Iván Ljubetic Vargas,
historiador del
Centro de Extensión e
Investigación
Luis Emilio
Recabarren, CEILER
Jueves 1 de enero de 1959.
Cuba y el mundo despertaron con
la noticia de la huida del dictador Fulgencio Batista. En la madrugada de ese
jueves el dictador Fulgencio Batista salió de Cuba con destino a República
Dominicana llevándose consigo toda su riqueza. Según trascendió, Batista huyó
del país con una fortuna superior a los 100.000 millones de dólares,
exiliándose primero en
Dos años y 13 días habían transcurrido desde que Fidel
Castro, con solo siete fusiles, reiniciara la lucha armada en las montañas de
Desde Palma Soriano, el 31 de
diciembre de
“Hoy vengo a decirle a nuestro pueblo que
Sin embargo, yo tengo que
hablarle hoy muy claramente al pueblo [...]. Hay muchos intereses que están
tratando de evitar el triunfo pleno de
Horas después —ante la
imposibilidad de detener al Ejército
Rebelde que avanzaba y se consolidaba en todos los frentes—, se inicia
en la capital un conato de golpe de Estado.
FULGENCIO RENUNCIA A
Cerca de la una de la madrugada de ese jueves 1º de
enero de 1959, en medio de la fiesta por el recibimiento del nuevo año, Batista
pronunció un melodramático discurso de
renuncia a su cargo de presidente. En su
intento de hacer efectivo un nuevo golpe contra el pueblo cubano, dirige sus
últimas palabras a las fuerzas armadas y a los agentes de la seguridad para
pedirles que obedezcan y apoyen al nuevo gobierno y a las jefaturas de los
cuerpos armados al frente de los cuales ha sido nombrado el mayor general
Eulogio Cantillo y Porras.
Tras invitar a sus más cercanos cómplices para reunirse
con él en el aeropuerto militar de Columbia —aproximadamente a las 1,30 horas—
Batista llega a la pista donde esperan tres aviones DC-4 en los cuales él y sus
más allegados abandonarán el país.
Minutos antes de partir, siendo las 2,10 horas, junto a la
escalerilla del avión, le daba a Cantillo sus últimas instrucciones: “Llama al
embajador americano, llama al magistrado Piedra, destruye el archivo
confidencial que te entregué hoy, protege las oficinas diplomáticas, no sueltes
a los oficiales presos en Isla de Pinos”
La noticia de la huida del dictador, poco a poco se fue
filtrando. Ante la presión de los medios de prensa, a las 6,15 horas
se confirma y las emisoras de radio
comienzan a difundirla.
INTENTO GOLPISTA DE
CANTILLO
El general Eulogio Cantillo intentó dar un golpe militar.
Fidel Castro lo desconoció, exigió la rendición incondicional de todos los efectivos
enemigos y convocó a una huelga general. Además, dio instrucciones al Ejército
Rebelde para que continuara los ataques sobre las guarniciones que no se
rindieran incondicionalmente, con la cooperación del pueblo y los militares
pundonorosos que aceptaran sumarse a la revolución. En esas circunstancias, los
planes fraguados por Cantillo y la embajada norteamericana, para impedir el
triunfo insurgente, se esfumaron.
Horas después se constituyó el Gobierno Revolucionario
presidido por Manuel Urrutia – que había llegado días antes en un avión con
armas enviado por el gobierno de Venezuela. Urrutia, sin dilación, designó a
Castro al frente de todas las fuerzas armadas.
Radio Rebelde no detiene sus trasmisiones. Desde la
pequeña planta que ha multiplicado su potencia, los principales jefes del
Ejército Rebelde reciben directamente las instrucciones militares.
EN SANTIAGO DE CUBA
Muy tarde en la noche de ese
primer día de enero, miles de personas se congregaron en el Parque Céspedes. Desde el balcón del Ayuntamiento
santiaguero, Fidel expresó:
“¡Al fin hemos llegado a Santiago! Duro y largo ha sido el
camino, pero hemos llegado. […]
“Esta vez no se frustrará
Así finalizaba el jueves 1º de
enero de 1959 en Cuba. Se
abría una nueva y gloriosa página en la
historia de