REFLEXIONES DE UN MILITANTE COMUNISTA DE BASE EN TORNO A
LA DERROTA DE DICIEMBRE DE 2017 (XIII)
Iván
Ljubetic Vargas, historiador
CAPÍTULO XIII:
¿LENIN O MARTOV?
Respondiendo a un artículo
sobre Lenin, el compañero Leo Fonseca me
envió una de sus acostumbradas y siempre certeras observaciones: Escribió,
refiriéndose a Lenin: “Dentro de todo el gigantesco aporte de su labor revolucionaria, destaca hoy en día como tarea comunista la
defensa del Artículo 1. Saludos. Leo”. Y
tiene toda, absolutamente toda, la razón.
Cuando en el Partido
Comunista aparecen intentos directos o disimulados por pasarse a llevar los
métodos leninistas, como por ejemplo se plantean en el Informe y Resoluciones
del IX Pleno del Comité Central, es
bueno volver a estudiar a quien puso las bases para el funcionamiento y
organización del partido revolucionario moderno. En el tomo tres de las Obras
Escogidas de Lenin en tres tomos, encontramos su obra “Un paso adelante, dos
pasos atrás (una crisis en nuestro Partido)”, escrita en febrero-mayo de 1904.
“UN PASO ADELANTE…”
En este libro, uno de los
tesoros del marxismo-leninismo, se refiere Lenin a los hechos ocurridos en el
II Congreso del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia (POSDR) realizado del
17 (30) de julio al 10 (23) de agosto de 1903 y reunido primero en Bruselas y
después en Londres. Este Congreso aprobó un Programa revolucionario y los
Estatutos elaborados por Lenin, con la sola excepción del punto o artículo primero, en que los oportunistas en
cuestiones de organización lograron que se aprobara el proyecto formulado por
Martov.
Yuli Mártov, Julius Mártov
o L. Mártov (Ма́ртов, su nombre real era Yuli Ósipovich Zederbaum) había nacido el 24 de noviembre de 1873 en Constantinopla, en el seno de una familia
judía de clase media. Fue un revolucionario socialdemócrata ruso, que llegó a ser el líder de la fracción
menchevique en el Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia. Falleció el 4 de abril de 1934.
EL ARTÍCULO PRIMERO DE MARTOV
El punto uno de Martov
señalaba: “Se considerará perteneciente al Partido Obrero Socialdemócrata de
Rusia a todo el que, aceptando su Programa, trabaje activamente para llevar a
la práctica sus tareas bajo el control y dirección de los órganos(¡sic!) del
partido”. (Lenin: Obras Escogidas en tres tomos. Tomo I, página 306)
Comenta Lenin: “La idea del
artículo primero de Martov sólo aparece al plantearse la cuestión de si pueden
los órganos del partido llevar a la práctica su dirección respecto a aquellos
miembros del mismo que no forman parte de ninguna de las organizaciones del
partido”. (Lenin: Obras Escogidas en tres tomos. Tomo I, página 306)
EL ARTÍCULO PRIMERO DE LENIN
La proposición del artículo
primero de Lenin (que fue aprobado después en el III Congreso del POSDR
realizado en 1905) señala: “Se considerará miembro del Partido todo el que
acepte su Programa y apoye al Partido tanto con recursos materiales, como con
su participación personal en una de las organizaciones del mismo” (Lenin: Obras
Escogidas en tres tomos. Tomo I, página 316.
Refiriéndose siempre al
artículo primero de los Estatutos, Lenin escribió en la obra ya citada: “Cuanto
más fuertes sean nuestras organizaciones del Partido, integradas por
socialdemócratas efectivos, cuanto menos vacilación e inconstancia haya dentro del
Partido, tanto más amplia y polifacética, tanto más rica y fructuosa será
influencia del Partido en los elementos de las masas obreras que lo
rodean y que él dirige. Porque, en verdad, no se puede confundir al Partido
como destacamento de vanguardia de la clase obrera con toda la clase” (Lenin:
Obras Escogidas en tres tomos. Tomo I, páginas 318- 319. Los subrayados son de Lenin).
UN PLANTEAMIENTO
MARTOVIANO
En el Partido Comunista de
Chile han habido (y existen) diversos
intentos por “flexibilizar” a Lenin y los Estatutos. Por ejemplo, en una
entrevista publicada en “El Siglo” en su edición de la semana del 8 al 13 de abril
de 1995, Oscar Azócar señaló: “En el Pleno vimos que era fundamental
desarrollar métodos de trabajo más flexibles para incorporar a otros
compañeros. Lo fundamental para medir al militante, es que trabaje con las
orientaciones del Partido, que contribuya en forma concreta para ponerlas en práctica.
Lo más importante es la actividad que cada militante desarrolla, y la célula tiene que ser capaz de llegar hasta
estos compañeros”. (El subrayado es nuestro)
¿No es verdad, que estos
planteamientos están más cerca de Martov que de Lenin?
A DEFENDER EL CONCEPTO LENINISTA DE MILITANTE
Debemos defender el
concepto leninista de militante. Sus tres condiciones fundamentales: Estar de
acuerdo con el Programa, participar efectivamente en una célula y pagar
mensualmente su cotización. Nada de flexibilizarlas. Quien no milita en una
célula no es militante y, por tanto, no puede ser dirigente, ministro, parlamentario, alcalde ni concejal
comunista. Tampoco tener otro cargo alguno
de representación del Partido. Esto también vale para estar de acuerdo con el
Programa y cancelar su cotización.
Y aquí corresponde lo que
planteaba Lenin sobre el control revolucionario, control desde capitán a paje.