lunes, 18 de enero de 2021

“EL DESPERTAR DE LOS TRABAJADORES”


 

                                                      Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                                       Centro de Extensión e Investigación

                                                        Luis Emilio Recabarren,  CEILER

 

      


El 16  de enero de 1912  apareció  el primer número de “El Despertar de los Trabajadores” de Iquique,  el más importante de los 11 periódicos nacidos gracias al esfuerzo y sacrificio de Recabarren.

Apareció siendo propiedad de la Sociedad Obrera Cooperativa Tipográfica,  constituida para darle vida al proyecto de  un diario revolucionario en ese puerto. Después, sus socios acordaron donarlo al Partido Comunista, una vez fundado éste el 4 de junio de 1912. 

Fue éste un periódico combativo, valiente. Los patrones y las autoridades lo persiguieron. Sus propagandistas, por el solo hecho de serlo, eran despedidos de las faenas, detenidos y enviados a la cárcel.


Iquique hacia 1912

 

UN PERIÓDICO LEIDO POR LOS OBREROS

Pero era leído por los trabajadores. Salvador Ocampo, quien fuera senador del Partido Comunista, relata: “Yo trabajaba en una cuadrilla de cargadores de la Chile Exploration Company de Tocopilla. Era una especie de arrinquín, que ayudaba a los trabajadores en las cosas más esenciales y  les preparaba sus alimentos para los momentos de descanso... Esto ocurría más o menos en los años 1912 al 14... El 12 yo tenía 10 años de edad...  Esta cuadrilla estaba compuesta por unos mocetones bravos, los más salvajes que había por esos lados. Todos, la gente más buena y humana que he conocido. Algunos de ellos compraban ‘El Despertar de los Trabajadores’, que Recabarren editaba en Iquique y que llegaba hasta allí clandestinamente. Serían unos diez o doce los que compraban ‘El Despertar’. La cuadrilla se componía de 40 obreros. El caso es que esta gente compraba el diario y a la hora de almuerzo, al mediodía, yo veía  cómo leían los títulos con grandes dificultades  -eran pocazos los que sabían leer-   y  después se guardaban el diario.

  


    

Pues bien, cuando supieron que yo sabía leer, me exigían que se los leyera. Lo primero que me decían era: ‘A ver, compañero Guachito (así me llamaban a mí), leamos lo que dice Recabarren’. Entonces yo buscaba  si venía algún artículo con su firma. Y si no venía, les decía: ‘No, Recabarren no dice nada aquí’. Pero ellos insistían: ‘Bueno, pero es que...¡el editorial!, pues Guachito, ¡esa es la palabra de Recabarren!”

Qué hermosa escena debió ser esa: cuarenta obreros pampinos sentados en círculo, escuchando atentamente lo que escribía Recabarren a través de la lectura que hacía un niño.

EL PERIÓDICO, UN MEDIO DE EDUCACIÓN

El periodismo fue un aspecto muy importante en la  acción  por educar, unir y organizar  a los trabajadores chilenos,  llevada adelante durante 30 años por Luis Emilio Recabarren Serrano. 

En “El Despertar de los Trabajadores”, Recabarren publicaba obras de teatro. Tanto propias, como de otros autores, siempre que tuvieran contenido social.

Entre las piezas teatrales del padre de la prensa obrera chilena están “Redimida”, que narra la historia de una mujer abandonada que ingresa a las filas revolucionarias, único camino para lograr una vida mejor. Otra, es “Desdicha Obrera”, un ataque al clero y a la alta burguesía.

 

             

 



LA PRENSA OBRERA MEDIO DE LUCHA

En 1917, estando en Buenos Aires, Recabarren sostuvo: “La prensa obrera es un medio más de lucha, de acción, de crítica, de propaganda, de discusión”.

En 1921 en el  ya  mencionado discurso en la Cámara, afirmó el padre de la prensa obrera: “Mientras la imprenta no estuvo en manos de los obreros, no éramos nadie; vivíamos en la oscuridad, ignorados; no podíamos desarrollar nuestro pensamiento”. 

El historiador Hernán Ramírez Necochea afirma que, hacia 1923,   gracias al incansable trabajo de Recabarren,   el Partido Comunista poseía y mantenía  12  periódicos a lo largo de nuestro territorio.

 

INCANSABLE PERIODISTA

Recabarren no solo creó imprentas.   Fue también  laborioso y didáctico   periodista. Escribió en 48 periódicos  chilenos, que aparecían en 24 puntos del país: Arica, Iquique, Tocopilla, Antofagasta, Taltal, La Serena, Coquimbo,  Ovalle, Chañaral, Los Andes, Viña del Mar, Valparaíso, Casablanca, Santiago, Chillán, Talcahuano, Concepción,  Coronel,  Lota,  Lebu,  Nueva Imperial, Valdivia, La Unión y Punta Arenas.  Además colaboró en órganos  de prensa  de Buenos Aires. 

El periodismo fue un aspecto muy importante en la  acción  por educar, unir y organizar  a los trabajadores chilenos,  llevada adelante durante 30 años por Luis Emilio Recabarren Serrano.

 

EDUCADOR DE MASAS

Sin lugar a duda, el padre del movimiento obrero chileno es el más grande educador de masas de nuestra historia.         

Su último artículo, elaborado en conjunto   con Luis Víctor Cruz,  tuvo por tema la necesidad de  dar mayor apoyo al periódico “Justicia” de Santiago. Apareció en ese mismo diario, con fecha 11 de noviembre de 1924. Treinta y ocho días después, Recabarren ponía fin a su existencia.


Luis Víctor Cruz (primera fila) Recabarren (en la segunda)

 

Pablo Neruda   evoca en su ‘Canto General’   la labor de  creador de la prensa  obrera chilena y de periodista de Recabarren.  Dice:

 

               “Y fue por la patria entera

                fundando pueblo, levantando

                los corazones quebrantados.

               Sus periódicos recién impresos

               entraron en las galerías

               del carbón, subieron al cobre,

               y el pueblo besó las columnas

               que por primera vez llevaban

               la voz de los atropellados”.

 

 


Hoy, a pesar de las dificultades provocadas por las dos pestes (la del Coronavirus y la del gobierno neoliberal),  “El Siglo” continúa la senda trazada por Luis Emilio Recabarren.