EL
PENSAMIENTO DE SALVADOR ALLENDE
(Selección de Iván Ljubetic Vargas)
EL PUEBLO
ENTRARÁ CONMIGO A LA MONEDA
“Yo les pido a ustedes que comprendan que soy sólo un hombre, con todas las
flaquezas y debilidades que tiene un hombre; y si pude soportar –porque cumplía
una tarea- la derrota de ayer, hoy sin soberbia y sin espíritu de venganza,
acepto este triunfo que nada tiene de personal y que se lo debo a la unidad de
los partidos populares, a las fuerzas sociales que han estado junto a nosotros.
Se lo debo a radicales, socialistas, comunistas, socialdemócratas, a gentes del
MAPU y del API, y a miles de independientes. Se lo debo al hombre anónimo y
sacrificado de la patria; se lo debo a la humilde mujer de nuestra tierra. Le
debo este triunfo al pueblo de Chile, que entrará conmigo a La Moneda el 3 de
noviembre”.
(Discurso pronunciado en la
madrugada del 5 de Septiembre de 1970)
ESTO QUE
HOY GERMINA ES UNA LARGA JORNADA
“¡Cómo siento en lo último de mi fibra de hombre, cómo siento en las
profundidades humanas de mi condición de luchador, lo que cada uno de ustedes
me entrega!
Esto que hoy germina es una larga jornada. Yo tomo en mis manos la antorcha
que encendieron los que antes que nosotros lucharon junto al pueblo y por el
pueblo.
Este triunfo debemos tributarlo en homenaje a los que cayeron en las luchas
sociales y regaron con su sangre la fértil semilla de la revolución chilena que
vamos a realizar.”
“Gracias, gracias, compañeras. Gracias, gracias, compañeros. Ya lo dije un
día. Lo mejor que tengo me lo dio mi partido, la unidad de los trabajadores y
la Unidad Popular.
A la lealtad de ustedes, responderé con la lealtad de un gobernante del
pueblo; con la lealtad del Compañero Presidente”.
(Del discurso pronunciado en la madrugada del 5 de septiembre de 1970,
desde el local de la FECH)
HA LLEGADO
EL DÍA DE DECIR BASTA
“Del pueblo sufrido, que soportó por siglo y medio, bajo el nombre de Independencia, la explotación de una clase
dominante incapaz de asegurar
el progreso, y de hecho desatendida de él.
La verdad, lo sabemos todos, es que el atraso, la ignorancia, el hambre de
nuestro pueblo y de todos los pueblos del Tercer Mundo, existen y persisten
porque resultan lucrativos para unos pocos privilegiados.
Pero ha llegado el día de decir basta.
¡Basta a la explotación económica!
¡Basta a la desigualdad social!
¡Basta a la opresión política!”
“Este Chile que empieza a renovarse, este Chile en primavera y fiesta,
siente, como una de sus aspiraciones más hondas, el deseo de que cada hombre
del mundo sienta en nosotros a su hermano”.
(Del discurso pronunciado en el acto realizado en el Estadio Nacional el 5
de noviembre de 1970)
1º DE MAYO
DE 1971
“Trabajadores de Chile: Este no es un día de fiesta; éste es un día de
recuerdo, de rememoración. Un día para mirar hacia atrás, más allá y dentro de
las fronteras de la patria, y rendir un homenaje a todos aquellos que,
distintas latitudes, cayeron luchando por hacer más digna la vida del hombre y
conquistar la auténtica libertad...
“Destaco un hecho muy significativo y me enorgullezco de hacerlo: la
presencia en esta tribuna del Jefe de la Iglesia Chilena, Cardenal Silva Henríquez... y saludos a todos
los dirigentes sindicales chilenos, a mis compañeros dirigentes de la CUT...
“Por eso destaco que ha hecho bien el compañero Víctor Díaz en realzar lo
que representa el esfuerzo de los obreros del carbón, de Purina, del salitre o
de otros sectores textiles nacionalizados. Ello es demostración de una conciencia que es útil
destacar y un ejemplo que hay que imitar”.
(Discurso del 1º de Mayo de 1971 en la Plaza Bulnes)
LA
REVOLUCIÓN NO SE HACE CON PALABRAS
“Tenemos que tener conciencia: la revolución no se hace en las palabras,
compañeros, se hace en los hechos. Y hacer la revolución no es fácil... Se
necesita tener el nivel político, la responsabilidad necesaria para entenderlo;
no basta hablar de revolución. Hay que hacer la revolución interior, que le dé
autoridad a uno para poder exigirle a los demás.
“Camaradas, el compañero Víctor Díaz dijo: ‘Compañero Allende, échele para
adelante’. Yo le voy a echar para adelante; no le voy a poner el pie al freno,
camaradas. Pero que lo sepan de una vez por todas, sobre todo los militantes de
la Unidad Popular: aquí hay un Gobierno y un Presidente, y si yo le echo para
adelante, es porque tengo los pantalones bien amarrados y no acepto... (y
perdón, señor Cardenal Silva Henríquez, por esta expresión, pero yo sé que
usted me entiende y la comparte)”.
(Discurso en el acto del 1º de Mayo de 1971 en la Plaza Bulnes).
CAMINAMOS
HACIA EL SOCIALISMO
“Caminamos hacia el socialismo no por amor académico a un cuerpo doctrinario.
Nos impulsa la energía de nuestro pueblo, que sabe del imperativo ineludible de
vencer el atraso y siente al régimen socialista como el único que le ofrece a
las naciones modernas para reconstruirse racionalmente en libertad, autonomía y
dignidad.
Vamos al socialismo por rechazo voluntario, a través del voto popular, del
sistema capitalista y dependiente cuyo saldo es una sociedad crudamente
desigualitaria, estratificada en clases antagónicas, deformadas por la
injusticia social y degradada por el deterioro de las bases mismas de la
solidaridad humana.”
(Primer Mensaje al Congreso Pleno, 21 de mayo de 1971)
EXTREMISMO
REVOLUCIONARIO TRAICIÓN AL SOCIALISMO
“Quiero referirme al proceso que vive Chile y ubicarlo frente a la
realidad. Lo hago como respuesta al compañero Presidente de la Federación de
Estudiantes (Nelson Gutiérrez, del MIR).
Yo no quiero que nadie preste apoyo a este Gobierno si no comparte la
realidad de la táctica, si no comparte
el camino que hemos fijado... (hubo algunos silbidos de parte de los miristas).
Debo anticiparles que no me inquietan ni los silbidos ni los aplausos. Tengo
demasiados años en la lucha social para sentirme intranquilo frente a la
recepción parcial que puedan tener mis palabras...
“El extremismo revolucionario es también traición al socialismo”. (Hubo
algunos silbidos). “Silben a Lenin. No a mí”.
(Discurso en la Universidad de Concepción, fines de mayo de 1971)
GUERRA A LA FRASE REVOLUCIONARIA
“Lenin, en pleno combate, se expresaba así, refiriéndose a los verbalistas
de la revolución: ‘La frase revolucionaria es la repetición de consignas
revolucionarias que no guardan relación con las circunstancias objetivas de un
momento, pero sin base, ésa es su esencia’. Y además, agregaba: ‘Guerra a la
frase revolucionaria, para que no pueda decirse algún día esta amarga verdad:
la frase revolucionaria, sobre la lucha revolucionaria, perdió a la
revolución’.
Eso lo decía el padre de la Revolución de Octubre. Que no lo olviden
algunos jóvenes teóricos chilenos”.
(Discurso en el acto en el Estadio Nacional, efectuado el 4 de noviembre de
1971)
SÓLO
ACRIBILLÁNDOME A BALAZOS...
“Yo no tengo pasta de apóstol ni tengo pasta de Mesías, no tengo
condiciones de mártir, soy un luchador social que cumple una tarea, la tarea
que el pueblo me ha dado; pero entiendan aquellos que quieren retrotraer la
historia y desconocer la voluntad mayoritaria de Chile: Sin tener carne de
mártir, no daré un paso atrás; que lo sepan: sólo dejaré La Moneda cuando
cumpla el mandato que el pueblo me diera...
“Defenderé esta Revolución chilena, y defenderé el Gobierno Popular, porque
es el mandato que el pueblo me ha entregado, no tengo otra alternativa, sólo
acribillándome a balazos podrán impedir mi voluntad que es hacer cumplir el
Programa del pueblo”.
(Discurso en acto de despedida de Fidel Castro, Estadio Nacional, 2 de
diciembre de 1971)
NO HAY
REVOLUCIÓN SIN PARTICIPACIÓN DE LA MUJER
“No hay revolución sin la presencia de la mujer. No hay batalla
revolucionaria sin que la mujer participe en ella”.
“Yo respeto al adversario. Al que discute y defiende sus ideas... Y
denuncio a aquel que no es adversario sino enemigo, el que fue enemigo siempre
del pueblo, el que siempre trató de herir a los trabajadores, el que les negó
su derecho a organizarse, el que les quitó el derecho a defenderse. Aquel que
llegó a la conspiración y al crimen, el que derramó la sangre del General
Schneider. Es enemigo del pueblo y es enemigo de Chile y a ese debemos
combatirlo, implacablemente”.
(Discurso pronunciado en Antofagasta, el 28 de febrero de 1972)
LOS JÓVENES Y LA REVOLUCIÓN
“Uno se encuentra a veces con jóvenes que han leído el Manifiesto
Comunista, o lo han llevado largo rato bajo el brazo, y creen que lo han
asimilado y dictan cátedra. Exigen actitudes y critican a hombres que, por lo
menos, tienen consecuencia en su vida.
Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción, incluso biológica;
pero ir avanzando en los caminos de la vida y mantenerse revolucionario, en una
sociedad burguesa, es difícil”
(Discurso en el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de
Guadalajara, 2 de diciembre de 1972)
SALVADOR ALLENDE Y EL CHE
“Hace unos pocos minutos el Gobierno Revolucionario de Cuba ha honrado a
Chile en mi persona, al otorgarme la más alta distinción que pudiera recibir en
mi vida de revolucionario: La Medalla de José Martí. Ella pertenece al pueblo
chileno, que siempre estuvo y estará junto al pueblo de Cuba y a su proceso
revolucionario”.
“Creo que tengo derecho que me honra de decir que fui amigo del Comandante
Ernesto ‘Che’ Guevara. Guardo un ejemplar de su libro ‘Guerra de Guerrillas’,
que me dedicara fraternalmente. Con su espíritu amplio, me decía allí con su
letra dibujada por la fraternidad: ‘A Salvador Allende, que por otros medios
busca lo mismo. Afectuosamente, Che’.”
(Discurso en la Plaza de la Revolución José Martí, de La Habana, 13 de
diciembre de 1972).
LA HISTORIA
ES NUESTRA...
“La historia no se detiene ni con represión ni con el crimen. Esta es una
etapa que será superada, éste es un momento duro y difícil.”
“Ante estos hechos sólo me cabe decirle a los trabajadores: ¡Yo no voy a
renunciar! Colocado en un tránsito histórico pagaré con mi vida la lealtad del
pueblo. Y les digo que tengo la certeza que la semilla que entregáramos a la conciencia
digna de miles y miles de chilenos no podrá ser cegada definitivamente. Tienen
la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni
con el crimen, ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los
pueblos”.
“¡Trabajadores de mi patria! Tengo fe en Chile y en su destino. Superarán
otros hombres este momento gris y amargo, donde la traición pretende imponerse.
Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, abrirán las
grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad
mejor.
¡Viva Chile, viva el pueblo, vivan los trabajadores!
Estas son mis últimas palabras, teniendo la certeza que mi sacrificio no
será en vano.
Tengo la certeza que por lo menos, habrá una sanción moral que castigará la
felonía, la cobardía y la traición.
Seguramente Radio Magallanes será acallada y el metal tranquilo de mi voz
no llegará a ustedes. No importa. Me seguirán oyendo. Siempre estaré junto a
ustedes, por lo menos mi recuerdo será el de un hombre digno que fue leal con
la patria”.
(Su último discurso. Radio Magallanes, 11 de septiembre de 1973)
Salvador Allende fue un
revolucionario consecuente. Unió sus palabras con sus hechos. Fue digno
y leal hasta su muerte.