viernes, 9 de abril de 2021

LUIZ INÁCIO DA SILVA

 


 

                                               Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                               Centro de Extensión e Investigación

                                               Luis Emilio Recabarren, CEILER

 

          


 

El 8 de abril de 2018, Lula da Silva ingresaba a la cárcel de Curitiva condenado en un juicio por corrupción pasiva a 12 años de prisión

Luiz Inácio da Silva, más conocido como Lula da Silva, había  nacido  en Caetés, Pernambuco, el 27 de octubre de 1945.

En 1956  la familia se instaló en São Paulo, la principal ciudad de Brasil. Allí, Lula comenzó trabajando a los doce años como limpiabotas, más tarde consiguió un trabajo como ayudante en una tintorería y también trabajó de vendedor ambulante de  frutas tropicales.  Los padres de Lula se separaron en 1956.

De origen humilde, Lula fue obrero metalúrgico y sindicalista, y a mediados de la década de los 80 ocupó la presidencia del sindicato de los obreros de la metalurgia. Se transformó en uno de los principales organizadores de las mayores huelgas durante la dictadura militar., que pusieron en jaque al régimen y aceleraron su caída. Fue  miembro fundador y se le designó presidente honorario del Partido de los Trabajadores (PT).

Fue candidato a la presidencia de  la República Federativa del Brasil en varias ocasiones —en 1989, 1994 y 1998. En 2002, la cuarta, fue la vencida. El 1 de enero  de 2003 asumió como  Presidente. Durante los ocho años de sus dos períodos, (fue reelegido en 2006) hizo reformas  radicales, cambios que produjeron la transformación social y económica de Brasil, al punto de convertir a la República en una potencia mundial.

El 31 de diciembre de 2010, Lula abandonó la presidencia con una gran popularidad, tanto en Brasil —contando con más de un 80% de aprobación— como en el resto del mundo.

El 4 de marzo de 2016, Lula fue arrestado y su casa fue allanada en la causa que investiga a Petrobras por corrupción desde hacía varios meses. Ello  en el marco de la operación anticorrupción Lava Jato,  liderada por el juez  Sergio Moro. Lula declaró, "me sentí un prisionero en mi país".

El caso de corrupción estaba relacionado con los sobornos a políticos y empresarios usando recursos de Petrobras. Según sus detractores, Lula presuntamente habría recibido 8 millones de dólares entre pagos por conferencias, viajes y regalos.

El 10 de junio de 2019 se conoció a través de una extensa investigación de la revista The Intercept la filtración de documentos, conversaciones e intercambio de opiniones entre el exjuez Sergio Moro (a quien el presidente Jair Bolsonaro premió nombrándolo ministro de Justicia) y los fiscales de las causas que se le armaron a Lula. En esas conversaciones, Moro ordenó a los fiscales que encarcelaran a Lula Da Silva mediante su incriminación en el escándalo Lava Jato.

El 3 de julio de 2019, la Justicia de Brasil declaró inocente por unanimidad a Lula en una de las diez causas que se armaron en su contra (la «compra de silencio del exdirector de Petrobrás).

Este fallo contribuye al desmoronamiento de la «operación Lava Jato».

El juicio había derivado desde una acusación sobre «compra de silencio» del exdirector de Petrobrás, Renato Duque, quien había declarado que Lula le habría pedido que destruyera todas las pruebas que pudieran demostrar el pago de sobornos a dirigentes del Partido de los Trabajadores.

La absolución se declaró pocas semanas después de que el periódico Folha de São Paulo publicara que el empresario Leo Pinheiro ―máximo accionista de la constructora OAS― había sido chantajeado por el juez Sergio Moro (que en ese momento era fiscal de la Operación Lava Jato) para que declarara falsamente contra Lula. A cambio de cometer este delito, Sergio Moro le prometió que reduciría su pena, o incluso lo haría liberar.

El 7 de noviembre de 2019, la Corte Suprema de Brasil decidió que el encarcelamiento de Lula da Silva ―condenado solamente en segunda instancia por el juez Sergio Moro― había sido inconstitucional. La Corte dio la orden de liberar a Lula da Silva inmediatamente.

El 18 de mayo de 2020, la Justicia brasileña declaró inocente a Lula da Silva en este caso, y afirmó que las denuncias del en ese momento fiscal Sergio Moro deberían haber presentado alguna prueba sólida que las avalara: «Ante las absurdas acusaciones, repletas de suposiciones, este fallo es pedagógico».

Lula da Silva se entregó el 7 de abril de 2018, hasta que el 8 de noviembre de 2019 tras cumplir su sentencia: se ordenó su liberación. 

El lunes 8 de marzo d 2021, el juez de la Corte Suprema de Brasil, Edson Fachin, anuló todas las sentencias dictadas contra Luiz Inácio de Silva por la justicia federal de Paraná dentro de la operación anticorrupción Lava Jato.

La decisión de Fachin atañe a cuatro procesos en los que el exmandatario fue juzgado por un tribunal de primera instancia de Curitiba, a cargo del entonces juez Sergio Moro que, según explicó la propia Corte Suprema, no tenía en su momento la "competencia jurídica" requerida para analizar esos casos.

La Fiscalía General ya ha adelantado que pretende apelar el fallo de Fachin, lo que llevaría la decisión individual del magistrado al pleno de la Corte Suprema, de 11 miembros, o a la Segunda Sala del máximo tribunal, que debería confirmar o anular la resolución de este lunes. 

Los citados casos son procesos relacionados con un apartamento tríplex en el balneario de Guarujá en el litoral del estado de Sao Paulo, una casa de campo en la localidad de Atibaia, una investigación sobre el Instituto Lula, fundado por el exmandatario, y otra sobre supuestas donaciones ilegales realizadas por la constructora Odebrecht. 

Lula da Silva recupera todos sus derechos cívicos y todo indica que postulará como candidato a la Presidencia de Brasil en las  próximas elecciones.