Iván Ljubetic Vargas, historiador del
Centro de Extensión e
Investigación
Luis Emilio
Recabarren, CEILER
El 14 de enero de 1817, salió
desde Mendoza la primera división del Ejército Libertador de los Andes. Éste había sido organizado y era dirigido por el general
argentino José de San Martín. Lo formaban tropas de las Provincias Unidas del
Río de
DERROTA Y EXILIO DE PATRIOTAS EN CHILE
Los días 1º y 2 de octubre de
1814 tuvo lugar la batalla de Rancagua. Durante dos días, atrincherados en
EL EJÉRCITO LIBERTADOR DE LOS
ANDES
El General San Martín organizó este ejército para luchar contra los realistas con tres
objetivos concretos: afianzar la independencia de las Provincias Unidas del Río
de
El ejército se componía de
3 generales, 28 jefes, 207 oficiales, 15 empleados civiles, 3778
soldados de tropa (formado por una mayoría de soldados negros y mulatos, más de la mitad esclavos libertos,
y por soldados chilenos; 1200 milicianos
montados (para conducción de víveres y artillería), 120 barreteros de
minas (para facilitar el tránsito por los pasos), 25 baquianos, 47 miembros de sanidad (para
conformar el hospital de campaña), 16 piezas de artillería (10 cañones de 6
pulgadas, 2 obuses de 4 y 1/2 pulgadas y 4 piezas de montaña de 4 pulgadas),
1600 caballos extras (para caballería y artillería) y 9281 mulas (7.359 de
silla y 1.922 de carga).
EL PASO DE LOS ANDES
La proeza del cruce de los
Andes, que duró cerca de un mes, fue el momento más memorable del Ejército de
los Andes.
Éste se dividió principalmente
en dos gruesas columnas, la primera comandada por el propio San Martín,
atravesó la cordillera de los Andes por el paso de los Patos. La segunda, comandada por el
brigadier argentino Juan Gregorio Las Heras, marchó por el paso
de Uspallata, conduciendo todo el parque
y la artillería, cuyo transporte era imposible por el más escabroso paso de Los
Patos. La gran dificultad del cruce de la cordillera de los
Andes generó que sólo 4,300 del total de mulas y 510 del total de caballos
lograran cruzar al otro lado de las montañas.
LOS TRAIDORES
La oligarquía
criolla fue aliada del rey español y luchó contra los intereses de
Chile. Traicionaron a la patria. Los mismos
grandes terratenientes criollos, que habían convocado el Cabildo del 18
de septiembre de 1810, firmaron el 9 de febrero de 1817, un Acta de Sumisión al
rey Fernando VII, en la cual abjuraban de todo movimiento libertario y
repudiaban a los patriotas.
En este vergonzante documento, servilmente manifestaban “su íntima y
decidida adhesión que tenemos a la sagrada causa de nuestro legítimo monarca el
señor Fernando VII…” Renegaban
de los patriotas y pedían…”Castigar, como es justo, la osadía y el orgullo de
los insurgentes de la otra banda”.
No vacilaban estos traidores a
los enemigos de la patria “…sus vidas, y sin reserva de cosa alguna estaban
prontos y resueltos a defender los
sagrados derechos del rey, a cuya obediencia vivimos gustosamente sujetos”.
Al pie de tan ignominioso documento figuraban apellidos
como Larraín, Aldunate, García Huidobro.
Pero les falló el olfato a los traidores. Aún no se secaba
la tinta de esa acta infamante, cuando el Ejército Libertador, al mando de los generales
José de San Marín y Bernardo O’Higgins,
luego de realizar la proeza de cruzar la cordillera de los Andes, pisaba suelo
chileno. Tres días después, el 12 de febrero de 1817, derrotaba a
las tropas del rey en la batalla de Chacabuco.
EL INTERNACIONALISMO DE LOS
PADRES DE
La decidida y consecuente actitud internacionalista de
José de San Martín, que cumplió a cabalidad el plan trazado; la de Bernardo
O’Higgins y su activa participación en la preparación, organización y
financiamiento de