Sucedió hace 203 años:
Iván Ljubetic Vargas, historiador del
Centro de Extensión e Investigación
Luis Emilio Recabarren, CEILER
El proceso de
La victoria del ejército
chileno-argentino sobre las tropas realistas en los llanos del Maipo quedó
plasmada en el mural “El Abrazo de Maipú” de Pedro Subercaseaux, que encabeza
este artículo. En él aparecen, sobre sus caballos, José de San Martín,
comandante en jefe del Ejército Libertador de los Andes, y el general Bernardo
O’Higgins. Flamean las banderas de Chile y de Argentina.
RETROCEDAMOS TRES AÑOS Y MEDIO
Los días 1º y 2 de octubre de
1814 tuvo lugar la batalla de Rancagua. Durante dos días, atrincherados en
Con estos soldados, más otras
unidades que encontró en el camino, el héroe se dirigió a Argentina, a la
provincia de Cuyo, para preparar allá la revancha. Allí encontraron la solidaridad
del gobernador de esa provincia, el general José de San Martín.
El Desastre de Rancagua marcó el fin de
A COMIENZOS DE 1817
La oligarquía criolla fue aliada del rey español y luchó
contra los intereses de Chile. Durante
En este vergonzante documento, servilmente manifestaban “su íntima y
decidida adhesión que tenemos a la sagrada causa de nuestro legítimo monarca el
señor Fernando VII…” Renegaban
de los patriotas y pedían…”Castigar, como es justo, la osadía y el orgullo de
los insurgentes de la otra banda”.
No vacilaban estos traidores a
los enemigos de la patria “…sus vidas, y sin reserva de cosa alguna estaban
prontos y resueltos a defender los
sagrados derechos del rey, a cuya obediencia vivimos gustosamente sujetos”.
Al pie de tan ignominioso documento figuraban apellidos
como Larraín, Aldunate, García Huidobro.
Pero les falló el olfato a los traidores. Aún no se secaba
la tinta de esa acta infamante, cuando el Ejército Libertador, al mando de los
generales José de San Marín y Bernardo
O’Higgins, luego de realizar la proeza de cruzar la cordillera de los Andes, pisaba
suelo chileno. Tres días después, el 12 de febrero de 1817, derrotaba a
las tropas del rey en la batalla de Chacabuco.
Poco más de un año después,
tuvo lugar la batalla de Maipú.
DESARROLLO DE
Poco antes del mediodía del 5 de abril de 1818, la artillería patriota dirigida por Manuel
Blanco Encalada rompió fuego. Pronto el general
San Martín se dio cuenta que los realistas habían tomado una posición
defensiva y decidió iniciar el ataque contra el centro y la derecha de las
fuerzas enemigas. La lucha prosiguió de manera encarnizada.
El general chileno Bernardo O'Higgins, convaleciente de
una gran herida (producto de la derrota aliada en Cancha Rayada), se presentó
poco antes de terminado el último ataque contra los realistas y entusiasmados
por la victoria San Martín y O'Higgins se abrazaron victoriosos en una escena
que dio origen a un cuadro, el histórico abrazo conocido como El abrazo de
Maipú, donde O'Higgins le dice a San Martín ¡Gloria al salvador de Chile!
y San Martín le responde “General: Chile
no olvidará jamás el nombre del ilustre inválido que el día de hoy se presentó
al campo de batalla en ese estado”.
Los patriotas perdieron un 35%
de sus fuerzas entre muertos y heridos. Los realistas sufrieron más de 1.500
muertos y 2.000 prisioneros.
EL INTERNACIONALISMO DE LOS PATRIOTAS
Los patriotas latinoamericanos
del siglo XIX, que lucharon por liberar a sus países del colonialismo, fueron
consecuentemente internacionalistas. Ahí están, entre otros, los ejemplos de Simón Bolívar, Antonio José
de Sucre, José de San Martín, Bernardo O’Higgins.
EL TRIUNFO EN MAIPÚ TUVO CONSECUENCIAS
Hay historiadores que restan importancia al triunfo del
proceso de
Al romper el verdadero círculo de hierro que significaba
el dominio colonialista, nuestro país pudo vender sus riquezas naturales (cobre
y plata) a Inglaterra. Los fondos recibidos fueron buen utilizados en ampliar
las minas, construir caminos, puentes, mejorar puertos, levantar fundiciones,
talleres, fábricas, tender líneas ferroviarias. Surgieron así
formas capitalistas de producción. Aparecieron dos nuevas clases sociales: la
burguesía capitalista, propietaria de
los medios de producción y la masa de desposeídos de esos medios que, para
sobrevivir, debía vender su fuerza de trabajo. Era la clase obrera o proletariado.
Estos cambios económico-sociales, producidos a partir de
los años veinte del siglo XIX, abrieron
una nueva etapa en la historia de Chile, cuyo signo característico es el
surgimiento y desarrollo de la clase obrera.