El Pleno de CC aprueba el
Informe Central presentado por el cro G. Teillier y lo incorpora como tal a
este cuerpo de resoluciones, instando a nuestras estructuras y militancia a
analizarlo en profundidad.
El Partido Comunista de
Chile valora profundamente su partipacion en el gobierno de Michelle Bachelet y
el proceso de reformas impulsado por la Nueva Mayoría. El ánimo transformador del
pueblo de Chile sigue vigente en un país con una profunda desigualdad
económica, social y cultural. Será la principal tarea de estos próximos 4 años
defender las reformas, profundizarlas y proyectarlas, poniendo especial énfasis
en aquellas que la derecha plantea detener, como la aprobación de una Nueva
Constitución, la Reforma Laboral, la Reforma Tributaria y aquellas que pretende
encarar sólo parcialmente como un nuevo Sistema Previsional y la demanda de No
más AFP o fin al CAE.
Con este objetivo los
comunistas aportaremos, desde nuestra identidad de partido de izquierda, a una
amplia confluencia política de partidos,
movimientos y sectores independientes de centro y de izquierda, con vistas a
una gran convergencia político-social, que genere un potente movimiento de
oposición activa, con capacidad para competir con posibilidades de éxito en los
próximos eventos electorales, (municipales y elección de gobernadores) y abrir
paso a un nuevo periodo presidencial.La convergencia de estas fuerzas no la entendemos
necesariamente como un nuevo pacto político, sino como el resultado de la
práctica política y la discusión programática desde los movimientos sociales
hasta el parlamento.
Una de las consecuencias
positivas del proceso de reformas fue la eliminación del sistema binominal, lo
cual ha posibilitado la incorporación de
nuevas fuerzas a la escena política y al parlamento, que esperamos sean
mayoritariamente contribuyentes a los procesos de reformas sociales, económicas,
políticas y valóricas necesarias para el país, por medio de acuerdos o
entendimientos que no signifiquen conceder ventajas a los poderes fácticos en
cuyo interés la derecha busca consensos
Vemos el reordenamiento
político en el país como parte de un proceso mayor a nivel internacional, donde
los procesos de transformación social están siendo detenidos por los sectores
conservadores y reaccionarios de la sociedad, mediante operaciones
comunicacionales, políticas y económicas. Frente a esta política internacional impuesta por la derecha para
estigmatizar a los procesos progresistas, mucho dependerá de la unidad de los
sectores democráticos progresistas, de izquierda y de centro a nivel mundial,
poder retomar con éxito el camino de la lucha para resolver los problemas
sociales presentes en nuestra América, tarea urgente que no puede esperar. Es
necesario, a la luz de la experiencia, tener más presente la importancia de un
modelo de desarrollo en el ideario de los partidos de izquierda, para superar el actual,
exclusivamente rentista y de acumulación capitalista. Propugnamos un modelo de
desarrollo sostenible, que provea crecimiento económico, con mayores niveles de
igualdad en la base y con respeto por los derechos sociales.
En este periodo de 4 años
de gobierno se ha reafirmado la tesis del partido: las reformas debían ser
empujadas desde el gobierno y desde los movimientos sociales. La desafección de
parte importante, por razones diversas, de los movimientos sociales, fue
también un factor que influyo en la derrota politico- electoral. Nuestra
conclusión es que debemos contribuir a reposicionar el rol central de los
movimientos sociales como articuladores de la sociedad y sus demandas. En este
sentido, el movimiento de los trabajadores, los estudiantes y los pobladores,
serán centrales para reconstruir el tejido social que empuje las
transformaciones.
Las elecciones se
constituyeron en un momento trabajo y preocupación intensa del partido. Hemos
elegido 8 diputados y 11 CORES en el país, seguimos sosteniendo el 5% de la
votación nacional y somos el partido con el mayor padrón de militantes
inscritos en el Servicio Electoral. Hacemos una alta valoración del trabajo de
nuestros compañeros electos, y todos los que contribuyeron como candidatos o
candidatas a parlamentarios y CORES.
Quedan por delante dos
desafíos electorales para el partido:
aumentar el porcentaje de votación y romper la exclusión de nuestra
presencia en el Senado, meta esta última que no pudimos cumplir y que se nos
transforma en una derrota política, por causas inherentes a nuestro propio
desempeño, pero también, y de manera principal, por incumplimiento de los
compromisos de apoyo comprometidos que el PC cumplió rigurosamente, pero no así
por quienes se vieron favorecidos por nuestro apoyo.
Hemos sufrido una derrota
político-electoral en las elecciones presidenciales, la que de no revertirse podría convertirse una derrota estratégica. Desde
el punto de vista electoral la derrota fue facilitada por la no realización de
primarias en la NM, lo que impidió
presentarnos en una alianza con programa único, y lo hicimos en
competencia y con contradicciones, dejando abierto el espacio de desafección al
proyecto de la Nueva Mayoría, a la vez que entregando espacio electoral a la
derecha y al Frente Amplio.
La imposición de una
cultura hegemónica, conservadora, neoliberal y consumista, que denosta la
política y la organización social, explica la existencia de una amplia franja
de la población que siendo perjudicada por el ordenamiento social existente, no
percibió las transformaciones sociales como algo que le favoreciera en su
situación personal.
La actual hegemonía
cultural facilitó el triunfo
presidencial de la derecha. Hemos entrado en una fase de lucha ideológica o de
las ideas, donde será especialmente importante fortalecer nuestros equipos de
estudio e investigación, así como la correcta transmisión de la información con
los más altos estándares de ética y responsabilidad. Vemos con estupor la
manipulación de los datos de competitividad de Chile por parte del Banco
Mundial. Paul Romer, economista Jefe, admitió las motivaciones políticas detrás
de la falsificación de los datos para mostrar indicadores más bajos, que en los
hechos favorecieron la candidatura de Piñera, que centró su campaña en el
desprestigio de los alcances de la política ecómica de Michel Bachelet. Este es
solo un eslabón de la cadena de informaciones falsas para constituir una
postverdad sobre el proceso de reformas chileno, las que han terminado por
connotar negativamente un proceso nacional que es aplaudido internacionalmente.
El pleno del Comité Central
ha resuelto convocar a una Conferencia Nacional del Partido Comunista de Chile
para el primer semestre del 2018, con objeto de reafirmar nuestra oposición
activa al gobierno de Sebastián Piñera, de defensa de las reformas hechas, de crear condiciones para la recuperación del
gobierno y profundización de la democracia en nuestro país, actualizando
nuestro programa y nuestras propuestas
al país. También nos proponemos readecuar el partido como herramienta de las
transformaciones sociales, tanto en el funcionamiento de las estructuras de
dirección como en la educación y formación de cuadros del partido.
COMITE CENTRAL
PARTIDO COMUNISTA
DE CHILE
Santiago, enero de 2018