra del Fuego, región que queda al sur de ese Estrecho, desempeñó varios oficios, entre ellos, ovejero, capataz, explorador de petróleo, escribiente judicial, marino y domador de potros.

En el puerto de Punta Arenas  inició sus incursiones en el periodismo con una columna titulada "Desde el Minarete"  en el periódico “El Magallanes”, que firmaba con el seudónimo de Hugo del Mar.

 

EN LA CAPITAL

En 1930, cuando tenía 20 años de edad, Francisco Coloane se trasladó a Santiago. Allí obtuvo un título como técnico sanitario. Después se empleó como jefe de taller de imprenta y desembocó en el periodismo. Su primer trabajo fue como cadáver: posó para un colega reportero gráfico de “Las Últimas Noticias” con quien  llegaron atrasados al lugar de un crimen.

En 1932 se casó con Manuela Silva

En 1935 publicó el cuento “Lobo de dos Pelos”, en “El Mercurio”, que luego se llamaría “Cabo de Hornos”.

  

EL ÚLTIMO GRUMETE DE LA BAQUEDANO

Se alistó como funcionario administrativo de la Armada de Chile. Formó parte de una expedición del buque-escuela Baquedano.

De esa experiencia surgió su primera novela, “El último grumete de la Baquedano”, escrita en quince días, que se publicó en 1941. Esta obra resultó ganadora en un concurso convocado por la editorial Zig–Zag. 

  

CABO DE HORNOS

También en 1941 publicó  “Cabo de Hornos”, una recopilación de catorce relatos, prologada por Mariano Latorre. Ya en estas obras iniciales se reveló como un prosista sobrio, equilibrado y vigoroso, cuya narrativa fluía entre los grandes y solitarios espacios de la naturaleza austral. Sus personajes (generalmente ovejeros, indígenas, loberos y obreros radicados en las solitarias regiones australes) viven interiormente tragedias, traumas y obsesiones que los mantienen al borde de la locura, el abandono total o la muerte. Su libro Cabo de Hornos obtuvo el Premio Municipal de  Santiago.

  

COMIENZA SU NOTABLE CARRERA  LITERARIA

Fue en 1941 cuando, con sus libros El último grumete de la Baquedano  y “Cabo de Hornos”, Francisco Coloane entró en la literatura nacional.

En 1944, luego de enviudar, se volvió a casar. Lo hizo con Eliana Rojas, asistente social, madre de su hijo Juan Francisco Allí conoció a personajes hoy ya legendarios como Pablo Neruda, el editor Carlos Orellana, el rector de la UTE, Enrique Kirberg, el científico Alejandro Lipschutz y a Volodia Teitelboim.

En 1945, Coloane ingresó a las filas del Partido Comunista,  que apoyaba la llegada al poder del radical González Videla. Pero al año del inicio de  su gobierno,  éste traicionó al pueblo y se lanzó a perseguir a los que más habían aportado a su triunfo. Dictó la infame "Ley de defensa de la democracia" que proscribió a los comunistas y obligó a Coloane a un exilio en Buenos Aires.

En 1962, a los 44 años, fue exonerada del servicio de salud pública. "Se debió a los trabajos sociales con prostitutas y mujeres destituidas en estado de pobreza. Había mucho prejuicio y poca solidaridad".

 

       

 

Eliana Rojas

 

 

Francisco Coloane publicó nuevas recopilaciones de cuentos, como “Golfo de Penas” (1945), y la novela corta “Los conquistadores de la Antártida” (1946), e hizo una incursión en la dramaturgia con “La Tierra del Fuego se apaga” (1945), obra que denuncia los problemas de la región y que fue llevada al cine en 1955 por el director Emilio Fernández. Paralelamente a su trabajo de escritor, desempeñó funciones en el Servicio Nacional de Salud como educador sanitario y redactor de la revista y el boletín de la institución.

En 1947, Coloane participó en la primera Expedición a  la Antártica chilena.


VIAJA A LA UNIÓN SOVIÉTICA Y A CHINA

En 1958 viajó a la Unión Soviética y China y publicó el libro de crónicas “Viaje al Este”.

Entre  1962 a 1964, vivió  en Pekín,  donde trabajó en la revista “China Reconstruye” y en el Instituto de Lenguas Extranjeras; su esposa traducía y su hijo, Juan Francisco, estudiaba.

En 1963 apareció “El camino de la ballena”, novela que relata las peripecias del protagonista, Pecho Nauta, en aguas magallánicas.

En 1964 recibió el Premio Nacional de Literatura, concedido al conjunto de su obra.

En 1966 fue elegido  presidente de la  Sociedad de Escritores de Chile  y en 1980 fue designado miembro de la Academia Chilena de la Lengua, donde ocupó el sillón Nº16. 

 

SU CAMARADA PABLO NERUDA

Cuando murió Neruda  (¿asesinado?), Francisco Coloane se dirigió inmediatamente a la Chascona (una de las casas del poeta), a la que se había trasladado el cuerpo. La casa ya había sido inundada y saqueada por los militares. En esas terribles condiciones, Coloane ayudó a organizar las cosas, atendió a los periodistas y fue uno de los que vistió con su último traje a Pablo. Cuando lo estaba haciendo notó que se había desabrochado un botón de la camisa del poeta, se lo abrochó. Partiendo de este pequeño incidente escribió un artículo, posiblemente uno de los primeros en que se rechazó el golpe fascista. 

Coloane estuvo entre la multitud que ese mediodía del 25 de septiembre de 1973 acompañó hasta el Cementerio General a Pablo Neruda. En medio del nerviosismo, de la presencia amenazadora de los fusiles, se levantó para hablar del poeta, su amigo.  "Y volverá a soplar el viento Coirón?" dijo entonces, en alusión al rebelde viento que se apresura por las tierras magallánicas y a las palabras de Salvador Allende en su último discurso. 

En los años noventa, Coloane en una de sus visitas a Madrid, habló de lo que significó para él hacerle este último homenaje y favor a su compañero y amigo. Ambos habían  ingresado  el mismo año, en 1945, al Partido Comunista.

  

SUS ÚLTIMAS OBRAS LITERARIAS

Entre sus últimos libros destaca “Rastros del guanaco blanco” (1980),  una denuncia del exterminio étnico y de la fauna en Tierra del Fuego. “Una de sus últimas apariciones en público, poco antes de su 90 cumpleaños, fue en ocasión del estreno cinematográfico de la película “Tierra de fuego”, del cineasta chileno Miguel Littín, inspirada en la novela homónima del autor.

Algunas de sus novelas y cuentos se han traducido a diferentes idiomas como el inglés, ruso, sueco, eslovaco, francés, alemán, checo, húngaro, griego, búlgaro y portugués.

En 1983 su novela “El último grumete de la Baquedano” fue llevada al cine como  “El Último Grumete”, por el director Jorge López. En 2000 su novela “Tierra del Fuego” inspiró la cinta del mismo nombre, dirigida por Miguel Littín.

Coloane desarrolló una extensa labor periodística y colaboró con medios como “La Crónica”, “El Siglo” y la revista  “Zig-Zag”.

  

OBTUVO MÚLTIPLES RECONOCIMIENTOS

En 1997 el Gobierno francés le nombró Caballero de la Orden de las Artes y las Letras. Sus memorias aparecieron bajo el título “Los pasos del hombre”(2000). 

Liceos, parques, calles e instituciones llevan su nombre en Chile.  En  Quimchi,  su ciudad natal, funciona la Casa Museo Francisco Coloane, inaugurada en 2010 a un costado de la Biblioteca Pública.

Francisco Coloane falleció en Santiago el 5 de agosto de 2002.

 

               

Francisco Coloane, su esposa Eliana Rojas
y los doctores Claudio Costa y Alejandro Lipschutz