Iván Ljubetic Vargas, historiador del
Centro de Extensión e
Investigación
Luis Emilio
Recabarren, CEILER
Con el cese de las actividades de
Marx y Engels continuaron con su incansable labor en la
dirección del movimiento obrero internacional. Con su labor teórica y práctica
preparaban el terreno para la hegemonía del marxismo en éste.
El 14 de marzo de 1883, luego
de una prolongada enfermedad, cesó de latir el corazón de Carlos Marx.
ENGELS Y
Posterior a la muerte de Marx, diversos partidos obreros
comenzaron a formarse en Europa y América debido al ascenso del capitalismo
que, a la par de que entraba en su fase imperialista, necesitaba de más mano de
obra para sostener ese crecimiento económico. El resultado:
una mayor cantidad de personas que emigraban a las ciudades en busca de empleo,
engrosaban las filas de la clase obrera y, al encontrarse en condiciones infrahumanas
de vida y salarios miserables, decidían organizarse política y sindicalmente.
Entonces, Federico Engels se colocó a la cabeza del
movimiento obrero internacional. Prosiguió el combate contra los enemigos del
proletariado, los oportunistas de derecha y los anarquistas.
Hacia fines de los años 80 del siglo XIX, y como
consecuencia de la gigantesca labor llevada a cabo por Marx y Engels, el
marxismo logró ser reconocido como la teoría universal de la clase obrera.
Por otra parte, con la formación de los partidos de masa
surgió la necesidad de una nueva Internacional.
Durante varios meses
Engels salió al paso de los
“posibilistas” (oportunistas que recibieron este nombre porque planteaban
cambios “en la medida de lo posible”) que pretendían realizar un Congreso con
el fin de tomar la dirección del movimiento obrero internacional.
EL CONGRESO DE PARÍS DE 1889
El 14 de julio de 1889, en el
centenario de
A este evento concurrieron más de trescientos delegados.
Entre ellos dirigentes obreros tan destacados como Guillermo Liebknecht,
Augusto Bebel, Paul Lafargue, Jules
Guesde y Gueorgi Plejanov.
En forma paralela los posibilistas convocaron a su
congreso que terminó en un completo
fracaso.
El Congreso Marxista Internacional tomó algunas medidas
importantes como la lucha por la jornada
laboral de 8 horas diarias con descanso los fines de semana. La conmemoración
del Primero de Mayo como el Día Internacional de los Trabajadores en honor a
los mártires de Chicago, como una
jornada de expresión de la solidaridad internacional del proletariado, y como
día de revista de sus fuerzas
combativas. También la conmemoración del 8 de marzo como el Día Internacional
de
Este Congreso de 1889 fue el inicio de
Fue en 1890 cuando por primera vez los obreros de Europa
salieron a la calle para conmemorar con grandes manifestaciones el 1º de Mayo.
En algunos lugares hubo choques con la policía.
Con el desarrollo capitalista de la época muchos
dirigentes obreros y socialistas en Europa
llegaran a la conclusión de que el capitalismo podría por sí mismo
generar las condiciones para que los trabajadores vivieran bien e incluso
avanzar progresivamente hacia el socialismo.
Surgió el revisionismo y el reformismo.
El ala
revisionista, encabezada por Eduard Bernstein, abandonó abiertamente una
política revolucionaria en favor de una línea reformista. A la vez, el
estallido de
Por otra parte, los actos
terroristas de comienzos de la década del 90 del siglo XIX en varios países
sirvieron de pretexto a las clases dominantes para aumentar la represión contra
las organizaciones obreras. Los métodos de lucha de los anarquistas
favorecieron la infiltración en el
movimiento obrero de provocadores y de espías.
Los anarquistas reclamaron su
admisión a
DESPUÉS DE FEDERICO ENGELS, DOMINA EL OPORTUNISMO
El trabajo abrumador, sobrehumano, que Engels realizó
durante largos años, quebrantó su salud. El 5 de agosto de 1895 dejó de
latir su corazón.
Después de su muerte, los
elementos oportunistas de
Los partidos de
Habiendo expulsado de sus filas a los oportunistas de
“izquierda”, a los anarquistas,
LENIN Y
El oportunismo llegó al máximo en
Lenin puso al descubierto la esencia burguesa del
oportunismo y exigió la total ruptura con él. Escribió: “Los bernstenianos
(partidarios de Bernstein) aceptaban y aceptan el marxismo, excepto su lado
directamente revolucionario” (Lenin: Obras Completas. Tomo IX, página 121)
Hacia comienzos del siglo XX, el centro del movimiento
revolucionario internacional se había trasladado hacia Rusia.
Al calor de la lucha sin cuartel contra el oportunismo,
Lenin forjó en Rusia del Partido Bolchevique en
Lenin elaboró la teoría de la transformación de la
revolución democrático-burguesa en revolución socialista, la que fue
furiosamente rechazada por los jefes oportunistas de
EL CONGRESO DE STUTTGART (1907)
Entre el 18 y el 24 de agosto de 1907 tuvo lugar el
Congreso de Stuttgart de
Lenin combatió a los oportunistas por su apoyo al
imperialismo en la guerra imperialista, pero llamó siempre a defender el suelo
patrio en las guerras justas, en la lucha de los pueblos por la independencia
de su país natal, en la lucha de los pueblos oprimidos contra las potencias
imperialistas o en la guerra del proletariado triunfante contra la burguesía.
El Congreso de Stuttgart aprobó una resolución presentada
por Augusto Bebel, Lenin y Rosa Luxemburgo que decía: En caso de una guerra
imperialista, “los socialistas están obligados a empeñar todos sus
esfuerzos para hacerla cesar cuanto
antes y … aprovechar la crisis económica y política provocada por ella para
despertar la conciencia política de las masas populares y precipitar el
derrumbe de la dominación de los capitalistas”.
EL CONGRESO DE BASILEA (1912)
Los días 29 y 30 de julio de 1912 tuvo lugar el Congreso
de Basilea de
El Congreso aprobó un Manifiesto contra la guerra, que
parte decía:
“El Congreso reclama de los obreros de todos los países
que contrapongan al capitalismo imperialista la fuerza de la solidaridad
internacional del proletariado”.
El Manifiesto llamaba a los obreros del mundo a no cesar
en la lucha por impedir el estallido de la guerra.
Pero este manifiesto quedó reducido a un trozo de papel.
TRAICIONANDO EL INTERNACIONALISMO PROLETARIO
Al estallar
Lenin escribió: “Los socialistas del mundo entero
declararon solemnemente en 1912, en Basilea, que consideraban la guerra europea
que se avecinaba como una empresa "criminal" y archirreaccionaria de
todos los gobiernos, que debía precipitar el hundimiento del capitalismo
engendrando inevitablemente la revolución contra él. Llegó la guerra y estalló
la crisis. En vez de aplicar una táctica revolucionaria, la mayoría de los
partidos socialdemócratas aplicó una táctica reaccionaria, poniéndose del lado
de sus gobiernos y de su burguesía. Esta traición al socialismo marca la
bancarrota de
Al mismo tiempo, Lenin planteó abandonar el nombre de socialdemócrata en
favor del de comunista para los partidos que se resistían a capitulación
revisionista.
Los socialdemócratas en Europa tomaron una postura cada
vez más reaccionaria, llegando al punto de asesinar a Rosa Luxemburgo y a Karl
Liebknecht en 1919 y sabotear los procesos revolucionarios que surgían.
Tras el estallido de la guerra, los socialdemócratas
—llamados despectivamente por el ala izquierda como “socialpatriotas”,
“socialchovinistas” o “socialtraidores”— se ajustaron a la política de sus
respectivos países, mientras que Lenin, Trotsky, Rosa Luxemburgo organizaban a
los socialistas internacionalistas para discutir cómo enfrentar la guerra.
Esto se expresó en las conferencias
en Zimmerwald en septiembre de 1915 y la de Kienthal en 1916 (Suiza).
Tras el estallido de
Estos últimos se agruparían en
la llamada Unión de Partidos Socialistas para
Mientras tanto, los
socialdemócratas en Europa tomaban una postura cada vez más reaccionaria,
llegando al punto de asesinar a Rosa Luxemburgo y a Karl Liebknecht en 1919 y
sabotear los procesos revolucionarios que surgían. Se dedicaron a administrar los
estados capitalistas.
Las tendencias contradictorias de
Esta situación continuaría hasta 1951. En Fráncfort del
Meno se reunirían nuevamente los partidos socialdemócratas para agruparse bajo
el nombre de Internacional Socialista. Estos partidos abandonaron
definitivamente el marxismo; como consecuencia
lógica de su política oportunista, conciliadora y reformista.
Entre los integrantes de esta
“Internacional” están el PRI de Peña Nieto y el PRD de Abarca y Aguirre, los
responsables de la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa en México. . Está
también el PS francés de François Hollande que pretendió imponer una reforma
laboral neoliberal, el SPD alemán que gobierna en coalición con la derechista
Angela Merkel, el PASOK que junto a Nueva Democracia impuso planes de
austeridad en Grecia, el PSOE que hizo lo mismo en España, el Partido Laborista
que administró el gobierno en el imperialismo inglés, entre otros. En Chile
están el PPD, el PS y el PR.
En resumen: ninguno de los
miembros de esta organización representa los intereses de los trabajadores y
difícilmente puedan clasificarse siquiera como partidos de izquierda. En
Europa, son partidos “social imperialistas” que gobiernan al servicio de sus
propias burguesías y en América Latina son parte de los regímenes capitalistas.
La creación de una organización internacional
verdaderamente revolucionaria y consecuente sigue estando a la orden del día.