REFLEXIONES DE UN MILITANTE COMUNISTA DE BASE EN TORNO A LA DERROTA DE DICIEMBRE DE 2017
(VIII)
Iván
Ljubetic Vargas, historiador
No hacerse el harakiri,
pero tampoco hacerse el leso.
CAPÍTULO VIII: “EL TODO O NADA, ES IGUAL A NADA”
El Frente Amplio es una
coalición de 14 entidades políticas unidas por una ideología pequeño-burguesa,
que se expresa en la práctica con la formula “del todo o nada”.
En su breve visita a Chile
para entregar su apoyo al candidato Guillier, el ex Presidente y actual senador
uruguayo José “Pepe” Mujica, fundador del Frente Amplio de ese país, expresó
con su tradicional sabiduría: “El todo o nada, es igual a nada”.
El Frente Amplio criollo,
luego que su líder Beatriz Sánchez obtuviera un sorpresivo 20,27% de los votos
en la primera vuelta presidencial del 19 de noviembre de 2017, y sumara 20
diputados y un senador en las parlamentarías de ese mismo domingo, entró en un profundo proceso de reflexión para decidir
qué hacer ante la segunda vuelta del domingo 17 de diciembre de 2017.
El jueves 30 de noviembre
de 2017, las 14 organizaciones que forman el Frente Amplio entregaron, a través
de la ex candidata Beatriz Sánchez, una declaración en que esa coaliciónno
expresó un apoyo directo a Alejandro Guillier:
“Nuestro primer llamado es
a cada uno de nuestros votantes a reflexionar y a expresarse en las urnas en
esta segunda vuelta de acuerdo a sus propias convicciones y análisis”. Eso sí,
en la declaración afirmó que Sebastián Piñera es “un retroceso”.
Además, pidieron mayor
claridad al oficialismo respecto a planteamientos como el fin de las AFP y el
fin al lucro en la educación.
“Aquí no cabe una
negociación. No buscamos cargos, no buscamos cupos ni un co-gobierno (…) no se
trata de dialogar con nosotros, sino de hacerlo con las personas que apoyan
estos cambios en la sociedad”, sostuvo Beatriz Sánchez.
No tardaron los
agradecidos aplauso de la reacción
criolla. El Comando de Sebastián Piñera, alborozado, calificó como un “rotundo
fracaso político” para la Nueva Mayoría la resolución del Frente Amplio de no
entregar un apoyo explícito a Guillier en la segunda vuelta., a pocos minutos
de haber sido comunicada, y agregaron que “el FA ha dejado herida en el ala la
candidatura de Alejandro Guillier“.
“El apoyo no se ha
producido y se expresaron las diferencias políticas de fondo que mantienen con
la candidatura de Alejandro Guillier. Para el Frente Amplio la candidatura de
Guillier es desde el punto de vista programático ambigua, que no se ha hecho
cargo de las demandas del Frente Amplio”, dijo Andrés Allamand (RN), vocero de
la campaña.
Jaime Bellolio (UDI), por
su parte, aseguró que desde el conglomerado “saben que Guillier va a perder” y
tildó de tibia la resolución, y además bromeó señalando que “quizá cambien el
color de su logo y lo pongan todo amarillo”.
Este episodio de la
política chilena me recordó otro,
ocurrido en el Parlamento alemán. Augusto
Bebel (1840-1913), destacado dirigente de la socialdemocracia
pronunciaba un discurso. De pronto la derecha lo aplaudió. Entonces Bebel
detuvo sus palabras y él mismo se preguntó: “¿Qué has dicho, viejo imbécil, que la canalla te
aplaude?”.
Pero la pequeña burguesía
no es revolucionaria. Por tanto, no se puede esperar de ella una actitud
autocrítica. No es como el viejo Bebel.
Posteriormente,
parlamentarios electos y dirigentes del Frente Amplio comunicaron que votarían
contra Piñera y que, para ello, marcarían preferencia a Guillier. Todos
lanzando dardos contra éste. Verdaderos salvavidas de plomo.
No hay dudas que una parte
de los que votaron por Beatriz Sánchez lo hicieron por Guillier en la segunda
vuelta. La líder de Frente Amplio afirmó: “Hubo un traspaso de 70% a 80% de los
votos frenteamplistas a la candidatura de Alejandro Guillier”.
Pero, si los dirigentes y
parlamentarios del Frente Amplio hubiesen puesto los intereses de Chile por
encima de sus intereses partidarios y personales, Piñera habría sido derrotado.
Así se habría abierto el camino para llevar a cabo sus postulados. Esa actitud
ambigua y vacilante es otra muestra de
su sello pequeño-burgués.
Lenin en su obra “La
enfermedad infantil del ‘izquierdismo’ en el comunismo”, escribió:
“El pequeño burgués
‘enfurecido’ por los horrores del capitalismo es, como el anarquismo, un
fenómeno social propio de todos los países capitalistas. Son del dominio
público la inconstancia de estas veleidades revolucionarias, su esterilidad y
la facilidad con que se transforman rápidamente en sumisión, en apatía, en
fantasías, incluso en un entusiasmo ‘furioso’ por tal o cual corriente burguesa ‘de moda’.”
(Lenin: Obras Escogidas en tres tomos. T. III, p. 360)
Gabriel Boric, diputado
reelecto por Magallanes del Movimiento Autonomista, con su singular
prepotencia, tuiteó el lunes 15 de
diciembre de 2017: “El Frente Amplio no es balón de oxígeno de la Nueva
Mayoría”. Las patitas del magallánico. Es bueno que alguien le informe, aunque
sea por tuiter, que la Nueva Mayoría no necesita de balón de oxígeno alguno.
Menos el Partido Comunista, que después de las elecciones, goza de muy buena
salud.
Lo que Chile requiere es la
unidad más amplia, unidad en la diversidad, para enfrentar los intentos
regresivos del gobierno de Piñera. Unidad desde los revolucionarios,
socialdemócratas, cristianos, hasta pequeñoburgueses. ¡Todos unidos por un
Chile mejor!
El mismo diputado Boric
llamó también la atención por otras declaraciones: Frente al Gobierno de
Piñera señaló “hay temas en que más allá
de diferencias, tenemos la obligación de ponernos de acuerdo”.
¡Atención! Un diputado del
Frente Amplio, que se autoproclama un movimiento “nuevo”, llama a utilizar el
“viejo” y fracasado sistema de los “consensos”, que siempre ha favorecido a la
derecha. ¿No es
caso ésta, otra veleidad pequeñaburguesa?